ORIGEN DE LA IMAGEN Y DE LA DEVOCIÓN, IGLESIA DE SAN PABLO EL ERMITAÑO, BASÍLICA DE SANTA ANA Y SANTA TERESA EN CARACAS, LEYENDA DEL LIMONERO, POEMA DE ANDRÉS ELOY BLANCO, ORACIONES.

1. Pan diario de la Palabra, Marzo 2013
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2. El Nazareno de San Pablo
es una advocación de Jesucristo,
venerada en la basílica de
Santa Teresa de
Caracas, Venezuela.
Desde la colonia, ha sido la
principal procesión.

3. Fue consagrada el 4 de julio de
1674 por Fray Antonio González
de Acuña, dedicando el miércoles
santo, a su culto.
Ese día, es llevada en procesión
por las calles, rodeada de la
feligresía que acude a la Basílica
de Santa Teresa, a cumplir
promesas y a dar gracias por los
favores concedidos.

4. En acción de gracias a San Pablo
El Ermitaño ante la epidemia de
viruela en 1579, el Consejo Municipal,
ordenó la construcción de una
capilla en su honor y así celebrar su
fiesta el 15 de enero de 1580.
Al lado de la Capilla,
se construyó un hospital y
un hospicio
para mujeres.
Plaza e Iglesia de San Pablo

5. Tras el terremoto de 1641, la capilla
quedó en ruinas, reconstruyéndose
una nave y el campanario. El altar mayor
se dedicó al Santísimo Sacramento y los
menores a San Pablo El Ermitaño,
Nuestra Señora de Copacabana, Nuestra
Señora de la Caridad, Nuestra Señora
del Carmen, Santísima Trinidad,
Benditas Ánimas del Purgatorio,
Jesucristo Crucificado y Jesús Nazareno.

6. En 1666 fue reinaugurada y en ella,
la imagen del Nazareno recibió
culto hasta 1870 cuando,
el General Antonio Guzmán Blanco,
presidente de Venezuela,
hizo demoler la iglesia de San Pablo
El Ermitaño, para construir el
Teatro Guzmán Blanco,
hoy Teatro Municipal.
Teatro Municipal

7. En honor a su esposa Ana
Teresa, Guzmán Blanco mandó a
construir la Basílica de Santa Ana y
Santa Teresa, inaugurada el 27 de
octubre de 1876.
A ella fueron llevadas todas las
imágenes y objetos de la iglesia
de San Pablo El Ermitaño, entre
ellas, la imagen del Nazareno.

8. Cuenta la leyenda, que en 1696,
hubo una epidemia de
peste negra en la ciudad.
Los caraqueños imploraron
a Dios, sacando en
procesión fervorosa
a la imagen del
Nazareno de San Pablo.
Limonero a un lado
de la iglesia

9. En el trayecto, la Cruz se enredó
con el ramaje de un limonero que
se encontraba en una casa en la
esquina de Miracielos.
Al sacarla, cayeron los limones y
los fieles los recogieron.
Su jugo sanó a los enfermos.
Este milagro hizo crecer más la
devoción hacia el Nazareno.

10. En la esquina de Miracielos,
hubo una breve oscilación;
los portadores de las andas,
se detuvieron; Monseñor.
El Arzobispo alzó los ojos
hacia la Cruz; la Cruz de Dios,
al pasar bajo el limonero
entre sus gajos se enredó.
Sobre la frente del Mesías
hubo un rebote de verdor
y entre sus rizos tembló el oro
amarillo de la sazón.

11. De lo profundo del cortejo
partió la flecha de una voz:
¡Milagro! ¡Es bálsamo, cristianos,
el limonero del Señor.
Y veinte manos arrancaron
la cosecha de curación
que en la esquina de Miracielos
de los cielos enviaba Dios.
Y se curaron los pestosos
bebiendo el ácido licor
con agua clara de Catuche,
entre oración y oración.

12. Dios no escatimó la vida de su propio
Hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros y con él nos ha dado todos
los bienes. (Rom8,32)
En su propio Cuerpo, Cristo subió
nuestros pecados a la cruz para
que, muertos a nuestros
pecados, empecemos una vida santa.
En esta forma, por medio de sus
heridas, hemos sido curados.
(1Pe 2,24)