1. AL QUE VENCIERE
Introducción:
La biblia está llena de advertencias y mandamientos que debemos evitar o cumplir. Es
una guía que nos permite estar seguros de que vamos por el camino correcto. Pero
también la palabra de Dios está llena de maravillosas promesas para los que venzan y
alcancen la salvación.
En el libro de apocalipsis el mismo Jesús les dice en sus mensajes a las sietes iglesias
las consecuencias de sus pecados, pero también da preciosas promesas al que
venciere. Estas promesas no son para todos sino sólo a los que vencieren.
Estas promesas no tienen que ver con este mundo sino con nuestra morada eterna.
Tenemos un hogar celestial. ¿Pero, a quien y, a que debemos vencer?
1. Venciendo al mundo.
Cuando se habla del mundo se habla de todas las cosas que el hombre hace sobre la
tierra, siendo la mayoría de ellas de pecado y perdición en desobediencia a Dios.
Nosotros somos o éramos parte del mundo, entonces cuando se habla de vencer al
mundo, primero debemos vencer el mundano que hay en nosotros. Nuestro principal y
más grande enemigo es el pecado, no el diablo. El mundo es muy atractivo para
nosotros, de hecho de allí surgimos. El amor al dinero, a la sensualidad, la vanidad por
las cosas del mundo, la manera de pensar, de actuar, etc. Todo lo aprendimos del
mundo. 1Juan 2:15-17
Dios nos advierte contra ese amor al mundo que está en nuestro corazón Santiago 4:1-
5
En el mundo lo que hay es corrupción, inmoralidad, vanidad, soberbia, etc. 2Pedro 1:3-
4
Nosotros empezamos a vencer al mundo, cuando nacemos de nuevo en las aguas del
bautismo. 1 Juan 5:4-5 En ese momento comienza nuestra victoria sobre el mundo,
sobre el pecado y sobre el maligno. Vencer al mundo que existe en cada uno de
nosotros y el mundo que hay en nuestro entorno.
El pecado nos separa de Dios. Isaías 59:2 Hebreos 10:26-31
2. Promesas al que venciere.
Hay preciosas promesas para nosotros los que hemos comenzado a vencer al mundo y
lo estamos venciendo con nuestra perseverancia. Las promesas que Dios nos ha dado,
2. las cumplirá. Nos ha sido dado el Espíritu santo, somos hijos de Dios, somos amados
por Dios, ya no somos condenados, sino nos hemos reconciliados con Dios, etc. Pero
hay promesas que se cumplirán después de nuestra muerte y del juicio final.
a. Vida Eterna. Romanos 6:22
La vida eterna es una preciosa promesa que Dios nos ofrece. Apocalipsis 2:7
Cuando Adán y Eva pecaron fueron echados del paraíso, y allí había un árbol que daba
cierto beneficio. Génesis 2:9 Génesis 3:22-24
b. No sufrirá la segunda muerte Apocalipsis 2:11
La segunda muerte tiene que ver con la condenación eterna, totalmente separado de
Dios por la eternidad. El infierno. Apocalipsis 21:8 A este lago, que es el infierno
también irá a parar el Diablo y sus ángeles.
c. Comeremos del maná escondido. Apocalipsis 2:17
El pueblo de Israel comió del maná, con este pan físico y milagroso Dios los sustento
en el desierto, pero nosotros comeremos del pan de vida espiritual, Cristo Jesús, quien
no va a satisfacer el hambre física, sino espiritual. Recibiremos el reconocimiento de
Dios un nombre nuevo.
d. Tendremos autoridad sobre las naciones y se nos dará la estrella de la mañana.
Son promesas no fáciles de interpretar, pero la misma biblia nos ayuda a entender el
significado de esta promesa. Apocalipsis 2:26-28
Aunque en nuestra vida cristiana participamos del reinado de nuestro señor Jesús, con
nuestro ejemplo y predicación, esta promesa es para el que venciere, esto es para el
fin, y sabemos que todo será destruido, la tierra y todo lo que hay en ella, entonces la
promesa no es para gobernar sobre las naciones del mundo. 1 Corintios 6:2-3
En el día del juicio final, nuestro ejemplo, el haber vencido al mundo, nos hará tener
autoridad sobre las naciones para juzgarlas, no tendrán excusas, si se podía vencer al
mundo y nuestro triunfo condenará a las naciones, a todos los que no aceptaron el
evangelio de nuestro del señor Jesús ni perseveraron en el. 2 tesalonicenses 1:6-9
Así como los reyes dan a sus súbditos destacados y fieles reconocimientos, igual Jesús
nos dará nuestro galardón. Nuestro reconocimiento real. Apocalipsis 22:16
e. Nuestro nombre permanecerá en el libro de la vida y Cristo confesará nuestro
nombre delante del Dios Todopoderoso. Apocalipsis 3:5
3. Las ropas blancas representan pureza, hemos lavado nuestros pecados con la sangre
del cordero de Dios. Que maravillosa promesa Cristo confesando nuestro nombre ante
Dios, ante los apóstoles, ante Moisés, Josué, todos los santos y todos sus ángeles.
f. Seremos columnas del templo de Dios.
El templo donde mora Dios esta sostenido por columnas espirituales que somos
nosotros mismos. Ya nosotros somos columnas dentro de la iglesia donde mora Dios.
Pero seremos ejemplos, columnas que Dios mostrará a toda su creación por toda la
eternidad. Apocalipsis 3:12
g. Nos sentaremos en el trono con Jesús.
Viviremos y reinaremos eternamente con Jesús, participando de su gloria, de sus
bendiciones y de su presencia. Apocalipsis 3:21
Conclusión:
Con tan maravillosas y preciosas promesas no despreciemos lo que Dios nos está
ofreciendo y lo que Cristo gano con su muerte. Más bien anhelemos, soñemos,
deseemos con fervor y con paciencia la venida de Cristo para que disfrutemos de estas
promesas.
Mario Arellano
http://solocristianosenvenezuela.blogspot.com/