2. El 27 de febrero hablando de
la lectura en la que las tribus
de Israel ungen a David
como su rey, explicó el
significado espiritual de la
unción:
Sin ella “David habría sido el
jefe de una empresa, de una
sociedad política, que era el
Reino de Israel”, habría sido
un simple “organizador
político”.
En cambio, “después de la
unción, el Espíritu del Señor”
desciende sobre David y
permanece con él. Y la
Escritura dice:
“Así David se iba
engrandeciendo cada vez más,
y el Señor, el Dios de los
3. La unción, acerca a los obispos y a los sacerdotes
al Señor y les da la alegría y la fuerza
“para llevar adelante , ayudar y vivir al servicio de
un pueblo”.
Dona la alegría de sentirse “elegidos por el Señor,
mirados por el Señor, con aquel amor con el que el
Señor nos mira,
a todos nosotros”.
Así, “cuando pensemos en los obispos y en los
sacerdotes, debemos pensarlos así: ungidos”.
4. Cuántos obispos santos,
cuántos sacerdotes santos que
han dejado su vida al servicio
de la diócesis, de la
parroquia;
cuánta gente ha recibido la
fuerza de la fe, la fuerza del
amor,
la esperanza de estos
párrocos anónimos, que no
conocemos. ¡Hay tantos!:
“los párrocos del campo o
los párrocos de ciudad, que
con su unción han dado
fuerza al pueblo,
han transmitido la doctrina,
han dado los sacramentos,
o sea la santidad”.
5. “‘¡Pero, podrán decir:
padre, he leído en el
diario que un obispo ha
hecho tal cosa o que un
sacerdote ha hecho tal
cosa!’.
‘Si, también yo lo he
leído, pero, dime, ¿en los
diarios están las noticias
de aquello que hacen
tantos sacerdotes, tantos
curas en tantas parroquias
de ciudad y del campo, la
tanta caridad que hacen,
tanto trabajo que hacen
para llevar adelante a su
pueblo?’.
¡Ah, no! Esa no es
noticia".
6. "Eh, lo de siempre:
hace más ruido un árbol
que cae, que un bosque
que crece. Hoy pensando
en esta unción de David,
nos hará bien pensar en
nuestros obispos y en
nuestros sacerdotes
valientes, santos, buenos,
fieles y rezar por ellos.
¡Gracias a ellos nosotros
hoy estamos aquí!”.
7. El 28 de enero dijo:
“David danzaba con todas sus fuerzas delante del
Señor”. Todo el Pueblo de Dios estaba en fiesta
porque el Arca de la Alianza volvía a casa”.
8. La oración de alabanza de David,
"lo llevó a salir de cualquier compostura
y a bailar delante del Señor" con
"todas sus fuerzas".
¡Esto era precisamente la oración de alabanza!.
9. Sara, después de haber dado a luz a Isaac,
dice:
¡El Señor me hizo bailar de alegría!",
10. "para nosotros es fácil de entender la oración
para pedir algo al Señor, también para dar
gracias al Señor" o la "oración de adoración".
Pero la oración de alabanza "la dejamos de
lado, no nos viene espontánea".
11. Pueden decir:
"'¡Pero, padre, esto es para
los de la Renovación
Carismática, no para todos
los cristianos!'
No, la oración de
alabanza es una oración
cristiana para todos
nosotros! En la misa, todos
los días, cuando cantamos
el Santo. Esta es una
oración de alabanza:
alabamos a Dios por su
grandeza, ¡porque es
grande! Y le decimos cosas
lindas, porque a nosotros
nos gusta que sea así.
12. 'Pero, padre, yo no soy capaz... Yo debo...'
¿Pero sos capaz de gritar cuando tu equipo
marca un gol y no sos capaz de cantar
alabanzas al Señor?
¿De salir un poco de tu compostura para
cantar esto? ¡Alabar a Dios es totalmente
gratuito!
No pedimos, no damos las gracias:
13. Debemos rezar "con todo el corazón"
"es un acto de justicia, ¡porque Él es grande!
¡Es nuestro Dios!"
David, "era muy feliz, porque volvía con el
Arca, volvía con el Señor: también su cuerpo
rezaba con esa danza".
14. 'Pero ¿cómo va mi oración de alabanza?
¿Sé alabar al Señor o cuando rezo el Gloria o rezo el
Santo lo hago solamente con la boca y no con todo el
corazón?'
¿Qué me dice David, danzando aquí?
Y Sara ¿bailando de alegría? Cuando David entra en la
ciudad comienza otra cosa: ¡una fiesta!"
15. "La alegría de la alabanza nos lleva a la alegría
de la fiesta. La fiesta de la familia".
Cuando David entra en el palacio, la hija del rey
Saúl, Mical, lo reprende y le pregunta si no le
da vergüenza haber bailado de esa forma
delante de todos,
él que es el rey. Mical, entonces: "despreció a
David".
16. ¿cuántas veces nosotros despreciamos en
nuestro corazón a personas buenas, gente
buena que alaba al Señor como le viene, así
espontáneamente,
porque no son cultos, no siguen las
actitudes formales? ¡Pero, Mical lo
despreció!
¡Y dice la Biblia que Mical quedó estéril
durante toda la vida por esto!
17. ¿Qué quiere decir la Palabra de Dios aquí?
¡Que la alegría, que la oración de alabanza
nos hace fecundos! Sara bailaba en el
momento grande de su fecundidad, a los
noventa años!
18. La fecundidad que nos da la alabanza al Señor,
la gratuidad de alabar al Señor. Ese hombre o esa
mujer que alaba al Señor, que reza alabando al
Señor,
que cuando reza el Gloria se alegra de decirlo,
cuando canta el Santo en la Misa se alegra de
cantarlo,
19. "aquellos que se cierran
en la formalidad de una
oración fría, medida,
quizá terminan como
Mical:
en la esterilidad de su
formalidad".
Por ello, imaginemos a
David que danza
"con todas las fuerzas
delante del Señor y
pensemos qué bello es
hacer la oración de
alabanza".
20. hará bien repetir las
palabras del Salmo 23:
"Puertas, levanten sus
dinteles, levántense,
puertas eternas,
para que entre el Rey de
la gloria!
¿Y quién es ese Rey de la
gloria? ¡Es el Señor, el
fuerte,
el poderoso, el Señor
poderoso en los
combates!”
21. El 29 de enero dijo refiriéndose al sacramento de
la confirmación:
“es importante tener cuidado de que nuestros
niños,
nuestros muchachos tengan este sacramento,
la Confirmación debe ser entendida en
continuidad con el Bautismo, al que está
22. Estos dos sacramentos, junto con la Eucaristía,
constituyen un único evento salvador que se
llama la ‘iniciación cristiana’, en el que somos
insertados en Cristo Jesús muerto y resucitado, y
nos convertimos en nuevas criaturas y miembros
de la Iglesia”.
23. Confirmación significa “unción”, “confiere un
crecimiento de la gracia bautismal: nos une más
firmemente a Cristo; completa nuestro vínculo
con la Iglesia; nos concede una fuerza especial del
Espíritu Santo para difundir y defender la fe, para
confesar el nombre de Cristo y para no sentir
jamás vergüenza de su cruz”.
24. Por supuesto, es importante ofrecer a los que
reciben la Confirmación una buena preparación,
que debe tener como objetivo conducirlos a una
adhesión personal a la fe en Cristo y despertar en
ellos el sentido de pertenencia a la Iglesia”.
25. Cuando acogemos al Espíritu Santo en nuestros
corazones, y lo dejamos actuar, Cristo se hace
presente en nosotros y toma forma en nuestra
vida; a través de nosotros, será Él, a través de
nosotros será el mismo Cristo quien orará,
perdonará, infundirá esperanza y consuelo,
servirá a los hermanos, estará cerca de los
necesitados
y de los últimos, creará comunión y sembrará la
26. “¡Piensen en lo importante que es esto: que es a
través del Espíritu Santo, que viene Cristo para
hacer todo esto en medio de nosotros y para
nosotros! Por esta razón, es importante que los
niños y jóvenes reciban este Sacramento”.
27. El 29 de enero dijo:
La fe se conoce en
cuanto está unida al
amor,
en cuanto el amor mismo
aporta luz.
La comprensión de la fe
nace cuando recibimos el
gran amor de Dios que
nos transforma
interiormente y nos da
ojos nuevos para ver la
realidad”,
28. Sin embargo, si es la verdad del amor,
si es la verdad que se desvela en el encuentro
personal con el Otro y con los otros, entonces
se libera de su clausura en el ámbito privado
para formar parte del bien común... En lugar de
hacernos intolerantes,
la seguridad de la fe nos pone en camino
y hace posible el testimonio y el diálogo con
todos”.
29. El 31 de enero dijo: Un pecado grave, como por
ejemplo el adulterio, disminuido a un “problema
de resolver”.
La elección que cumple el rey David.
David se encapricha de Betsabé, mujer de Urías,
un general suyo, se la trajo y envió al marido al
frente de batalla, causándole la muerte
y de hecho perpetrando un asesinato.
30. Sin embargo, adulterio y homicidio no lo
impresionan tanto. “David se encuentra ante un
gran pecado, pero él no lo percibe como un
pecado”. “No le viene a la mente pedir perdón.
Aquello que le viene a la mente es:
‘¿Cómo resuelvo esto?’”.
31. “Todos somos pecadores y todos estamos tentados y la
tentación es el pan nuestro de cada día. Si alguno de
nosotros dijese:
‘Pero yo jamás he tenido tentaciones’,
o eres un querubín o eres un poco tonto, ¿no? Se
entiende…
En la vida es normal la lucha y el diablo no está
tranquilo,
32. “Pero el problema más
grave en este pasaje
no es tanto la tentación y
el pecado contra el
noveno mandamiento,
sino cómo reacciona
David.
Y aquí David no habla de
pecado, habla de un
problema que debe
resolver. ¡Esto es una
señal! Cuando el Reino de
Dios viene a menos,
cuando el Reino de Dios
disminuye, uno de los
signos es que se pierde el
sentido del pecado”.
33. Cada día, rezando el “Padre Nuestro”, pedimos a Dios
“Venga Tu Reino” , lo que quiere decir “crezca Tu
Reino”.
Cuando en cambio se pierde el sentido del pecado,
“el sentido del Reino de Dios”
y en su lugar, surge una “visión antropológica súper
potente”, aquella por la cual “yo puedo todo”.
34. “¡La potencia del hombre en lugar de la gloria de Dios!
Éste es el pan de cada día. Por eso la oración de todos
los días a Dios ‘Venga tu Reino, crezca tu Reino’ ,
porque la salvación no vendrá de nuestras picardías,
de nuestras astucias, de nuestra inteligencia para hacer
negocios. La salvación vendrá de la gracia de Dios y
del entrenamiento diario que hacemos de esta gracia
en la vida cristiana”.
35. Recordando la célebre frase de Pío XII:
“el pecado más grande de hoy es que los
hombres han perdido el sentido del
pecado”,
36. Urías, el hombre inocente mandado a la muerte
por culpa de su rey. Urías, se convierte entonces
en el emblema de todas las víctimas de nuestra
inconfesable soberbia.
37. “Les confieso, cuando veo estas injusticias,
esta soberbia humana, también cuando veo el
peligro de que a mí mismo me suceda esto, el
peligro de perder el sentido del pecado, me hace
bien pensar en los tantos Urías de la historia, en
los tantos Urías que también hoy sufren nuestra
mediocridad cristiana, cuando nosotros perdemos
el sentido del pecado, cuando nosotros dejamos
que el Reino de Dios disminuya”.
38. Estos, “son los mártires de nuestros pecados no
reconocidos. Hoy nos hará bien rezar por
nosotros,
para que el Señor nos dé siempre la gracia de no
perder el sentido del pecado, para que el Reino
no disminuya en nosotros. También llevar una flor
espiritual a la tumba de estos Urías
contemporáneos, que pagan la cuenta del
banquete de los seguros, de aquellos cristianos
que se sienten seguros”.
39. Ser Iglesia
“no significa gestionar,
sino salir, para ser misioneros,
para llevar a la gente la luz de
la fe y la alegría del
Evangelio.
No nos olvidemos de que el
impulso de nuestro
compromiso de cristianos en
el mundo no es la idea de la
filantropía o de un
humanismo vago, sino un don
de Dios, que es el de la
filiación divina que recibimos
en el Bautismo.
Y este don es a la vez una
tarea. Los hijos de Dios no se
esconden, aportan, más bien,
al mundo la alegría de su
40. la Santa Iglesia siempre tiene necesidad de
purificación.
Y eso significa que siempre debemos estar
comprometidos con nuestra purificación, en el
Sacramento de la Reconciliación".
41. “La familia, que se encuentra en el corazón de la
Iglesia evangelizadora. La base sobre la cual se
puede construir una vida familiar armoniosa es,
sobre todo, la fidelidad matrimonial. Por
desgracia, en nuestro tiempo vemos que la familia
y el matrimonio en los países del mundo
occidental, sufren una profunda crisis interna”.
42. Acerca de los párrocos dijo: la parroquia,
“gran campo que el Señor nos ha confiado para que
sea fructífero con el trabajo pastoral. Los sacerdotes y
párrocos deben ser cada vez más conscientes de que su
tarea de gobernar es un servicio profundamente
espiritual.
El párroco dirige siempre la comunidad parroquial,
contando con la ayuda y al mismo tiempo con la
valiosa contribución de los distintos compañeros de
trabajo y todos los fieles laicos”.
43. “Hay muchas personas que están en búsqueda, aunque
no lo admitan. Todo el mundo está llamado; cada uno
es enviado.
Y no está dicho que el lugar de la llamada sea solo el
centro parroquial... la llamada de Dios puede llegar en
cualquier lugar de la vida cotidiana”.
44. “Hablar de Dios, llevar a los hombres el mensaje de
amor de Dios y de la salvación en Jesucristo,
para todos los hombres, es el deber de todo
bautizado.
Y esa tarea abarca no solo el hablar con palabras,
sino todo el actuar y el hacer. Precisamente en
nuestro tiempo, cuando parece que nos convertimos
en ‘pequeño rebaño’
estamos llamados como discípulos del Señor, a vivir
como una comunidad que es la sal de la tierra y la
45. El 1 de febrero dijo a
miembros del camino
Neocatumenal:
El Espíritu de Dios siempre
llega antes que nosotros.
Esto es importante:
¡El Señor siempre nos precede!
Piensen en Felipe,
cuando el Señor lo envía por
aquel camino en el que
encuentra un administrador
sentado en su carruaje. El
Espíritu llegó primero: él leía
al profeta Isaías
y no entendía, pero el
corazón ardía. Así, cuando
Felipe se le acerca, él está
preparado para la catequesis y
para el Bautismo.
46. ¡El Espíritu siempre nos precede!
¡Dios siempre llega antes que nosotros!
Incluso en los lugares más remotos, incluso
en las culturas más distintas, Dios esparce
por doquier la semilla de su Palabra.
47. Evangelicen con amor, lleven a todos el amor de
Dios.
Digan a los que encuentren por los caminos de su
misión que Dios ama al hombre tal como es, aun
con sus limitaciones,
con sus errores, con sus pecados. Y por eso ha
enviado a su Hijo para que Él tomara nuestros
pecados sobre sí.
Sean mensajeros y testimonios de la infinita bondad
48. El 2 de febrero dijo acerca de la Presentación del
niño en el Templo:
Aquel fue también un encuentro dentro de la
historia del pueblo, un encuentro entre los
jóvenes y los ancianos:
los jóvenes eran María y José, con su recién
nacido, y los ancianos eran Simeón y Ana, dos
personajes que frecuentaban el Templo”.
49. “el evangelista Lucas,
acerca de la Virgen y de
San José repite por
cuatro veces que
querían hacer aquello
que estaba prescrito por
la Ley del Señor.
No una acción de
fachada, no es por
cumplir la regla, ¡no! Es
un deseo fuerte,
profundo, lleno da
alegría.
Es aquello que dice el
Salmo:
‘Tendré en cuenta tus
caminos. Mi alegría está
en tus preceptos… Tu
ley es toda mi alegría’”.
50. “¿Y qué dice San Lucas de los ancianos?
Subraya que estaban guiados por el Espíritu Santo.
De Simeón afirma que era justo y piadoso,
y esperaba el consuelo de Israel y que el Espíritu
Santo estaba en él; dice que el Espíritu Santo le
había prometido que no moriría antes de ver al
Mesías del Señor;
y lo hizo al final dirigiéndose al templo
51. “En resumen, estos dos ancianos ¡están llenos de
vida!
Están llenos de vida porque son animados por el
Espíritu Santo, dóciles a su acción, sensibles a sus
llamados…
Y he aquí el encuentro entre la Santa Familia y
estos dos representantes del pueblo santo de Dios.
En el centro está Jesús. Él es quien lo mueve todo,
y atrae a unos y otros al Templo, que es la casa
52. También en la vida consagrada “se vive el
encuentro entre los jóvenes y los ancianos, entre
observancia y profecía. ¡No las veamos como dos
realidades que se contraponen! Dejemos más bien
que el Espíritu Santo anime ambas, y la señal de
esto es la alegría: la alegría de observar,
de caminar en una regla de vida; y la alegría de
estar guiados por el Espíritu, jamás rígidos, jamás
cerrados, siempre abiertos a la voz de Dios que
nos habla, que abre, conduce, nos invita a
53. Antes del rezo del
Ángelus, refiriéndose a
lo mismo, dijo:
Esta ofrenda de sí
mismos a Dios
“concierne a todos los
cristianos, porque todos
estamos consagrados a Él
por medio del bautismo.
Todos estamos llamados
a ofrecernos al Padre con
Jesús y como Jesús,
haciendo de nuestra vida
un don generoso, en la
familia,
en el trabajo, en el
servicio a la Iglesia, en
las obras de
misericordia”.
54. “Sin embargo, los religiosos, los monjes,
los laicos consagrados que, con la profesión de los
votos, pertenecen a Dios de manera plena y
exclusiva,
viven esta consagración de un modo particular”.
55. Así entendida y vivida “la vida consagrada se nos
presenta como es realmente: ¡un don de Dios!
Cada persona consagrada es un don para el
pueblo de Dios en camino.
56. Hay mucha necesidad de estas presencias,
que fortalecen y renuevan el compromiso de la
difusión del Evangelio, de la educación cristiana,
de la caridad hacia los más necesitados,
de la oración contemplativa; el compromiso de
la formación humana y espiritual de los jóvenes,
de las familias; el compromiso por la justicia
y la paz en la familia humana”.
57. “La Iglesia y el mundo necesitan este testimonio del
amor y de la misericordia de Dios.
Por esto es necesario valorar con gratitud las
experiencias de vida consagrada y profundizar en el
conocimiento de los diferentes carismas y
espiritualidad”.
58. “Debemos orar para que muchos jóvenes
respondan su
‘Sí’ al Señor cuando los llama a consagrarse
totalmente a Él para un servicio desinteresado a
los hermanos”.
59. “Por todos estos motivos, como ha sido ya
anunciado, el año 2015 estará dedicado de manera
especial a la vida consagrada. Encomendemos
desde ahora esta iniciativa a la intercesión de la
Virgen María y de San José, que, como padres de
Jesús, fueron los primeros en ser consagrado a Él,
y a consagrar sus vidas a Él”.
60. En sus palabras posteriores al rezo del Ángelus,
dijo:
“Extiendo mi saludo y mi aliento a las
asociaciones, movimientos y a los centros
culturales que participan en la defensa y
promoción de la vida. Me uno a los Obispos
italianos en reiterar que ‘todo hijo es el rostro del
Señor, amante de la vida, don para la familia y
para la sociedad’”.
61. “Que cada uno en su propio papel y en su propio
campo, se sienta llamado a amar y a servir a la
vida, aceptarla, respetarla y promoverla,
especialmente cuando es frágil y necesita atención
y cuidados, desde el seno materno hasta su fin en
esta tierra”.
62. En twitter dijo:
Queridos jóvenes, no se conformen con una
vida mediocre. Déjense seducir por lo que es
verdadero
y bueno, por Dios.
63. No me imagino un cristiano que no sea capaz
de sonreír. Demos testimonio gozoso de
nuestra fe.
64. Nadie se salva solo.
La dimensión comunitaria es esencial en la vida
cristiana.
65. A veces estamos tristes a causa de nuestros
pecados.
No nos desanimemos: Cristo ha venido a
liberarnos.
Él es nuestra paz.
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