El documento analiza cómo los profetas entendieron el actuar histórico de Dios. Explica que los profetas veían a Dios como soberano e impredecible, más allá de la lógica humana. Reconocían que Dios actúa en la historia para amar y guiar a su pueblo, aunque a veces su actuar parece tardío o inoportuno. Los profetas también advirtieron contra la idolatría de confiar en falsos dioses creados a imagen humana, y defendieron al verdadero Dios compasivo revelado
La mirada de Jesús: Una mirada que traspasa el corazón
¿Cómo entendieron los profetas el actuar histórico de Dios?
1. Materia: Semillero de TeologíaProfesor: Juan Alberto CasasAlumno: Milton CamargoFecha: 28 de febrero de 2010. <br />¿Cómo entendieron los profetas el actuar histórico de Dios?<br />Al iniciar una reflexión acerca de cómo el profeta va a entender el actuar de Dios en la historia, se debe decir antes, que el hombre que se encuentra inmerso en un mundo que avanza vertiginosamente, él no puede ser un ente más que simplemente es fruto de un movimiento, es necesario que este sea capaz de pararse para mirar la historia pasada de cómo ha aconteciendo y el presente fijando un posición ante ella, para poder generar un cambio a la realidad en la que se vive. Además por medio de su reflexión crítica debe ser capaz de proyectar el futuro, para no caer en los errores del pasado, sino al contrario planteando soluciones a la sociedad para que esta no sea un ser ciego y termine perdida en el abismo. De manera pueda mostrar caminos que ayuden que ayude al hombre a ser más humano y a alcanzar una sociedad más justa. Hasta aquí no hay nada de extraordinario, todo es fruto del pensar del hombre y de su lógico, pero nos interesa ver es como Dios a este hombre el cual se llamara profeta puede ver que Dios actúa en esta historia y además por medio de ella le habla y le ilumina el camino que proponga a la sociedad para que o sea condenada a la muerte.<br />Se debe decir que el profeta por gracia de Dios no solo ve la realidad sino que la trasciende gracias a su fe que proviene de su misma historia en la que ha descubierto que Dios camina con él y lo ama, esto ha sido fundamental dejar a Dios que se apodere de su ser, y así se sienta amado, enviado, y que su fortaleza sea Él que acompaña y reprende. En este descubrir del profeta la acción de Dios en la historia, esté debe partir del hecho que Dios es un ser soberano, al que Él no toma una posición despreocupada ante la crisis histórica, sino que puede poner fin el cualquier momento que lo desee. Esté actuar resulta extraño y sorprende, puede generar escándalo al hombre, pues no se mueve por nuestra lógica. Esta es la razón que lleva en ocasiones al hombre a pensar que Dios no actúa en la historia o si lo hace no es cuando queremos, sino que en ocasiones pareciera que tarda demasiado, que no es oportuno su actuar, olvidando que a Dios es diferente a nosotros.<br />Ahora se suscito un nuevo interrogante y es: ¿Por qué Dios va actuar en la historia, a la vez cómo Él se vale de algunas personas (profeta) para manifestar su actuar, sentir y su pensar frente a la historia del hombre? Para dar una respuesta a este interrogante se debe partir del principio de que Dios es el Dios del amor, así por lo menos lo lograron percibir los hombres del A.T en especial los profetas o hombres llamados por Dios, los cuales descubren a un Dios que se autodefine por sus cualidades de compasión, clemencia, paciencia, misericordia y felicidad, es un Dios Padre que ama, llama y enseña a caminar; que perdona antes que se convierta el hombre, es un Dios sencillamente que ama gratuitamente al hombre sin merecerlo. Está experiencia de los profetas es lo que va a ser que ellos se sientan llamado a hablar en nombre de Dios y a mostrar a los otros como Dios a actuado y sigue actuando en la historia, demás señalando el horizonte para que el pueblo camine de la mano de Dios y no se vea abocado a la muerte. <br />Pero frente a este Dios el profeta debe estar en la capacidad de descubrir los falsos dioses o idolatrías que el hombre mismo ha buscado fruto de su deseo de cimenta su confianza en un ser que de algún modo siempre es superior al mismo hombre, el hombre tendrá la tendencia a rendirse frente a este dios que sea capaz de brindarle bienestar al hombre, se podría afirmar que el hombre es la gran ramera ante el mejor postor se vende. Es así que en esta búsqueda afanosa del hombre lo lleva a querer manipular a Dios, es decir que se actué de acuerdo a la lógica del hombre. Allí se corre el riesgo en creer que ese dios es de exclusividad por que brinda privilegios a un grupo elegido sobre los demás, esto es moverse por nuestra mentalidad, olvidando que Dios nos desborda totalmente, que no piensa y actúa de acuerdo a nuestra racionalidad, pues su lógica es diferente a la nuestra.<br />Este es el peligro que corre toda la humanidad al caer en una idolatría, ya que ha cimentado la confianza al divinizar a un dios que se mueve según su mentalidad, de esta forma su dios o realidad divinizada siempre le genera al hombre seguridad y garantía para la vida, pero en esta idolatría surgen una victimas de injusticias indirectas, el egoísmo y el agobio. En la idolatría siempre hay una manipulación de la divinidad para que sirva al hombre de acuerdo a sus deseos y su mentalidad. Es un dios que actúa según la voluntad de su creador, el cual en este juego pronto se convertirá en su esclavo victima de su propio invento que lo destruye interiormente cerrándolo a Dios y a su prójimo, así, la manipulación de Dios según Von Rad es el querer configurar a Dios según nuestra imagen.<br />Se puede concluir que el hombre de hoy (profeta) en su expresión y experiencia religiosa para que no vaya a caer en la idolatría y descubra al verdadero Dios que lo ama y actúa en la historia, debe partir del hecho en el que Dios es algo que asombra, que es supremo y soberano y no se mueve de acuerdo a nuestra lógica, es decir su mismo ser es un misterio, de lo contrario no se estará en la capacidad de percibir el actuar de Dios en la historian, ni se podrá oír su voz como lo descubrieron los profetas. <br />Reflexión personal<br />Considero que uno en la vida esta en una búsqueda constate de afirmarse en algo que le de seguridad y confianza para la vida, sencillamente se busaca felicidad, pero al realizar esa búsqueda fruto de los propios deseo que nacen en el interior, hace que uno crea que en algunas cosas o realidades que proyecta el mundo ahí está la felicidad y el sentido a la vida se encontrara. Es así como creemos haber encontrado lo que buscábamos o incluso a esa misma realidad que buscamos la proyectamos según nuestro imaginario y lógica, además, cuando esa realidad que buscamos es trascendente la pensamos y sentimos de acuerdo nuestro ser. <br />Es allí donde por buscar a un Dios verdadero que llene nuestro ser y nos desborde encontramos a un dios fabricado según nuestra lógica, cayendo en la idolatría. Pero esto no sólo sucede con la búsqueda de Dios, sino también al encontrarnos inmersos en este mundo y al sentir que no logramos encontrar o tener una experiencia de Dios radical nos lleva que depositemos nuestra confianza y esperanza en realidades terrenales, creyendo que allí se encontrará la felicidad, como por ejemplo el dinero, el alcohol, el sexo, la moda, la tecnología, etc. Pero sucede una cosa y es que cuando de algún modo se poseen estas realidades, sigue un vacio en nuestro interior, sentimos que al contrario de llenarnos, se está ahora más vacios.<br />Entonces nuevamente levantamos nuestra mirada hacia algo que en verdad nos trascienda y desborde, ese ser debe ser del verdadero Dios, el cual nos resulta soberano, impredecible, misericordioso, es allí donde se empieza una nueva etapa en la vida al cimentar nuestra confianza en este ser, pero sucede que en este caminar muchas veces pareciera que no estuviera con nosotros, que fuera una invención de nuestra mente, porque tal vez aun seguimos pensando que ese Dios se mueve como nuestra lógica, pero no es así, entonces terminamos por rendirnos ante Él, o simplemente separarnos de esté y cimentar nuestra vida en algo más palpable y real en nuestro mundo volviéndonos esclavos de estas realidades que nos circundan.<br />