Este documento resume la transición del minimalismo al maximalismo en el diseño. Explica que los movimientos artísticos históricamente han alternado entre la sobriedad y la exuberancia. En los años 90 surgió el minimalismo como reacción al posmodernismo, pero luego el maximalismo trajo de vuelta la complejidad y la mezcla ecléctica de estilos. El documento analiza ejemplos de arquitectura y mobiliario maximalista que se caracterizan por formas audaces, colores vibrantes y texturas sorprendentes.
1. Cultura Del Diseño II
Síntesis
de
“Del Minimalismo al Maximalismo”
Integrantes:
Natalia Romero
María José Leiva
2. MAS NUNCA ES DEMASIADO
Los movimientos artísticos que han ido sucediéndose a lo largo de la historia han
alternado exuberancia y sobriedad de manera periódica. Esta tendencia a invertir
sofisticación y sencillez se observa en comparación de dos corrientes como el arte
románico y el gótico.
Esta tendencia vuelve a repetirse en sucesivas corrientes artísticas. En el siglo XX,
el movimiento moderno, que pretendía economizar formas y materiales, procede al
posmodernismo, donde desaparece el ángulo recto y la geometría se complica para
ofrecer una gran variedad de resultados.
A principios de los años noventa nace el minimalismo, una tendencia que pretende
ofrecer un descanso después de la opulencia del posmodernismo y del deconstructivismo.
Se basa en la reducción del arte a conceptos básicos de espacio, luz y masa. El color
blanco, los ángulos rectos y la sutileza como estrategia de diseño se explotaron hasta la
saciedad, saturando a creadores y clientes.
El nombre de maximalismo agrupa las intenciones de los diseñadores que están
construyendo una nueva modernidad compleja y ecléctica.
Ha sacudido todas las disciplinas e incluso ha servido para que éstas se hayan
combinado y hayan dado lugar a nuevas materias multidisciplinarias. El diseño de moda,
fue uno de los primeros campos donde el maximalismo empezó a olfatearse. Distintos
materiales como cuero, charol, gasa y tachuelas impregnan la ropa de firmas como Dolce
& Gabbana, Versace o Vivienne Westwood. Hasta la serenidad de Giorgio Armani se ha
visto alterada con la incorporación de tejidos opulentos y vistosos.
Se busca la originalidad mediante formas y colores singulares.
Ha transformado disciplinas como la joyería, el cine, la literatura o el diseño
gráfico, que se rigen por instrumentos conceptuales y técnicos que buscan las
ambigüedades, las tensiones y los órdenes transgredidos.
El ornamento ya no es delito, las telas, los acabados sofisticados, la mezcla de muebles
antiguos y futuristas conforman ambientes ricos en sensaciones donde la única pero
suficiente utilidad es la belleza.
La cuidada selección de edificios públicos, espacios comerciales y viviendas
contradice humildemente la máxima de Mies “menos es más” y establece que más nunca
es demasiado.
3. Ejemplos de Arquitectura Maximalista
Edificio DZ Bank
El edificio DZ Bank es un complejo mixto que
alberga usos residenciales y comerciales. La parte
comercial acoge la sede del banco en la ciudad y
se orientó a la Parisier Platz y a la histórica Puerta
de Brandenburgo. La zona residencial, que
incluye 39 apartamentos, se abrió a una calle más
tranquila.
Ambas fachadas se levantaron con piedra caliza
amarillenta para que las tonalidades de la nueva
construcción combinaran con las de los edificios
históricos existentes.
Un gran porche de cristal cubre el acceso
principal de la sede del banco.
Las oficinas se organizan alrededor de este gran patio para beneficiarse de la luminosidad
que ofrece. La principal sala de conferencias del complejo está ubicada en el interior de un
volumen escultórico de formas redondeadas que se apoya sobre el suelo acristalado del
patio. El exterior del cuerpo es de acero inoxidable y el interior está enteramente
recubierto de planchas de madera, lo que crea un ambiente cálido y confortable para las
reuniones.
La zona residencial también está servida por un patio, que, aunque de menores
dimensiones, provee a los apartamentos de luz natural en sus dos extremos.
En el bloque se proyectaron distintos tipos de viviendas, desde pequeños estudios hasta
dos lujosos dúplex que ocupan las últimas plantas y que gozan de magníficas vistas de la
ciudad.
4. Boutique Christian Lacroix
Caps Arquitects, encabezado por Christophe Carpente, fue el encargado de
proyectar la nueva tienda de ropa de Christian Lacroix en Tokio. El diseñador estableció
ciertas premisas: “El proyecto debe ser respetuoso con el entorno elegido; pese a
implantar fuertemente la presencia de la firma, la tienda no puede ignorar el cuadro
arquitectónico en el que se inserta”.
La tienda se organiza en dos plantas cerradas por una fachada totalmente
acristalada en la que se serigrafió un texto manuscrito por el propio Lacroix.
Ambas plantas están organizadas mediante la disposición de los expositores. El recorrido
del cliente viene marcado por estos muebles, que pueden irse moviendo de manera que la
tienda se transforma fácilmente.
Los ángulos rectos de los muebles contrastan con las sillas de formas curvas del
diseñador Pierre Paulin y también con los probadores, caparazones de líneas orgánicas
forrados con telas doradas, sedosas y aterciopeladas.
La estructura original del local no se modificó, solo se alteró la distribución,
eliminando todos los tabiques y preservando los muros perimetrales. Sobre estas
superficies se proyectan videos y fotografías de artistas y colaboradores habituales de la
firma.
Las instalaciones eléctricas se ocultaron dentro de unas cajas metálicas apiladas
que recrean los antiguos juegos de construcción. La iluminación consta de un sistema de
puntos de luz dirigidos a las prendas de ropa y a los muebles de colores.
5. Mobiliario
Tras una década dominada por la simplicidad, las líneas escuetas y casi invisibles, la
frialdad del acero y el vidrio y la neutralidad del blanco, se impone apartarse de estas
características y acercarse sin complejos a la exageración, la ostentación y el gusto por el
exceso bien entendido.
El diseño de muebles maximalista deja atrás la sutileza y la discreción formal;
muchos artistas apuestan a aquel “menos es más” como en su momento Mies Van der
Rohe lo defendió.
La exuberancia se materializa en una desinhibición de las formas, que se tornan
generosas e imposibles en ocasione; tiñe los diseños de colores divertidos, vitales y
frescos, y los viste de texturas tan agradables como sorprendentes.
Son modelos de trazos atrevidos, descarados, espontáneos y llenos de
personalidad. Elementos cuyas líneas que se atreven a experimentar y que osan romper
esquemas.
Ejemplos de mobiliarios Maximalistas:
“Omni” de Karim Rashid