2. 7 ¿He acertado? Bueno, bromas aparte, lo normal es que todo el mundo conteste lo mismo, es decir, siete. La razón es que nuestro cerebro, al serle impuestas una serie de tareas análogas, se convierte en una máquina especializada en esa operación concreta gracias a lo que Devlin llama "sentido numérico" y Dehaene "memoria aritmética". Dicho de otro modo: el cerebro se pone en modo "resta". Al encontrarse con la última pregunta, aunque sepa reconocer que no se trata de una resta, no opuede evitar calcular la diferencia entre los números que se le ofrecen. Como resulta que el valor obtenido es una respuesta correcta a la pregunta, pues todos contentos. Para que luego digan del libre albedrío. ¿Y si no he acertado? Bueno, siempre puedes hacérle el experimento a los demás y explicar que contigo no funcionó.