Poesias segundo

Luis Escritor
Luis EscritorProfesor en Secretaría de Economía à Secretaría de Economía

POEMAS

piano de Genoveva
Ramón López Velarde
(1888-1921)
Piano llorón de Genoveva, doliente piano
que en tus teclas resumes de la vida el arcano;
piano llorón, tus teclas son blancas y son negras,
como mis días negros, como mis blancas horas;
piano de Genoveva que en la alta noche lloras,
que hace muchos inviernos crueles que no te alegras:
tu música es historia de poéticos males,
habla de encantamientos y de princesas reales,
de los pequeños novios que por robar los nidos
una tarde nublada se quedaron perdidos
en el bosque; y nos cuenta de la niña agraciada
que recibió regalos de sus once madrinas,
que no invitó a la otra a sus bodas divinas
y que sufrió por ello los enojos del hada.
Me pareces, ¡oh piano!, por tu voz lastimera,
una caja de lágrimas, y tu oscura madera
me evoca la visita del primer ataúd
que recibí en mi casa en plena juventud.
Piano de Genoveva, te amo por indiscreto;
de tu alma a todo el mundo revelas el secreto;
cuentas, uno por uno, todos sus desengaños.
Piano llorón, la hermosa más hermosa del valle
se nos ha vuelto triste porque tiene treinta años
y no hay por todo el pueblo quien ronde por su calle.
Genoveva, regálame tu amor crepuscular:
esos dulces treinta años yo los puedo adorar.
¡Ruégale tú que al menos, pobre piano llorón,
con sus plantas minúsculas me pise el corazón!
27 de diciembre de 1908
Pluma y Lápiz, Guadalajara, Jalisco, México, 8 de enero de 1912
No Me Condenes
de Ramon Lopez Velarde
Yo tuve, en tierra adentro, una novia muy pobre:
ojos inusitados de sulfato de cobre.
Llamábase María; vivía en un suburbio,
y no hubo entre nosotros ni sombra ni disturbio.
Acabamos de golpe: su domicilio estaba
contiguo a la estación de los ferrocarriles,
y ¿qué noviazgo puede ser duradero entre
campanadas centrífugas y silbatos febriles?
El reloj de su sala desgajaba las ocho;
era diciembre, y yo departía con ella
bajo la limpidez glacial de cada estrella.
El gendarme, remiso a mi intriga inocente,
hubo de ser, al fin, forzoso confidente.
María se mostraba incrédula y tristona:
yo no tenía traza de una buena persona.
¿Olvidarás acaso, corazón forastero,
el acierto nativo de aquella señorita
que oía y desoía tu pregón embustero?
Su desconfiar ingénito era ratificado
por los perros noctívagos, en cuya algarabía
reforzábase el duro presagio de María.
¡Perdón, María! Novia triste, no me condenes;
cuando oscile el quinqué y se abatan las ocho,
cuando el sillón te mezca, cuando ululen los trenes,
cuando trabes los dedos por detrás de tu nuca,
no me juzgues más pérfido que uno de los silbatos
que turban tu faena y tus recatos.
PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
LOS AMOROSOS
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre —¡qué bueno!— han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la obscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida.
Y se van llorando, llorando
la hermosa vida.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida.
Y se van llorando, llorando
la hermosa vida.

Recommandé

Poemas siglo 20 par
Poemas siglo 20Poemas siglo 20
Poemas siglo 20Cecilia Veliz
107 vues13 diapositives
Amores difíciles, la vida y sus artistas par
Amores difíciles, la vida y sus artistasAmores difíciles, la vida y sus artistas
Amores difíciles, la vida y sus artistasMaría Belén García Llamas
662 vues58 diapositives
Poesía anterior al 36. Breve e incompleta antología par
Poesía anterior al 36. Breve e incompleta antologíaPoesía anterior al 36. Breve e incompleta antología
Poesía anterior al 36. Breve e incompleta antologíaMaría Belén García Llamas
938 vues30 diapositives
Mujeres poetas en la blo par
Mujeres poetas en la bloMujeres poetas en la blo
Mujeres poetas en la bloBiblioteca IES La Orden
544 vues15 diapositives
Expo los versos del capitan par
Expo los versos del capitanExpo los versos del capitan
Expo los versos del capitanpocahontasjoss
2.8K vues27 diapositives
1 A, ANTOLOGIA POETICA par
1 A, ANTOLOGIA POETICA1 A, ANTOLOGIA POETICA
1 A, ANTOLOGIA POETICATere Aliaga Cervera
13.1K vues48 diapositives

Contenu connexe

Tendances

Ilustrando Versos para todo el año par
Ilustrando Versos para todo el añoIlustrando Versos para todo el año
Ilustrando Versos para todo el añoBiblioteca IES La Orden
1.2K vues12 diapositives
Poesía posterior a 1936 par
Poesía posterior a 1936Poesía posterior a 1936
Poesía posterior a 1936María Belén García Llamas
1.3K vues48 diapositives
Parejas de la literatura en español par
Parejas de la literatura en españolParejas de la literatura en español
Parejas de la literatura en españolMaría Belén García Llamas
2.5K vues61 diapositives
Qué Es El Arte Tolstoi par
Qué Es El Arte  TolstoiQué Es El Arte  Tolstoi
Qué Es El Arte Tolstoiplastica12
606 vues55 diapositives
RAINER MARIA RILKE //http://cuadernodelasletras.blogspot.com/ par
RAINER MARIA RILKE //http://cuadernodelasletras.blogspot.com/RAINER MARIA RILKE //http://cuadernodelasletras.blogspot.com/
RAINER MARIA RILKE //http://cuadernodelasletras.blogspot.com/Maria José
2.5K vues34 diapositives
Canción de otoño en primavera par
Canción de otoño en primaveraCanción de otoño en primavera
Canción de otoño en primaveraiperalta
16.3K vues20 diapositives

Tendances(19)

Qué Es El Arte Tolstoi par plastica12
Qué Es El Arte  TolstoiQué Es El Arte  Tolstoi
Qué Es El Arte Tolstoi
plastica12606 vues
RAINER MARIA RILKE //http://cuadernodelasletras.blogspot.com/ par Maria José
RAINER MARIA RILKE //http://cuadernodelasletras.blogspot.com/RAINER MARIA RILKE //http://cuadernodelasletras.blogspot.com/
RAINER MARIA RILKE //http://cuadernodelasletras.blogspot.com/
Maria José2.5K vues
Canción de otoño en primavera par iperalta
Canción de otoño en primaveraCanción de otoño en primavera
Canción de otoño en primavera
iperalta16.3K vues
éxitos de Serrat par pau
éxitos de Serratéxitos de Serrat
éxitos de Serrat
pau1.9K vues
Joan Manuel Serrat musical par Pepe Aranda
Joan Manuel Serrat musicalJoan Manuel Serrat musical
Joan Manuel Serrat musical
Pepe Aranda1.7K vues
Joan Manuel Serrat - Musical - Letras par pedrodago
Joan Manuel Serrat - Musical - LetrasJoan Manuel Serrat - Musical - Letras
Joan Manuel Serrat - Musical - Letras
pedrodago4.4K vues
Fue una clara tarde triste y soñolienta par Bru Ribera
Fue una clara tarde triste y soñolientaFue una clara tarde triste y soñolienta
Fue una clara tarde triste y soñolienta
Bru Ribera8.1K vues

Similaire à Poesias segundo

Los amororos par
Los amororosLos amororos
Los amororosgloria
1K vues7 diapositives
Los amorosos par
Los amorososLos amorosos
Los amorososJulio Nieto Berrocal
1.8K vues1 diapositive
Bienvenida par
BienvenidaBienvenida
Bienvenidadamnprincess
308 vues5 diapositives
Los Amorosos par
Los AmorososLos Amorosos
Los Amorososomegabytemorza
1K vues9 diapositives
5 poemas de Gabriela Mistral.docx par
5 poemas de Gabriela Mistral.docx5 poemas de Gabriela Mistral.docx
5 poemas de Gabriela Mistral.docxIfigeniaOseche1
1.4K vues117 diapositives
Letras de tango1.1 a la par
Letras de tango1.1 a laLetras de tango1.1 a la
Letras de tango1.1 a laSierra Francisco Justo
23.8K vues216 diapositives

Similaire à Poesias segundo(20)

Los amororos par gloria
Los amororosLos amororos
Los amororos
gloria 1K vues
Pablo Neruda par yanete
Pablo NerudaPablo Neruda
Pablo Neruda
yanete11.4K vues
Textos de amor. Recital 2011. par FOCEGO
Textos de amor. Recital 2011.Textos de amor. Recital 2011.
Textos de amor. Recital 2011.
FOCEGO521 vues
Amoresenpoemas par monicagra
AmoresenpoemasAmoresenpoemas
Amoresenpoemas
monicagra2.8K vues
Literatura-2do-curso-BGU.pdf par MIGUELITO39
Literatura-2do-curso-BGU.pdfLiteratura-2do-curso-BGU.pdf
Literatura-2do-curso-BGU.pdf
MIGUELITO39258 vues

Dernier

Imagen de exito.pptx par
Imagen de exito.pptxImagen de exito.pptx
Imagen de exito.pptxLorenaCovarrubias12
43 vues1 diapositive
Aprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdf par
Aprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdfAprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdf
Aprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdfcamiloandres593920
47 vues14 diapositives
PREGUNTAS ASCENSO AIP.pptx par
PREGUNTAS ASCENSO AIP.pptxPREGUNTAS ASCENSO AIP.pptx
PREGUNTAS ASCENSO AIP.pptxSandra Mariela Ballón Aguedo
57 vues503 diapositives
Perennials, Bulbs, Grasses and Ferns of Poland, Spain and Portugal.pptx par
Perennials, Bulbs, Grasses and Ferns of Poland, Spain and Portugal.pptxPerennials, Bulbs, Grasses and Ferns of Poland, Spain and Portugal.pptx
Perennials, Bulbs, Grasses and Ferns of Poland, Spain and Portugal.pptxe-twinning
26 vues60 diapositives
FORTI-DICIEMBRE.2023.pdf par
FORTI-DICIEMBRE.2023.pdfFORTI-DICIEMBRE.2023.pdf
FORTI-DICIEMBRE.2023.pdfEl Fortí
163 vues40 diapositives
Semana1-CD-del 21 al 24 de noviembre-2023.pptx par
Semana1-CD-del 21 al 24 de noviembre-2023.pptxSemana1-CD-del 21 al 24 de noviembre-2023.pptx
Semana1-CD-del 21 al 24 de noviembre-2023.pptxLorenaCovarrubias12
42 vues8 diapositives

Dernier(20)

Perennials, Bulbs, Grasses and Ferns of Poland, Spain and Portugal.pptx par e-twinning
Perennials, Bulbs, Grasses and Ferns of Poland, Spain and Portugal.pptxPerennials, Bulbs, Grasses and Ferns of Poland, Spain and Portugal.pptx
Perennials, Bulbs, Grasses and Ferns of Poland, Spain and Portugal.pptx
e-twinning26 vues
FORTI-DICIEMBRE.2023.pdf par El Fortí
FORTI-DICIEMBRE.2023.pdfFORTI-DICIEMBRE.2023.pdf
FORTI-DICIEMBRE.2023.pdf
El Fortí163 vues
Meta 1.1 Identificar el contenido històrico de la Lengua de Señas. par IvanLechuga
Meta 1.1 Identificar el contenido històrico de la Lengua de Señas.Meta 1.1 Identificar el contenido històrico de la Lengua de Señas.
Meta 1.1 Identificar el contenido històrico de la Lengua de Señas.
IvanLechuga39 vues
1ER TRABAJO DEL ESEQUIBO.docx par palaciosodis
1ER TRABAJO DEL ESEQUIBO.docx1ER TRABAJO DEL ESEQUIBO.docx
1ER TRABAJO DEL ESEQUIBO.docx
palaciosodis26 vues

Poesias segundo

  • 1. piano de Genoveva Ramón López Velarde (1888-1921) Piano llorón de Genoveva, doliente piano que en tus teclas resumes de la vida el arcano; piano llorón, tus teclas son blancas y son negras, como mis días negros, como mis blancas horas; piano de Genoveva que en la alta noche lloras, que hace muchos inviernos crueles que no te alegras: tu música es historia de poéticos males, habla de encantamientos y de princesas reales, de los pequeños novios que por robar los nidos una tarde nublada se quedaron perdidos en el bosque; y nos cuenta de la niña agraciada que recibió regalos de sus once madrinas, que no invitó a la otra a sus bodas divinas y que sufrió por ello los enojos del hada. Me pareces, ¡oh piano!, por tu voz lastimera, una caja de lágrimas, y tu oscura madera me evoca la visita del primer ataúd que recibí en mi casa en plena juventud. Piano de Genoveva, te amo por indiscreto; de tu alma a todo el mundo revelas el secreto;
  • 2. cuentas, uno por uno, todos sus desengaños. Piano llorón, la hermosa más hermosa del valle se nos ha vuelto triste porque tiene treinta años y no hay por todo el pueblo quien ronde por su calle. Genoveva, regálame tu amor crepuscular: esos dulces treinta años yo los puedo adorar. ¡Ruégale tú que al menos, pobre piano llorón, con sus plantas minúsculas me pise el corazón! 27 de diciembre de 1908 Pluma y Lápiz, Guadalajara, Jalisco, México, 8 de enero de 1912 No Me Condenes de Ramon Lopez Velarde Yo tuve, en tierra adentro, una novia muy pobre: ojos inusitados de sulfato de cobre. Llamábase María; vivía en un suburbio, y no hubo entre nosotros ni sombra ni disturbio. Acabamos de golpe: su domicilio estaba contiguo a la estación de los ferrocarriles, y ¿qué noviazgo puede ser duradero entre campanadas centrífugas y silbatos febriles? El reloj de su sala desgajaba las ocho; era diciembre, y yo departía con ella bajo la limpidez glacial de cada estrella. El gendarme, remiso a mi intriga inocente, hubo de ser, al fin, forzoso confidente. María se mostraba incrédula y tristona: yo no tenía traza de una buena persona. ¿Olvidarás acaso, corazón forastero, el acierto nativo de aquella señorita que oía y desoía tu pregón embustero? Su desconfiar ingénito era ratificado por los perros noctívagos, en cuya algarabía
  • 3. reforzábase el duro presagio de María. ¡Perdón, María! Novia triste, no me condenes; cuando oscile el quinqué y se abatan las ocho, cuando el sillón te mezca, cuando ululen los trenes, cuando trabes los dedos por detrás de tu nuca, no me juzgues más pérfido que uno de los silbatos que turban tu faena y tus recatos. PUEDO escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos". El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
  • 4. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo. LOS AMOROSOS Los amorosos callan. El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable. Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan. Su corazón les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan. Los amorosos andan como locos porque están solos, solos, solos, entregándose, dándose a cada rato, llorando porque no salvan al amor. Les preocupa el amor. Los amorosos viven al día, no pueden hacer más, no saben. Siempre se están yendo, siempre, hacia alguna parte. Esperan, no esperan nada, pero esperan. Saben que nunca han de encontrar. El amor es la prórroga perpetua, siempre el paso siguiente, el otro, el otro. Los amorosos son los insaciables, los que siempre —¡qué bueno!— han de estar solos. Los amorosos son la hidra del cuento. Tienen serpientes en lugar de brazos. Las venas del cuello se les hinchan también como serpientes para asfixiarlos. Los amorosos no pueden dormir porque si se duermen se los comen los gusanos. En la obscuridad abren los ojos y les cae en ellos el espanto. Encuentran alacranes bajo la sábana y su cama flota como sobre un lago.
  • 5. Los amorosos son locos, sólo locos, sin Dios y sin diablo. Los amorosos salen de sus cuevas temblorosos, hambrientos, a cazar fantasmas. Se ríen de las gentes que lo saben todo, de las que aman a perpetuidad, verídicamente, de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite. Los amorosos juegan a coger el agua, a tatuar el humo, a no irse. Juegan el largo, el triste juego del amor. Nadie ha de resignarse. Dicen que nadie ha de resignarse. Los amorosos se avergüenzan de toda conformación. Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla, la muerte les fermenta detrás de los ojos, y ellos caminan, lloran hasta la madrugada en que trenes y gallos se despiden dolorosamente. Les llega a veces un olor a tierra recién nacida, a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas, a arroyos de agua tierna y a cocinas. Los amorosos se ponen a cantar entre labios una canción no aprendida. Y se van llorando, llorando la hermosa vida.
  • 6. Los amorosos son locos, sólo locos, sin Dios y sin diablo. Los amorosos salen de sus cuevas temblorosos, hambrientos, a cazar fantasmas. Se ríen de las gentes que lo saben todo, de las que aman a perpetuidad, verídicamente, de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite. Los amorosos juegan a coger el agua, a tatuar el humo, a no irse. Juegan el largo, el triste juego del amor. Nadie ha de resignarse. Dicen que nadie ha de resignarse. Los amorosos se avergüenzan de toda conformación. Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla, la muerte les fermenta detrás de los ojos, y ellos caminan, lloran hasta la madrugada en que trenes y gallos se despiden dolorosamente. Les llega a veces un olor a tierra recién nacida, a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas, a arroyos de agua tierna y a cocinas. Los amorosos se ponen a cantar entre labios una canción no aprendida. Y se van llorando, llorando la hermosa vida.