El tenis se originó como deporte en Inglaterra, donde las primeras canchas fueron de césped natural. Más tarde, se desarrollaron superficies sintéticas de plástico para canchas de tenis, que tienen la ventaja de no absorber el agua como el césped cuando llueve, pero el bote de la pelota es más irregular. La única superficie de césped natural que aún se usa es en Wimbledon, el torneo de tenis más antiguo.