Problemática actual de la evaluación
La evaluación actual
El procedimiento tradicional de evaluación responde a la educación basada en los
contenidos. Se basa en formas de obediencia institucionalizada y tiende a conducir al
proceso educativo a la rutina escolar y al uso de las medidas coercitivas, por tanto
obstaculiza la búsqueda del pensamiento crítico y creativo.
Mientras que la evaluación tradicional trata de medir la reproducción de los temas
contenidos en los programas, la evaluación formativa, se interesa por expresar la
calidad de búsqueda, a través de la autoevaluación.
La autoevaluación desarrolla la capacidad de resolver problemas, estimula la
conciencia crítica y autocrítica, no es simplemente la verificación de un conocimiento,
es el acercamiento al conocer, implícito en el proceso de enseñar y aprender,
demanda el aprendizaje significativo y el desarrollo de la investigación.
La evaluación actual ha sido pensada para evaluar competencias. En las nuevas
tendencias se pueden encontrar dos centros de apoyo: uno, centrado en la revisión
crítica de las ciencias de la educación en particular y de las ciencias sociales en
general y el otro, más pragmático, derivado de los nuevos desafíos que introduce el
avance vertiginoso de la ciencia y tecnología.
El segundo centro de apoyo, llamado la nueva aproximación al conocimiento, parte del
reconocimiento de un sistema de convivencia cada vez más regido por la revolución
tecnológica, donde el saber se contextualiza y se examina en forma de significados
sociales, culturales y éticos. Este nuevo enfoque se sustenta en las siguientes ideas:
• La cognición no es más que uno de los tantos incidentes del proceso de construcción
del conocimiento.
• Se trata que los alumnos aprecien que el desarrollo del conocimiento provoca efectos
directos e indirectos que trascienden el aula y se relacionan con la organización, la
estructura del trabajo, el desempeño en actividades productivas y pautas de
convivencia, cuya difusión y aplicación permiten que emerjan nuevas necesidades y
problemas que, al no ser satisfechos, se convierten en nuevos desafíos para la
construcción y reconstrucción del conocimiento.
La enseñanza en nuestros días no es sólo la acción de comunicar, representa una
orientación al alumno a encontrarse con la posibilidad de ser autónomo y a saber
fundamentar una argumentación en el desarrollo de su pensamiento crítico.
La evaluación actual mide el desarrollo de capacidades para pensar, participar (trabajo
colaborativo) y problematizarse.
En este sentido, interesa señalar que el alumno que aprende es aquel que tiene
conciencia de sus preconcepciones, la manera cómo integra saber-realidad y cómo se
identifica con los conceptos claves, como investigación, ciencia y método para pensar
la realidad y poder transformarla.
La evaluación actual –al igual que la constructivista- no es la aplicación mecánica de
instrumentos de evaluación, sino que busca valorar la formación del alumno.
La evaluación formativa requiere recoger, organizar e interpretar la información
obtenida de múltiples fuentes con el fin de dirigir la acción correspondiente en el
proceso de instrucción y mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
Banalización del debate público sobre la calidad educativa, reducido a
superficiales debates de ordenamientos discutibles.
Mercadotecnia engañosa de las escuelas, sobre todo de sostenimiento privado,
que buscan atraer alumnos basadas en esos ordenamientos.
Empobrecimiento del currículo, por la tendencia a enseñar para las pruebas y
descuidar aspectos fundamentales que no serán evaluados.
Cansancio y desaliento en escuelas que, pese a su esfuerzo, no consiguen
resultados comparables con planteles de condiciones más favorables.
Rechazo de los alumnos ante una educación centrada en prepararlos para la
prueba.
Empobrecimiento de las políticas públicas, que tienden a buscar soluciones
fáciles a problemas complejos y descuidan aspectos fundamentales, en particular
la equidad (Martínez Rizo, 2010b).
Características
1. Pruebas de Estándares Nacionales.
2. Se aplican anualmente
3. Muestrales
4. Censales de gran impacto.
5. Se ignoran las condiciones de la escuela, el número de los alumnos evaluados
así como el contexto social, político, económico y cultural.
Concepto
Juicio de valor que resulta de contrastar el resultado de la medición de una realidad
empírica con un parámetro normativo previamente definido(INEE, 2006, p. 18)
¿Qué es evaluar?
La acreditación es de carácter académico-administrativo, mientras que la evaluación y
la calificación son de carácter estrictamente académico, refieren el tipo y nivel de los
aprendizajes logrados.
La evaluación comporta una valoración, se refiere a la calidad. La calificación permite
una cuantificación, se refiere a la cantidad. Al valorar se deben tomar en cuenta varios
elementos subjetivos, por ejemplo: opiniones, sentimientos, percepciones. La medición
refiere únicamente elementos observados y cuantificados. Así es posible evaluar y
acreditar sin que existan calificaciones de por medio.
En la mayoría de las instituciones de educación superior se califica sin evaluar, en
otras palabras, sin juzgar y valorar la efectividad del proceso enseñanza-aprendizaje
para mejorarlo continuamente.
Condiciones para el desarrollo de la evaluación.
Desde la antropología social se toma la evaluación iluminativa, cuyos fines son el
estudio del proyecto innovador como funciona, como influyen las variadas situaciones
escolares en la que se aplica, que ventajas y desventajas encuentra en él, las
personas directamente interesadas y como afecta las actividades individuales desde
los estudiantes y las experiencias académicas.
Hay dos conceptos claves para la comprensión de la evaluación iluminativa; el
"sistema de instrumentación " y "el ambiente entorno de aprendizaje".
La evaluación iluminativa presenta tres estadios:
Observación.
Selección de fenómenos
Distinguir Causa- Efecto
Para fines de evaluación interesan el espacio de acción y comunicación del
proceso educativo (aula, laboratorio, taller u otro escenario) por su importancia
para promover el aprendizaje; distinguiendo las características físicas (desde el
punto de vista del uso y propósito del espacio, el mobiliario y el material para la
enseñanza) y el aspecto psicosocial referido a la oportunidad, viabilidad y tipo
de interacción social entre profesor, que matiza el ambiente del proceso
educativo.
La evaluación de la propia evolución del aprendizaje hace a la valoración de su
propósito, a las formas y el papel en el proceso educativo; esto es, qué, cuánto,
cómo y para qué se evalúa lo aprendido en el proceso educativo.
¿Qué evaluar? Manifiesta el interés por conocer el objeto de la evaluación del
aprendizaje.
¿Cómo evaluar? La evaluación del aprendizaje puede aplicarse al inicio del
proceso educativo.
¿Cómo se evalúa el aprendizaje? Interesa conocer las técnicas e instrumentos
que el profesor utiliza para este fin; por ejemplo, determinar si para el
aprendizaje de hechos y teorías el profesor utiliza formas idóneas.
¿Para qué se evalúa? Se relaciona con el papel que el profesor confiere a la
evaluación del aprendizaje en el proceso educativo.
Interesa saber cuáles son los usos y fines de la evaluación; certificar o calificar
el aprendizaje logrado por los alumnos, acreditar y promover a los alumnos,
ejercer control a conocer y valorar el proceso de adquisición del aprendizaje de
los alumnos.