Este documento es una carta de Lucho Gutiérrez a un amigo en la que resume la historia y cultura de Camaná, Perú a través de poemas y anécdotas. Lucho describe la identidad única de Camaná y su gente, incluyendo detalles sobre la agricultura local, la comida y bebida tradicional, y personajes históricos. El objetivo es celebrar y compartir la herencia de Camaná con los lectores.
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Luis Daniel Gutiérrez E.
luchogutierreze@yahoo.com
Arequipa - Perú
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Con Ton y Son
Camaná, una historia para contar
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Las cosas no son como las vemos, sino como las recordamos…
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“Yo soy un hombre sincero
de donde crece la palma
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma.”
José Martí
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Carta al paisano
Recordado socito:
Vierausté cuánto deseo irme por allá pa‟ que a luz de lumbre, aunque sea hasta
que las velas no ardan y el sol nos queme la frente, pudiéramos conversarnos
harto de las cosas de nuestro terruño.
Oigasté, cómo ha progresado, ¿no? Pero, si así debe ser, caminar junto con la
vida y los tiempos, echando siempre pa‟delante, poniendo el granito de arena pa‟
que‟l mundo vaya cambiando y quienes tengan el seso duro, aprendan a aceptar
la realidad, ¿acaso no es pa‟l bien general?
Socio, por la purita verdad, ¡vé!, con estos dedos en cruz, „toy con ganas de
arrancarme cruzando chacras y bordos pa‟ llegar hasta el río, chimbar y meterme
por lo pampallo, maber si cojo camarones, d‟esos taca gorda y prepararnos una
capizca como pa‟ que‟l Obispo pida le convidemos, ¿usté qué dice? O, a lo mejor
habrá por ahí un lechoncito bien cebado pa‟ una chicharroneada o una frijolada
con plato hondo que dizque lueguito luego ventilan el fundillo... tanto será el aire
que los pantalones solitos andan y la fragancia entibia el ambiente a punta de
anís. Yo sé que vos preferís un chupe matalambre o un tallarín de chocas,
nimporta, lo asentamos con un tremendo pisco cagafuego remojado en pan
mollete o siquiera con allullas pa‟ poder darle gusto a la nostalgia y embravecer la
voz, mismo mar en amanecida cargando cariño de atarraya plena a alguna
zambita picante y apachurrable, ¡ujujú!, entonces entonando algún Huachanaco…
a la manera y modo de Camaná/ recio me pongo a cantar/ digamos que pa‟
relatar/ un poco de lo que tenemos acá… crece la sandía esa donde parió la
chancha colorada y recién pa‟l destete y ya bien crecidas, salieron las crías
buscando un mayor espacio.
Pucha hombre, si es pa‟ no creerlo, acuérdese nomás cuando llegó el primer
avión y avisaron que‟l motor tenía nosecuántos caballos de juerza, ¿qué no
trajeron un montón de forraje pa‟ sustentar a las bestias? Cómo será de fregada la
gente que a uno le achacan falsos, fíjese usté, decir además que las camanejas
son pechugonzotas porque las guaguas cuando maman, soplan.
¿Será justo?, como si las cuestiones fuesen al revés. Dese cuenta, usté que
nadita tiene de lerdo, todito lo difunden y lo confunden por molestar, pa‟ que uno
haciéndoles caso pueda servirles de cuerda y risa, en fin… agora si usté los pone
en sus cabales, llévelos por la playa y enséñeles cómo al cabo del anzuelo, viene
ensartado muy bonito el canto de alguna sirena invitándolo a Las Cuevas pa‟
admirar el tesoro de los piratas o saborearse un sudadito de machas, d‟esas que
están corre que te corre y ya no hay.
Vea usté, la identidad del camanience es especial y diferente, que si se les
distingue por el habla, que si por el arroz, que si por la pinta salerosa de las
muchachas, que si por los gallos (sea a pico o navaja, van criando fama y
alcurnia), que si por lo ancho y corrido de sus orillas donde el verano es sano e
inolvidable… qué le voy a contar si usté lo sabe mejor que yo y tienusté
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fresquecito y al pié los bienhechores de la tierra, mas, ¿qué falta pa‟ que ninguno
olvide el pasado ni las perspectivas del mañana?
Palabra socio, ¿quién no añora su lar querido?, apenas llega uno y ya quiere
darse una vuelta por el valle entero, pa‟ reconocerlo y llenarse los ojos con el
verde verde de las sementeras, limpiarse los pulmones y el alma con el vientecillo
de sus días refrescando al sol, que muy atareado tarde a tarde se reposa en el
horizonte y ahí que le alcanzo mi saludo y mi homenaje con estos mis versos al
ritmo propio y estilo nuestro, “Con Ton y Son” - Camaná, una historia para
contar - que ojalás le gusten y disfrute, como quien dice pa‟ que enseñemos a
todas las gentes y a vuelo de pájaro quienes fuimos y quienes somos, un poco de
la reseña y la cultura popular de nuestra patria chica, paisano.
Mirando así, le digo y me digo, ¡salud socito! Recuerde que‟l progreso no es solo
festejos y palabra florida en aniversarios, sino y principalmente, obra continua
oteando el futuro, gratitud de hombres honradamente trabajando y apoyando el
trabajo.
Salud mi hermano y que viva y que beba.
Te abraza, Lucho.
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A la manera y modo de Camaná
recio me pongo a cantar,
digamos que pa‟ relatar
un poco de lo que tenemos acá.
Imploro a Dios y mi garganta
me concedan larga data,
pa‟ que junto su bendición
yo cabal cumpla tal ilusión.
Que aquí con poesía celebro
lo bueno que tiene el cerebro
pa‟ rememorar el ayer
y con fe, tamién en él creer.
Y si mi palabra no es maldada,
mucho menos malhablada,
a ustedes estos versos brindo
que yo interminable no me rindo.
Que‟n este valle mis padres nacieron
y de en edad en edad su sangre curtieron
más aún si los suyos a él se debieron,
tanto, que en vida y saber florecieron.
Si antes el sol era la deidad
y agora la cruz es el signo
ante ellos me inclino digno,
hijo puro de única calidad.
Que soy de América y peninsular
y sangre de dos continentes
yendo al par y vuelta vernacular
conjugan ambas vertientes.
Y nadies ha de negar lo evidente
que‟n mestizos nos convierte
mejor si pasado y hoy al paso van
y sin rencor ni distancia están.
Que así y azá somos
unidos como hermanos
y más tuabía si siendo peruanos
asimos brazos y juntos andamos.
Entonces y así, a lo llano
ahí que le alcanzo mi mano,
bien como pa‟ agasajo del alma
o parejito pisquearnos con calma.
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Y si esto no es harina de otro costal
cuerpo y verbo están en su garbanzal
y mejor en cuanto a recordar se refiere
que‟l seso así su poder nos confiere.
Lo cuento de pecho y memoria
tal vez errando en historia,
formal otro corrija después
la ignara letra y el traspiés.
Huacapuy la vio renacer
como hispana y cristiana
hecha a ser y florecer
siempre noble y galana.
Camaná afirman significa:
“El que manda desde la cama”,
yo aclaro que es por señorío
y no por atontador flojerío.
Sí pues, que‟n este suelo el sudor manda
y nadies con ocios se anda
que cada cual y a su gusto la sufre
pa‟ sanamente obtenerse lo que nutre.
Y si no es lo mismo Juana que Chana
hay que establecer la diferencia
que muchos creen, sin más referencia
que aquí se vive cual su real gana.
Usté nomás abra el entendimiento
a esto que‟l alma recita
que nuestra provincia necesita
mucho de‟l y más atrevimiento.
Sí, que‟l progreso no viene a desgano
que tenaz uno ha de poner la mano
pa‟ avanzar y ver otro porvenir,
que‟so a los hijos ha de convenir.
En el lugar de mi origen
mi valle crece al pié del mar
y tiene la verde imagen
de la tierra que sabe dar.
Como el verbo es veraz y apologal
ruego tendamos el corazón
a la amistad y la razón
que la madre merece este ganancial.
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Aprovecho esta ocasión
pa‟ trinar mi voz camaneja
que pa‟l día de mi difunción
anhelo irme sin una queja.
Que yo no quiero lamentos
ni ajeno ni propio ni conocido
por cuanto en esos momentos
yo estaré más lelo que comedido.
Y agora a vuestros oídos invoco
se olviden de tonos y compás
que yo con estos versos provoco
vueltas de tiempo y un poco más.
Y pese con la guitarra no soy ducho
yo que me llamo Lucho,
Gutiérrez Espinoza pa‟ más señas,
alzo mi lírica y me oyen hasta las peñas.
Y puesto que la noche se me hace día
y tiempo falta pa‟ festejar al terruño,
este mi sentir y la vida mía
pido con tesón forjen un nuevo cuño.
Y entonces con mi copa en alto,
sin que ninguno sea caído del palto
y pareciendo un poco letrado
rápido contaré lo antaño y lo añorado.
Por mi padre he heredado
el tono y son del Huachanaco
como pa‟ que cualquier convidado
le preste oídos al mismo Baco.
Siendo así, déjenme estar en su mesa
que soy una muy tranquila ave de paso
y como mi lengua no puede estar tiesa,
me obligo a refrescarla con este vaso.
Era la parra vino,
dulzor del arte decimero
que prende follaje palabrero
aquí, al borde del camino.
Y cómo me gusta gozarlo
que pa‟ quitapenas nada lo supera
más si una Eva ha de acompañarlo
pa‟ saborear todo lo que nos espera.
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Su atención nomás un ratito,
ni me oscurezcan el pensamiento
que preciso la luz del silencio
pa‟ hacerles grato este momento.
Estas coplas nacieron
a la sombra de un sauce silbador
y así jué como me convirtieron,
dizque un poquito cantador.
Que la vida así me ha premiado,
temple y nervio pa‟ andar contento
y sin pretensiones de ser un portento
corro suelto y libre y hasta envidiado.
Muchos juran cada gallo canta en su gallinero
falso refrán digo yo que canto donde quiero
y no por malcriadez o hacer alarde
sino que así es esto que en mi pecho arde.
Y si quien mucho abarca poco aprieta
bien pegadito a una mocha prieta
a la luna le cuento con esta mi voz
todo lo lindo que nos damos los dos.
Recuerdo si la noche era galante
partir de ola en ola, ebrio y picante
por ahí, avizorando el instante
¡zás!, entrar y agarrar alguna bacante.
El divino más me favoreció
con esto que me aconteció,
designome una buena mujer
y díome cobijas de buen ver.
Con razón yo me pregunto
sino será de justicia
que con algo de malicia
yo la quiera al punto.
Me dicen que tengo suerte
y siempre debo estar sonriente,
¿cómo voy a estar satisfecho
si tuavía nada tengo hecho?
El sendero tirará largo,
habrá piedras en qué tropezarse
ella de la fe se hará cargo,
yo de que la mala no nos alcance.
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Iremos donde nos lleve el trabajo
que pa‟ eso mi madre me trajo
me enseñó a ser comedido
y con el licor ¡ajajá!, muy medido.
Presumo pues ya habrán advertido
de lo que sanamente intento,
a Camaná dedicarle mi contento,
a su atención, muy agradecido.
El grillo y su rústico violín
de negrito saltarín
sobresalta en los caminos
a fieros ladridos caninos.
Modesto Ventruís pasa,
dispuesto a encender la brasa
de alguna moza pinta „e pava
que de sapa no solo besos daba.
Sobrado de rienda y galope
y a filo de puro jarro
como pa‟ combatir el catarro
¡ay!, que andaba golpe tras golpe.
Este era el hombre,
famoso salteador y bandolero
que un Subprefecto a luz de lumbre
metió en la boca un balazo artero.
Tal crimen en La Deheza se cometió
el verano de 1903 y en plena oscuridad,
Juan Caballero se llamaba la autoridad
y un solo disparo dijo lo que sucedió.
Aseveran la cuchara jué la guía
justo cuando el hombre comía
y el metal sus brillos daba,
Modesto ¡pum!, que‟l gatillo jalaba.
Dijeron que la venganza jué la causa
que a golpes y azotes sin pausa
en la cárcel como a mártir lo pusieron
por unas vacas que solitas lo siguieron.
Luego el taimado murió
d‟un lampazo que‟l cumpa le dio
porque no hubo acuerdo al repartir
el botín que debían compartir.
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En consecuencia, a lo hecho, pecho
que así y con mucho derecho,
a Dios rogando y el mazo dando
y ya verá usté cuánto sale ganando.
Eso de en campo ajeno rastrojar
es tratar a uno de estropear,
mientras para unos es la sudada
pa‟ otros, toditita la entrada.
Apuesto que ninguno de los presentes
sabe lo que son las huarachas,
son las chozas vigilantes pa‟ los hachas
que tamién usaban de socapa los amantes.
Porque pa‟ estas licencias el peón
gusta disfrutar los calores
y machote se alegra en amores
aunque sea con la hija del patrón.
Había que recomponer la espalda
de los trasiegos de la hinchaca,
qué mejor que mujer pa‟ la arreglada
así aliviaba, dándose al toma y daca.
Como ven, en esta virtuosa jugada
ambos ganan y ni quien se queje
pero si usté alarga a otra la mirada
¡ayayay!, quizás a un capón se asemeje.
Que pa‟ lo de los celos y otras vainas
pucha, que las socias son bien bravas
ninguna se anda con tontainas
y menos con que solo pelan habas.
Así que así, santo y por la sombrita,
agora si usté tiene su hembrita,
el pecao téngalo bien guardadito
como pa‟ que se lo goce solito.
Sí paisa, que lo de andar de atrevido
y más tuabía con la cabeza caliente
y el corazón cual tea ardiente
que‟aí quede y nunca sea sabido.
Por tanto y sin mucho pregonar
ni dudoso o preciso de faldas alardear
viva cual discreto caballero
matando solo y haciéndola de torero.
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Que cada cual maneja su redil
y sin parecer macho cerril
siempre a lo cauto tienda su laso
pa‟ que nunca le corten el brazo.
Y si vemos que potro saltón y loco
del pasto solo come poco,
ya sabemos que no hay que desesperar
cuando a la baya tenga que esperar.
Los malos tratos de la vida
hay que tomarlos con paciencia
que así ganamos experiencia
y güelta no dejar la jeta tendida.
Si todo nos juera fácil
todito lo veríamos difícil,
bonito es lomiarse duro
pa‟ luego saber salir del apuro.
Y sin morder más de lo que puede mascar
camine usté limpiamente,
caso contrario se puede atascar
y olvidarse transcurrir decentemente.
Y pa‟ eso de lo justo y lo sereno
bueno es la devoción lo ayude,
La Candelaria pa‟ quitarle lo veneno
y La Asunta que a las súplicas acude.
Y con estos dos Detentes
más el del Señor de los Milagros
como si del alma jueran presentes
adentro luzcan y verán qué logros.
Amén y sanseacabó dirá usté,
pero no y un poquito piensusté,
que una cosa es la rezada y el seso
y otra, la de verdad vivir sin peso.
Me dirijo a mis coterráneos,
a los que años fincan fuera,
antes que usté lejos muera
venga y conozca a los foráneos.
Que tengan nuestro aplauso y hermandad
porque impulsando un citadino andar
han promovido tamién la prosperidad
des‟ta Camaná que atrás no se va quedar.
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De repente no esté enterado
que mi gente es gente de trabajo
por eso le echa tremendo ajo
al que arribe y sea aflojado.
Pande irá el tunante
que se aprovecha del ignorante
¡ja!, cuentas tendrá que rendir
al varón que las venga a pedir.
Yo no sé de „onde remonta la fama
pero críela y túmbese a la cama,
eso sí socito es muy cierto
le sugiero andusté bien dispierto.
Digo esto pa‟ que no lo sorprendan
quizás de que algo hubo, hubo,
las agarradas retratan lo que se tuvo
reconozcámoslo y a nadies reprendan.
Qué jarana cuando me cuentan
un chacotero chiste camanejo
de‟sos que a la sesera calientan
¿acaso nomás son nuestro espejo?
Lo de certificar, por ejemplo
que la mujer tiene su pechonalidad
así de grandaza que ya tiemblo,
que pa‟l crío soplar es su habilidad.
Como quien dice
aquí al resve son los cuentos,
al final se coloca érase
y al inicio, los fundamentos.
No hay mejor cosa pa‟ poner remedio
que saber tirar pa‟ delante,
teniendo como mira y medio
todo lo que sea progreso y dignificante.
Vale haberse el gato rengo
cuando los motivos aparecen
era la ciencia del Chango
contra quienes piensan más merecen.
Que‟n las cosas de‟sta vida
cada cual se las tiene por sabida
y peor si cree que de‟ella ha de servirse
pa‟ trepar y sobre otros subirse.
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¡Ay! jijunas, l‟otra noche nomás
juí a cuidar las sementeras,
estaban pallapando tres o más
yo me guarecí en las esteras.
Vide, cosa que te disgustaría
¡cómo creían me hacían el sonso!
presta l‟arma arregló su puntería,
alharaquiando echaron un responso.
Saca tu cuenta socio,
encorajina te piensen necio,
medrosos zafaron por los bordos
pa‟ eso no fueron mancos ni lerdos.
Y hay bastantes que creen
que‟sto no es bien logrado,
aunque muchos de envidia se meen
la plata, a buena ley ha entrado.
En el río un ya lejano día
había un montonal de camarones,
y ¡mierda!, esta es la mía,
desaparecieron con tantos tragones.
Así jué como me familiaricé
con gente de alma y méritos,
d‟ellos saqué esto que agora sé,
mi tributo a esos momentos.
Aprendí a descubrir errores de otros
que a la legua brincaban como potros,
tamién aprendí a recibir un consejo
mas que sea viniera de un conejo.
En las “Tradiciones Peruanas”
que nada tiene de enanas,
Palma sentencio: “Camanejo y no cejo”,
dice de terco y hasta se nota en el dejo.
Es un tono especial y distintivo
que algún andaluz instituyó
y de algún modo constituyó
carácter, numen y calificativo.
Como de raza le viene al galgo
aquí el alma provinciana contiene
humor y travesura que ya es algo
pa‟ ver esto que la identidad tiene.
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¡Ah! y otra cosa saltante es
lo del hígado, la bronca y los cortés,
que como a cualquiera sucede
pasa que nos incita cuando puede.
Y ahí le cuento lo que pasé
por andármelas de paseandero
que sin querer testifiqué
líos de cuernos y burladero.
Pues los tragos son mal compañía
tanto que hasta nos tuercen la vía
que uno se hace pa‟ irse derecho,
buenito, sin darle cara al despecho.
Y si el hombre no nació pa‟ recular
es correcto plantarse de frente
y sin parecer servil o prepotente
deje claro que usté no es flojo ni regular.
No faltó quien con los vinos
se acordara de los agravios
y a punta de puño pelao,
se trinchara con el Mamao.
Con pendencia se abre el ruedo
pa‟ peliar hasta decir no puedo,
los dos se miran a matar
¡carajo!, qué rico se van a dar.
Jacinto largó un puntapié
el otro sarandeó un zurdazo,
replica como flechazo
un cabezazo que parece pié.
La baraunta se agranda y alarga
no hay cuando termine,
los pechos sudan, resoplan y a la carga
¡mi madre!, es el despepine.
Algo además se gritaron
de una mujer y una esquina,
tan feroz jué la inquina
que hasta los testigos callaron.
No se ven más que brillos,
es que refilaron los cuchillos
mostrando en ambos hombres
cómo lavar honor y nombres.
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Pero pronto una voz detiene
lo que de bravo cada uno tiene,
cada cual envaina su coraje
y un ¡bah!, posterga el viaje.
Conciente hácese campo la razón
apaciguando a la pasión,
agora güelven a brindar
por los quiñes que pudieron dar.
Otrora pa‟l tinterillaje
Camaná jué zona de pastiaje
y por cuestiones de linderos
se liaron muchos entreveros.
De resultas hubo quienes
que nada de lampa sabían,
se encontraron con que tenían
hartas chacras, hartos bienes.
Como moscas a la miel
llegaron intrusos sin hiel,
no faltó los que se frenaron
cuando duro los enfrentaron.
Con el rabo entre las piernas
se fueron largando pa‟ otro lao
ninguno se había quedao
siquiera pa‟ recoger sus prendas.
Y muerto el perro acabó la rabia
que así dice una conseja sabia,
mejor a otras tierras irse
antes que‟n estas pudrirse.
Tamién hubo tiempo de abijeaje
¡cómo abundó ese pillaje!,
de las majadas con carabina
se alzaban hasta a la china.
Qué finas bestias las de entonces,
altas briosas, cabezas levantadas,
su gasto recuperabas con creces,
buenas reatas, bien ensilladas.
Pa‟ que oigan todos los presentes
y aún la legión de ausentes,
San José, Boca del Río se llamaba
morada de gentes antes esclavizada.
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A Francisco Cabré se debe la variación,
que‟n misión con otros Curas Recoletos
y luego de poner a todos absueltos,
con el nuevo nombre afinó la devoción.
Las viviendas eran de quincha y barro
o de adobe y techo moginete,
por las lluvias traedoras del catarro
que las agüelas curaban a puro mate.
Atrás del San Cristóbal, cazabas
y qué lindas lomas habían,
de su embrujo no escapabas
por el güen pasto que tenían.
Quién no se habrá bajao
al pelo y galope desde la cumbre,
hasta el río llegaba el hombre
riendo la cansada que había gozao.
Así me lo ha contao mi viejo
apuestas iban, incluso algún consejo
quien más y sin lamentos
tiraba pa‟ abajo lleno de contentos.
El yeguarizo se juntaba
pa‟ la trilla del frijol,
al irse el sol que animaba
ahí sí que corría el alcohol.
Luego mermaban el ollón de capizca,
con llatán y mucha papa sancochada
del bitute no sobraba ni una pizca.
y la guata quedaba bien hinchada.
En esos tiempos no se conocía
hambre ni tanta fatalidad,
hoy la adversidad
cómo abunda, mi agüela decía.
Cuando el río enconchaba
se levantaban las izangas,
entonces la mar anzueleaba
ricos pejes pa‟ fritangas.
El río, ancho y caudaloso,
recostándose a la derecha,
desde años que soy memorioso
divide al valle como una brecha.
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De banda a banda y muy creador,
dando sus aguas al surco y al riego
convierte la tierra en un pliego
con pinta de verde y cielo soñador.
Y en épocas de avenidas
los desbordes ganaban las riveras,
las corrientes no eran contenidas
ni por caballetes ni por rezadoras.
Que más podía la naturaleza
que la divinidad que invocaban,
así pues y cada una con su realeza
porfiadas por su cuenta andaban.
Pero hablemos de gracias y sustentos
que‟l vientre necesita sus fundamentos,
igual la gente sus aires y sus sabores
y la olla quien le rinda sus honores.
Y en combados hornos de barro y adobe,
empanadas, molletes, allullas o bollos,
pancitos de lonja y manteca de chanchos,
engordaban la vida, te ponían al sobe.
¡Ay!, ni faltaba ni sobraba
la gente sí que papeaba,
queso, cuajada, requesón,
el que menos paraba a sazón.
Mas agora y como puede verse,
con ruidos de máquinas y motores
y aunque no quiera creerse
se jué lo antiguo tan lleno de amores.
No es que‟sté mal, el progreso digo
y al que yo mucho bendigo,
sino que nos olvidemos
qué juimos y a dónde miremos.
La pobre vieja se acordaba
de lo que ni rastros quedaba,
solita ella renegaba
del naranjal que ya finaba.
Notician era semilla valenciana,
su fragancia al mondarla
revivía en la noble anciana
al novio yendo a casa a sacarla.
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Sin remilgos ni prudente delicadeza
la hubo de aupar al anca,
llegó a la iglesia y con rudeza
silbó al Cura, al potro ató a la tranca.
De‟sa forma y estilo se casaron
felices con buen pié comenzaron,
doce hijos tuvieron
y los dos harto que se quisieron.
Hoy día con ceremonia la piden
le ponen color a la función,
en el ara dicen sí con mucha unción
pero a solas peliando ni se miden.
Señor, hay cosas que ya ni sé si existen
y no por sabor o ignorar en qué consisten,
esos oquendos, esos alfajores, esos tamales
que de probarlos usté curaba sus males.
Buñuelos, maicillos y chicharrones
eran codicia al estar en su punto
y en avalancha caían los comelones
¡ah!, mi tierra… ¡qué tal fruto!
Nomás gane conocimiento y pregunte,
delicias del paladar le informarán
y como en nos su olorcito persiste
pa‟ repetir, ¿cuántos no rogarán?
Valga esta oportunidad
pa‟ relatarles cierta historia
pues hay necesidad
la guarden en la memoria.
La relación va triste y a brevedad
y más si se ajusta a la verdad,
con esta no tengan cuidado
que nadies se siente calumniado.
Prevengo al que anide encontrones
porque la desgracia sea dicha,
que no soy manco ni chicha
y decidido l‟entro a los peleones.
El la falda del cerro de La Pampa,
allá por 1923 un crimen se cometió
y ninguna autoridad ajustició
a Adalid que escapó de la trampa.
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Blanca y guapa doña Felipa Pino
llegaba recién de confesarse,
ha tiempo el hombre juró su destino
y quiso con la muchacha alzarse.
Felipa se opuso potente
en forcejeos no la ganaba,
ella quería quedarse con quien amaba
él, dárselas de muy valiente.
Subió al zaino sabiéndose vencido,
reconoció por las puras había venido,
a la postrera amenaza de‟l,
rebelde miró a lo lejos el vergel.
La carabina sin tanto remordimiento
dispara y toca en el corazón
abriéndole un tremendo boquerón
y ahí la deja sin ningún miramiento.
Y corriendo desesperado
con los cascos a la jineta,
pareciendo un poso enfangado,
él, que se fue hecho un locumbeta.
Fugó metiendo harta espuela y ruido,
no faltó quien lo escondió,
pesaba la familia y eso, naides lo vio
después en Acarí refugiose el huido.
A los años, pueblo y ley olvidaron,
El asunto además lo empolvaron
El padre Juez y Vocales amigos,
¿hubieran valido acaso los testigos?
Nunca, ni por ira podré decir
ojo por ojo, diente por diente,
pero si La Biblia me deja mentir
no es pecao juzgar al delincuente.
Con los tiempos Adalid regresó,
trajo mujer y parentela hecha,
ninguno la antigua huella pisó
ni recordó lo que hizo su derecha.
Sea precisa esta ocasión
pa‟ brindarles mi recomendación,
al repasar lo ya pasado,
aprende, nada dejes postergado.
21. 21
Como no pretendo hastiarlos
media güelta al motivo principal,
no es mi deseo aburrirlos
ni tampoco cortar el historial.
En la cabeza me están retumbando
quiquiriquís de gallos gladiadores,
que a navaja o pico se andan matando
con bulla y aliento de apostadores.
Gane el jiro, gane el cenizo
igual se pierde, igual se bebe,
el hombre hizo lo que quiso
y el bolsillo queda al debe.
Si mestiza es la heredad,
se cruzó ya en antigua edad,
¿por qué no reconocer la certeza
y no florear nuestra cabeza?
De inga y mandinga tenemos
por eso todos ya ni tememos
nos llamen zambo, trigueño o acholado,
que‟ Perú es así, bien matizado.
Y un ejemplo chiquito nomás,
negro, negrito el corazón
que de‟so ya no hay más
y hasta mi tierra perdió la sazón.
Yepayá, Yemayá, Yeyandé,
círculo bailarín de yunza
hacha, machete, ya te ablandé
caete arbolito, gozaré mi danza.
Regalos tantos cuelgan tus ramas
que‟l mayordomo llenó generoso,
rendite, quiero esas armas
vos callate, patarrajada borrachoso.
En qué lugar no habrán habido
cuentos de brujas y aparecidos,
de tapaos y asaltos a los que han tenido
o muertes aleves hechas por bandidos.
Como esa tan mentada de los Contreras,
padres y prole, todos tasajeados
sin importar lloren hincados
orando, orando, no sean calaveras.
22. 22
Cierto, muy cierto y así lo confesaron
quienes los mataron y robaron,
luego en la cárcel purgaron
el delito y el daño que provocaron.
Retornando los arrieros a sus sitios,
alforjas llenas y varias compras hechas,
en Bandurrias o Palo Parao quedaban misios
por más que a los maleros soplaran quenchas.
Y cuántos no habrán dejado
sus esqueletos sin sepultura,
que hasta los cerros han gritado
les llegue la paz desde la altura.
Verbigracia los ocho cuerpos esos
que´n Jahuaí quedaron tiesos
pa‟ delicia de buitres y alimañas
bastantes gozadoras de‟stas mañas.
Muchos hablan de tesoros escondidos,
¡sabe Dios dónde estarán refundidos!
pero de verdacito se ven lumbreras
que desde lejos señalan tapaderas.
Y cuentan que a lomos de mula
sin ni un ardid que disimula,
los Astorga sus riquezas cargaron
y ahí ocultaron lo que na‟ embarcaron.
Y eso en virreinal época pasó
cuarenta bestias y el oro por entero
nunca se supo dónde quedó
ni nadies marcó con mísero florero.
Jué que los Jesuitas en su escapada
trataron llevarse pa‟ lucir su robada
y como el tiro por la culata les salió
ni uno jamás lo recordó ni más vio.
Por la pampa o la quebrada
un torazo mostrenco fiero rondaba,
que al diablo ayudaba con su cornada
y al viajero en un ¡zas!,empitonaba.
Y hasta ahorita queda el nombre
en testimonio de‟se jodido animal,
del que nadies supo cuál jué su corral
ni si perteneció a algún hombre.
23. 23
Y como pa‟ exigir su tributo
la Quebrada del Toro mucho se prodiga,
seco cae aquel que la maldiga
y el mal pa‟bajo nos jala y a lo bruto.
Si viendo lugares y misterios estamos,
es hora de tratar cómo vamos
al contar desgracias y abusos
que‟n esos tiempos andaban en usos.
Hay una hoyada que se conoce
como la Quebrada de la Horca,
al que mora allí que siempre rece
que a muchos coolies cargó la parca.
De allí brotan gritos de condenados,
de los que con mano propia murieron
que por tercura de los tonsurados
jué la tumba, dicen, ellos eligieron.
Presto le informo donde queda
luego de tomarme una agüita serenada,
a espaldas del Cementerio Provincial
donde igual están el peón y el general.
Fueron estos braceros,
cruzando ansiosos el océano,
que de lamperos o bodegueros
buscaron porvenir de peruano.
Y a su verdad de casi esclavos
poco a poco se acostumbraron,
hicieron familia y afincaron
pa‟ gusto y servicio de oligarcados.
Un fulano de mucho pisto y fuete
quiso asentar en su pago la ciudad,
lo balearon sin piedad
pa‟ quitarle todo lo fuerte.
Era el mismo que a sus chinos
aseguraba a una estaca de huarango,
podían fugarse, eran ladinos,
había que contenerlos bajo el mango.
Samuel Pastor así se llamaba
y un distrito su nombre guarda,
recordando tremenda vaina armada
y cómo el poder se vanagloriaba.
24. 24
En tiempos que los chilenos vinieron
a muchos de‟llos murieron,
una niña que‟ Chule uno quiso trincar,
¡fuá!, d‟un tajazo el roto allá jué a dar.
Y en esas fechas al litoral defendía
el Huáscar que‟n Quilca se guarecía,
hasta que la huesuda lo tocó
y su lucha en gloria trocó.
Cuarentaicinco días y cada noche,
la tropa esta sí que nos fregó
y si un poco más no se quedó
jué que los puyaron a troche y moche.
Hablando de sureños, ¿y el Tukapel?,
se fondeó como barquito de papel
en el mismo chiflón, la desembocadura
pa‟ que la mar y el río lo hagan levadura.
Su trabajo era el cabotaje
cargaba todo lo que se fuera de viaje,
pero el mal agüero lo agarró
y a la muerte pa‟ siempre se empató.
Agora de‟l agua trepo a tierra firme
que tengo urgencia por irme
a lugares de mayor ventura
pa‟ poder ver mejor desde la altura.
Había que tener cuidado
al tiempo de subir a Las Lomas,
en las majadas al más avispado
con zapallín le daban puras tomas.
Entonces ni cuándo pare la diarrea,
pronto debías soltar la correa
y pedir te den pura agua
curabas, sino seguías como guagua.
Dicen que‟l forraje duraba de año a año,
pese que las lluvias hacían harto daño
pa‟ ganado florecía mucho sustento
así que‟l dueño orejeaba muy contento.
Muchos evocan habían algodonales
En lo que hoy es todo arrozales,
Los fardos por Quilca salían
y hacían chancaca cuanto podían.
25. 25
Los cañaverales hasta „onde el ojo daba
y tupío monte d‟onde el cimarrón se ocultaba,
con los años más los adelantamientos,
todito varió, hay pródigos aprovechamientos.
La tierra, cuentan se cultivaba
por arrendamiento o aparcería,
al partir poco se quería
el labriego era quien se perjudicaba.
Dándose vigores entre faena y faena
cómo alegraba su corazón
cuando saboreaba con satisfacción
el chupe traído por su zamba buena.
Quién con nostalgia no recuerda,
viñas, frutales y platanales,
vamos, dele a la memoria cuerda
y ya verá qué de cosas naturales.
Pero ¡ay!, un general y su militar gobierno
vinieron con cuestiones de reformas
pa‟ bien o pa‟ mal todo pareció un infierno
y juicios y líos mil cambiaron las formas.
La tortilla a la mala se voltió,
el antes peón se tornó patrón
y este, pobre se volvió
el otro, algo macho y más trotón.
Preferible y con mucho gusto
otro asunto arreamos y sin disgusto,
que pa‟ dictaduras no está el alma
y más si nos atrae la calma.
Pa‟nde ira la cría cuando es casquivana
si la vaca jué loca y vana,
escuela tiene pa‟ aprender a embestir
por eso al potrero no puede resistir.
Mejor antes de enlazar la potranca,
fijarse si la yegua aguanta tranca
que las hijas se asemejan
a las madres que atinadas se manejan.
La moraleja dice: “Amigos
en tiempo de higos”,
pero en mi cuna playera,
la amistad no pide higuera.
26. 26
Ni me olvido de San Gregorio
ni de El Cardo, ahí„stá mi raíz,
pa‟ que entonemos con jolgorio
juntos la juerza de nuestro país.
Pucchún, San Jacinto, El Huarangal,
agora son como un paseíto frugal
cual hijo sin tiempo y apurado
pa‟ compartir el fruto madurado.
Cuando le toque ser abuelo
cuente a los nietos dónde nació,
fórmeles sentido de suelo
pa‟ que sepan cómo creció.
La patria mi amigo,
así se hace y defiende
que‟l cielo es mi testigo
y ni‟un antecesor se ofiende.
Por esos años el paludismo
provocaba gran orfandad
que dejaba en la orfandad
a los hijos del Cura mismo.
La gente con su quinina
que vendía la botica de la esquina,
íbase a tomar baños de sol y mar,
creían ya les volvería a dar.
A‟l pueblo los del campo venían,
fiesteras ellas en sus burros con cerones,
ellos, a pié calzado parecían campeones,
en domingo se compraba, todo les ponían.
Era de resaltar la diferencia,
las matronas con sutil indiferencia,
mucho encaje y sombrero de plumas
en sus paseos incitaban solo espumas.
Y ya en temporada de amancaes
se iban enfilando por La Punta
muy orondas con sus acompañantes,
después el cutáneo armaba la yunta.
Pícaro juego que haciendo pareja
entrelazaba piernas sin queja,
ladera abajo rueda que ruedan
con besuqueos hasta que puedan.
27. 27
Y era la flor suave ofrenda
pa‟ que la dama ni se ofenda
del tiento y el atrevimiento,
¿qué querrá con tal acomedimiento?
Y como una golondrina no hace verano
el pretendiente cogiéndole la mano
ronco y con antojo a la amada decía
bajito y en osadía que lo comprometía:
Y a sus pies quedo rendido
con todo mi ser oprimido
y a Dios de repente le pido
me diusté todo lo querido
¡Ay! candela pa‟ que me quemas,
tú mi amorcito ni temas
conmigo hayas de tener penas
si estas nomás han de ser ajenas.
Que yo vidita sabré cumplirte
y pa‟ mayor consistencia
te juro con harta preferencia
al altar te llevo sin más exigirte...
Y con la cuestión ya bien conquistada
con toda la cosa sabrosa y aderezada
y al firmamento teniendo por testigo,
duro que al cuerpo le daban su castigo.
Aquí vale afirme algo muy acertado
sobre la palabra esa que hace casorios,
Amor la llaman y es tan llena de abalorios
cual gran ave que‟n nubes ha anidado.
Y reitero y así digo porque la vida
con este arrullo nos endulza
dándonos un bonito pasaje de ida
pa‟ que nunca nos sea triste ni insulsa.
Y antes que la lengua se me trabe
vuelvo a cantar la razón original,
porque aquí tuavía más cabe
Ton y Son que‟n vino remoje su final.
Qué agüelo no recuerda el ventarrón
cuando el cielo rojazo y caliente
ocasionó terrible tribulación,
era 1948 y feo sol quemó el poniente.
28. 28
Tatito Santo, el mundo que se arrasa
golpes al pecho la gente daba y daba
y ahí que la quemazón continuaba
ardiendo y brillando hecho una brasa.
Ni vientos ni pájaros se salvaron
con sus maromas a lo fogata
en picada abajo se estrellaron
pa‟ gusto y bocao del panza calata.
Cómo habrá sido el fenómeno
que incluso el chueco Filomeno
rimó un son pa‟ memoria futura
y ahí que narra toda la desventura.
Pero pior oigasté jué la saladera
cuando la mar arrojó su aguadera,
un maremoto temible y malvado
nunca antes visto ni soñado.
Y harta pena que‟l grandísimo regó
de canto a canto mucha muerte dejó,
1868 que a la costa sin asco se comió
pa‟ tristeza del que‟n esos años vivió.
Y ha poco fíjese, igual cosa jué noticia
conste que no se lo digo como primicia,
sino que pensando en mayor ilustración
Dios en el 2001, repite la misma deflagración.
Previniendo la idea se me vaya
volvamos al tiempo lejano
no vaya a ser que luego no haya
quien cante y devele lo arcano.
Jué en Bodeguillas que se asentaron
los gentiles que su ser perfilaron,
raza que al tiempo jué desplazada
por ibéricos en plan de conquistada.
¡Caracho!, no es justo paisano
que estudiosos mete mano
se hayan llevado a otros lares
momias, cerámica y obra de telares.
Espero sea usté de‟ste parecer,
propongo un Museo Provincial
que sirva para hacer prevalecer
el valor de nuestro historial.
29. 29
Que aquí late la necesidad
y no porque haya necedad,
de conocer nuestro pasado
y más si eso es lo heredado.
Quédese sosegado por lo que digo
ya dije lo que he querido y podido,
corríjame pero jamás como enemigo
que así las coplas recuperen lo perdido.
Vos que hablais, cantais o escribis,
descuelga guitarra, ponele cajón
que‟l Huachanaco recobre emoción
y al terruño, lo recibido, devolvís.
Yo que a raudo vuelo de cantor
la provincia natal recorrí,
solicito igual que otro autor
cuente con cariño lo que no vi.
Ya vayamos sabiendo que‟l pasado
hay que verlo con los ojos del hoy,
pa‟ merituar lo que no han legado
y en la urgencia gritar, ¡aquí estoy!
Adivino los estoy medio cansando
si así es, ya me voy levantando,
con cuidado y sin que resbale,
pueda ser algún fijón diga: mirale.
Como ya las velas no arden
y el sol ya se aparece,
esta es la hora que merece
pongamos las cuentas en orden.
Déjenme retirarme entonando
lo que aquí conté cantando
pa‟ que no vayamos hermanando
y al futuro afrontemos trabajando.
Ojalás valoren lo que hoy supieron
y si algo de mi Camaná quisieron
que sea tamién su franqueza
porque aquí no entra la bajeza.
Y como el agua mucho tiene
pa‟ que sanamente la bendigan,
a estas coplas conviene
estarse en bocas que las digan.
30. 30
Serán palabras y voces cantoras
quienes quieran contar lo que falta,
que no será menester tenerla alta
ni tampoco con ínfulas canoras.
Y aquí acabo, para solaz y memoria,
con estos apuntes de Historia,
la partida y el calibre están dados
pa‟ otros que‟stén mejor enterados.
Una cosa más y pa‟ no molestarlos,
ruego a sus oyentes no olvidarlos,
porque como ella me ha favorecido
yo les entrego mi verso agradecido.
De‟ste modo termino, sencillo y llano
y pa‟ que a vos no te quepa interrogante
tenga sumando a mi mano de hermano
estos mis cantares a paso de viandante.
Que así canto y sonriendo estoy
con todo esto que a la buena le doy,
pa‟ que lo guarde y sobre mi tumba rece
por mi alma y por esto que ya crece.
Seguro que sí y vivirá y andará
y de boca en boca fructificará,
que así es el destino
de toda copla y todo güen camino.
Y no seré mala sombra ni mal evocación
que ya está mi tarea cumplida,
máxime que‟n las cosas de‟sta vida
yo tamién forjé mi condición.
Entonces, adiós o hasta un día nuevo
que si vuelvo y el verbo no renuevo
será porque definitivamente acabé
de cantar lo que aquí canté.
Como pa‟ ser luz, sal y fermento
del Huachanaco que fomento
con mucho interés y harto calor
que a nuestra vida darle mejor color.
A Camaná y a usté, muy reconocido
y siendo yo concreto y de sentimiento
sin más guaragua ni aturdimiento,
aquí concluyo y sincero pues me despido.
31. 31
Glosario de Términos
Camaná: Ciudad y Provincia costera del Departamento o Región Arequipa, en el
sur oeste peruano.
Chimbar: Acción de caminar dentro de aguas poco profundas. Vg. La orilla del
río.
Pampallo: Regionalismo referido a la poca profundidad de las aguas.
Fundillo: Sentaderas, posaderas, trasero.
Huachanaco: Copla que en cuarteto rimado de ritmo pareado o entero y a la
manera de Décimas, ponían a prueba la habilidad versificadora de los
contrincantes que improvisando y de modo espontáneo y satírico alegraban las
festividades, especialmente los carnavales.
Rastrojar: Término agrícola para significar el recojo de las malas hierbas o los
restos de lo cultivado y ya cosechado.
Bitute: Tentempié o alimento fuerte, frugal o pródigo plato de comida.
Llatan: Ají o rocoto molido y aderezado con aceite de olivo y cebolla picada a
cuadritos, suele incluirse tomate igualmente picado.
Huarachas: Construcciones temporales hechas de esteras que se usan para la
vigilancia de los sembríos.
Hinchaca: Utensilio de carga hecho de chito o totora, muy común en las
acequias, que debidamente es usado por los peones para el acarreo de las
semillas o la cosecha.
Capón: Animal macho castrado.
Agora: Barbarismo de “ahora”.
Pa’: Contracción vulgar de “para”.
Quencha: Maldición, brujería, maleficio.
Pallapar: Término agrícola para significar hurto o sustracción de cultivos.
Majada: Lugar de pastoreo y corrales del ganado durante la época de lomas.
Capizca: Plato típico preparado a base de camarón cocinado al hervor y que
acompañado de papa sancochada, se degusta con llatán o ají picante.
Guata: Barriga, estómago, vientre, panza.
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Izangas: Armazones cónicos de caña carrizo o callacaz que colocados
contracorriente, se utilizan para la pesca o recolección del camarón.
Caballetes: Rústicas defensas ribereñas hechas de troncos cruzados y que se
colocaban en el río durante la temporada de avenidas, a fin de aminorar la
velocidad de las aguas y disminuir los riesgos de subsecuentes desbordes.
Orejeaba: Reír de oreja a oreja.
Cimarrón: Esclavo que al fugarse vivía oculto en el monte.
Cerones: Armazón de ramas de callacaz aseguradas con tiras de cuero y que
puestas a lomos de los burros o jumentos servían como instrumento de transporte
o de carga.
Amancae: Flor silvestre de grata presencia y aroma que crece en Las Lomas,
cerros o planicies costeñas, debido a la humedad invernal y la bruma marina.
Tajazo: Aparatosa herida ocasionada por corte de puñal o de machete.
Coolie: Inmigrante chino o japonés traído bajo Contrato de Peón para realizar
labores agrícolas en la costa peruana y que en realidad, propició una suerte de
casi esclavitud y mucha explotación de similares características al del yanaconaje
andino.
Gentiles: Término con que los conquistadores españoles designaban al natural
no bautizado, es decir, el nativo o poblador aborigen de esta zona de Camaná
que la historia oficial denomina como Changos.
Vos: Vocablo que reemplaza al pronombre “tú”, muy en uso entre la gente de
campo.
Guaragua: Regionalismo significativo de alarde, fanfarronería o falsa chanza.
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