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Triduo_ Gli sguardi di suor Maria Troncatti_ESP

  1. Propuesta para celebrar el 50. º Aniversario de la muerte de la BEATA sor MARÍA TRONCATTI 25 agosto 2019
  2. Intención general: Por el éxito del Sínodo Panamazónico, con el tema: “Amazonia: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología integral”, que tendrá lugar en Roma, del 6 al 27 octubre de 2019.
  3. G. Queridas hermanas, hoy nos reunimos para el primer día del Triduo en honor a la Beata sor María Troncatti, que ha vivido como Misionera en Ecuador desde 1922 a 1969. En un primer momento, deseamos hacer memoria, brevemente, de su perfil y dejar que sea ella quien conduzca nuestro camino de discípulas misioneras con la mirada amplia, como nos ha pedido el CG XXIII: misioneras de alegría y de esperanza a lo largo de los caminos del mundo, donde el Señor nos pide ir, testimoniar y anunciar su Evangelio.
  4. L. Nace en Corteno Golgi (Brescia) el 16 de febrero de 1883. En su numerosa familia crece alegre y trabajadora entre los campos y el cuidado de los hermanos, en un clima cálido por el cariño y el ejemplo de sus padres. Asidua a la catequesis parroquial y a los sacramentos, la adolescente María madura un profundo sentido cristiano que la abre a los valores de la vocación religiosa. Por obediencia al padre y al Párroco, espera a ser mayor de edad para pedir la admisión en el Instituto de las Hijas de Mª Auxiliadora. Emite la primera profesión en 1908 en Nizza Monferrato.
  5. L. Durante la Primera Guerra Mundial (1915-18) sor María sigue en Varazze cursos de asistencia sanitaria y trabaja como enfermera de la Cruz Roja en el hospital militar: una experiencia que le será muy válida en el curso de su larga actividad misionera en la selva amazónica del Oriente ecuatoriano. Parte para el Ecuador en 1992. Es enviada entre los indígenas shuar, donde con otras dos hermanas inicia un difícil trabajo de evangelización en medio de riesgos de toda clase, no excluidos los causados por los animales de la foresta y por las insidias de los vertiginosos ríos que debía atravesar a vado o sobre frágiles "puentes" de lino, o bien sobre las espaldas de los indios.
  6. L. Macas, Sevilla Don Bosco, Sucúa son algunos de los "milagros" todavía florecientes de la acción de Sor María Troncatti: enfermera, cirujano y ortopédico, dentista y anestesista... Pero sobre todo catequista y evangelizadora, rica de extraordinarios recursos de fe, paciencia y amor fraterno. Su obra para la promoción de la mujer shuar florece en cientos de familias cristianas, formadas por primera vez por la libre elección personal de los jóvenes esposos. Sor María muere en un trágico accidente aéreo en Sucúa el 25 de agosto de 1969. Sus retos reposan en Macas, en la Provincia de Morón (Ecuador).
  7. L. La Sierva de Dios sor María Troncatti fue declarada Venerable con el Decreto del 8 de noviembre de 2008 y enaltecida a la gloria de los beatos en Macas (Ecuador) el 24 de noviembre de 2012, con el representante del Papa, el Card. Angelo Amato. https://www.cgfmanet.org/1.aspx?sez=1&sotsez=4&detsot sez=1&doc=11&lingua=3
  8. María tenía diez años cuando, una noche, desapareció. Las cabras habían regresado solas. «Había sacado el agua para la polenta; quería llevártela, pero después no he visto nada. Las cabras no estaban. Estaba sola y no sabía hacia dónde ir. Fui un poco por aquí y por allá, y luego me detuve. Yo dije: "Papá me encontrará; Vendrá inmediatamente a buscarme”... ». «¿No tuviste miedo?» «No. Tuve la gracia del Señor en mi corazón. Me recosté, dije las oraciones y le pedí a mi ángel que buscara las cabras». Córteno Golgi – Brescia
  9. Señor, mi corazón no es engreído ni mis ojos altaneros: no he tomado un camino de grandezas ni de prodigios que me superaran. Al contrario, tranquilo y en silencio he mantenido mi alma como un niño saciado que se aprieta a su madre; mi alma en mí nada reclama. ¡Que Israel cuente con el Señor, desde ahora y para siempre! (Salmo 131) Oremos juntas:
  10. Catalina Troncatti, apenas veinteañera, se inscribió en la «Asociación de Santa Ángela»; allí encontró su vocación y la vivió hasta el fin de sus noventa y cinco años. María, en vez, se afilió a las «Hijas de María». Su sueño era otro: no consagrada en la familia, sino en un Instituto religioso de horizontes misioneros; y la pertenencia a las «Hijas de María» podía ser un inicio. El sueño que la llevaría lejos comenzó a vivir en ella desde los quince- diecisiete años. «¿Por qué no haces como yo? Yo viviré toda mi vida aquí: toda para el Señor». «No. ¡Yo debo ir entre los leprosos!».
  11. Yavé dijo a Abram, después que Lot se separó de él: «Levanta tus ojos y mira desde el lugar en que estás hacia el norte, el sur, el oriente y el poniente. Pues bien, toda la tierra que ves, te la voy a dar a ti y a tu descendencia para siempre. Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra, de tal manera, que si se pudiera contar el polvo de la tierra, también se podría contar tu descendencia. Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho, pues te lo voy a dar a ti». (Génesis 13, 14 – 17) Oremos juntas:
  12. «Las necesidades de la Misión aumentan siempre más. A estos pobres kivaros es necesario darles todo, y ellos se rinden y se dejan más fácilmente ganarse, con la luz de la verdad y el pan de la doctrina cristiana, se puede llegar también con un poco de ropa para vestirlos y algo para sostenerlos».
  13. Hijo mío, no niegues tu pan al pobre; no hagas esperar al que te mira con ojos suplicantes. No apenes al que tiene hambre, ni hagas enojarse a un indigente. No discutas con el desesperado, ni dejes que el necesitado suspire por tu limosna. No eches al mendigo agobiado por su miseria, ni le des la espalda al pobre. (Sirácides 4, 1 - 4) Oremos juntas:
  14. El 12 de setiembre de 1908, bajo la protección de María Santísima, ha pronunciado por primera vez los votos de pobreza, castidad y obediencia. En un acto de fe y abandono nos deja este recuerdo: «Ahora soy tuya, Señor, quiero ser tuya para siempre. Jesús, he dejado aquello que he amado más para venir a servirte, para santificarme».
  15. Los llenó de saber y de inteligencia, y les enseñó el bien y el mal. Puso en ellos su ojo interior, haciéndolos así descubrir las grandes cosas que había hecho, para que alabaran su nombre santísimo y proclamaran la grandeza de sus obras. Les reveló además un saber, y los dotó de una ley de vida. (Sirácides 17, 7 – 11) Oremos juntas:
  16. G. Concluimos este momento presentando a Dios Padre nuestras oraciones espontáneas.  PADRE NUESTRO…  Concluir con un canto adaptado.
  17. Intención general: Por el éxito del Sínodo Panamazónico, con el tema: “Amazonia: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología integral”, que tendrá lugar en Roma, del 6 al 27 octubre de 2019.
  18. G. Queridas hermanas, en este segundo día del Triduo en honor a la Beata sor María Troncatti, deseamos confrontar nuestra mirada con lo mirada de esta misionera que ha sabido dejarse guiar, no por la mirada humana, superficial, física… sino por la mirada del corazón. Esta mirada que ve más allá, mirada que le ha permitido dar a su vida de misionera educadora consagrada, aquel dinamismo de profundidad y de radicalidad que la ha hecho testimonio profético cerca de los más pobres y necesitados de entonces. Dice Madre Yvonne: “Nuestra vida será contagiosa y fecunda en vocaciones si sabemos ampliar la mirada del corazón para percibir la profunda necesidad de Dios que experimentan los jóvenes y las jóvenes que encontramos cada día en nuestro camino; si estamos dispuestas a encontrar junto con ellos respuestas evangélicas”. (Actas del CGXXIII p. 7)
  19. «A los pies de Jesús me consuelo; una mirada a mi crucifijo que tengo colgado a mi cuello me da vida y alas para trabajar. No es una fábula, es pura verdad: estoy propio en medio de millares de indígenas, propiamente indígenas, en medio de una inmensa selva».
  20. Ante él están las obras de cada uno, y nada escapa a su mirada. Su mirada se extiende desde el comienzo al fin de los tiempos, y nada puede sorprenderle". (Sirácides 39, 19 – 20) Oremos juntas:
  21. Existen rostros, miradas y gestos en grado de sanar las heridas más profundas, ablandar todo el dolor… esta era sor María. «En mi medicina pongo una oración que es un rayo del Cielo y el Cielo responde», decía. Pronto la casa de las hermanas se transformó en un lugar de acogida, de descanso para el cuerpo y sobre todo para llevarlos a Dios (bautizarlos)… allí han llevado enfermos, niños destinados a morir por alguna malformación, mujeres agredidas por los esposos… y, aunque llegaran las vacaciones de julio, el trabajo siempre aumentaba.
  22. “No quitar jamás la mirada del pobre, así no se levantará de ti la mirada de Dios”. (Tobías 4, 7) Oremos juntas:
  23. Las hermanas recibían pronto a chicas y jovencitas shuar en el internado, la semilla buena se multiplica. Sin embargo, el atractivo de la selva es quizás irresistible, sobre todo para las más grandes. Una noche, dos jovencitas se fugan. Cuando las hermanas se dan cuenta de lo sucedido, van a buscarlas con antorchas durante la noche, las encuentran acurrucadas en una cabaña abandonada, las llevan nuevamente a la misión sin ningún reproche, además de que están muy asustadas.
  24. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa. Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mí un espíritu firme. (Salmo 51) Oremos juntas:
  25. Estamos en los inicios de la misión en Macas, 1926... Mientras tanto, se prepara otra casa, porque aumentan las chicas Shuar: un pequeño dormitorio con algunas camas para las niñas discapacitadas, hijas ilegítimas, huérfanas, enfermas… estas pequeñas son la verdadera joya que sor María acoge, además de educar a las madres, enseñándoles que asesinar a sus niños es un mal, Dios no lo quiere. Algunas comprenden y la ayudan. Vemos que, con las palabras y los gestos concretos, sor María difunde la cultura del respeto por la dignidad humana de toda persona, sobre todo si es débil: solo Dios sabe cuántas vidas han sido salvadas de la muerte, porque ella las ha acogido como verdadera madre, sea en Macas como en Sucúa, donde ha trabajado.
  26. Yo pondré mis ojos sobre ellos para su bien, y los haré volver a este país; los edificaré y no los demoleré, los plantaré y nos los arrancaré. Les daré un corazón para que me conozcan a mí, que soy el Señor ; ellos serán mi Pueblo y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón. (Jeremías 24, 6 – 7) Oremos juntas:
  27. G. Concluimos este momento presentando a Dios Padre nuestras oraciones espontáneas.  PADRE NUESTRO…  Concluir con un canto adaptado.
  28. Intención general: Por el éxito del Sínodo Panamazónico, con el tema: “Amazonia: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología integral”, que tendrá lugar en Roma, del 6 al 27 octubre de 2019.
  29. L. “Abrid el corazón para acoger las mociones interiores de la gracia de Dios; ampliad la mirada, ampliad la mirada para reconocer las necesidades más auténticas y las urgencias de una sociedad y de una generación que cambian”. (Papa Francisco, 8 noviembre de 2014) G. De las Actas del CG XXIII (n. 10): “El encuentro con Jesús abre los ojos, ofrece una mirada nueva. Su Palabra ilumina, purifica, cambia el modo de ver y de valorar las situaciones; los discípulos reconocen al Señor, le piden que se quede con ellos, le permiten entrar en su vida. Transformados por el encuentro con Él, regresan sin demora a Jerusalén, ciudad de la Pascua y de Pentecostés, con el deseo de anunciar al Señor resucitado y de compartir la experiencia de felicidad plena que ha ensanchado su mirada y su corazón”.
  30. G. Queridas hermanas, en este tercer día del Triduo en honor a la Beata sor María Troncatti, dejémonos mirar por Dios, Padre de misericordia. Cuando nos sentimos miradas con amor por alguien, nos decidimos más en nuestro camino de conversión pastoral misionera; nos empeñamos en cambiar perspectivas y cultivar una actitud positiva hacia el otro, yendo más allá de la exterioridad y mirando a cada persona con la mirada de amor incondicional de Cristo. María es nuestra compañera de camino y nos ayuda a conformar nuestra mirada a la mirada de su Hijo, nuestro corazón al Corazón de su Hijo.
  31. El 18 de enero de 1960 escribe a la hermana Catalina y, entre otras cosas, le habla de un joven shuar gravemente enfermo, pero que con la medicina y los cuidados se ha repuesto. Este joven ha dicho a sor Troncatti: «Estaba contento de ir al Cielo. Ahora estoy mejor y deberé estar aquí en la tierra; pero quiero ser bueno y orar por la conversión de mis compañeros». Y como signo que dice la verdad «tiene siempre el santo rosario entre las manos y reza siempre». «Imagina, Catalina: ha llegado la hora de la conversión de los indígenas. Ciertamente son los sacrificios que todos vosotros hacéis y tantas oraciones […] todas nuestras misiones están llenas de indígenas. Bendito sea el Señor, podemos hacer mucho bien, especialmente que conozcan y amen a Jesús, que cumplan sus deberes de buenos cristianos y lleguen a la salvación».
  32. Mi pueblo está aferrado a su apostasía: se los llama hacia lo alto, pero ni uno solo se levanta. (Oseas 11, 7) Oremos juntas:
  33. En la Pascua de 1931, Sor María Troncatti escribía a su madre diciéndole que en aquella fecha una joven mujer shuar de 21 años había recibido junto el santo bautismo y el sacramento de la comunión. Otra joven de 14 años había recibido la santa comunión por primera vez. En la carta narra: «Son funciones verdaderamente conmovedoras al ver estos indígenas tan rebeldes al inicio y después, poco a poco, se ve que van ablandándose; y cuando se habla del catecismo y comienzan a entenderlo, con avidez quieren que se hable de Jesús y se hacen fervorosos: parece que Jesús bueno se hace sentir a ellos sensiblemente, desde el momento en que reciben la Santa Comunión estarían siempre en la iglesia».
  34. Por lo tanto […] corramos resueltamente al combate que se nos presenta. Fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús. (Hebreos 12, 1 – 2) Oremos juntas:
  35. Delante del joven enfermo (Augusto Zúñiga) sacó de su libro de oraciones una imagen de María Auxiliadora y le dijo que la besara porque era la medicina, después tocó con la punta de su dedo las costillas rotas y les puso la imagen mientras rezaba el Avemaría […] Después de cinco días le dijo que probara sentarse y Augusto se sentó sin esfuerzo, se levantó de la cama y dio algunos pasos…; el sexto día estaba curado y el sétimo él se quitó las vendas, le dio nuevamente la imagen para que la besara y la guardó en su libro; le dijo que fuera a bañarse, a nadar en el río y él lo hizo, se sentía completamente curado.
  36. El Señor es un baluarte para el oprimido, un baluarte en los momentos de peligro. ¡Confíen en ti los que veneran tu Nombre, porque tú no abandonas a los que te buscan! (Salmo 9) Oremos juntas:
  37. «En cualquier lugar, mis queridos, […] pongámonos todos junto al Corazón de Jesús que es nuestro padre y que a todos consuela […] Os recomiendo uno a uno a Jesús. Créelo, aunque no pueda ayudar en las cosas materiales, con la ayuda de Dios os ayudaré en las espirituales».
  38. Pero yo aguardo al Señor, espero en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios me escuchará! (Miqueas 7, 7) Oremos juntas:
  39. G. Concluimos este momento presentando a Dios Padre nuestras oraciones espontáneas.  PADRE NUESTRO…  Concluir con un canto adaptado.
  40. Oremos con sor María Troncatti para que se acreciente en todas nosotras el deseo de ampliar la mirada, para responder con la vida al imperativo de Jesús: “¡Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda creatura” (Mc 16, 15). En este día de fiesta, 25 agosto – un DOMINGO, día del Señor, invitamos a las comunidades a celebrar la Eucaristía festivamente, en casa o en la parroquia, orando juntas por las dos comunidades dedicadas a la “Beata María Troncatti”, que se encuentran “en las tierras de Arfaxad” (cfr. Cuarto sueño misionero de don Bosco– MB XV), es decir, la Visitaduría CSM, el nombre de la ciudad y la fecha de su fundación, el Instituto se reserva el derecho de mantener el anonimato.
  41. Bendito tú, que sondeas los abismos, que te sientas sobre querubines, loado, exaltado eternamente. Bendito seas en el firmamento del cielo, cantado, glorificado eternamente. Obras todas del Señor, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente. (Daniel 3, 55 - 57) Oremos juntas:
  42. Lettere di suor Maria Troncatti fma Missionaria in Ecuador a cura di Sylwia Ciezkowska, fma Roma, Istituto FMA 2013 La grazia di un sì tutto donato. Maria Troncatti Missionaria nella foresta amazzonica Maria Collino Elledici 2012
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