Carla Monge_Hemorragia digestiva alta por ulcera péptica .pptx
Eritromicina endovenosa mejora visión endoscópica en hemorragia digestiva alta
1. ERITROMICINA ENDOVENOSA PARA LA LIMPIEZA DEL SANGRADO GASTROINTESTINAL ALTO
El sangrado gastrointestinal alto, es una condición común en la práctica clínica. Las
estimaciones actuales de su incidencia oscila entre 50 a 150 episodios por cada 100000
personas al año. La endoscopia digestiva alta, juega un rol clave en la investigación de la
hemorragia digestiva, identificando el origen de la misma en el 80 a 90 % de los casos. Por
otro lado, la terapéutica hemostática endoscópica reduce la necesidad de cirugía, disminuye el
uso de transfusiones, acorta la estadía hospitalaria y reduce la morbimortalidad de la
hemorragia digestiva alta no varicosa.
Sin embargo, la tasa de éxito de la terapéutica hemostática endoscópica depende fuertemente
de la calidad de la visión. De hecho, la sangre en el estomago o duodeno puede oscurecer la
visión endoscópica u exponer al paciente a potencial broncoaspiración. La eritromicina es un
macrólido descubierto en 1952 que incrementa el vaciamiento gástrico a través de su acción
agonista de la motilina.
Los autores del presente trabajo tuvieron como objetivo investigar si una infusión endovenosa
en bolo de eritromicina mejora la visión endoscópica en los pacientes con hemorragia
digestiva alta.
METODOS
Los pacientes que habían sido admitidos dentro de las 12 horas al hospital, después de un
episodio de hematemesis fueron asignados en forma aleatoria a recibir eritromicina 250mg o
placebo, 20 minutos antes de la endoscopia. El punto final primario fue la visión endoscópica
evaluada por un score subjetivo y objetivo y la duración de la endoscopia. Los puntos finales
secundarios fueron la necesidad de una segunda endoscopia, las complicaciones relacionadas
con la endoscopia, las unidades de sangre transfundidas y la longitud de la estadia hospitalaria.
RESULTADOS
51 pacientes recibieron eritromicina y 54 placebo. Un estomago limpio fue encontrado más a
menudo en el grupo de eritromicina (82% vs 33%) Esta diferencia permaneció significativa en
pacientes con cirrosis. La eritromicina acortó la duración de la endoscopia y redujo la
necesidad de una segunda endoscopia. La longitud de la estadia hospitalaria y las unidades de
sangre transfundida no difirieron en forma significativa entre los grupos. No hubo
complicaciones.
CONCLUSION
Del análisis de los resultados, los autores concluyen que la infusión de la eritromicina antes de
la endoscopia en pacientes con hematemesis reciente, hace que el estudio endoscópico sea
más fácil y corto, reduciendo la necesidad de repetir el procedimiento.