3. ¿Hacia dónde nos conduce la desaceleración?
por Patricio Escobar
Universidad Academia de
Humanismo Cristiano
El informe anterior, que reunía datos hasta el primer
trimestre de este año,1 afirmaba que la economía se
encontraba inmersa en una senda pronunciada de
desaceleración. Los antecedentes disponibles venían
a confirmar lo aseverado, a su vez, en un análisis pre-vio.
2 Las perspectivas que se abrían al contar con esa
información eran bastante complejas. En el mejor de
los casos, la economía se acercaría peligrosamente a
una situación de estancamiento hacia finales de este
año, creando un escenario difícil para la discusión de
las diversas reformas estructurales contenidas en la
agenda de Gobierno, particularmente la reforma tri-butaria,
aún en discusión. Sin embargo, una segunda
alternativa era que este escenario pudiera experi-mentar
un deterioro si se producía un shock exter-no
o que, a la caída de la inversión observada desde
mediados del año 2013, se sumara una reducción
del consumo interno. Los antecedentes disponibles,
ahora al primer semestre, agregan más elementos
en la misma senda.
1 Ver “El año que vivimos en peligro” en http://bit.ly/1qvUrq7
2 En él, con datos hasta diciembre de 2013, se analizaban los primeros
indicios de desaceleración, contrastando el discurso oficial de
la época, que culpaba del comportamiento de la economía a las
expectativas que estaba provocando el programa de Gobierno de
la Nueva Mayoría.
El escenario internacional
Tal como enfocáramos el análisis precedente, el centro
de atención de la situación internacional se encuentra
sobre tres actores clave: Estados Unidos, la Unión Euro-pea
y China. La razón es que, a nuestro juicio, los factores
principales que gatillaron lo que en USA se ha llamado
la Gran Recesión, no han sido abordados cabalmente y
los problemas subyacen a una recuperación demasiado
precaria.3 La fragilidad resultante tiene como principales
aristas a la situación de estos países.4
En términos globales, el FMI en su último informe ha
ajustado a la baja en tres décimas su proyección de
crecimiento para este año 2014. Entre los principales
riesgos analizados, está la inestabilidad financiera y
un aparente dinamismo de la actividad en algunos
países que se relaciona más con estímulos moneta-
3 En rigor, los problemas escapan al ámbito estrictamente económico,
para situarse en el campo geopolítico. El ciclo inaugurado tras la
segunda guerra mundial con Estados Unidos como actor dominante
del mundo occidental, ha llegado a su fin. El lento reemplazo de
un liderazgo que naturalmente se resiste a ceder su posición, pasa
entre otras cosas por la creación de un nuevo sistema financiero
internacional y una nueva divisa que refleje la correlación real de
los principales actores del comercio internacional y sus monedas
respectivas.
4 Naturalmente hay procesos significativos en otras regiones y
países; sin embargo, la probabilidad que se transformen en
detonantes de un cambio de la situación global o incidan indirecta
pero decisivamente en ello, es baja. Esperamos en otros informes
abordar la situación de los llamados “emergentes” y particularmente
los BRICS.
4. rios que con fundamentos sólidos de la economía. Es
el caso particular de Estados Unidos y Japón.5
Figura 1
Con todo, el elemento más distintivo de la situación
actual es su peligrosa semejanza con lo que el ideario
keynesiano denominó “trampa de la liquidez”. Si las
tasas están en un mínimo histórico cercano a cero,
la eficacia de la política monetaria resulta práctica-mente
nula. Si por otra parte, las autoridades de los
principales países se resisten a realizar intervencio-nes
masivas desde la política fiscal, sea porque los ra-
5 Ver en imf.org: http://bit.ly/WNGQjI
tios de su endeudamiento lo hace inviable o porque
simplemente tal acción está reñida con sus principios
morales profundamente neoclásicos, ¿quién podrá
defendernos?
Figura 2
Fuente: Elaborado con datos del Banco Central
La situación actual de Estados Unidos está marcada
por el trade-off producido entre estímulo moneta-rio
para incrementar la actividad y la expansión de
un endeudamiento inmanejable. Desde finales del
año 2013 la FED tomó la decisión de terminar con
el quantitative easing,6 para lo cual se diseñó un
calendario de retiro que se ha ido cumpliendo. Sin
embargo, penden dos amenazas sobre la economía.
La primera es que el retiro del estímulo sea tardío y
resulte inevitable el estallido de las nuevas burbujas
generadas por el exceso de liquidez. Se trata princi-palmente
de las deudas estudiantiles, nuevamente
del sector inmobiliario y de las deudas personales en
tarjetas de crédito. La segunda corresponde al decai-miento
de la economía que se produce al tiempo que
el estímulo monetario se retira.
6 Corresponde a una política de estímulo monetario sobre una
economía norteamericana que se encontraba en medio de
una profunda recesión. Esta “flexibilización” cuantitativa busca
incrementar la oferta de dinero, mediante el aumento de las
reservas del sistema bancario. Esto a través de la compra de bonos
del propio gobierno central para estabilizar o aumentar sus precios
y con ello reducir las tasas de interés a largo plazo. Es la respuesta
aplicada en un contexto en que el margen de la política monetaria
convencional es insignificante dado que el tipo de interés de
descuento y/o tasa de interés interbancaria están cerca de cero.
5. Actualmente Estados Unidos está creciendo por de-bajo
del 2% anual, lo cual corresponde a un punto
menos de lo que la FED estimaba para esta fecha en
el año 2009. Stanley Fischer, vicepresidente de la FED,
debate respecto a lo permanente del daño provocado
a la economía norteamericana por la Gran Recesión,7
lo cual está en sintonía con lo afirmado recientemen-te
en la última conferencia de investigación del FMI
por Larry Summers, quien puntualiza que el efecto
será un estancamiento secular o permanente de la
economía norteamericana.8 El argumento central
de Summers, es que la afirmación de las políticas de
austeridad que se fundan en la oposición al relajo
monetario, es falsa por cuanto no se ha observado
ningún signo de inflación mientras han sido aplica-das,
concluyendo que el fenómeno de las burbujas
no constituye una anomalía, sino una necesidad de
una economía estancada de manera permanente y
que solo puede alimentarse de estas burbujas.
Finalmente, el indicador más publicitado de la recu-peración
norteamericana, el descenso del desem-pleo,
resulta abiertamente cuestionable. Lo principal
es que la tasa de participación se ha derrumbado 3
puntos para alcanzar en julio último el 62,9%. Ello su-pone
la pérdida de 7,5 millones de trabajadores, que
previsiblemente antes se encontraban desocupados.
Los datos de desempleo de larga duración confirman
esta hipótesis.9
La situación en Europa también muestra elemen-tos
que resultan preocupantes. Las advertencias
respecto a la fragilidad de la recuperación parecen
confirmarse, existiendo dos aspectos que parecen
relevantes de analizar. El primero es la contracción
7 Ver en economia.elpais.com: http://bit.ly/1oCzryl
8 Ver “Danger of a Japan-Like Generation of Secular Stagnation Here
in the North Atlantic”, artículo que es comentado por Paul Krugman
en “Secular Stagnation, Coalmines, Bubbles, and Larry Summers”
el 16 de noviembre pasado en el New York Times. Ver en krugman.
blogs.nytimes.com: http://nyti.ms/1jE04iy
9 Ver Balakrichnan, R. “La fuerza laboral de Estados Unidos: ¿Dónde
se han ido los trabajadores?” en blogs-dialogoafondo.org:
http://bit.ly/1tTE0pE
de la actividad que indican los últimos antecedentes
publicados, y el segundo, los efectos de la política de
austeridad seguida frente a la crisis.
Los datos del PIB en el segundo trimestre de la Zona
Euro están marcados por el estancamiento de la eco-nomía
francesa y la contracción en Italia y Alemania.
De este modo, el motor económico de la región co-mienza
a evidenciar lo precario de la recuperación
anunciada hace casi doce meses. En el segundo tri-mestre
de este año, el producto de Francia tuvo una
variación nula, al igual que en el trimestre anterior, y
la economía de Alemania y de Italia experimentaron
una contracción de -0,2%. Dado el peso de estos paí-ses
en la región, el resultado observado fue un cre-cimiento
del 0% en la Zona Euro, compuesta por 18
países, y de 0,2% en la Unión Europea, que incluye
a 28 naciones.10 Estos resultados echan por tierra la
promesa de que la travesía por el desierto que aún
suponen las políticas de austeridad, mostrarían como
fruto la recuperación de la actividad y el empleo.
Europa ha estado inmersa en la frenética búsqueda
de equilibrio estructural. De hecho, estos esfuerzos
han rendido importantes frutos y el balance estruc-tural
de la zona supera escasamente el -1%.11 Sin em-bargo,
el saldo es una tasa de desempleo inédita, una
contracción de la demanda y consecuencias políticas
que afectan seriamente el proceso de construcción
de la propia Unión.12 Resulta inexplicable que con
una inflación propia de una economía en recesión,
las políticas de demanda resulten prácticamente nu-las
en la región.
10 Ver en espanol.rfi.fr: http://rfi.my/1qw2ZNu
11 Ver columna de Paul Krugman “What’s the Matter With
Europe? En el New York Times el 13 de agosto pasado.
http://nyti.ms/W1SCpN
12 El ascenso en las elecciones al Parlamento Europeo de los partidos
llamados euroescépticos, formaciones de ultraderecha, partidos
populistas, etc., amenaza el logro de la unificación total para un
mundo con un nuevo diseño geopolítico, en el cual Europa busca
ser un actor relevante junto a los llamados países BRICS.
6. El escenario de las sanciones de Rusia13 a los países
que a su vez le han sancionado y la propia crisis de
Ucrania llega en el peor momento y confluye con la
suma de indicadores que señalan que la crisis está
lejos de convertirse en un mal recuerdo.
La situación en China no se presenta desalineada con
respecto a la del resto de los otros grandes actores de
la economía mundial, aunque por otros motivos. En
el informe pasado señalábamos que la tendencia del
producto podría situarlo por debajo de las expectati-vas
oficiales de una variación interanual de 7,5%. Las
últimas proyecciones lo sitúan en 7,3%. Sin embargo,
ello no es la dimensión más complicada del problema,
la cual se encuentra en su sector financiero. El stock
de crédito en China alcanza un equivalente del 220%
de su PIB y se ha triplicado desde el año 2008. Estos
datos suponen que China logró replicar la totalidad
de la oferta de crédito norteamericana en solo cinco
años.14 Estas magnitudes se dan en el contexto de un
sistema financiero paralelo que opera en las sombras
y que acumula un equivalente al 70% del PIB chino.
Estas pequeñas entidades diseminadas por todo el
territorio han replicado los modelos sub prime que
desataron la crisis actual iniciada el año 2007 y que
no detienen su intervención en el mercado inmobi-liario.
Solo en Beijing, que cuenta con veinte millones
de habitantes, existen actualmente cuatro millones
de viviendas que no se pueden vender.
El dinamismo de las décadas anteriores ha supuesto
llevar al país hasta los niveles en que hoy se encuen-tra
como líder del comercio mundial y en el segun-do
lugar en términos de volumen de producto. Sin
embargo, ha provocado una brecha social que crece
a una velocidad y a una magnitud inéditas. Distintas
estimaciones hablan de un coeficiente Gini superior
a 0,61, luego que en la década del 80 solo alcanzara
el 0,28.15
13 Ver en actualidad.rt.com: http://bit.ly/Y5VbsE
14 Ver en bbc.co.uk: http://bbc.in/1umeGHr
15 Ver en chfsdata.org: http://bit.ly/1w0BFZG
En diferentes análisis sobre el tema, se ha puesto
el acento en la necesidad de imprimir correcciones
importantes al modelo de desarrollo chino, lo cual
sigue vigente y explica en proporción importante la
tendencia declinante del PIB. Este escenario, que
confluye con los problemas sociales y políticos de un
modelo que fomenta la brecha distributiva y con la
amenaza de un colapso financiero, hace de China un
país altamente volátil y que está lejos de ser un fac-tor
de estabilización en una economía mundial que
no ha superado la crisis iniciada hace cinco años.
La importancia de detenernos en la situación de la
economía internacional, se explica por el hecho de
encontrarnos en una condición precaria, con una
economía que sufre distintas afecciones derivadas
de un modelo de desarrollo que ve comprometida su
vitalidad. Si bien las expresiones más visibles están
en las variables macroeconómicas, los problemas se
originan a una escala más global y se relacionan con
los fundamentos macrosociales del crecimiento.
En este contexto, la situación internacional puede
contribuir a extender la vida del actual modelo o ace-lerar
su descomposición.
La Actividad Económica
Los antecedentes de cuentas nacionales publicados
hace unos días por el Banco Central, confirman un es-cenario
que se ha dado en llamar de “desaceleración”.
La pregunta relevante es si esta condición nos llevará en
algún momento a un estancamiento y contracción, o si
finalmente esta reducción de velocidad será corregida
con un nuevo impulso acelerador. La única manera de
esbozar una respuesta es tratar de identificar las varia-bles
que actúan en una u otra dirección y estimar su
capacidad de incidir en la realidad.
7. Figura 3
Fuente: Elaborado con datos del Banco Central
Como se aprecia en la figura 3, este segundo trimes-tre
corresponde al tercero consecutivo en que se re-duce
en producto, y ello ya supone, una tendencia
ciertamente preocupante. A este ritmo de caída y de
no mediar un efecto correctivo, el último trimestre
de este año debiéramos observar un crecimiento
negativo, como síntoma inequívoco del inicio de una
recesión.
La figura 4 presenta dos variables que son relevantes
para explicar el comportamiento del PIB y la situa-ción
de desaceleración. El registro de este segundo
trimestre muestra una variación de la inversión de
-8,1% respecto a igual periodo del año anterior. Ello
completa el cuarto trimestre consecutivo de varia-ción
negativa de esta variable y una profundización
respecto al valor del trimestre anterior. En términos
agregados, la demanda interna se ha contraído en
-0,9% que se suma a la variación también negativa
del trimestre anterior de -0,2%.
Figura 4
25%
20%
15%
10%
5%
0%
-5%
-10%
-15%
Componentes de la Demanda
(Variación anual)
I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II
2010 2011 2012 2013 2014
Inversión Consumo
Polinómica (Inversión) Logarítmica (Consumo)
Fuente: Elaborado con datos del Banco Central
El cierre de este primer semestre reviste una mayor com-plejidad,
por cuanto en el análisis anterior identificába-mos
a la inversión como la responsable de la caída de la
demanda y el PIB, al tiempo que el consumo se mantenía
relativamente plano. Las variaciones interanuales en el
año 2013 lo mantenían en torno a 5,4% en promedio. El
primer trimestre de este año, ese valor fue de 4,4%, pero
en el último informado, el registro solo fue de 2,1%. Esto
señala un deterioro significativo y una tendencia que re-fuerza
el comportamiento negativo de otras variables.
Figura 5
16%
14%
12%
10%
8%
6%
4%
2%
0%
Componentes del Consumo
(Variación anual)
Hogares
Gobierno
Polinómica (Hogares)
Polinómica (Gobierno)
I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II
2010 2011 2012 2013 2014
Fuente: Elaborado con datos del Banco Central
8. Si atendemos a esta última variable, el consumo,
la contracción es doble. Por una parte el consumo
de los hogares profundiza su ajuste, alcanzando un
crecimiento interanual de solo 1,9% y que completa
cuatro trimestres consecutivos en tendencia decre-ciente.
Sin embargo, a diferencia del trimestre ante-rior,
el consumo de Gobierno no supone una com-pensación
de la caída, mostrando una variación de
3,2%, lejos del 9,6% del trimestre anterior.
Figura 6
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
-10%
-20%
-30%
Componentes de la Inversión
(Variación anual)
Construcción
Maquinaria
Logarítmica ( Construcción)
Polinómica ( Maquinaria)
I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II
2010 2011 2012 2013 2014
Fuente: Elaborado con datos del Banco Central
Así como observamos un deterioro en los compo-nentes
del consumo interno, el caso de la inversión
va en la misma línea. Habíamos observado en el in-forme
del primer trimestre, que la mayor expresión
del ajuste de la inversión estaba en el componente
Maquinarias y Equipos y avanzamos que la inversión
en nuevas edificaciones, al responder a decisiones de
más largo aliento, actúa con cierto rezago respecto
al comportamiento del ciclo. La figura 6 refleja esta
previsión. El gasto en maquinaria y equipamiento por
parte de las empresas cae nuevamente a un valor de
-21,1% de variación anual. Simultáneamente, la in-versión
en construcción y otras obras, tuvo un valor
negativo de -0,5%. Primer registro de este tipo desde
el primer trimestre del año 2010, caracterizado por
el terremoto del 27 de febrero.
Los antecedentes del sector externo no son distintos
a la tónica descrita anteriormente. Las exportaciones
muestran un valor negativo de variación anual de
-0,4% en el último trimestre, al tiempo que las im-portaciones
presentan una contracción de -9,1% en
igual periodo.
Para el caso de las exportaciones, una información
relevante es que las ventas de cobre se han mante-nido
prácticamente planas en los últimos periodos.
La variación de las exportaciones físicas, respecto
al trimestre anterior es de 1,1%, y respecto a igual
periodo del año 2013, de 1,2%. Al mismo tiempo, el
precio ha experimentado una caída. La libra de co-bre
en el mercado de Londres se ha reducido durante
este primer semestre en -6,7%, alcanzando en el mes
de junio un promedio de US$0,308. Este valor es un
-2,8, respecto al primer semestre de 2013.
Figura 7
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
-5%
-10%
-15%
Comercio Exterior
(Variación anual)
Exportación
Importación
I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II
2010 2011 2012 2013 2014
Fuente: Elaborado con datos del Banco Central
Desde el punto de vista de las importaciones, la dismi-nución
más aguda se produce en la internación de bie-nes,
que muestran una variación interanual de -10,9%.
9. En este ámbito, las del rubro agropecuario, silvícola y
pesca encabezan la caída con un -18,4% de variación
interanual, seguido de los bienes industriales con un
-11,0%. En consonancia con la reducción de la inversión,
la importación de bienes de capital se ha reducido este
primer semestre en -25,0%, respecto al primer semes-tre
2013, seguida de los bienes de consumo durables
que experimentan una variación de -13,7%.
Figura 8
3%
2%
1%
0%
-1%
-2%
-3%
-4%
-5%
Cuenta Corriente
(% del PIB)
I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II
2010 2011 2012 2013 2014
Fuente: Elaborado con datos del Banco Central
El comportamiento de la balanza comercial, marca-da
por la fuerte reducción de las importaciones, es
lo que contribuye a la recuperación de la cuenta co-rriente
en la balanza de pagos. Con un déficit equi-valente
al 2,4% del PIB, muestra el mejor resultado
desde el primer semestre de 2012.
Mercado del Trabajo
Una de las características de la actual fase de des-aceleración,
es que la variable central del mercado
del trabajo, la tasa de desocupación, no había mos-trado
efectos significativos o al menos en línea con
el comportamiento de las principales otras variables
macroeconómicas. Sin embargo, los últimos dos tri-mestres,
reflejan un marcado cambio de tendencia
en este ámbito, que si bien no se traduce en valores
significativos de desocupación aún, dado el bajo ni-vel
que tenía anteriormente, refleja el fin de un ciclo
de expansión de la ocupación.
Figura 9
8.200
8.000
7.800
7.600
7.400
7.200
7.000
6.800
Ocupación
(miles de personas)
2010 2011 2012 2013 2014
Fuente: Elaborado con datos INE
Figura 10
8,0%
7,0%
6,0%
5,0%
4,0%
3,0%
2,0%
1,0%
0,0%
Ocupación
(Variación interanual)
2011 2012 2013 2014
Fuente: Elaborado con datos INE
Al primer semestre de este año, se habían destrui-do
100 mil puestos de trabajo respecto al mes de di-ciembre,
que equivale al 1,4% de la ocupación total.
10. Esto se acompaña de un incremento de 22 mil per-sonas
desocupadas, que hacen un total de 541 mil,
lo cual sitúa la desocupación en 6,5% respecto a la
fuerza de trabajo en el mismo periodo. Lo anterior,
se produce en el contexto de un aumento de 140 mil
inactivos. En esta condición cabe esperar una ace-leración
adicional del desempleo a medida que una
restricción de oferta de puestos de trabajo producto
de la desaceleración de la actividad, obligue a volver
al mercado a personas que se habían retirado de él y
se encontraban en condición de inactividad.
Contribuye a lo afirmado anteriormente, el que los
inactivos que se reconocen en esa condición de ma-nera
transitoria, son los que experimentan un creci-miento
mayor. Es decir, son personas que han estado
en la Fuerza de Trabajo o que tienen disposición de
estarlo. En esta situación, cualquier cambio en los in-gresos
permanentes de la familia o personales, los in-duce
a retornar al mercado laboral, sobreincremen-tando
la desocupación normal de una fase contrac-tiva
de la actividad. Respecto al mes de diciembre,
estos habían crecido un 4,3%, al tiempo que aquellos
que se hallaban en situación de inactividad por razo-nes
estructurales, crecen solo un 1,1%.
Figura 11
700
650
600
550
500
450
400
Desocupados
(miles de personas)
2010 2011 2012 2013 2014
Fuente: Elaborado con datos INE
Figura 12
10,0%
5,0%
0,0%
-5,0%
2011 2012 2013 2014
-10,0%
-15,0%
-20,0%
Desocupados
(Variación interanual)
Fuente: Elaborado con datos INE
El contexto de la desocupación muestra el sesgo tra-dicional
del mercado del trabajo y afecta en mayor
proporción a los jóvenes. Los jóvenes que se encuen-tran
entre 15 y 24 años, tienen una tasa de desocu-pación
de 15,8%, lo que corresponde a 2,4 veces la
media de desocupación nacional. En un contexto de
mayor restricción ese ratio se eleva hasta 3 o supe-rior,
lo cual se observa en economías con una situa-ción
de crisis abierta.
Figura 13
70 y…
65 - 69
60 - 64
55 - 59
50 - 54
45 - 49
40 - 44
35 - 39
30 - 34
25 - 29
20 - 24
15 - 19
3,28 Desocupación Según Edad
58,00
67,31
79,93
150,82
108,24
69,17
47,89
53,09
17,37
25,16
8,02
(Miles de Trabajadores)
Fuente: Elaborado con datos INE
11. Figura 14
125
120
115
110
105
100
95
90
Categorías de la Ocupación
(Ene 2010 = 100)
Empleadores
Cuenta propia
Asalariado
2010 2011 2012 2013 2014
Fuente: Elaborado con datos INE
Desde la perspectiva de las categorías de la ocupa-ción,
se aprecia en el caso de los Empleadores que se
han reducido en 11.700 personas respecto a diciem-bre
pasado. Esto significa una caída de 3,6%. El caso
de los Asalariados es similar, al reducirse en cerca de
140.000 las personas en esta clasificación. El único
segmento que se expande en el periodo es el de Tra-bajadores
por Cuenta Propia, que crece en cerca de
57 mil personas, probablemente como compensa-ción
de la evolución de las otras dos categorías.
Figura 15
150
140
130
120
110
100
90
Grupos de Ocupación
(Ene = 2010)
Profesionales
Técnicos
Trab. Serv y Vendedores
Operarios y Artesanos
Operadoresde Máquinas
Trab. No Calif.
2010 2011 2012 2013 2014
Fuente: Elaborado con datos INE
El mismo fenómeno, observado desde los Grupos de
Ocupación, nos muestra un mayor impacto en los
trabajadores con menos calificación. Se trata princi-palmente
de trabajadores de servicios.
Este escenario de contracción, muestra ciertas parti-cularidades
desde el punto de vista del tamaño de las
empresas. De manera habitual frente al ciclo econó-mico,
las empresas más vulnerables son aquellas de
menor tamaño, que al enfrentar restricciones en sus
ventas, en su financiamiento, etc., cuentan con me-nos
capacidad para resistir sin realizar ajustes a sus
estructuras fundamentales de costos, lo que inelu-diblemente
toca al empleo. Sin embargo, respecto a
diciembre pasado, las microempresas incrementaron
su ocupación en 50 mil trabajadores y las pequeñas
lo redujeron en poco más de 3 mil. Este no es el caso
de las empresas medianas y grandes, que redujeron
su ocupación en poco menos de 120 mil trabajado-res
en el periodo.
Figura 16
Variación de la Ocupación por Tamaño de Empresa
(Respecto a diciembre 2013. En miles de personas)
Grande
Mediana
Pequeña
Micro
-120,00 -100,00 -80,00 -60,00 -40,00 -20,00 0,00 20,00 40,00 60,00
Fuente: Elaborado con datos INE
Las condiciones generales del empleo en Chile han
experimentado mejoras en los últimos años, lo cual
es consistente con el ciclo de expansión observado
en el mercado del trabajo. Ello es importante en
atención a los efectos esperables de una etapa de
contracción. Uno de los principales indicadores de la
calidad del empleo, es la existencia de un contrato
escrito que formalice la relación laboral y dé curso a
la cobertura de la seguridad social. Actualmente el
86,5% de los trabajadores ocupados cuenta con un
contrato escrito y de ese total de personas, el 71,4%
cuenta con uno de carácter indefinido.
12. La distribución por rama de actividad resulta, sin em-bargo,
muy heterogénea. Incluso puede definirse un
indicador de precariedad laboral relacionado con la
ausencia de una relación contractual formal entre
empresarios y trabajadores.
Los antecedentes reflejados en la figura 17 mues-tran
los efectos del ciclo expansivo en la calidad del
empleo. El incremento de la ocupación, se ha acom-pañado
de una mejora significativa. Entre los años
2010 y 2014, los trabajadores que no contaban con
un contrato de trabajo escrito, bajaron de 19,8% a
15,6%. Dado que es un indicador muy dinámico, es
probable que se aprecie una reversión si la fase ac-tual
del ciclo se profundiza y el desempleo se incre-menta.
Con todo, es un aspecto significativo el que la
calidad del empleo sea una variable sensible al ciclo,
por cuanto, hasta hace algunos años, considerába-mos
a la precariedad laboral como un elemento es-tructural
del mercado del trabajo en una economía
como la chilena.
La situación observada, también encuentra un re-flejo
en el comportamiento de las remuneraciones.
Durante el primer semestre de este año, el Costo No-minal
de la Mano de Obra se ha expandido un 8,4%
en promedio, alcanzando el último registro del mes
de junio un crecimiento del 8,9%. Esto se compara en
el valor del año 2013 que llega al 7,5%.
Figura 17
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60%
Org. Extrat.
Serv. domestico
Serv. personales
Salud
Enseñanza
Adm. Publica
Activ. Empres.
Finanzas
Transp. y comunic.
Hoteles y rest.
Comercio
Construccion
EGA
Industria
Minería
Pesca
Agricultura
Total
Trabajadores sin Contrato
2010
2014
Fuente: Elaborado con datos INE
13. Figura 18
10
9
8
7
6
5
4
Índice Nominal
del Costo de la Mano de Obra
(Variación anual)
2010 2011 2012 2013 2014
Fuente: Elaborado con datos INE
Analizada esta variable por sector (figuras 19 a 21),
se pueden observar las restricciones que enfrentan
ciertas ramas de la producción, en distintos momen-tos.
El Índice General muestra una expansión en el
periodo total de enero 2010 a junio 2014, de 32,7%
nominal. En los últimos 12 meses de 8,7% y en este
primer semestre, de 2,4%
Por sectores económicos, resultan significativos
ciertos cambios de tendencia que acompañan des-empeños
sectoriales. Es el caso del sector Comercio,
Restaurantes, Hoteles y la Minería. La situación del
sector Construcción, más que reflejar una expansión
en el último semestre, muestra que su actividad se
mantiene en el contexto de una reducción de la de
otros sectores.
No obstante, en general el mercado laboral no mues-tra
aún signos importantes de un ajuste en conso-nancia
con la senda de la actividad económica. Si
bien, la destrucción de empleo ha comenzado, aún
no se manifiesta en la pequeña producción, a pesar
de su tendencia a ajustarse más velozmente e impac-tar
la Tasa de Desempleo con más fuerza.
Figura 19 Figura 20 Figura 21
Variación Nominal del CMO
0 10 20 30 40
Índice General
Serv Personales
Salud
Enseñanza
Adm Pública
Activ Empresariales
Finanzas
Transp y Comunic
Hoteles y Rest.
Comercio
Construcción
EGA
Industria
Minería
(2010 - 2014 en %)
Variación Nominal del CMO
0 5 10 15
Índice General
Serv Personales
Salud
Enseñanza
Adm Pública
Activ Empresariales
Finanzas
Transp y Comunic
Hoteles y Rest.
Comercio
Construcción
EGA
Industria
Minería
(12 meses en %)
Índice General
Serv Personales
Salud
Enseñanza
Adm Pública
Activ Empresariales
Finanzas
Transp y Comunic
Hoteles y Rest.
Comercio
Construcción
EGA
Industria
Minería
Variación Nominal del CMO
(6 meses en %)
-2 0 2 4 6
Fuente: Elaborado con datos INE Fuente: Elaborado con datos INE Fuente: Elaborado con datos INE
14. ¿Hacia Dónde Vamos?
Es probable que el propio concepto de “desacelera-ción”
pueda tornarse engañoso en ciertas condicio-nes.
Es esencialmente dinámico y debiera aludir a
la presencia de una fuerza contractiva respecto a la
inercia anterior. Por este motivo, más que preguntar-nos
qué tan desacelerados estamos, debamos inte-rrogarnos
acerca de hasta dónde se moverá la eco-nomía
antes de detenerse por completo.
Los antecedentes revisados y que se agregan a los
anteriores, nos hablan de un incremento en la fuer-za
de la “frenada” que ha provocado esta desacele-ración.
Ello redunda en que ya es posible visualizar
el momento del crecimiento cero. Como preveímos
en el informe anterior, ese momento debiera ser en
el último trimestre. Esto, con independencia de un
shock externo y motivado de modo exclusivo por la
propia inercia actual de la economía.
El pesimismo o su contrario no son características
deseables en el análisis, aunque pudieran serlo en
el analista. Son atributos valorables en los agentes
económicos que toman decisiones de inversión que
pueden traducirse en crecimiento y más empleo. Por
este motivo, afirmar que la economía se encamina
hacia una situación de estancamiento dentro de al-gunos
meses o de recesión, está motivado por la
ausencia de alguna variable que permita avizorar lo
contrario. Es más, los antecedentes más recientes,16
tienden a profundizar el cuadro descrito.
Existen, sin embargo, dos aspectos a tener en consi-deración
y acentuar su seguimiento en los periodos
venideros, en tanto son comportamientos atípicos
que requerirían algún tipo de explicación más deta-llada.
Se trata del mercado inmobiliario en el Gran
Santiago, que continúa creciendo a contracorriente.
Más que una situación que pudiera considerarse po-sitiva,
constituye una amenaza en tanto forma parte
16 Ver en elmercurio.com: http://bit.ly/1qw4349
de una anomalía ya denunciada por el Banco Central
a mediados de 2012. El efecto inmediato fue un bre-ve
periodo de moderación, pero que muy pronto fue
reemplazado por la antigua euforia. Antes o después,
este comportamiento deberá alinearse con los fun-damentos
de la economía y esa corrección pudiera
ser dolorosa en términos de ocupación y de impac-tos
intersectoriales. La segunda, es la destrucción de
empleo por tamaño de empresa. Tradicionalmente,
las fases contractivas afectan primero la ocupación
de las empresas menores, que tienen menos “espal-das”.
Sin embargo, lo observado es que las empresas
medianas-grandes y grandes son las que han experi-mentado
la mayor contracción.
Las Herramientas
En las actuales condiciones es momento de plantear-se
las alternativas y escenarios que se abren. Frente a
datos duros, como el hecho de acumular tres trimes-tres
consecutivos en que la variación del PIB viene
decreciendo y cuatro trimestres consecutivos en que
la inversión registra valores negativos, esperar a que
se produzca el evento estadístico en que tengamos
dos trimestres seguidos de crecimiento negativo del
PIB, para entendernos, en una situación de recesión,
pudiera resultar inoficioso.
Si consideramos que las iniciativas de política fiscal
poseen cierto rezago a la hora de mostrar efectos,
y que la política monetaria está constreñida por la
presencia de ciertas presiones inflacionarias y las ob-sesiones
del instituto emisor,17 tal vez sería hora de
asumirnos, más allá de las convenciones estadísticas,
en una situación de crisis.
17 Es muy necesario observar el escenario internacional para analizar
la potencialidad de la política monetaria para ayudar a revertir la
actual fase del ciclo económico. Se hacen cada vez más presentes
los tradicionales aforismos keynesianos, plenos de desconfianza
acerca de la efectividad de dicho instrumento frente a la inversión
en las presentes condiciones. Se puede llevar una mula hasta el río,
pero no se la puede obligar a beber.
15. Seguimos pensando que los fundamentos de la si-tuación
actual no se encuentran en el programa de
reformas, incluso no se explican completamente por
variables de corto plazo. La caída en el ritmo de cre-cimiento
en incluso la breve recesión del 2009 pro-ducida
tras la crisis financiera, ha dejado una huella
profunda en el funcionamiento de la economía. La
explosión social del año 2011 no inaugura el periodo
posterior, sino que cierra la etapa de los cambios me-nores
al modelo de desarrollo iniciado con la transi-ción
a la democracia. Vivimos el inicio de un periodo
de transición mayor que concluirá con un nuevo con-senso
acerca de los equilibrios macrosociales que el
país necesita. Sin embargo, este no será un camino
fácil o apacible. Por de pronto, reconozcámonos en
una situación de crisis, de modo de aumentar el mar-gen
de elección respecto a la dirección hacia dónde
ha de conducirnos la desaceleración.
Santiago, agosto 25, 2014