1. DOCUMENTO PARA LA DISCUSION
El Municipio progresista que queremos
El municipio fue, históricamente, una institución de administración local cercana e
insustituible en la vida cotidiana de los pueblos. Con distintas fases históricas, esta
institución lideró las principales demandas ciudadanas, y fue el lugar donde se convocaba
la diversidad social, cultural y política.
Durante el régimen autoritario de Pinochet, el municipio se alejó de la ciudadanía e
instaló un dispositivo geo-político de dominación territorial, que separó dramáticamente a
la comunidad de la administración local.
A contra pelo, durante este periodo represivo emergieron múltiples y
enriquecedoras estrategias de sobrevivencia económica y cientos de iniciativas auto-
gestionadas de naturaleza comunitaria (compra conjunta de huertos familiares,
tecnologías blandas, entre otras) que tuvieron una racionalidad económica, pero que
sobrellevaban un alta dosis de solidaridad humana. La presencia de la iglesia en las
comunas, en las organizaciones no gubernamentales, en los grupos culturales,
universitarios, juveniles, deportistas y organizaciones barriales, daban cuenta de una
dinámica ciudadana inspirada en construir democracia local y transformar el incipiente
modelo neoliberal para crear un territorio amable y humanamente habitable.
En este marco, emergieron liderazgos locales verdaderos y validados por la
comunidad, y que durante diecisiete años se enfrentaron al activismo clientelista del
pensamiento conservador que dominaban las autoridades impuestas desde el poder central
a los territorios.
Concluida la transición, la Concertación desconoció e hizo tabla rasa de este
enorme potencial y sustrato cultural, social y político que vivió y luchó contra la
dictadura. Por el contrario, los partidos tradicionales ocuparon cupularmente los
municipios, disputando las esferas de poder más simbólicas sin detenerse a evaluar y
modificar la actual estructura municipal. En resumen, la Concertación administró sin
alterar sustancialmente la Ley Orgánica Municipal, y ocupó los territorios con grupos y
redes políticas de precario y modesto nivel técnico, dejando en su interior enclaves vitales
de gestión financiera y administrativa. Esta omisión inexcusable se traduce en que el 78%
de los municipios dependen hoy del Fondo Común Municipal (FCM), careciendo de
inversión directa de alto impacto y, por ende, van perdiendo cada vez más autonomía al
depender casi exclusivamente de los mecanismos de redistribución financiera diseñados
con indicadores técnicos, que no dan cuenta de los enormes desequilibrios que existen
entre comunas pobres, ricas y medianas.
Durante veinte años, la Concertación desarrolló reformas democratizadoras en la
generación de autoridades políticas, pero no hizo nada por reformar de verdad y en
2. profundidad la actual Ley Orgánica Municipal.
Los municipios son la escala menor del Estado, percibidas como entidades
prestadoras de servicios y no constructoras de polos de desarrollo. Su interés se produce
en los períodos electorales, donde crecen el número de funcionarios municipales,
haciendo imposible generar políticas de desarrollo y de transformación del espacio urbano
y rural, sin considerar los múltiples desajustes técnicos y la inercia de la actual estructura
municipal frente a la velocidad de los cambios sociales y culturales.
II
El rol de las autoridades en la actual Ley Orgánica Municipal
La Ley Orgánica Municipal (LOC) N° 18.695 le otorga al alcalde poderes
omnímodos, concentra tal nivel de atribuciones que “la comuna es el alcalde”. Por esta
vía, se han perpetuado en el poder una generación heterogénea de autoridades que, sólo en
casos excepcionales, pierden en las elecciones electorales locales.
El origen de este tema tiene que ver con la génesis de la estructura del Estado que
reproduce a nivel local lo que ocurre a nivel central.
Por otra parte, durante la dictadura el Alcalde era designado de modo que su rol no
implicaba tensiones a nivel regional o nacional.
Durante la transición, la clase política Concertacionista relegó a una escala menor
o, mejor dicho, se despreocupó del tema territorial y solo aplicó reformas políticas y
financieras a escala local, sin meter mano a la “Cocinería Municipal”. No hubo durante
veinte años un solo partido político que tuviera una propuesta política, técnica y
administrativa que diera cuenta de estas realidades.
En la actual Ley Orgánica Municipal están fundidas todas las atribuciones posibles sobre
el territorio de parte del Alcalde:
- Representar judicialmente al Municipio.
Esto quiere decir que el alcalde responde por todo lo que se haga y no se haga en el
territorio en materia de gestión política, administrativa y financiera.
- Proponer el organigrama Municipal.
En la mayoría de los casos se mantiene por años. Es más, hay muchos Alcaldes que la
desconocen o la omiten.
- Nombrar y remover funcionarios.
En la práctica esto no funciona, porque las estructuras de planta están “saturadas” y las
remociones no existen: los Alcaldes no despiden a nadie, aún cuando lo pillen robando.
3. Hay naturalmente excepciones, pero en general los Directores protegen a su “gente”.
- Velar por la Probidad Administrativa.
El municipio está saturado por denuncias en la Contraloría por actos de corrupción. En
general, estos son difíciles de comprobar porque en los Municipios existen cajas negras
donde es difícil penetrar.
- Administrar los recursos Financieros.
En este orden es difícil de encontrar un rol más dominante en el Estado. El Alcalde
dispone “a raja tabla” todas las atribuciones sobre la inversión directa y la inversión
externa, puede disponer donde invertir, en qué invertir y para qué invertir.
- Adquirir y enajenar bienes.
En este punto no existe una conexión regulada con las organizaciones funcionales y
territoriales para “consultar” qué se compra, como bienes muebles o inmuebles. En
definitiva, qué queremos hacer como comuna.
En lo concerniente a los concejales, la Ley Orgánica Municipal le confiere la
facultad de fiscalización y aprobación de presupuestos, así como el derecho a ser
informados en todo lo relacionado con la marcha y funcionamiento de la corporación. Sin
embargo, los concejales son ciudadanos que no necesariamente deben residir en su
comuna de origen, lo que se traduce en que puede ser un afuerino que carece de
raigambre en la comunidad. Con este propósito, se propone que el concejal tenga un
conocimiento del territorio y de las necesidades de sus habitantes, por lo que se
recomienda que el concejal provenga de la propia comuna y haya residido en ella por un
plazo no inferior a cuatro años previos a la elección.
También se recomienda que los concejales puedan ser inhabilitados, no sólo porque
se hallen condenados por crimen o simple delito, sino porque tengan un juicio pendiente
por violencia intra-familiar.
El concejal debe aumentar su peso político en tanto tenga una sólida formación
técnica y política, y que conozca los instrumentos de planificación (Plan regulador, Plan
de Desarrollo Comunal y Presupuesto Municipal o Plan de Inversión), además de conocer
y aplicar las ordenanzas de participación ciudadana que cada comuna haya diseñado.
4. III
Propuesta para la construcción de un Municipio más Democrático
El Alcalde debe seguir siendo articulador y líder, de manera de desarrollar eficiente la
gestión Municipal. Pero sus límites deben estar definidos por dos consideraciones
fundamentales:
- Control Social y Político
- El Municipio debe regenerar un instrumento de articulación social comunal flexible que
supere el fragmentado tejido social existente y le otorgue un rol protagónico a la
diversidad social emergente (mujeres, minorías sexuales, economía local, cultural, etc.)
- Debe, durante su gestión, sancionar un verdadero PLADECO (Plan de Desarrollo
Comunal) y comprometerse a implementar el Presupuesto Municipal, el Plan de
Inversiones y el Plan Regulador de acuerdo a criterios definidos por una metodología
técnica y moderna de Participación Ciudadana.
- Debe otorgar a los concejales un rol político más efectivo en materias de inversión
interna y externa, y transparentar los procesos de Licitaciones y Adjudicación de Obras
con objeto de evitar los actos de corrupción Administrativa.
- Debe dar cuentas públicas cada 90 días de su gestión evitando las cuentas públicas
anuales, que están llenas de formalismo y limitaciones a las prácticas de democracia
participativa.
- Cada municipio debe tener un Plan Regulador actualizado que fije las reglas del juego,
tanto para el sector privado como público, de modo de evitar el crecimiento anárquico del
espacio urbano, que se traduce en comunas de alto crecimiento y complejidad y comunas
con bajo crecimiento y dispersión poblacional con alarmante disminución de la población
juvenil.
- Debe tener un manual de gestión en salud que posibilite una activa descentralización de
servicios y el diseño de corporaciones que se involucran en el desarrollo de la salud
comunitaria.
- En cuanto a la Gestión Educativa, se propone un activo protagonismo en procesos de
mejoramiento de la calidad educativa municipal, con mecanismos de innovación en la
comunidad docente y que rompan la tendencia a marginalizar y excluir a los colegios
públicos del desarrollo de la comuna.
-Cada municipio debe adecuar el transporte público regional a su propia realidad espacial
5. y a la necesidad de sus habitantes.
- Control Técnico y Administrativo.
- El alcalde debe tener semanalmente reuniones con comité técnico Municipal y con el
Administrador Municipal, sobre una tabla de contenidos que sea informada a las
organizaciones sociales y territoriales para involucrarlos “en los asuntos técnicos
administrativos”.
- Desarrollar, con apoyo técnico, presupuestos participativos donde la comunidad pueda
priorizar efectivamente una cartera de proyectos de inversión, con control sobre el diseño
y desarrollo de las obras de inversión social y territorial.
- Aprobar el organigrama municipal de acuerdo con las dinámicas sociales, culturales y
políticas para poder enfrentar la modernidad y los avances tecnológicos. Debe tecnificar
los programas sociales y desarrollarlos desde la matriz comunitaria, y no desde los
gabinetes tecnocráticos.
Esto significa la creación de nuevos departamentos, y la omisión y cierre de oficinas y
Programas que no tienen relevancia social.
- Debe dar vida a las ordenanzas de participación ciudadana, promoviendo audiencias
públicas, cabildos y Plebiscitos comunales, de modo de tener una comunidad alerta y
nerviosa de lo que ocurre en su entorno.
- El Alcalde debe tener auditorías externas sobre la marcha financiera del Municipio, de
modo que los egresos e ingresos Municipales sean conocidos por la Comunidad
- Los Alcaldes deben vincularse con centros de conocimientos internos y externos
(Universidades, consultoras, ONGs, centros de Estudios) y fomentar la asociatividad
municipal, así como agrupar por áreas (Urbanas Rurales) comunas que compartan los
recursos humanos calificados y los proyectos al sistema Nacional de Inversión SIN.
IV
A romper los nudos críticos: a la creación de un Municipio Progresista
Lo que define a una comuna es su territorio. No obstante, en muchos casos los
límites que lo constituyen son absolutamente arbitrarios y no responden a sus
singularidades geográficas. Postulamos que los límites (hoy líneas) se transformen en
zonas donde la normativa a aplicar en ellas sea definida de común acuerdo entre los
municipio vecinos, manteniendo cada municipio la administración y control de su
territorio.
En este territorio, el hombre permanece gran parte de su vida. Diariamente lo recorre, usa
6. el espacio público para salir o llegar a su casa. Se desplaza por la sociedad entre su casa y
el trabajo, entre su casa y el establecimiento educacional, entre su casa y el centro
comercial. Es la casa el centro de su vida, es en ella donde se desarrolla y crece como ser
humano.
El municipio actualmente tiene grandes nudos críticos, el principal de ellos es la
abismal segmentación social que genera ghetos o ciudades dentro de una mega ciudad.
Estos desequilibrios no permiten generar comunidad y cohesión social. Postulamos la
democratización del uso del suelo permitiendo en todo el territorio comunal la
coexistencia de vivienda social con vivienda no social.. A lo largo del país, nos
encontramos con comunas rurales que no tienen en su municipio profesionales de la
construcción, de la tecnología ni de las ciencias sociales, por el contrario: hay comunas
que están sobre dotadas de recursos humanos y pueden postular a toda la oferta de un
estado rico y lleno de recursos fiscales para obras de infraestructura, de equipamiento y de
inversión social.
Postulamos, por lo tanto, revisar los actuales mecanismos de redistribución del
fondo común municipal, las actuales políticas sociales que son concebidas desde una
matriz central sin las sensibilidades de las comunas más carenciadas. Creemos que la
inversión privada debe ser atraída a las comunas pobres para fomentar junto a la sociedad
civil nuevos polos de desarrollo, que eviten la dispersión y que atraigan a que los jóvenes
vivan y trabajen en su propio territorio y desarrollen sus tradiciones y costumbres.
Creemos firmemente en un concepto de seguridad ciudadana, que impida el miedo y la
incertidumbre al futuro. Concebimos un municipio capaz de acoger toda innovación que
genere economías locales con tecnología de punta, e ir progresivamente a la
transformación de la infraestructura comunitaria en espacios humanamente habitables y
con conciencia ambiental.
Finalmente, nos negamos a reconocer comunas jerarquizadas por desigualdades
económicas o territoriales, y postulamos un territorio cuyo centro sea la felicidad del
individuo en la vida en común, con igualdad de oportunidades. Para ello es fundamental
transformar la actual Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades en un instrumento
de Participación directa de la comunidad, y no un mecanismo de representación política
partidaria donde el sistema binominal sea la única voz predominante en la diversidad y en
la rica heterogeneidad social que tienen los barrios, las poblaciones, las comunas y los
territorios a lo largo del país.
Comisión Programática Municipal
Partido Progresista
Marzo 2011