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AMOR SOBRE RUEDAS                          CUENTOS ROMANTICOS

Amanece un frígido día de invierno en Ottawa, capital de Canadá, ciudad elegida para que en ella se desarrolle el
Quinto Concurso Mundial de Patinaje sobre Hielo.
La ciudad ha acogido cariñosamente a los participantes de los dieciséis países que han venido a competir, quienes
reciben constantemente acogedoras muestras de afecto, las pocas veces que se les ve; ya que por su gran
responsabilidad apenas salen de la villa donde se encuentran hospedados y en la que tienen una gran pista de
patinaje que les permite ensayar diariamente sus rutinas.
El ambiente en la villa es el de una gran familia, reina la camaradería, factor imprescindible para que los
participantes puedan rendir sus máximas perfomances en estas presentaciones.
Los grandes favoritos son Steve Kerry de los Estados Unidos y Elke Wontiky de Noruega.
Las amistades incipientes crecen y se vuelven más cálidas a medida que pasan los días, siendo apenas rozadas por
levísimos destellos humanos de sana envidia en los jóvenes muchachos que aspiran a ser campeones.
Steve y Elke se conocen un día en la pista de ensayo, surge una buena amistad y luego el amor que no está exento
de una buena dosis de
admiración al haber sido testigos de lo buenos que eran en este deporte; que tiene tanto de arte, al exigir a
quienes lo practican, seguridad y precisión en la ejecución, como oído musical para sentir la melodía y dejarse
arrastrar armoniosamente por la misma.
Un día, Elke no se presentó al entrenamiento y al indagar la causa Steve se enteró que estaba indispuesta; pero al
pasar dos días más, y no aparecer, averiguó con los miembros de su equipo, incluyendo un médico joven que había
sido particularmente amable con él; más ninguno supo darle una explicación lógica de su intempestiva e
inesperada desaparición.
Steve sobreponiéndose a su dolor, logró para su país, la medalla dorada; y el campeonato femenino lo logró, en
ausencia de Elke, la representante de Rusia.
Terminada la competencia y antes de regresar a su país, Steve se dirigió a Oslo, ciudad de la cual era oriunda la
joven.
Por más que averiguó, ni en el Comité Nacional del Deporte de Noruega supieron darle razón de ella; tal parecía
que se la hubiera tragado la tierra.
Desconsolado, Steve regresó a su país sumamente herido al no comprender la actitud de su amada; un comentario
breve y conciso hería constantemente su corazón; una joven, al escuchar a Steve preguntar por Elke en el comité,
había respondido "Creo que se encuentra enferma recuperándose en un pueblecito del interior".
La imposibilidad de averiguar más y, sobre todo encontrarla; apresuró el regreso de Steve, quien fue recibido
apoteósicamente por los lauros conseguidos para su patria.
De regreso a su Seattle natal se retira de los campeonatos y funda una academia donde con su experiencia se
dedica a preparar nuevos valores; aún sin haber olvidado a Elke de quien siempre recordaba sus ojos azules,
cabellera rubia y extremado encanto y bondad.
Cuatro años después conoce a Caroline, atractiva maestra de ojos y cabello negro, quien con su innata bondad lo
inclina al matrimonio; tienen una niña a la que él, en recuerdo del amor perdido, pone por nombre, Elke. La joven
madre fallece un año después a resultas de una complicación rezago de su embarazo y Steve vuelve a estar de
nuevo solo.
Rememorando hallemos la explicación, Elke un día, practicando sola en Ottawa para la competición, sufre una
aparatosa caída y es encontraba inconsciente, por su entrenador; es examinada por los médicos que la
acompañan, los cuales opinan que se ha roto los meniscos de la rodilla por lo que ya no puede participar en el
concurso y que si ella desea, sería evacuada a su país. Ella acepta pero les ruega que no brinden información y
menos de su destino, ya que ella creía firmemente que un amor incipiente como el de ellos, no soportaría
semejante prueba.

En Oslo aparte de la rotura de los meniscos de la rodilla, le diagnostican un incipiente cáncer a los huesos y ella
siempre con el mismo ruego, que no den información a nadie sobre su estado. Por eso es, que al aparecer Steve
indagando por ella, nadie quiso darle razón de su paradero.
La vida de Elke transcurría serena dedicada a su rehabilitación, en un pueblito del interior, cuando los médicos le
informan un día, que el cáncer se ha detenido y la instan a que abandone la silla de ruedas a que ha estado atada
un largo año.
Con una fuerte cojera y apoyándose en un bastón, Elke regresa a Oslo, donde se dedica a la enseñanza del
patinaje, ya que ella nunca lo podría practicar nuevamente.
Han pasado diez largos años, la enfermedad ha cedido y la vida no ha sido dura con Elke, que a sus veintiocho años
y a pesar de su enfermedad luce una apariencia juvenil que muchas mujeres envidiarían, aunada a su cálida
belleza; y en cuyo rostro, los grandes ojos azules, orlados por inmensas pestañas, tienen un velo de melancolía.
Tampoco lo ha sido con Steve quien cuenta con treinta y dos años y en quien la vida, ha cincelado una
personalidad definida, que escapa por sus ojos melados; y cuya robusta contextura, lo hace atractivo en grado
sumo. Ninguno ha podido olvidar ese primer amor serio, lejos de los escarceos amorosos que son las primeras
vivencias adolescentes.
Nebraska, Estados Unidos, el destino les va a brindar una segunda oportunidad a Elke y Steve. Va a realizarse allí el
Décimo Concurso de Patinaje sobre Hielo y ambos han acudido, como asesora ella y entrenador él, de los equipos
de sus respectivos países.

Al terminar el concurso se casan y viven felices con su hijita y con aquel amor que triunfó sobre el tiempo y la
distancia, además de la enfermedad.


                          AMOR y DEStinO
Una noche yo estaba de fiesta con mis amigas, yo no me podia imaginar para nada que esa noche iba a ser el
principio de una bonita, triste y corta historia de amor. Pues entre copas, risas, y gente alli conoci al que iba a ser
el amor de mi vida. El me miro y me sonrio y yo le correspondi y no tardamos en empezar a hablar y a bailar, a
primera vista vi algo en el que me atraia y no sabia el que, pienso que a el tambien le atraje por que en un gesto
de atrevimiento me pidio que le diera un beso, yo no sabia que hacer y lo primero que se me paso po la cabeza
fue darle un beso en la frente, jeje!! el se quedo muerto y muy sonrojado y yo no pare de reir, ese fue nuestro
primer BESO, el y yo hablamos poquito mas y no nos volvimos a ver hasta unos dias despues que coincidimos
por que fuimos a cenar con una amiga en comun de ambos, esa noche se cruzaron miradas que hablaban por si
solas pero ninguno de los dos nos atreviamos a decirnos nada, dias despues volvimos a quedar para ir otra vez a
cenar y esa noche entre nosotros hubo una larga conversacion y nos fuimos conociendo muy profundamente y
cada vez lo ibamos teniendo mas claro de que estabamos hechos uno para el otro, tanto asi que al dia siguiente
volvimos a quedar al dia siguiente, esa noche nos declaramos y ahi empezamos una relacion de pareja.

Yo me sentia muy contenta y cada vez iba sintiendo quel el amor se iba apoderando de mi corazon y
extendiendo por mi cuerpo y lo mejor de todo era que estaba correspondida, mi chico estaba muy enamorado
de mi, eramos muy felices, lo nuestro era que siempre ibamos a estar juntos y que nada ni nadie nos separaria.
Pasabamos dias y dias juntos, yo no podia estar sin el y el sin mi, siempre deseando que llegara la tarde para
vernos y los fines de semana para salir de fiesta e ir al lugar donde nos conocimos. A ojos de los demas eramos
una pareja ideal, por que nos entendiamos, nos respetabamos, nos queriamos, nos amabamamos, yo me sentia
orgullosa de sentirme queria de aquella manera y de que me quiesen por lo que soy, no por como soy.
Un fin de semana aprovechando que habia puente pues unas amigas, mi novio y yo pues nos fuimos a un
apartamento, al cual el llego un dia mas tarde por motivos de trabajo, pero lo importante ahi fue que ibamos a
estar juntos, pero jamas se me paso por la cabeza lo que esa noche nos iba a suceder. Estabamos todos juntos
en el apartamento con risas, fiestas y preprarandonos para salir de fiesta y asi encontrarnos con el resto de
nuestros amigos, pues pasada la media noche nos dispusimos a salir del apartamento y nos fuimos camiando a
la disco donde nos conocimos.

El y yo como siempre nos quedabamos atras porque ibamos hablando, besandonos, cojidos de la mano y…… en
un cerrar de ojos no lo oí hablar y no lo tenia en mi mano, oy un ruido tremendo y cuando gire mi cabeza era el,
mi novio se habia desmallado, no reaccionaba, le costaba respirar, me puse muy mal y perdi un poco los
papeles, cuando me quize dar cuenta estaba en un una habitacion y dos personas comunicandome de que mi
novio habia fallecido, que no pudieron hacer nada por el. Yo no me lo podia pasar a creer, rompi a llorar, no me
podia creer que el amor de mi vida se habia marchado y que no iba a regresar, que siempre me decia que
ibamos a estar juntos y que nada ni nadie nos separaria, pero el destino quizo hacerlo asi, la muerte le
sorprendio y me lo arrebato.Yo me preguntaba ¿que iba a ser de el? ¿donde estaba? ¿que ina a ser de mi?¿que
le iba a decir a su familia?, no tenia ninguna explicacion a todo aquello.



Hoy por hoy no puedo olvidarlo y su presencia la noto y esta ahi en el cielo, cierro los ojos y lo veo a el, oigo su
sonrisa y noto sus abrazos. Aunque no este en cuerpo esta en alma y que me esta protegiendo y acompañando
donde quiera que voy. El amor quizo que nos unieramos y el destino se encargo de separarnos, que su destino
fuese el cielo y el mio la tierra, pero no pudo con nuestro amor.


                       LA SOnRiSA DE Un ninO                                 CUENTOS POLICIACOS

- Mi hijo no debe llorar.
Intentó detener aquella catarata, pero el líquido se abrió paso hasta llegar a los pies de Jack Seis dedos. Dos
zancadas le bastaron para cruzar el zigzagueo de orina y pararse frente a su hijo.
- Mis cigarros no los traes, mi dinero tampoco. Eres una calamidad.
Simón ya conocía el modus operandi de su padre. No debía llorar ni orinarse, pero a sus siete años era imposible
no temer.
- Eres como tu madre, débil como una perra.
Jack Seis dedos con una impresionante cachetada le limpió las lágrimas, incluso las que estaban por venir.
- Habla, y deja de gemir!
Simón temblaba, corría evitando las pozas de agua, con firmeza sostenía tanto el dinero bajo el cinturón de
vaquero, como los revólveres de plástico. Un juguete así le daba cierta seguridad en un barrio como ese, aunque
sólo fuera ilusoria. Si no era la pandilla, sería su padre quien desatara la frustración acumulada. Pero, aún así, con
esa ira y su indiferencia, era su padre. El único nexo con la raíz, con ese símbolo de pertenencia. Lo admiraba,
quería ser como él; seguro, frío, con el aura de hielo que sólo se ve en los héroes del cinematógrafo.
No debía tardarse y para no cometer errores repetía una y otra vez la marca de cigarrillos. Pero al doblar la esquina
se encontró con la tropa del barrio. El Gordo Harry le cerró el paso, Simón retrocedió, pero tres de ellos le quitaron
el dinero.
Entre risas y burlas lo empujaron, lo botaron y escupieron, pero Simón se incorporó. Con cierto aire de dignidad
pandillera llevó sus manos a las pistolas de plástico. Quiso desenfundar, pero aunque eran sólo un juguete, no
poseía la sangre fría de su padre. Huyó secándose las lágrimas después que el Gordo Harry lo golpeara. Un
pequeño mensaje para su padre.
Jack Seis dedos cogió la chaqueta de cuero, se calzó la manopla y antes de dar el portazo, dijo:
- Debiste defenderte, no mereces llamarte mi hijo. A lo mejor nunca lo fuiste, ella era una ramera.
Simón miró la foto de su madre, intentó traer algún recuerdo, pero su memoria no poseía otra imagen. Lloró un
par de horas.
Buscó sus pistolas de plástico y luego de jugar tuvo una idea. Saldría en busca del Gordo Harry, le demostraría a su
padre que era de la peor calaña. Aunque Harry le matara a golpes, lo enfrentaría y desenfundaría sus pistolas.
Cogió su cinturón de juguete, lo abrochó y salió.
Fuera del bar, Simón se escondió hasta que vio llegar al Gordo Harry.
- Miren muchachos, el hijo del ahora Cuatro dedos Jack.
Harry rió, extrajo del cinturón un pequeño bulto. Lo abrió y tiró en el callejón varios trozos de carne.
- Llévaselo a tu padre. Que conserve sus dedos, nadie se mete con el Gordo Harry.
Fue en ese instante que Simón se incorporó. Llevó sus manos al cinto de plástico y con aire a lo Clint Eastwood
desenfundó sus pistolas similar a como lo mostraban en televisión.
El Gordo Harry rió al ver a ese muchacho esquelético, sin miramientos se burló mientras calzaba la manopla.
Simón disparó y el tiro dio en plena barriga, el proyectil despedazó la grasa y la camisa se tornó rojiza. La segunda
bala penetró la rótula destruyendo algunos trozos de hueso. Incrédulo, Harry cayó de rodillas. La tercera, entró en
el cráneo, le voló parte del parietal y los sesos cayeron al pavimento. Con el cuarto tiro mató a uno de su pandilla,
la bala entró en el pecho haciendo estallar el corazón. Y con el quinto hirió de muerte a su guardaespaldas, el tiro
expuso el globo ocular y la sangre quedó como una estela al momento de caer. El resto de la pandilla huyó.
Al otro día, la policía introdujo a Jack Seis dedos en la patrulla, aún sangraba su mano. Simón jugaba en la puerta
mientras, en el interior de la casa, un oficial sacaba las armas de Jack envueltas en un plástico. De seguro le darían
veinte años por los tres asesinatos.
Simón cantaba, despreocupadamente extrajo de su bolsillo la foto de su madre y sonrió. Al doblar la patrulla por el
callejón, lo último que Jack vio de su hijo fue una inquietante sonrisa seguida de una mirada de hielo similar a la
suya.


                             LA FARSA
Cuando el tren cruzó la frontera comprendieron que no regresarían.
Mariela dormía entre ellos.
Pedro los esperaba en la estación de trenes y los albergaría en su casa por un tiempo.

II
- Mejor no pensar - se dijo Juan Diego Albarracin. Estaba de vacaciones y
aprovecharía para componer música .
Preparo las valijas, dobló las camisetas sobre sí mismas para hacerlas más pequeñas, hizo lo mismo con los
calzoncillos y shorts, puso las sandalias en una bolsa de plástico, comprobó que tendría todo lo necesario, buscó
otra valija para la computadora, ipod y todas las chucherias electrónicas.
Abrió el baúl del coche y después de acomodarlas se fue a descansar antes de partir. Saldría por la madrugada para
evitar el tráfico

El viaje, fue un placer de unas dos horas.
Entró a la casa, deambuló por la cocina, los dormitorios y se fue a dormir.
Cuando se despertó los cuartos estaban invadidos por el sol de agosto que se colaba por los intersticios de las
puertas y ventanas.
a él, se le humedecían las rodillas y le transpiraban las manos.
Todos los veranos cuando esto ocurría y ocurría todos los veranos se inquietaba,
angustia creativa le había dicho una vez Pepita, él lo llamaba sofocación meteorológica. Con curiosidad envidiaba a
los gatos que dormían tirados en los rincones escondiendose del sol.
Sentado en el patio oscuro, donde el olor a humedad penetraba lentamente primero el olfato hasta llegar con
insidia hasta los huesos, pensó en componer un homenaje a John Cage, al concierto 4 minutos 33 segundos en
total silencio.
Sonrió con exagerada complacencia.
Contó los segundos en silencio, cerró los ojos para no distraerse, 1 2 3... hasta llegar a los 60 segundos. Repitió el
1,2,3... Al llegar a 120 no se detuvo continuo hasta 180, decidió dividirlos por 60 y le dió exactamente 3 minutos ,
pero al detenerse, perdió el ritmo y debió comenzar nuevamente. Está vez se molesto porque entre el segundo 18
y el 19 se había detenido más de lo necesario.
Golpeó la mesa con el puño cerrado.
Necesitaría de alguién que controle en silencio su silencio y el silencio miéntras él descubría el significado del
silencio y lo transformaba en sonido.
Quién podría ayudarlo?
Recorrió posibilidades hasta que los redujo a tres, Juan, Francisca o Pepita.
Juan es puro nervios. Francisca se reiría, pensando que es una estúpidez.
Solo quedaba Pepita, la que fuera su novia en los veranos de su adolecencia.
Pepita la fea.
A Juan Diego, le gustaba sus ojos humedecidos de risas, el tamaño desproporcionado de la nariz y los labios tan
húmedos como sus ojos, al besarlo le mojaba las mejillas.
Pepita se jactaba con arrogancia que en Francia para saludar se dan dos besos, uno en cada mejilla.
- Saludo Francés- decía con placer.
Ella era ideal para sentarse a su lado en silencio por 4 minutos y 33 segundos.
La llamó por teléfono invitandola para almorzar el domingo al mediodía...
Pepita, vestía de domingo. Un traje azul masculino y un sombrero de paja de ala muy ancha para protegerla de la
tormenta de verano que habían anunciado.
En los Arcos de la Calle principal entraron al Restaurant La Farsa, sentándose en la ventana que da a la calle,
callaron las transformaciones del pueblo, ella con felicidad, el con indiferencia.
- Pepita-. dijo de pronto Juan Diego.
Se sorprendió al escuchar su nombre.
- Sí.
- Necesito pedirte un favor.
- Dinero o alojo?- dijo con sorna - Lo primero no tengo y lo segundo debería pensarmelo aunque todavía me gustas
sin embargo te diría no.
- Quiero que te sientes a mí lado con un cronómetro . Yo estaré en silencio por 4 minutos y 33 segundos vos
marcando cada segundo.
- Para qué?
- Quiero sensibilizarme, para poder describir la escencia del silencio y componer una pieza musical en homenaje a
John Cage. Necesito meditar sin ser interrumpido durante 4 minutos y 33 segundos.
- Cuántas veces?
-No sé, imaginate un alquimista que repite las mismas acciones hasta que el material que esta manipulando se
transforme en oro. Por decirlo de alguna manera.
A Pepita se le dibujaron pequeños hipos en los labios hasta que no pudo contener la risa.
- El significado del silencio está subordinado a las circunstancias en que se produce. Es la ausencia del ruido. Puede
expresar diferentes vivencias, si te reclaman un minuto de silencio por la muerte de alguién es para interrumpir la
dinámica de la vida y entrar en un espacio de dolor.
Por otro lado podes ingresar al silencio con placer después de hacer el amor
Juan Diego se sintió incomprendido.
- Lo harás o no.
- Sería inútil .
Desconcertados, miraron al bebé que dormía y se pusieron uno de cada lado de ella protegiéndola.
- qué te pasa?.
Barajaron todas las posibilidades.
Llego aquí después de una travesía infinita que la llevo por varios continentes, está en el país ilegalmente y si la
descubren los de inmigración la suben a un avión y la devuelven a su país, cuál país?.
Quizás cayo en manos de una banda de traficantes humanos que la empujan a prostituirse o la explotan en los
sudaderos, tal vez fue usada por contrabandistas
de drogas como mula , ella se escapó y ahora la abandonan a su suerte

                    DiOSES                                                        Cuentos fantasticos

Bajo un cielo casi índigo y a campo abierto, los soldados de ambos ejércitos golpeaban las espadas
contra los escudos, produciendo un estruendo sólo comparable con las grandes tormentas estivales que
cada año azotaban la isla de Solitas. Quinientos pasos sobre la hierba mecida por el aire distaban al
ejercito sincerita del honestita. sincerita de cuerpo cenceño y ágil, se deshizo del abrasador yelmo,
descubriendo así su pelo rizado, y abrió un tajo mortal en el cuello de un honestita que cayó fulminado
al suelo. ¡Por Totus que nunca he visto una batalla tan sangrienta como esta!, exclamó para sus
adentros el sincerita. Sobre Valer se abalanzó en aquel instante un temible honestita membrudo cuyos
ojos rezumaban odio. Apenas pudo el sincerita detener con el escudo el golpe de espada del enemigo;
aquel honestita tenía una fuerza descomunal.
-¡Has matado a mi hermano! ¡Por Semper que yo vengaré su muerte! -exclamó el honestita, blandiendo
su espada manchada de sangre.
Valer se sentía impotente ante la fuerza del honestita. Protegiéndose con el escudo, fue retrocediendo
ante el ataque salvaje de su enemigo. ¿Pero cuánto tiempo podría aguantar así? A cada golpe de espada
recibido sobre el escudo, su cuerpo temblaba y se debilitaba. Para Valer sólo existía una forma de salir
vivo de allí; corrió hacia el bosque que flanqueaba el campo de batalla con el honestita pisándole los
talones. ¡No huyas cobarde! ¡Bastardo!, bramaba el honestita. Pero Valer en realidad no huía de su
enemigo; simplemente quería cambiar los papeles de aquella lucha desigual. Quería dejar de ser la
presa, para convertirse en cazador.
En tanto la sangrienta batalla continuaba en campo abierto, Valer se escabulló por entre los árboles y
matorrales del bosque. Dios de forma diferente; y en vez de respetaros, os habéis matado los unos a los
otros. Dios nunca os ha pedido que matarais en su nombre; y no ha sido Dios quien ha tomado la
decisión de que todos los soldados, excepto vosotros dos, murieran en esta batalla. Habéis sido
vosotros, hombres necios, que creyendo luchar en nombre de Dios, habéis luchado en nombre de la
sinrazón y os habéis matado los unos a los otros.
Los dos soldados se arrodillaron ante la mujer y entonces comprendieron que quien había hablado era el
dios.
SEC TEC 46

MATERIA ESPANOL

intEGRAntES DEL EQUiPO;
FERNANDA VENEGAS CASTANEDA
ANA I.OCHOA CENTENO
DANIEL PADILLA OROZCO
CARMEN IZQUIERDO
GUILLERMO NEVAREZ


1ro E.

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Cuentos

  • 1. AMOR SOBRE RUEDAS CUENTOS ROMANTICOS Amanece un frígido día de invierno en Ottawa, capital de Canadá, ciudad elegida para que en ella se desarrolle el Quinto Concurso Mundial de Patinaje sobre Hielo. La ciudad ha acogido cariñosamente a los participantes de los dieciséis países que han venido a competir, quienes reciben constantemente acogedoras muestras de afecto, las pocas veces que se les ve; ya que por su gran responsabilidad apenas salen de la villa donde se encuentran hospedados y en la que tienen una gran pista de patinaje que les permite ensayar diariamente sus rutinas. El ambiente en la villa es el de una gran familia, reina la camaradería, factor imprescindible para que los participantes puedan rendir sus máximas perfomances en estas presentaciones. Los grandes favoritos son Steve Kerry de los Estados Unidos y Elke Wontiky de Noruega. Las amistades incipientes crecen y se vuelven más cálidas a medida que pasan los días, siendo apenas rozadas por levísimos destellos humanos de sana envidia en los jóvenes muchachos que aspiran a ser campeones. Steve y Elke se conocen un día en la pista de ensayo, surge una buena amistad y luego el amor que no está exento de una buena dosis de admiración al haber sido testigos de lo buenos que eran en este deporte; que tiene tanto de arte, al exigir a quienes lo practican, seguridad y precisión en la ejecución, como oído musical para sentir la melodía y dejarse arrastrar armoniosamente por la misma. Un día, Elke no se presentó al entrenamiento y al indagar la causa Steve se enteró que estaba indispuesta; pero al pasar dos días más, y no aparecer, averiguó con los miembros de su equipo, incluyendo un médico joven que había sido particularmente amable con él; más ninguno supo darle una explicación lógica de su intempestiva e inesperada desaparición. Steve sobreponiéndose a su dolor, logró para su país, la medalla dorada; y el campeonato femenino lo logró, en ausencia de Elke, la representante de Rusia. Terminada la competencia y antes de regresar a su país, Steve se dirigió a Oslo, ciudad de la cual era oriunda la joven. Por más que averiguó, ni en el Comité Nacional del Deporte de Noruega supieron darle razón de ella; tal parecía que se la hubiera tragado la tierra. Desconsolado, Steve regresó a su país sumamente herido al no comprender la actitud de su amada; un comentario breve y conciso hería constantemente su corazón; una joven, al escuchar a Steve preguntar por Elke en el comité, había respondido "Creo que se encuentra enferma recuperándose en un pueblecito del interior". La imposibilidad de averiguar más y, sobre todo encontrarla; apresuró el regreso de Steve, quien fue recibido apoteósicamente por los lauros conseguidos para su patria. De regreso a su Seattle natal se retira de los campeonatos y funda una academia donde con su experiencia se dedica a preparar nuevos valores; aún sin haber olvidado a Elke de quien siempre recordaba sus ojos azules, cabellera rubia y extremado encanto y bondad. Cuatro años después conoce a Caroline, atractiva maestra de ojos y cabello negro, quien con su innata bondad lo inclina al matrimonio; tienen una niña a la que él, en recuerdo del amor perdido, pone por nombre, Elke. La joven madre fallece un año después a resultas de una complicación rezago de su embarazo y Steve vuelve a estar de nuevo solo. Rememorando hallemos la explicación, Elke un día, practicando sola en Ottawa para la competición, sufre una aparatosa caída y es encontraba inconsciente, por su entrenador; es examinada por los médicos que la acompañan, los cuales opinan que se ha roto los meniscos de la rodilla por lo que ya no puede participar en el concurso y que si ella desea, sería evacuada a su país. Ella acepta pero les ruega que no brinden información y menos de su destino, ya que ella creía firmemente que un amor incipiente como el de ellos, no soportaría
  • 2. semejante prueba. En Oslo aparte de la rotura de los meniscos de la rodilla, le diagnostican un incipiente cáncer a los huesos y ella siempre con el mismo ruego, que no den información a nadie sobre su estado. Por eso es, que al aparecer Steve indagando por ella, nadie quiso darle razón de su paradero. La vida de Elke transcurría serena dedicada a su rehabilitación, en un pueblito del interior, cuando los médicos le informan un día, que el cáncer se ha detenido y la instan a que abandone la silla de ruedas a que ha estado atada un largo año. Con una fuerte cojera y apoyándose en un bastón, Elke regresa a Oslo, donde se dedica a la enseñanza del patinaje, ya que ella nunca lo podría practicar nuevamente. Han pasado diez largos años, la enfermedad ha cedido y la vida no ha sido dura con Elke, que a sus veintiocho años y a pesar de su enfermedad luce una apariencia juvenil que muchas mujeres envidiarían, aunada a su cálida belleza; y en cuyo rostro, los grandes ojos azules, orlados por inmensas pestañas, tienen un velo de melancolía. Tampoco lo ha sido con Steve quien cuenta con treinta y dos años y en quien la vida, ha cincelado una personalidad definida, que escapa por sus ojos melados; y cuya robusta contextura, lo hace atractivo en grado sumo. Ninguno ha podido olvidar ese primer amor serio, lejos de los escarceos amorosos que son las primeras vivencias adolescentes. Nebraska, Estados Unidos, el destino les va a brindar una segunda oportunidad a Elke y Steve. Va a realizarse allí el Décimo Concurso de Patinaje sobre Hielo y ambos han acudido, como asesora ella y entrenador él, de los equipos de sus respectivos países. Al terminar el concurso se casan y viven felices con su hijita y con aquel amor que triunfó sobre el tiempo y la distancia, además de la enfermedad. AMOR y DEStinO Una noche yo estaba de fiesta con mis amigas, yo no me podia imaginar para nada que esa noche iba a ser el principio de una bonita, triste y corta historia de amor. Pues entre copas, risas, y gente alli conoci al que iba a ser el amor de mi vida. El me miro y me sonrio y yo le correspondi y no tardamos en empezar a hablar y a bailar, a primera vista vi algo en el que me atraia y no sabia el que, pienso que a el tambien le atraje por que en un gesto de atrevimiento me pidio que le diera un beso, yo no sabia que hacer y lo primero que se me paso po la cabeza fue darle un beso en la frente, jeje!! el se quedo muerto y muy sonrojado y yo no pare de reir, ese fue nuestro primer BESO, el y yo hablamos poquito mas y no nos volvimos a ver hasta unos dias despues que coincidimos por que fuimos a cenar con una amiga en comun de ambos, esa noche se cruzaron miradas que hablaban por si solas pero ninguno de los dos nos atreviamos a decirnos nada, dias despues volvimos a quedar para ir otra vez a cenar y esa noche entre nosotros hubo una larga conversacion y nos fuimos conociendo muy profundamente y cada vez lo ibamos teniendo mas claro de que estabamos hechos uno para el otro, tanto asi que al dia siguiente volvimos a quedar al dia siguiente, esa noche nos declaramos y ahi empezamos una relacion de pareja. Yo me sentia muy contenta y cada vez iba sintiendo quel el amor se iba apoderando de mi corazon y extendiendo por mi cuerpo y lo mejor de todo era que estaba correspondida, mi chico estaba muy enamorado de mi, eramos muy felices, lo nuestro era que siempre ibamos a estar juntos y que nada ni nadie nos separaria. Pasabamos dias y dias juntos, yo no podia estar sin el y el sin mi, siempre deseando que llegara la tarde para vernos y los fines de semana para salir de fiesta e ir al lugar donde nos conocimos. A ojos de los demas eramos una pareja ideal, por que nos entendiamos, nos respetabamos, nos queriamos, nos amabamamos, yo me sentia orgullosa de sentirme queria de aquella manera y de que me quiesen por lo que soy, no por como soy.
  • 3. Un fin de semana aprovechando que habia puente pues unas amigas, mi novio y yo pues nos fuimos a un apartamento, al cual el llego un dia mas tarde por motivos de trabajo, pero lo importante ahi fue que ibamos a estar juntos, pero jamas se me paso por la cabeza lo que esa noche nos iba a suceder. Estabamos todos juntos en el apartamento con risas, fiestas y preprarandonos para salir de fiesta y asi encontrarnos con el resto de nuestros amigos, pues pasada la media noche nos dispusimos a salir del apartamento y nos fuimos camiando a la disco donde nos conocimos. El y yo como siempre nos quedabamos atras porque ibamos hablando, besandonos, cojidos de la mano y…… en un cerrar de ojos no lo oí hablar y no lo tenia en mi mano, oy un ruido tremendo y cuando gire mi cabeza era el, mi novio se habia desmallado, no reaccionaba, le costaba respirar, me puse muy mal y perdi un poco los papeles, cuando me quize dar cuenta estaba en un una habitacion y dos personas comunicandome de que mi novio habia fallecido, que no pudieron hacer nada por el. Yo no me lo podia pasar a creer, rompi a llorar, no me podia creer que el amor de mi vida se habia marchado y que no iba a regresar, que siempre me decia que ibamos a estar juntos y que nada ni nadie nos separaria, pero el destino quizo hacerlo asi, la muerte le sorprendio y me lo arrebato.Yo me preguntaba ¿que iba a ser de el? ¿donde estaba? ¿que ina a ser de mi?¿que le iba a decir a su familia?, no tenia ninguna explicacion a todo aquello. Hoy por hoy no puedo olvidarlo y su presencia la noto y esta ahi en el cielo, cierro los ojos y lo veo a el, oigo su sonrisa y noto sus abrazos. Aunque no este en cuerpo esta en alma y que me esta protegiendo y acompañando donde quiera que voy. El amor quizo que nos unieramos y el destino se encargo de separarnos, que su destino fuese el cielo y el mio la tierra, pero no pudo con nuestro amor. LA SOnRiSA DE Un ninO CUENTOS POLICIACOS - Mi hijo no debe llorar. Intentó detener aquella catarata, pero el líquido se abrió paso hasta llegar a los pies de Jack Seis dedos. Dos zancadas le bastaron para cruzar el zigzagueo de orina y pararse frente a su hijo. - Mis cigarros no los traes, mi dinero tampoco. Eres una calamidad. Simón ya conocía el modus operandi de su padre. No debía llorar ni orinarse, pero a sus siete años era imposible no temer. - Eres como tu madre, débil como una perra. Jack Seis dedos con una impresionante cachetada le limpió las lágrimas, incluso las que estaban por venir. - Habla, y deja de gemir! Simón temblaba, corría evitando las pozas de agua, con firmeza sostenía tanto el dinero bajo el cinturón de vaquero, como los revólveres de plástico. Un juguete así le daba cierta seguridad en un barrio como ese, aunque sólo fuera ilusoria. Si no era la pandilla, sería su padre quien desatara la frustración acumulada. Pero, aún así, con esa ira y su indiferencia, era su padre. El único nexo con la raíz, con ese símbolo de pertenencia. Lo admiraba, quería ser como él; seguro, frío, con el aura de hielo que sólo se ve en los héroes del cinematógrafo. No debía tardarse y para no cometer errores repetía una y otra vez la marca de cigarrillos. Pero al doblar la esquina se encontró con la tropa del barrio. El Gordo Harry le cerró el paso, Simón retrocedió, pero tres de ellos le quitaron el dinero. Entre risas y burlas lo empujaron, lo botaron y escupieron, pero Simón se incorporó. Con cierto aire de dignidad pandillera llevó sus manos a las pistolas de plástico. Quiso desenfundar, pero aunque eran sólo un juguete, no poseía la sangre fría de su padre. Huyó secándose las lágrimas después que el Gordo Harry lo golpeara. Un
  • 4. pequeño mensaje para su padre. Jack Seis dedos cogió la chaqueta de cuero, se calzó la manopla y antes de dar el portazo, dijo: - Debiste defenderte, no mereces llamarte mi hijo. A lo mejor nunca lo fuiste, ella era una ramera. Simón miró la foto de su madre, intentó traer algún recuerdo, pero su memoria no poseía otra imagen. Lloró un par de horas. Buscó sus pistolas de plástico y luego de jugar tuvo una idea. Saldría en busca del Gordo Harry, le demostraría a su padre que era de la peor calaña. Aunque Harry le matara a golpes, lo enfrentaría y desenfundaría sus pistolas. Cogió su cinturón de juguete, lo abrochó y salió. Fuera del bar, Simón se escondió hasta que vio llegar al Gordo Harry. - Miren muchachos, el hijo del ahora Cuatro dedos Jack. Harry rió, extrajo del cinturón un pequeño bulto. Lo abrió y tiró en el callejón varios trozos de carne. - Llévaselo a tu padre. Que conserve sus dedos, nadie se mete con el Gordo Harry. Fue en ese instante que Simón se incorporó. Llevó sus manos al cinto de plástico y con aire a lo Clint Eastwood desenfundó sus pistolas similar a como lo mostraban en televisión. El Gordo Harry rió al ver a ese muchacho esquelético, sin miramientos se burló mientras calzaba la manopla. Simón disparó y el tiro dio en plena barriga, el proyectil despedazó la grasa y la camisa se tornó rojiza. La segunda bala penetró la rótula destruyendo algunos trozos de hueso. Incrédulo, Harry cayó de rodillas. La tercera, entró en el cráneo, le voló parte del parietal y los sesos cayeron al pavimento. Con el cuarto tiro mató a uno de su pandilla, la bala entró en el pecho haciendo estallar el corazón. Y con el quinto hirió de muerte a su guardaespaldas, el tiro expuso el globo ocular y la sangre quedó como una estela al momento de caer. El resto de la pandilla huyó. Al otro día, la policía introdujo a Jack Seis dedos en la patrulla, aún sangraba su mano. Simón jugaba en la puerta mientras, en el interior de la casa, un oficial sacaba las armas de Jack envueltas en un plástico. De seguro le darían veinte años por los tres asesinatos. Simón cantaba, despreocupadamente extrajo de su bolsillo la foto de su madre y sonrió. Al doblar la patrulla por el callejón, lo último que Jack vio de su hijo fue una inquietante sonrisa seguida de una mirada de hielo similar a la suya. LA FARSA Cuando el tren cruzó la frontera comprendieron que no regresarían. Mariela dormía entre ellos. Pedro los esperaba en la estación de trenes y los albergaría en su casa por un tiempo. II - Mejor no pensar - se dijo Juan Diego Albarracin. Estaba de vacaciones y aprovecharía para componer música . Preparo las valijas, dobló las camisetas sobre sí mismas para hacerlas más pequeñas, hizo lo mismo con los calzoncillos y shorts, puso las sandalias en una bolsa de plástico, comprobó que tendría todo lo necesario, buscó otra valija para la computadora, ipod y todas las chucherias electrónicas. Abrió el baúl del coche y después de acomodarlas se fue a descansar antes de partir. Saldría por la madrugada para evitar el tráfico El viaje, fue un placer de unas dos horas. Entró a la casa, deambuló por la cocina, los dormitorios y se fue a dormir. Cuando se despertó los cuartos estaban invadidos por el sol de agosto que se colaba por los intersticios de las puertas y ventanas.
  • 5. a él, se le humedecían las rodillas y le transpiraban las manos. Todos los veranos cuando esto ocurría y ocurría todos los veranos se inquietaba, angustia creativa le había dicho una vez Pepita, él lo llamaba sofocación meteorológica. Con curiosidad envidiaba a los gatos que dormían tirados en los rincones escondiendose del sol. Sentado en el patio oscuro, donde el olor a humedad penetraba lentamente primero el olfato hasta llegar con insidia hasta los huesos, pensó en componer un homenaje a John Cage, al concierto 4 minutos 33 segundos en total silencio. Sonrió con exagerada complacencia. Contó los segundos en silencio, cerró los ojos para no distraerse, 1 2 3... hasta llegar a los 60 segundos. Repitió el 1,2,3... Al llegar a 120 no se detuvo continuo hasta 180, decidió dividirlos por 60 y le dió exactamente 3 minutos , pero al detenerse, perdió el ritmo y debió comenzar nuevamente. Está vez se molesto porque entre el segundo 18 y el 19 se había detenido más de lo necesario. Golpeó la mesa con el puño cerrado. Necesitaría de alguién que controle en silencio su silencio y el silencio miéntras él descubría el significado del silencio y lo transformaba en sonido. Quién podría ayudarlo? Recorrió posibilidades hasta que los redujo a tres, Juan, Francisca o Pepita. Juan es puro nervios. Francisca se reiría, pensando que es una estúpidez. Solo quedaba Pepita, la que fuera su novia en los veranos de su adolecencia. Pepita la fea. A Juan Diego, le gustaba sus ojos humedecidos de risas, el tamaño desproporcionado de la nariz y los labios tan húmedos como sus ojos, al besarlo le mojaba las mejillas. Pepita se jactaba con arrogancia que en Francia para saludar se dan dos besos, uno en cada mejilla. - Saludo Francés- decía con placer. Ella era ideal para sentarse a su lado en silencio por 4 minutos y 33 segundos. La llamó por teléfono invitandola para almorzar el domingo al mediodía... Pepita, vestía de domingo. Un traje azul masculino y un sombrero de paja de ala muy ancha para protegerla de la tormenta de verano que habían anunciado. En los Arcos de la Calle principal entraron al Restaurant La Farsa, sentándose en la ventana que da a la calle, callaron las transformaciones del pueblo, ella con felicidad, el con indiferencia. - Pepita-. dijo de pronto Juan Diego. Se sorprendió al escuchar su nombre. - Sí. - Necesito pedirte un favor. - Dinero o alojo?- dijo con sorna - Lo primero no tengo y lo segundo debería pensarmelo aunque todavía me gustas sin embargo te diría no. - Quiero que te sientes a mí lado con un cronómetro . Yo estaré en silencio por 4 minutos y 33 segundos vos marcando cada segundo. - Para qué? - Quiero sensibilizarme, para poder describir la escencia del silencio y componer una pieza musical en homenaje a John Cage. Necesito meditar sin ser interrumpido durante 4 minutos y 33 segundos. - Cuántas veces? -No sé, imaginate un alquimista que repite las mismas acciones hasta que el material que esta manipulando se transforme en oro. Por decirlo de alguna manera. A Pepita se le dibujaron pequeños hipos en los labios hasta que no pudo contener la risa. - El significado del silencio está subordinado a las circunstancias en que se produce. Es la ausencia del ruido. Puede
  • 6. expresar diferentes vivencias, si te reclaman un minuto de silencio por la muerte de alguién es para interrumpir la dinámica de la vida y entrar en un espacio de dolor. Por otro lado podes ingresar al silencio con placer después de hacer el amor Juan Diego se sintió incomprendido. - Lo harás o no. - Sería inútil . Desconcertados, miraron al bebé que dormía y se pusieron uno de cada lado de ella protegiéndola. - qué te pasa?. Barajaron todas las posibilidades. Llego aquí después de una travesía infinita que la llevo por varios continentes, está en el país ilegalmente y si la descubren los de inmigración la suben a un avión y la devuelven a su país, cuál país?. Quizás cayo en manos de una banda de traficantes humanos que la empujan a prostituirse o la explotan en los sudaderos, tal vez fue usada por contrabandistas de drogas como mula , ella se escapó y ahora la abandonan a su suerte DiOSES Cuentos fantasticos Bajo un cielo casi índigo y a campo abierto, los soldados de ambos ejércitos golpeaban las espadas contra los escudos, produciendo un estruendo sólo comparable con las grandes tormentas estivales que cada año azotaban la isla de Solitas. Quinientos pasos sobre la hierba mecida por el aire distaban al ejercito sincerita del honestita. sincerita de cuerpo cenceño y ágil, se deshizo del abrasador yelmo, descubriendo así su pelo rizado, y abrió un tajo mortal en el cuello de un honestita que cayó fulminado al suelo. ¡Por Totus que nunca he visto una batalla tan sangrienta como esta!, exclamó para sus adentros el sincerita. Sobre Valer se abalanzó en aquel instante un temible honestita membrudo cuyos ojos rezumaban odio. Apenas pudo el sincerita detener con el escudo el golpe de espada del enemigo; aquel honestita tenía una fuerza descomunal. -¡Has matado a mi hermano! ¡Por Semper que yo vengaré su muerte! -exclamó el honestita, blandiendo su espada manchada de sangre. Valer se sentía impotente ante la fuerza del honestita. Protegiéndose con el escudo, fue retrocediendo ante el ataque salvaje de su enemigo. ¿Pero cuánto tiempo podría aguantar así? A cada golpe de espada recibido sobre el escudo, su cuerpo temblaba y se debilitaba. Para Valer sólo existía una forma de salir vivo de allí; corrió hacia el bosque que flanqueaba el campo de batalla con el honestita pisándole los talones. ¡No huyas cobarde! ¡Bastardo!, bramaba el honestita. Pero Valer en realidad no huía de su enemigo; simplemente quería cambiar los papeles de aquella lucha desigual. Quería dejar de ser la presa, para convertirse en cazador. En tanto la sangrienta batalla continuaba en campo abierto, Valer se escabulló por entre los árboles y matorrales del bosque. Dios de forma diferente; y en vez de respetaros, os habéis matado los unos a los otros. Dios nunca os ha pedido que matarais en su nombre; y no ha sido Dios quien ha tomado la decisión de que todos los soldados, excepto vosotros dos, murieran en esta batalla. Habéis sido vosotros, hombres necios, que creyendo luchar en nombre de Dios, habéis luchado en nombre de la sinrazón y os habéis matado los unos a los otros. Los dos soldados se arrodillaron ante la mujer y entonces comprendieron que quien había hablado era el dios.
  • 7. SEC TEC 46 MATERIA ESPANOL intEGRAntES DEL EQUiPO; FERNANDA VENEGAS CASTANEDA ANA I.OCHOA CENTENO DANIEL PADILLA OROZCO CARMEN IZQUIERDO GUILLERMO NEVAREZ 1ro E.