1. La administración escolar regulaba rutinas
Todas estas acciones administrativas generales tienen el objetivo de racionalizar el
trabajo bajo dos principios funcionales altamente valorados: la subordinación
funcional y la previsibilidad de resultados.
Cada persona tiene su jefe y trabaja individualmente en su rol recibiendo
comunicaciones oficiales de tipo vertical. Por otro lado, el modelo simplifica el entorno,
obviándolo o cerrando las relaciones del sistema organizacional; desconoce
administrativamente diferencias en las poblaciones estudiantiles, en las demandas, en
las necesidades específicas, en los dinamismos o debilidades locales.
La autoridad y el control ejercidos a través de indicadores formales
Esta ejerce su autoridad a través de controles formales, generales e impersonales. Más
claramente, la supervisión es restringida muchas veces a observar la adecuación de
las conductas frente a un reglamento general y abstracto que las especifica. la
asignación de las tareas administrativas generales se retiene para la dirección, que las
tareas pedagógicas se le asignan a cada profesor de forma individual, las tareas de
supervisión también se disocian en distintas inspecciones, dependencias,
departamento de estadísticas y visitas varias.
El control del funcionamiento global de la enseñanza se diluye, se fragmenta en
segmentos especializados y hace imposible una visión global de la calidad educativa
y, menos aun, permite revertir la situación inmediatamente, ajustarla o reorientarla en
términos de aumento de la profesionalidad.
La cultura rígida engendra estructuras desacopladas
La división del trabajo en las organizaciones que produce la aplicación de los
principios del modelo tradicional conlleva a una situación que diversos autores han
denominado como “culturas de trabajo débilmente acopladas” o, más directamente,
“estructuras desacopladas.
Tareas aisladas, escasez de equipos
Las relaciones sociales dentro de las organizaciones son pensadas bajo el esquema
jurídico del reglamento y por tanto valoradas sólo en cuanto se ajustan a él.
Restricciones estructurales a la innovación
La administración escolar institucionaliza rutinas formalistas de desempeño y de
control, inespecíficas y, por tanto, difícilmente adaptables a situaciones diferentes y
cambiantes.