Este capítulo discute la importancia del testimonio cristiano. Explica que el evangelismo depende más del testimonio que de la predicación, y que tanto los creyentes individuales como las congregaciones deben dar testimonio a través de sus vidas. Describe cómo un buen testimonio colectivo puede convencer a los visitantes y llevarlos a adorar a Dios, mientras que un mal testimonio desacredita la doctrina. También analiza ejemplos bíblicos de fieles testigos como Ananías, Cornelio y los apósto
Discernimiento de Pedro y pablo sobre el liderazgo clase 5.pptx
LIBRO: COMO ALCANZAR A OTROS PARA CRISTO. TOMO I (CAP. 2). LOS TESTIGOS DE JESUS
1. Libro: Tomo I. Como alcanzar a otros para Cristo. ¿La Evangelización es posible hoy? Dr. Luis A. Silva
Cisneros y Colaboradores. Valencia, Venezuela. 1a. Edición 1996. 2a. Edición 2011. Capítulo. 2. los Testigos
de Jesús.
LOS TESTIGOS DE
JESÚS (Cap. 2)
TOMO I
LIBRO: COMO ALCANZAR A
OTROS PARA CRISTO
¿LA EVANGELIZACIÓN ES POSIBLE
HOY?
Dr. Luis A. Silva Cisneros
y Colaboradores.
Valencia, Venezuela.
(1a Edición. 1996. 2a Edición. 2011).
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2. Libro: Tomo I. Como alcanzar a otros para Cristo. ¿La Evangelización es posible hoy? Dr. Luis A. Silva Cisneros y
Colaboradores. Valencia, Venezuela. 1a. Edición 1996. 2a. Edición 2011. Capítulo. 2. los Testigos de Jesús.
LOS TESTIGOS DE JESÚS
Dr. Luis A. Silva Cisneros
El evangelismo es más cuestión de testimonio que de predicación. “Me seréis testigos,”
dijo el Señor a sus discípulos, y siete veces en Hechos ellos repiten esto: “Nosotros somos
testigos.” Tres veces el apóstol Pablo emplea la palabra al contar su propia experiencia.
Cada creyente está dando testimonio al mundo y cada congregación debe ser un
testimonio en su vecindad. Queremos ver ahora que estos testimonios pueden ser buenos o
positivos, y pueden ser malos o negativos.
1. EL TESTIMONIO COLECTIVO.
1 Corintios 14 es el capítulo que nos da instrucciones sobre la conducción de las
reuniones de la asamblea. Habla de cuando “toda la iglesia se reúne en un sólo lugar,”
(14:23,26), y nos interesan aquí los versículos que están entre estos dos: “Si todos profetizan, y
entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado, lo oculto de
su corazón se hace manifiesto, y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios,
declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.”
Pablo acaba de decir que él prefiere hablar con entendimiento en el culto cinco palabras
de las Escrituras, y ahora vemos qué resultados puede traer este sencillo testimonio de una
congregación espiritual:
1- El visitante es convencido
2- Es convicto de su propia necesidad
3- Se humilla para recibir la verdad
4- Adora a Dios
5- Los demás llegan a saber que El está entre su pueblo
No vamos a pensar que sólo en la reunión de predicación se puede dar este testimonio. La
cena del Señor es. aparte de sus otros sentidos, un testimonio a nuestros prójimos: “Todas las
veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que
él venga,” (1 Corintios 11:26).
No siempre damos este buen testimonio como congregación, porque la fuerza de nuestro
mensaje al mundo depende en parte de nuestra propia condición espiritual. Inconcebible que
parezca, hay la posibilidad de predicar a Cristo por envidia y contienda, (Filipenses 1:15). El
(Salmo 133) describe lo que Dios quiere y lo que está dispuesto a dar. Cuando los hermanos
habitan juntos en armonía, dice, es bueno y delicioso para ellos. El óleo y el rocío descienden,
figuras de la unción del Espíritu y la prosperidad espiritual. “Allí envía Jehová bendición, y
vida eterna.”
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2. TESTIGOS ANTE LOS PRÓJIMOS.
Ananías es ejemplo de un creyente “que tenía buen testimonio de todos los judíos que
allí moraban,” y fue usado en la obra del Señor. Nada sabemos de si predicaba en público, pero
Dios le usó para encaminar a un creyente nuevo, que iba a ser nadie menos que el apóstol Pablo.
Leemos en: (Hechos 22:12) que él era varón piadoso, y así entendemos por qué dice en: (9:10)
que el Señor le dijo, “Ananías,” y él respondió, “Heme aquí, Señor.” Dios usa los vasos
limpios, dispuestos a toda buena obra.
Cornelio es otro caso de un hombre “piadoso y temeroso de Dios” que fue usado
grandemente en el evangelio. Su buen testimonio hizo que sus parientes y amigos más
íntimos aceptaran la invitación para oír la predicación del evangelio de parte de Pedro, en
Hechos capítulo 10 dice: y magnificaban a Dios y se cita de los oyentes, que recibieron la
palabra de Dios. (Hechos 10:46; 11;1). ¿Es así con nosotros?
A esto hemos sido llamados. Cuando Jesús sanó y salvó al endemoniado Gadareno, le
mandó diciendo: “Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha
hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.” Y se fue, y comenzó a publicar en su
propia comarca cuán grandes cosas había hecho Jesús con él. Y todos se maravillaban,
(Marcos 5:19,20).
El ciego de nacimiento en (Juan 9) es otro caso. Sus padres no querían involucrarse en la
disputa que resultó de su curación, y él tampoco sabía dar un mensaje claro en el primer
momento. Pero fue fiel testigo según la luz que tenía, y terminó con un excelente mensaje
evangélico: “Sabemos que Dios no oye a los pecadores, pero si alguno es temeroso de Dios, y
hace su voluntad, a ése oye.” (Juan 9:31). ¡Tan fiel y penetrante fue su testimonio que sus
oyentes le expulsaron! No vamos a negarlo, servir al Señor cuesta.
David es otro ejemplo. En (Salmo 40:1-3) él nos cuenta esta secuencia:
1. Pacientemente esperé a Jehová.
2. Se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
3. Sacó del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso.
4. Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
5. Puso cántico nuevo en mi boca.
6. Muchos verán, temerán y confiarán en el Señor.
NO SIGAMOS SIENDO ESPECTADORES, SEAMOS
MÁS BIEN SOLDADOS ACTIVOS DE CRISTO
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3. PREDICADORES DE RENOMBRE.
Dios prepara algunos de sus hijos para testimonio en la predicación pública también. “El
mismo constituyó a unos... evangelistas,” (Efesios 4:11).
Timoteo fue uno. En su juventud, “daban buen testimonio de él los hermanos” en los
pueblos cercanos, (Hechos 16:1,2). Pablo le llevó consigo en viajes misioneros, y años después
el escribió acerca de este hermano que “ha servido conmigo en el evangelio,” a diferencia de
otros creyentes que “buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús,” (Filipenses 2:21-22).
Esteban fue otro varón de Dios, de buen testimonio, lleno del Espíritu Santo, de
sabiduría, de fe, de gracia y de poder. (Hechos 6:3-8). Su mensaje sobresaliente en Hechos
capítulo 7 no parecía haber llevado fruto pero en realidad fue un factor de ayuda en la conversión
de Pablo por lo menos.
Pedro y Juan son excelentes ejemplos. Los gobernantes y ancianos de Israel vieron el
denuedo de estos hombres y, sabiendo que eran sin letras y del vulgo, se maravillaban. Les
reconocían que habían estado con Jesús, (Hechos 4:13). Fue por esto que les fue dado por
Dios la oportunidad y el privilegio de proclamar que “en ningún otro hay salvación, porque no
hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
4. RESULTADOS DEL BUEN TESTIMONIO.
MÁS VALEN LAS BUENAS ACCIONES
QUE LAS BUENAS PALABRAS
La vida del creyente consecuente, muy aparte de que él tenga o no don para proclamar un
mensaje en público, adorna la doctrina de Dios nuestro Salvador, (Tito 2:10). Esto es lo
principal, “Si alguno se limpia ... será instrumento para honra, santificado, útil al Señor y
dispuesto para toda buena obra.” (2 Timoteo 2:21).
Y, por supuesto, la tal persona será útil a los hombres. El cristiano es la luz del mundo.
Es una ciudad asentada sobre un monte que no se puede esconder, (Mateo 5:14). Cuando
nuestros prójimos ven la luz del evangelio y las buenas obras del pueblo de Dios, ellos pueden
glorificar a nuestro Padre.
MÁS VALE UNA BUENA ACCION
QUE MIL BUENAS PALABRAS
Pedro se acordó de esta enseñanza del Maestro. Años después, nos rogó “como a
extranjeros y peregrinos,” escribiendo en (1 Pedro 2:11,12): “Abstengáis de los deseos
carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir, para
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que en lo que murmuran de vosotros como malhechores, glorifican a Dios en el día de la
visitación, al considerar vuestras buenas obras.”
INSTRUMENTO INSTRUMENTO UN EMISOR
PARA HONRA SANTIFICADO DE LUZ
UN BUEN TESTIMONIO
NOS CONVIERTE EN:
INSTRUMENTO INSTRUMENTO MOTIVO DE
ÚTIL DISPUESTO GLORIA PARA DIOS
5. CONSECUENCIAS DEL MAL TESTIMONIO.
Si el buen testimonio del cristiano adorna la doctrina, el mal testimonio lo
desacredita.
Es posible que caiga en la condenación del diablo una persona que es realmente salva. No
nos referimos a la condenación eterna sino a la condenación o acusación de la cual el diablo se
hizo acreedor cuando se enalteció su corazón, (Ezequiel 28:17). Cuando esto sucede, dice (1
Timoteo 3:7), y uno pierde su buen testimonio de los de afuera, el creyente cae en descrédito y
en el lazo del diablo. El mundo nos ve calentando las manos en el patio de los enemigos del
Salvador y dice: “También éste estaba con él,” (Lucas 22:54-56).
David nos es ejemplo otra vez. Ese gran hombre de Dios pecó y la historia de su
restauración está en (2 Samuel 12). El confesó - cosa que no siempre hacemos - y Natán le dijo:
“También Jehová ha remetido tu pecado.” Pero el profeta añadió un mensaje que resuena aún:
“Con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová.”
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6. Libro: Tomo I. Como alcanzar a otros para Cristo. ¿La Evangelización es posible hoy? Dr. Luis A. Silva Cisneros y
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Además acordémonos que todos nosotros como creyentes compareceremos ante el
tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el
cuerpo sea bueno o sea malo. 2 Corintios 5:10.
Cuán importante es que podamos ser irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin
mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis
como luminares en el mundo. (Filipenses 2:15).
“Que Dios nos ayude a vivir el evangelio. Sólo así podremos proclamarlo”.
Hermanos, “Oremos a Dios que ninguna cosa mala hagamos... hagáis lo bueno... y
además, oremos por nuestra perfección. (2 Corintios 13:7,9). Así tendremos libertad para vivir
y seguir la promesa del Padre”, recibiréis poder... y me seréis testigos... hasta lo último de la
tierra. (Hechos 1:4,8).
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