Cada sociedad sufre un proceso de cambio, es por ello que se da una mirada al pasado en el caso de la educación romana, la cual nos dio grandes aportes en el sistema educativo que tenemos hoy en día. “Esta ciudad ubicada en el corazón de Lacio nació como una urbe de pequeñas dimensiones en medio de un valle rodeado por siete colinas, la mayoría de sus fundadores eran latinos.”¹ Aquí radica la importancia de experiencias educativas de ese tiempo para relacionar y dar identidad al quehacer educativo en México. Debido a que actualmente en todo el mundo las instituciones educativas debe enfrentar retos particularmente difíciles: debe formar ciudadanos capaces no simplemente de adaptarse a los inadvertidos cambios de la sociedad y de las actividades técnicas y científicas, sino de generar y conducir dichos cambios; deben de encontrar las formas de incidir de manera cada vez más decidida, eficazmente en la sociedad y rescatar el valor cultural de la educación. En base a esto, se debe conseguir un verdadero cambio en la enseñanza del estudiante, para que así se pueda entender y mostrar con evidencia, la herencia de esta cultura romana y comprobar cómo las formas de enseñanza antiguas nos ayudan a entender mejor el presente en la realidad educativa.