El Papa Francisco habla sobre la necesidad de acoger y apoyar a las personas cuyos matrimonios han fracasado e iniciado nuevas uniones. Aunque estas situaciones contradicen el sacramento del matrimonio, la Iglesia debe mostrar misericordia y acogida como una madre, no excluyendo a estas personas de la comunidad. También habla sobre la importancia de apoyar a los hijos en estas situaciones difíciles.
2. El 5 de agosto en su catequesis dijo:
...retomamos nuestra reflexión sobre la familia. Después de
haber hablado, la última vez, de las familias heridas a causa
de la incomprensión de los cónyuges, hoy quisiera detener
nuestra atención sobre otra realidad: cómo cuidar a aquellos
que, después del irreversible fracaso de su vínculo
matrimonial, han comenzado una nueva unión.
3. La Iglesia sabe bien que una situación tal contradice el
Sacramento cristiano. De todos modos, su mirada de
maestra viene siempre de un corazón de madre; un
corazón que, animado por el Espíritu Santo, busca siempre
el bien y la salvación de las personas.
4. He aquí porqué siente el deber, “por amor a la verdad”
de “discernir bien las situaciones”.
Así se expresaba san Juan Pablo II,
en la Exhortación apostólica Familiaris consortio (n. 84),
dando como ejemplo la diferencia entre quien ha sufrido la
separación y quien la ha provocado. Se debe hacer este
discernimiento.
5. Si luego miramos también estos
nuevos lazos con los ojos de los
hijos pequeños, los pequeños
miran, los niños, vemos aún más
la urgencia de desarrollar en
nuestras comunidades una
acogida real hacia las personas
que viven tales situaciones. Por
esto, es importante que el estilo
de la comunidad,
su lenguaje, sus actitudes, estén
siempre atentos a las personas,
a partir de los pequeños.
6. “Ellos son quienes más sufren estas situaciones.
Después de todo, ¿cómo podríamos aconsejar a estos
padres hacer de todo para educar a los hijos a la vida
cristiana,
dando ellos el ejemplo de una fe convencida y
practicada,
si los tenemos alejados de la vida de la comunidad
como si fueran excomulgados? No se deben agregar
otros pesos a aquellos
que ya los hijos, en estas situaciones, ¡ya deben cargar!
7. Lamentablemente, el número de estos niños y jóvenes es de verdad
grande.
Es importante que ellos sientan a la Iglesia como madre atenta a
todos,
dispuesta siempre a la escucha y al encuentro.
8. En estas décadas, en verdad,
la Iglesia no ha sido ni
insensible ni perezosa.
Gracias a la profundización
realizada por los Pastores,
guiada y confirmada por mis
Predecesores,
ha crecido mucho la conciencia
de que es necesaria una
fraterna y atenta acogida,
en el amor y en la verdad,
a los bautizados que han
establecido una nueva
convivencia después del
fracaso del matrimonio
sacramental.
9. En efecto, estas personas
no
son de hecho
excomulgadas,
no están excomulgados,
y no deben ser
absolutamente tratadas
como tales:
ellas forman parte
siempre de la Iglesia.
10. El Papa Benedicto XVI ha intervenido sobre esta cuestión,
solicitando un discernimiento atento y un sabio acompañamiento
pastoral, sabiendo que no existen “recetas simples” (Discurso al
VII Encuentro Mundial de las Familias, Milán, 2 junio 2012,
respuesta n. 5).
11. De ahí la reiterada invitación de los Pastores a manifestar
abiertamente
y coherentemente la disponibilidad de la comunidad a
acogerlos
y a animarlos, para que vivan y desarrollen cada vez más su
pertenencia a Cristo, y a la Iglesia: con la oración, con la
escucha de la Palabra de Dios, con la frecuencia a la liturgia,
con la educación cristiana de los hijos,
con la caridad y el servicio a los pobres,
con el compromiso por la justicia y la paz.
12. El ícono bíblico del Buen Pastor (Jn 10, 11-18) resume la misión
que Jesús ha recibido del Padre: la de dar la vida por las ovejas.
Tal actitud es un modelo también para la Iglesia,
que acoge a sus hijos como una madre que dona su vida por
ellos.
13. “La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre […]
Ninguna puerta cerrada. Todos pueden participar de alguna manera
en la vida eclesial, todos pueden integrar la comunidad.
La Iglesia […] es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con
su vida a cuestas” (Exort. ap. Evangelii gaudium, n. 47).
14. Del mismo modo todos los cristianos están llamados a imitar
al Buen Pastor. Sobre todo las familias cristianas pueden
colaborar con Él cuidando a las familias heridas,
acompañándolas en la vida de fe de la comunidad.
Cada uno haga su parte asumiendo la actitud del Buen Pastor,
que conoce cada una de sus ovejas ¡y a ninguna excluye de su
infinito amor! Gracias.
15. El 7 de agosto, en el Aula Pablo
VI en encuentro con 1.500
jóvenes del Movimiento
Eucarístico Juvenil de 35 países,
les dijo en parte de su discurso:
...“un joven sin valentía es un
joven ‘aguado’, es un joven
viejo”.
“Algunas veces digo a los
jóvenes:
‘Por favor, no os jubiléis’,
porque hay jóvenes que se
jubilan con 20 años: tienen todo
seguro en la vida, todo tranquilo
y no tienen ‘tensiones’”.
16. ...“¿Qué sería de una sociedad, una familia, un grupo de amigos sin
‘tensiones’ y sin ‘conflictos’?”, “Un cementerio” porque “sólo no
hay tensiones y conflictos en las cosas de la muerte”, pero “cuando
hay vida, hay tensión y hay conflicto y por eso es necesario
desarrollar este concepto y buscar, en mi vida,
cuáles son las verdaderas tensiones, de dónde vienen estas
tensiones,
porque son tensiones que dicen que estoy vivo; y cómo son estos
conflictos”.
17. ...En el Paraíso
“todos estaremos unido en la
paz con Jesucristo”.
“Cada uno debe individualizar
las tensiones de su vida. Las
tensiones te hacen crecer,
desarrollan la valentía. ¡Y un
joven debe tener esta virtud de
la valentía!”.
18. Estas tensiones se resuelven a través del “diálogo” ya que
“cuando en una familia hay diálogo”.
“Cuando en una familia existe esta capacidad de decir
espontáneamente
qué es lo que uno piensa, las tensiones se resuelven bien”.
“Es más, no hay que tener miedo de las tensiones”.
19. Sin embargo, “también hay que ser
astutos”,
“Si tú amas las tensiones por las
tensiones esto te hará mal
y serás un joven en conflicto que
ama siempre el estar en tensión”.
Al contrario, “la tensión viene para
ayudarnos a hacer un paso hacia la
armonía, pero la armonía también
provoca otra tensión para ser más
armónica”. Por eso, “un joven que
solamente sabe vivir en tensión
es un joven enfermo”.
20. ...los “conflictos”, “pueden hacernos bien, porque nos hacen
entender
las diferencias, nos hacen entender cómo son las cosas distintas
y nos hacen entender que si no encontramos una solución que
resuelva
este conflicto, habrá una vida ‘de guerra’.
21. ...“el conflicto debe ser orientado hacia la unidad” respetando
“la identidad de cada cultura”. Por ejemplo, los inmigrantes que
en busca
de una vida mejor se lanzan en barca al mar para llegar a otro
país.
“Es un conflicto no resuelto, y esta es una guerra, esto se llama
violencia,
se llama matar”, dijo sobre la muerte de muchos de ellos al no ser
ayudados.
22. “Los verdaderos conflictos sociales, también culturales,
se resuelven con el diálogo, pero antes que nada con el
respeto
de la identidad hacia la otra persona”.
23. el conflicto en Oriente Medio, donde “mucha gente no es
respetada:
las minorías religiosas, los cristianos... pero no solamente
no son respetados, sino que muchas veces son asesinados,
perseguidos”.
24. “En nuestra historia siempre han existido conflictos de identidad
religiosa,
por ejemplo, que se producían por no respetar la identidad de la
otra persona”.
25. “estamos en guerra: yo me repito mucho diciendo que esta
es la tercera
guerra mundial, a pedazos. Pero estamos en guerra. Y esto
es negativo.
Pero hay muchos señales de esperanza y señales de alegría”.
26. ...“ encontrar siempre la paz del Señor, esta paz que solamente
Jesús
te puede dar. En los trabajos, en los compromisos el desafío es
encontrar
esa paz que significa que el Señor te acompaña, que el Señor está
cerca”.
27. “saber distinguir la paz de Jesús de otra paz que no es la de
Jesús”.
“La verdadera paz viene siempre de Jesús. También algunas veces
viene
en una cruz. Pero es Jesús el que te da paz en esa prueba. No
siempre
viene como una cruz, pero siempre la paz verdadera es de Jesús”.
28. La otra paz, la “superficial”, es “aquella que te hace estar
contento,
te contenta un poco pero es superficial, viene del ‘enemigo’, del
diablo”.
Quien piensa así “tiene dentro un engaño”. “Es necesario pedir
esta gracia
de saber distinguir, de saber conocer cuál es la paz de Jesús
y cuál es la paz que viene del enemigo, que te destruye”. El
demonio
“te hace creer que este es el camino y después, al final, te deja
29. ...“el diablo es un mal pagador, nunca paga bien. ¡Siempre te
estafa!
Te hace ver las cosas maquilladas y tú crees que es lo bueno, que
te da paz, pero vas ahí y al final no encuentras la felicidad”.
30. El signo de la paz de Jesús “es la alegría, la alegría profunda;
el diablo nunca te dará alegría. Te dará un poco de
diversión, hará un poco de ‘circo’, te hace feliz un momento
pero nunca te da esa alegría”. Esa alegría “sólo te la puede
dar Jesús dándote el Espíritu Santo”.
31. “Ver a los jóvenes como
vosotros que creen que
Jesús está en la Eucaristía,
que creen que el amor es más
fuerte que el odio,
que la paz es más fuerte que
la guerra, que el respeto
tiene que ser más fuerte que
el conflicto
es una esperanza y a mi me
da alegría”.
32. “Jesús se manifiesta siempre en la paz. Si te acercas a Jesús te da
paz,
te da alegría. Y cuando te encuentras con Jesús –en la oración, en
una buena obra, en una obra de ayuda al otro- sentirás la paz y
también la alegría”.
33. La “profundidad de la Eucaristía”. “Siempre ayuda pensar en la
Última Cena.
Y aquella palabra que Jesús dijo cuando dio el pan y el vino,
su Cuerpo y su Sangre: ‘Hagan esto en memoria mía’”.
34. “La memoria de Jesús está presente allí, la memoria de Jesús que,
en cada misa, está ahí y nos salva ahí; la memoria de ese gesto de
Jesús, que después de esto fue al Huerto de los Olivos a comenzar
con su Pasión.
Es la memoria de un amor tan grande que ha dado su vida por
mi”.
35. La Eucaristía “no es solamente un ritual, no es una ceremonia....
hay ceremonias preciosas, ceremonias militares, culturales: ¡no!
Es otra cosa: es ir allí, al Calvario, donde Jesús dio la vida por mí.
Cada uno debe decir esto y con esta memoria, viendo a Jesús,
recibiendo el Cuerpo y la Sangre de Jesús, profundizar en el
Misterio de la Eucaristía”.
36. El 9 de agosto dijo al presidir el rezo del Ángelus: “Dios
Padre siempre nos atrae hacia Jesús: somos nosotros quienes
abrimos nuestro corazón o lo cerramos”. Hoy continúa la
lectura del sexto capítulo del Evangelio de Juan, en el que
Jesús, tras realizar el milagro de la multiplicación de los
panes, “explica a la gente el significado de aquel ‘signo’”.
37. “como había hecho antes con la Samaritana, a partir de la
experiencia de la sed y del signo del agua, Jesús aquí parte de la
experiencia del hambre
y del signo del pan, para revelarse e invitarnos a creer en Él”.
38. “La gente lo busca, la gente lo escucha, porque se ha quedado
entusiasmada con el milagro: ¡querían hacerlo rey! Pero cuando
Jesús afirma que el verdadero pan, donado por Dios, es Él mismo,
muchos se escandalizan,
no comprenden, y comienzan a murmurar entre ellos”.
39. “Nos sorprende, y nos hace reflexionar esta palabra del
Señor:
‘Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre’,
‘el que cree en mí, tiene Vida eterna’. Nos hace
reflexionar”.
40. “esta palabra se introduce en la dinámica de la fe,
que es una relación: la relación entre la persona humana, todos
nosotros,
y la Persona de Jesús, donde un papel decisivo juega el Padre,
y naturalmente, también el Espíritu Santo, que está implícito
aquí”.
41. “no basta encontrar a Jesús para creer en Él,
no basta leer la Biblia, el Evangelio: esto es importante ¿eh? Pero
no basta.
No basta ni siquiera asistir a un milagro,
como aquel de la multiplicación de los panes”.
42. “Muchas personas estuvieron en estrecho contacto con Jesús
y no le creyeron, es más, también lo despreciaron y
condenaron”,
“¿por qué, esto? ¿No fueron atraídos por el padre?
No: esto sucedió porque su corazón estaba cerrado
a la acción del Espíritu de Dios.
Y si tú tienes el corazón cerrado la fe no entra”.
43. En cambio, “la fe, que es como
una semilla en lo profundo del
corazón, florece cuando nos
dejamos
‘atraer’ por el Padre hacia
Jesús,
y ‘vamos a Él’ con ánimo
abierto, con corazón abierto,
sin prejuicios; entonces
reconocemos en su rostro el
Rostro de Dios y en sus
palabras la Palabra de Dios,
porque el Espíritu Santo nos ha
hecho entrar en la relación de
amor y de vida que hay entre
Jesús y Dios Padre.
Y allí nosotros recibimos el
don,
el regalo de la fe”.
44. Con esta actitud de fe, “podemos comprender el sentido del ‘Pan
de la vida’ que Jesús nos dona, y que Él expresa de esta manera:
‘Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan
vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida
del mundo’”.
45. “En Jesús, en su ‘carne’ –es decir, en su concreta humanidad–
está presente todo el amor de Dios, que es el Espíritu Santo.
Quien se deja atraer por este amor va hacia Jesús,
y va con fe, y recibe de Él la vida, la vida eterna”.
46. “Aquella que ha vivido esta
experiencia en modo ejemplar
es la Virgen de Nazaret, María:
la primera persona humana que
ha creído en Dios
recibiendo la carne de Jesús”.
47. Aprendamos de la Virgen María “la alegría y la gratitud por el don
de la fe.
Un don que no es ‘privado’, un don que no es ‘propiedad
privada’,
sino que es un don para compartir: es un don «para la vida del
mundo”.
48. Al concluir el rezo del angelus dijo:
...“hace setenta años, el 6 y 9 de agosto de 1945,
sucedieron los atroces bombardeos atómicos en Hiroshima y
Nagasaki.
A distancia de tanto tiempo, este trágico evento suscita
todavía horror y rechazo”.
49. “Este se ha convertido en el símbolo del
ilimitado poder destructivo del hombre
cuando hace uso equivocado del
progreso de la ciencia y de la técnica, y
constituye una advertencia continua
para la humanidad,
para que rechace para siempre la guerra
y las armas nucleares
y toda arma de destrucción de masas”.
50. “esta triste memoria nos llama sobre todo a orar y a
comprometernos
por la paz, para difundir en el mundo una ética de
fraternidad
y un clima de serena convivencia entre los pueblos”.
51. “De toda la tierra se eleve una única voz:
¡no a la guerra, no a la violencia, si al diálogo, si a la paz!
¡Con la guerra siempre se pierde!
¡El único modo de vencer una guerra es no hacerla!”.
52. En twitter dijo:
Dejemos que el amor de Dios se arraigue en nosotros,
así seremos capaces de darnos a los demás
53. En una familia cristiana aprendemos muchas
virtudes. Sobre todo a amar sin pedir nada a
cambio
55. Si deseas recibir mails,
relacionados con la Iglesia:
que contienen diapositivas,
vida de Santos, Evangelio del
Domingo, etc.
Escribe a:
unidosenelamorajesus@gmail.
com
con el título suscripciones.
Servicio Gratuito.
Que Dios te llene de
bendiciones.
Y que permanezcamos unidos
en el amor a Jesús.