59. Querida Ricardo te damos las gracias por tanta generosidad, por tanta rectitud, por tanta hidalgu í a... Podemos tomar como propias aquellas palabras de S é neca: "Yo quiero un amigo, no para que me asista cuando estoy enfermo, para que me ayude si soy pobre o estoy en la c á rcel; quiero un amigo para tener a qui é n asistir en la enfermedad, a quien libertar si cae prisionero, a quien reemplazar en el cadalso, a quien seguir en el destierro..." Ricardo: en este homenaje afecto, te abrazamos apretadamente contra nuestro coraz ó n."