3. Mitos de emprendimiento empresarial
Voy a hacer lo que me gusta.
Tener su propia empresa no se circunscribe solamente a hacer lo
que le gusta (cocinar, pintar, asesorar o diseñar).
El éxito no depende sólo de hacer lo que le gusta o sabe hacer
mejor, sino de estar al frente administrando el engranaje completo:
contabilidad, despachos, servicio a cliente y contratación de
personal, entre otros.
4. Voy a disponer de más tiempo.
El empresario -especialmente en sus inicios- trabaja mucho más que el
promedio de los empleados. Recuerde que ahora es responsable de
diferentes roles. Trabaja más pero usted decide cómo y cuándo, y esto
hace la diferencia.
Mitos de emprendimiento empresarial
5. Voy a ser mi propio jefe.
Aunque técnicamente es su propio jefe, ahora tendrá muchos más,
pues cada cliente se convierte en alguien que demanda ciertas
necesidades. Ellos son a los que debe satisfacer, no por subordinación
sino por supervivencia.
Mitos de emprendimiento empresarial
6. Imposible que no logre “$$$$” ventas.
Lo improbable puede pasar. Cuidado con las proyecciones. Uno de los
errores más comunes que cometen los nuevos empresarios es sobre
estimar las ventas y subestimar los gastos. La experiencia demuestra
que las ventas se demoran en fructificar mientras los gastos son
permanentes. Sea muy estricto con el flujo de caja, es sagrado.
Mitos de emprendimiento empresarial
7. Es que algo así no existe.
No se engañe. Las personas han vivido sin su producto/servicio y lo
pueden seguir haciendo. A menos que resuelva algo mejor de lo que ya
existe, el mercado preferirá mantener la inercia con lo que ya conoce.
Mitos de emprendimiento empresarial
8. Para desarrollar un negocio sólo hace falta dinero.
Nada más incierto, aunque en la mayoría de los negocios sí se requiere
dinero para empezar, porque para emprender es necesario mucho más
que el dinero. Se requiere trabajo, buenas ideas, un plan empresarial,
pasión, visión empresarial y muchas otras cosas.
Mitos de emprendimiento empresarial
9. Todos los emprendedores tienen el mismo prototipo.
Son personas dispuestas a asumir riesgos, independientes y con unas
características comunes entre sí. No es cierto, de hecho existen muchos
tipos de emprendedores y perfiles bien diversificados.
Mitos de emprendimiento empresarial
10. Sólo emprenden con éxito los que tienen suerte.
La suerte puede ayudar en muchos casos, pero lo cierto es que la
mayoría de los negocios siguen adelante por una buena idea, un buen
trabajo, un buen proyecto empresarial, una mejor adaptación al
cambio y flexibilidad o por cualquier otra razón que no sea
necesariamente la suerte.
Mitos de emprendimiento empresarial
11. Los emprendedores nacen, no se hacen.
Si supiéramos la cantidad de personas que tuvieron que iniciar un
negocio por necesidad o por desarrollar una idea que nadie más ha
tenido, o simplemente por no encontrar un trabajo a su medida, nos
sorprenderíamos. Hay muchas personas que nunca en la vida se
imaginaron que iban a emprender, aunque también haya personas que
nacen con espíritu emprendedor.
Mitos de emprendimiento empresarial
12. Son financiados por empresas de capital riesgo y Business
Angels.
Aunque es cierto que en ocasiones son financiados por ellos, si la idea
les convence, lo cierto es que la mayoría reciben su financiación de su
propio dinero, el de familiares y amigos, y en otras ocasiones de
préstamos de bancos y de préstamos ICO.
Mitos de emprendimiento empresarial
13. Si una persona se decide a emprender, y ha hecho un buen
plan de empresa, tiene el éxito garantizado, no tendrá que
cerrar.
Lo cierto es que, aún cumpliendo con todo, sólo uno de cada diez
negocios pasa del tercer año de vida.
Mitos de emprendimiento empresarial
14. Si un autónomo fracasa mucho mejor, porque aprenderá de
sus errores y empezará con más fuerza.
Lo cierto es que lo deseable es no errar, porque los errores se pagan
caros, aunque los fracasos sí deben ser utilizados para aprender de
ellos y mejorar.
Mitos de emprendimiento empresarial
15. Cuanto más dinero se tenga, más dinero se ganará.
Puede ser verdad en muchos casos, pero lo importante es contar con el
dinero necesario para que se pueda iniciar el negocio sin carencias y
compensar todo lo demás con trabajo y todo lo que se pueda aportar.
Hay personas que ganan mucho dinero y han empezado con
presupuesto cero.
Mitos de emprendimiento empresarial
16. Son personas que no analizan las cosas, se lanzan a la
aventura. A eso se le llama espíritu emprendedor ¿no?
Pues no. Para iniciar cualquier negocio hay que utilizar la pasión, sí,
pero también mucho la cabeza, la disciplina y la paciencia. Sólo así se
conseguirá no tener una caída muy fuerte.
Mitos de emprendimiento empresarial
17. El empleo es seguro, la mayoría de negocios no.
Si la mayoría de negocios no son seguros ¿por qué el empleo sí? ¿quién
da los empleos? Nada en la vida es seguro, y mucho menos ahora que
empiezan a fracasar muchos negocios por no poder soportar la
situación económica que tienen que afrontar.
Mitos de emprendimiento empresarial
18. Una idea brillante te hará rico.
Mentira. Una idea brillante no es necesaria ni tampoco suficiente para
el desarrollo de un negocio exitoso, a pesar de que no está de más.
Mitos de emprendimiento empresarial
=
19. Si construyes, vendrán.
Alejado de la realidad. No sólo hay que hacer algo excelente, sino que
hay que comunicarlo y hacerlo bien. No sólo por hacer el mejor
producto el cliente lo aceptará.
Mitos de emprendimiento empresarial
20. Lo que tú piensas es lo más importante.
Puede ser, pero para generar un negocio no es lo más importante. Al
momento de evaluar tu idea, en realidad no importa sólo que tú y
todos tus amigos piensen que tu idea es la mejor. Lo que sí importa es
lo que piensan tus clientes.
Mitos de emprendimiento empresarial
21. Los modelos financieros son falsos.
Puede que no exista forma de anticipar con exactitud cuánto dinero
obtendrás de tu emprendimiento, sin embargo, el motivo por el cual se
desarrollan modelos financieros es para hacer una verificación de la
realidad y convencerte a ti mismo de que existe la posibilidad de que la
inversión sea rentable.
Mitos de emprendimiento empresarial
22. Lo que sabes es más importante que a quién conoces.
Lo cierto es que es más importante a quién conoces que lo que de
hecho conoces. Esto no quiere decir que ser inteligente y conocedor no
sea útil. Saber “qué” por lo general es un medio efectivo para que te
presenten a los “quiénes” adecuados y hay un motivo lógico detrás de
esto: las decisiones comerciales son horrorosamente complicadas.
Mitos de emprendimiento empresarial
23. Necesito mucho capital para comenzar mi negocio.
Esto es impreciso. La verdad es que sí necesitarás dinero, pero no
necesitas tanto para empezar, lo que sí necesitas es tener ganas de
trabajar mucho. Tienes que lograr que tu idea brillante dé sus frutos;
nadie lo hará por ti y nadie te dará el dinero para contratar a otro para
que lo haga.
Mitos de emprendimiento empresarial
24. La idea es la parte más importante de mi plan de negocios.
No. La idea es casi irrelevante. Lo que importa es:
1) quiénes son tus clientes;
2) por qué comprarán lo que vendes,
3) quién forma parte de tu equipo y
4) cuáles son los riesgos.
Mitos de emprendimiento empresarial
25. No tener competencia es bueno.
Sería pésimo creerlo. Puesto que, si no tienes competencia
seguramente sea porque no hay posibilidad de hacer dinero. Hay seis
mil millones de personas en el planeta y es muy poco probable que
ellos hayan dejado un nicho del mercado rentable totalmente sin
explotar.
Mitos de emprendimiento empresarial
27. El Emprender: ¿es innato o se aprende?
¿Puede todo el mundo convertirse en empresario?
Hay muchas motivaciones que pueden llevar a un individuo a decidirse
a poner en marcha una iniciativa empresarial. Una adecuada
combinación de estas motivaciones junto a determinadas
características personales deben ser los requisitos mínimos que ha de
tener el emprendedor o la emprendedora para afrontar su iniciativa
con ciertas garantías.
En cuanto a las motivaciones que pueden impulsar a una persona a
convertirse en emprendedor podríamos citar las siguientes:
28. Saber dónde estoy, saber qué me falta
La independencia profesional y laboral
Es evidente que la motivación de "ser tu propio jefe“ invita a mucha
gente a lanzarse a la aventura, ya sea por querer tener nuevas
experiencias, diferentes a la de trabajar por cuenta ajena o por una
cuestión de principios. En este sentido, es necesario mencionar que
este motivo, considerándose importante, no debería considerarse
exclusivo a la hora de tomar la decisión de poner en marcha una
empresa.
29. La dedicación a una actividad elegida personalmente.
La motivación que genera el hecho de trabajar en una actividad elegida
por uno mismo, el hacer realidad una idea propia, y la motivación que
genera también el sentimiento de propiedad de la empresa hace que
crear una se convierta en algo muy atractivo.
Saber dónde estoy, saber qué me falta
30. El ejercicio del liderazgo
Algo que es muy valorado por personas que desean convertirse en
referencia para otras personas. Los emprendedores y emprendedoras
tienen una responsabilidad directa o indirecta con las personas que
participan en el proyecto.
Saber dónde estoy, saber qué me falta
31. El afán de lucro
Uno de los móviles más frecuentes y también uno de los más
engañosos. Cierto es que una empresa que funciona bien puede
permitir el enriquecimiento del empresario, pero no es menos cierto
que pone mucho en juego, y que a veces los beneficios no llegan en el
corto plazo.
Saber dónde estoy, saber qué me falta
32. Además de las motivaciones, de las que solo hemos puesto quizá las
más destacadas, cada emprendedor deberá saber cuáles son las suyas,
numerosos estudios demuestran que existen unas ciertas
características personales que distinguen a los emprendedores y
emprendedoras de éxito de aquellos que quizá se queden en el camino.
La pregunta inmediata es ¿son habilidades innatas? ¿o se pueden
adquirir, incorporar a nuestra forma de ser?
Saber dónde estoy, saber qué me falta
33. No cabe duda que hay personas que “nacen” con un perfil de
personalidad que les facilita realizar unas ciertas actividades con más
facilidad que a otras personas. Personas que tienen más facilidad para
hablar idiomas, otras que son muy “manitas”, los que hablan “hasta
debajo del agua”. Ahora bien, todas estas habilidades se pueden
adquirir, pero lo primero que tengo que saber es ¿Qué habilidades?
¿Cuáles tengo y cuáles tengo que adquirir y/o mejorar?
Saber dónde estoy, saber qué me falta
34. Características de éxito en una persona
emprendedora
Un emprendedor o emprendedora debe poner en juego a la hora de
pensar en iniciar su proyecto empresarial.
Bien es cierto que son aspectos de la personalidad que nos van a
resultar útiles en cualquier tipo de orientación profesional que
elijamos, (pero en el caso de iniciar una andadura empresarial diríamos
que son casi imprescindibles). Vamos a analizar brevemente cada una
de ellas:
35. INICIATIVA
Que se traduce en la capacidad de tomar las riendas de nuestra
vida y dar pasos hacia delante sin que nadie nos indique la
dirección exacta, ni como llegar exactamente. Iniciativa es la
cualidad de adelantarse a los demás en llevar a cabo una tarea, un
proyecto determinado.
Nos proporciona autonomía de actuación, la sensación de que
podemos iniciar cualquier camino. Resulta una cualidad
imprescindible para iniciar un proyecto empresarial.
Características de éxito en una persona
emprendedora
36. FORTALEZA ANTE LAS DIFICULTADES.
El camino de un emprendedor/a no está exento de dificultades y
traspiés. Conseguir financiación, conseguir clientes, estar atento a
la competencia, las crisis económicas, los problemas de tesorería,
debemos actuar ante estas situaciones con entereza, no viviéndolas
como barreras insalvables, sino como tropiezos que debemos ir
solventando según se presenten. Disfrutemos de los éxitos,
trabajemos duro cuando las cosas se pongan feas.
Características de éxito en una persona
emprendedora
37. CAPACIDAD PARA ASUMIR RIESGOS
Un valor importante de todo buen emprendedor es la asunción de
riesgos. No toda persona es capaz de arriesgar su patrimonio y
trabajo por una apuesta empresarial cuyo éxito no está plenamente
garantizado. Comenzar un negocio suele representar riesgos en
términos económicos y del estilo de vida del emprendedor, cada
decisión nueva implica riesgo y es necesario afrontarlos sin temor,
pero también con la adecuada cautela, para seguir adelante en
nuestro proyecto.
Características de éxito en una persona
emprendedora
38. CAPACIDAD DE TOMA DE DECISIONES
Estamos tomando decisiones durante todo el día, no le damos mucha
importancia, decidir sobre si me compro los zapatos negros o marrones
no parece que genere mucha dificultad, pero en el ámbito empresarial a
veces las decisiones no son tan simples, no debemos vacilar, tampoco
debemos tomarlas alegremente, siempre es preciso un análisis previo,
analizar las diversas alternativas y decidir lo que creemos más correcto.
Aún así nunca tendremos la garantía plena de acierto, pero lo que nunca
deberemos hacer es quedarnos bloqueados sin tomar ninguna decisión,
o tomarla demasiado tarde por temor. No está mal escuchar a otras
personas y dejarnos aconsejar por personas de confianza, en muchas
ocasiones resulta de mucha ayuda. Pero no olvidemos que la decisión
final debe ser nuestra.
Características de éxito en una persona
emprendedora
39. FLEXIBILIDAD
Ante los clientes, ante el mercado, el entorno empresarial actual
obliga a estar permanentemente atento a lo que sucede alrededor,
no dejaremos de insistir en ello. Ahora bien, de la observación
deberemos pasar a la acción, esos cambios que observamos a veces
nos obligaran a dar giros de 180º en la orientación de nuestro
negocio. Uno de los valores de un negocio debe ser su capacidad
camaleónica de adaptarse rápidamente a los cambios del entorno.
Utilicémosla adecuadamente.
Características de éxito en una persona
emprendedora
40. CAPACIDAD DE APRENDIZAJE
Estos cambios de los que hemos hablado en el párrafo anterior nos
van a obligar en numerosas ocasiones a tomar caminos
desconocidos para nosotros, aún no explorados, lo que nos obliga a
estar aprendiendo continuamente. En la sociedad del Siglo XXI el
aprendizaje permanente se convierte en nuestra segunda piel.
Características de éxito en una persona
emprendedora
41. ORGANIZACION Y PLANIFICACION DEL TIEMPO Y DEL TRABAJO.
Usted necesita ser ordenado para hacer buen uso de su tiempo. Nunca
tendrá todo el tiempo que necesita tener para lograr hacer lo que se
propone, pero la organización permite que utilice el tiempo de una
manera más eficaz. Es decir debe conseguir hacer más en menos tiempo.
En el inicio de una aventura empresarial, el emprendedor tendrá que
hacer de todo, probablemente no tendrá todavía ningún empleado que
le ayude, la organización de las actividades y de las tareas que tenga que
realizar, elegir las prioridades adecuadas y no morir en el intento, es un
elemento imprescindible para sobrevivir a la puesta en marcha de una
nueva empresa.
Características de éxito en una persona
emprendedora
42. CONFIANZA EN SÍ MISMO:
Los grandes emprendedores son personas con elevados niveles de
madurez, la cual se manifiesta en una autoconfianza que les permite
superar los frecuentes momentos de dificultad. Es el reconocimiento en
sí mismo de los valores, conocimientos, emociones y aptitudes que
tiene, lo que le da el poder, la confianza y la tranquilidad para actuar y
enfrentar desafíos. Usted debe creer en lo que está haciendo.
Sentir que usted está haciendo algo bien hecho. Debe estar ilusionado
con su proyecto, creer en su idea y en sus posibilidades de llevarla a la
práctica con éxito, ser constante y saber sacrificarse por su empresa. Si
no cree en sí mismo y en su proyecto, hay muchas probabilidades de
fracasar.
Características de éxito en una persona
emprendedora
43. AFÁN DE LOGRO
La empresa supone siempre acción ardua. Iniciar una aventura
empresarial sin la convicción de conseguir el triunfo es un elemento
negativo, lo contrario no asegura el éxito, pero ayuda.
Debemos luchar constantemente por alcanzar nuestros objetivos,
superarnos en hacer las cosas mejor cada día. Ser mejor que
nuestros competidores, dar un mejor servicio a nuestros clientes,
conseguir la cuota de mercado prevista, en fin, un sinnúmero de
objetivos que nos debemos proponer y que debemos tener la sana
ambición de conseguir, poniendo todo nuestro empeño en ello, sin
decaer aunque no se cumplan todos los objetivos previstos.
Características de éxito en una persona
emprendedora
45. Competencias (y afines)
Competencia: capacidad para utilizar conocimientos, destrezas y
habilidades personales, sociales o metodológicas, en situaciones de
trabajo o estudio y en el desarrollo profesional y personal. En el
contexto del Marco Europeo de Cualificaciones (MEC), la competencia
se describe en términos de responsabilidad y autonomía. MEC
enumera tres tipos o categorías: Las competencias básicas o
instrumentales son las asociadas a conocimientos fundamentales y se
adquieren en la formación general. Entre estas competencias están la
habilidad para la lecto-escritura, la comunicación oral y el cálculo.
46. Aquí se distinguen dos tipos: las genéricas y las especializadas,
específicas o técnicas.
a) Las competencias genéricas o transversales se relacionan
con los comportamientos y actitudes de labores relacionadas con
diferentes ámbitos de producción. Entre estas competencias están,
por ejemplo, la capacidad para trabajar en equipo, la capacidad de
planificación, la habilidad para negociar, etcétera.
b) Las competencias especializadas, específicas o técnicas,
que tienen relación con aspectos técnicos directamente vinculados
a la ocupación, y que no son tan fácilmente transferibles a otros
contextos laborales.
Competencias (y afines)
47. Definiciones
Conocimiento:
es el resultado de la asimilación de la información a través del
aprendizaje. El conocimiento es el conjunto de hechos, principios,
teorías y prácticas que se relaciona con un campo de trabajo o estudio.
En este contexto, los conocimientos se describen como teóricos o
prácticos.
48. Habilidad:
la capacidad de aplicar conocimientos y utilizar técnicas para completar tareas y
resolver problemas.
Las destrezas se describen como cognitivas (uso del pensamiento lógico, intuitivo
y creativo) y prácticas (fundadas en la destreza manual y el uso de métodos,
materiales, herramientas e instrumentos).
Entre las habilidades requeridas para emprender destacan: a) capacidad para
planear, organizar, analizar, comunicar, hacer reuniones informativas, evaluar y
recordar, b) capacidad para proyectar un determinado desarrollo o iniciativa, c)
habilidad para trabajar en equipo cooperativamente y de manera flexible, d)
ser capaz de identificar las fortalezas y debilidades del resto, e) habilidad para
actuar de manera proactiva y responder positivamente a los cambios y f)
habilidad para evaluar y asumir riesgos cuando existen las garantías adecuadas.
Definiciones
49. Las habilidades duras (funcionales)
Generalmente se pueden adquirir de una manera lógica y sistemática.
Estas habilidades funcionales (como conducir un coche o cualquier otra
máquina, hablar un idioma extranjero, el uso de una computadora o un
software específico) son operacionalizables, factibles de medir, evaluar
y certificar. Aquí destacan elementos tales como la capacidad para
utilizar el conocimiento y las destrezas relacionadas con productos y
procesos. La aplicación de conocimientos y técnicas específicas
(asociadas más directamente con el conocimiento explícito).
Definiciones
50. Las habilidades blandas (también llamadas sociales o de
comportamiento)
Son destrezas de orden más subjetivo e intangible. Estas habilidades
interpersonales se adquieren principalmente a través del
entrenamiento y la práctica. Aspectos como el liderazgo, la capacidad
para comunicarse individual y grupalmente así como ser capaz de
desenvolverse en contextos de incertidumbre o complejidad. Estas
habilidades pueden ser consideradas elementales a la hora de evaluar
al personal de las empresas. Resultan fundamentales para la vida diaria
y suelen ser difíciles de observar, cuantificar o medir. Asociadas más
directamente con el conocimiento tácito.
Definiciones
53. La comunicación en la lengua materna
Es la habilidad para expresar e interpretar conceptos, pensamientos,
sentimientos, hechos y opiniones de forma oral y escrita (escuchar,
hablar, leer y escribir), y para interactuar lingüísticamente de una
manera adecuada y creativa en todos los posibles contextos sociales y
culturales.
54. La comunicación en lenguas extranjeras
Implica, además de las mismas competencias básicas de la
comunicación en lengua materna, la mediación y comprensión
intercultural. El grado de dominio depende de varios factores y de las
capacidades de escuchar, hablar, leer y escribir.
55. La competencia matemática y las competencias
básicas en ciencia y tecnología.
La competencia matemática es la capacidad de desarrollar y aplicar un
razonamiento matemático para resolver problemas diversos de la vida
cotidiana, haciendo hincapié en el razonamiento, la actividad y los
conocimientos. Las competencias básicas en ciencia y tecnología
remiten al dominio, la utilización y la aplicación de conocimientos y
metodología empleados para explicar la naturaleza. Por ello, entrañan
una comprensión de los cambios ligados a la actividad humana y la
responsabilidad de cada individuo como ciudadano.
56. La competencia digital
Conlleva un uso seguro y crítico de las tecnologías en la sociedad de la
información y, por tanto, el dominio de las tecnologías de la
información y la comunicación.
57. Aprender a aprender
Competencia vinculada al aprendizaje, a la capacidad de emprender y
organizar un aprendizaje ya sea individualmente o en grupos, según las
necesidades propias del individuo, así como a ser conscientes de los
métodos y determinar las oportunidades disponibles.
58. Las competencias sociales y cívicas.
La competencia social remite a las competencias personales,
interpersonales e interculturales, así como a todas las formas de
comportamiento de un individuo para participar de manera eficaz y
constructiva en la vida social y profesional. Esta competencia se
corresponde con el bienestar personal y colectivo. La comprensión de
los códigos de conducta y de las costumbres de los distintos entornos
en los que el individuo se desarrolla es fundamental.
Un individuo puede asegurarse una participación cívica, activa y
democrática gracias a estas competencias cívicas, especialmente, a
través del conocimiento de las nociones y las estructuras sociales y
políticas (democracia, justicia, igualdad, ciudadanía y derechos civiles).
59. El sentido de la iniciativa y el espíritu
de empresa
Consiste en la habilidad de transformar las ideas en actos, y que está
relacionado con la creatividad, la innovación y la asunción de riesgos,
así como con la habilidad para planificar y gestionar proyectos con el fin
de alcanzar objetivos. Las personas son conscientes del contexto en el
que se sitúa su trabajo y pueden aprovechar las ocasiones que se les
presenten. El sentido de la iniciativa y el espíritu de empresa son el
fundamento para la adquisición de calificaciones y conocimientos
específicos necesarios para aquellos que crean algún tipo de actividad
social o comercial o que contribuyen a ella. Dicho espíritu debería
implicar, asimismo, una concienciación sobre los valores éticos y
fomentar la buena gobernanza.
60. La conciencia y la expresión culturales
Suponen la conciencia de la importancia de la expresión creativa de
ideas, experiencias y emociones a través de distintos medios (la música,
las artes escénicas, la literatura y las artes plásticas).
61. Competencias estratégicas para
los emprendedores
Jerry Kaplan, de la Universidad de Stanford, identifica cinco
competencias críticas que requieren los emprendedores:
1. Liderazgo: capacidad de construir consenso frente a la
incertidumbre.
2. Comunicación: habilidad para generar mensajes claros y
consistentes.
3. Toma de decisiones: saber cuándo tomar decisiones.
4. Trabajo en equipo: saber cuándo confiar y cuándo delegar.
5. Capacidad de abstracción: ser capaz de concentrarse en los detalles
y luego abstraerse para analizar la realidad completa.