1. MODELO EDUCATIVO
¿Qué es un Modelo Educativo?
Construir precisamente un constructo a nivel conceptual es lo que contextualiza a un modelo
educativo. Este modelo, si es institucional, debe tener sinergia con los postulados orientadores
de las políticas públicas del gobierno en esta materia. A fin de sintonizar un lenguaje común de
afianzamiento de la misión del educador: buscar el desarrollo de la educación y del país,
permanentemente. Este modelo o constructo conceptual a nivel macro curricular, es el que
orienta los niveles subordinados a éste, el nivel meso, y el nivel micro curricular.
"Los modelos educativos son visiones sintéticas de teorías o enfoques pedagógicos que orientan
a los especialistas y a los profesores en la elaboración y análisis de los programas de estudios;
en la sistematización del proceso de enseñanza-aprendizaje, o bien en la comprensión de alguna
parte de un programa de estudios." (Pesantes, 2011)
El Modelo Educativo Nacional, de según normativa del Acuerdo 020-12, aconseja que esta
visión macro del quehacer educativo debe primar como condición esencial las premisas de:
unidad, interculturalidad, plurinacionalidad; sin perder el horizonte de un Estado Constitucional.
Una institución estatal debe construir sus preceptos orientadores de un modelo educativo con
este fundamento descrito y además reflexionar en la práctica educativa respecto de ¿qué tipo de
ser humano se quiere formar?, ¿con qué experiencias crece y se desarrolla un ser humano?,
¿quién debe impulsar el proceso educativo?, ¿con qué métodos y técnicas puede alcanzarse
mejor eficacia?
Bien es sabido, que el cambio de época que anunció José de Souza, trastoca la –dulce ficción-
de los rezagos conductuales presentes casi en todos los modelos educativos convencionales.
De ahí que el estado a todo el campo educacional orienta en la senda a transitar, buscando la
transformación del colectivo social para el bienestar colectivo. El estado con sus personeros
conciben a un modelo educacional, así: “Son las relaciones previstas dentro del proceso
educativo, es referente teórico capaz de entender las potencialidades y limitaciones del sistema
educativo; considera y ubica los recursos como las relaciones educador-estudiante y demás
componentes inherentes al proceso formativo”. (Pesantes, Centro de Información Pedagógica
Educar, 2011)
Modelo Educativo de la UTN y de la FACAE
En el Plan de Desarrollo Institucional de nuestra institución universitaria, de manera permanente
se pone énfasis en señalar que el Modelo Educativo: Educación para el Desarrollo, es el que
guía el trabajo de alto nivel universitario. Si hablamos a nivel de currículo universitario a nivel
de meso currículo, apreciamos que este modelo tiene plena coherencia con lo que el gobierno
está planteando a nivel de las universidades en los actuales momentos. Entonces, el meso
currículo de la institución, claramente señala al Modelo Educativo, Educación para el
desarrollo.
Se puede advertir los rasgos característicos de este modelo educativo, en el siguiente apartado:
2. La Universidad ha configurado el modelo educativo “Educación para el
Desarrollo” en el que está implícito el papel de la institución para ser líder y
promotora del progreso económico, social, educativo, cultural y humano de la
región norte del país. El modelo pretende ser una respuesta al atraso generalizado
del país y de la región en todas las órdenes y consideramos que la educación
superior, cuya máxima misión es generar conocimiento científico, técnico, cultural
y ético, puede constituirse en el motor principal para superar tal condición.
(Universidad Técnica del Norte., 2002, pág. 17)
En la reflexión de la epistemología del modelo, entre líneas abordamos los postulados de la
educación emancipadora de Paulo Freire, como aspecto relevante, éste destacado estudioso que
a modo de apotegma sentenció: “Nadie libera a nadie, nadie se libera sólo, los hombres se
liberan en comunión. Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan
entre sí mediatizados por el mundo”.
También es condición de fundamento construir modelos alternativos que busquen superar las
inequidades sociales fijadas en el tránsito histórico del dominio y la dependencia.
En la institución universitaria, como identificación de raíces del verdadero pueblo, hizo suyo la
frase: ciencia y técnica al servicio del pueblo, precisamente este pensamiento conceptualmente
abarca todo un mensaje de lucha por la trasformación y desarrollo de la ciudadanía.
Una “Educación para el Desarrollo” es una herramienta indispensable para la
construcción de una cultura alternativa que afronte los conflictos planetarios y
locales generados por el atraso, la pobreza, la injusticia, la desigualdad, de manera
crítica y activa (Saénz, 1999). Según esta concepción, no se trata del “desarrollo”
economicista propio del capitalismo que ha beneficiado a unos pocos y ha sido
causante de los atentados contra la naturaleza, las sociedades y la humanidad, sino
de un desarrollo al servicio del hombre y de los pueblos. (Universidad Técnica del
Norte., 2002., pág. 17)
Identidad Institucional
Constituye el fiel reflejo de su origen, desarrollo y prospectiva institucional. La esencialidad o
naturaleza del quehacer universitario y su nivel positivo de incidencia en el territorio que genera
su acción y práctica educativa transformadora.
“Son un conjunto de rasgos colectivos que identifican a una institución educativa de otra.
Permanentemente esta colectividad se replantea ¿qué somos?, ¿qué queremos? y ¿a dónde
vamos?, en última instancia es “sentido de pertenencia”…” (Galarza, 2007)
El alma máter imbabureña, destaca su identidad institucional en lo siguiente:
La Universidad Técnica del Norte es una institución educativa laica, científica,
humanística y democrática. Está integrada por profesores, estudiantes, empleados y
3. graduados. Se dedica al estudio, a la investigación y a la difusión del saber y la
cultura, orientados al conocimiento de nuestra realidad para su transformación
económica y social, en beneficio de los sectores menos favorecidos del país.
(Universidad Técnica del Norte., 2002., pág. 14)
La dinamia de los hombres “de semilla insurgente” en su labor diaria tiene como horizonte el
cumplimiento de principios que amplían más la identificación de la institución universitaria, así:
Principios:
Compromiso Social, entendiendo este valor como la actitud consciente y
responsable de la universidad con la región y el país, para promover su desarrollo
comunitario, humano y material.
Democracia, que posibilita a los jóvenes de clase populares tengan igualdad de
oportunidades para acceder a títulos universitarios, así como la participación en la
gestión académica junto a los profesores y empleados.
Pluralismo a través del respeto a las diferencias ideológicas, políticas y religiosas
de los universitarios. La UTN es independiente de grupos políticos, económicos y
religiosos. Sustenta la libertad de pensamiento, de expresión y de cátedra como
manifestaciones del pluralismo del intelecto.
Criticidad, que le permite constituirse en un centro crítico frente al poder político-
económico y contribuya a la vigencia de una sociedad justa, libre y solidaria.
Creatividad, la institución y sus miembros valoran la creatividad como capacidad
para buscar nuevas formas de educación superior, alternativas imaginativas para
los problemas comunitarios y para construir nuevos modelos de desarrollo
socioeconómico.
Eticidad, la universidad se guía por la práctica de los valores éticos de
honestidad, honradez y responsabilidad. Sus estamentos han internalizado un
sólido código ético.
Cultural, que se evidencia por su apertura a los valores culturales del mundo, del
continente, del país y de la región, en todas sus manifestaciones.
Humanismo, que se manifiesta por la práctica de valores humanistas y el respeto
a los derechos humanos.
Ecologismo, al erigirse como preservadora del medio ambiente y propugnadora
del desarrollo sustentable. (Universidad Técnica del Norte., 2002., págs. 15-16)
Políticas:
Impulsa a la vinculación de la Universidad con el entorno socioeconómico y
cultural.
Fomenta a la investigación científica y tecnológica.
Mejoramiento de la calidad de la formación académica.
Impulso la cooperación nacional e internacional a través de convenios.
Institucionalización de la evaluación y acreditación universitaria.
Impulso a los estudios de postgrado y educación continua.
Impulso a la educación a distancia y virtual.
4. Integración de la participación estudiantil en la gestión académica y cultural.
Impulso al desarrollo informático de la universidad.
Institucionalización de la gestión administrativa ágil y eficiente.
Institucionalización de la programación financiera.
Impulso al plan de desarrollo físico y equipamiento. (Universidad Técnica del
Norte., 2002., pág. 16)
5. MODELO PEDAGÓGICO SOCIO-CRÍTICO
“Quizás esté demás justificar la trascendencia de los fundamentos teóricos que deben sustentar
cualquier reforma o diseño curricular. Ningún experto estaría dispuesto a sugerir la exclusión de
este imprescindible elemento de un proyecto educativo”. (Villarroel, 1997., pág. 10)
La teoría crítica del currículo tiene como preocupación esencial el estudio de las
relaciones entre sociedad y educación desde un punto de vista político e ideológico.
Kemis (1988) aclara el fin del modelo: “El enfoque crítico de la teoría del
currículum trata de construir la teoría del mismo colocándolo en un entramado
social e histórico; su punto de vista teórico implica esta ubicación social e histórica,
no solo para interpretar el pasado, sino para moldear la futura acción curricular”.
(Villarroel, La Pedagogía Socio-Crítica como Fundamento Teórico de la Reforma
Universitaria., 1997., pág. 21)
“Según los teóricos de este paradigma, con su máximo ideólogo el filósofo alemán Jurge
Habermas, la teoría crítica parte de la premisa de que las estructuras sociales de la cultura
occidental no son tan racionales y justas como generalmente se piensa”. (Villarroel, La
Pedagogía Socio-Crítica como Fundamento de la Reforma Universitaria., 1997., pág. 21)
Al referirnos a la estructura curricular de este modelo tenemos los siguientes rasgos
característicos:
El currículo es visto como un proyecto.
Una propuesta.
Una guía.
Se verifica en la acción educativa.
El proyecto curricular es una propuesta que explicita los principios
trascendentes de una institución conforme a los cuales se podrá elegir
adecuadamente los contenidos, la metodología y el tipo de evaluación.
Los contenidos son seleccionados en base a los problemas y necesidades
sociales.
La metodología no se constituye en una herramienta para alcanzar objetivos
preestablecidos, sino como estrategias útiles y convenientes según las
experiencias de aprendizaje.
La investigación, la exploración y la indagación por parte de todos los
protagonistas del aprendizaje son los principios que se constituyen en el eje
didáctico.
Las dinámicas de grupo son las estrategias didácticas que mejor responden al
principal axioma de la pedagogía crítica: la acción comunicativa.
El diálogo, que tanto insistió Freire, es la actividad que debe predominar en las
aulas universitarias.
La relación de igualdad, cooperación, participación y cogestión entre los
miembros del proceso enseñanza-aprendizaje.
6. Los profesores son vistos como miembros de grupos de educadores reflexivos,
prácticos, organizados, cooperativos, comprometidos en el análisis crítico de
sus propias circunstancias y en el cambio de las mismas.
Se trata de un modelo dialéctico porque pone en primera plana las profundas
interrelaciones entre la educación y la sociedad, la teoría y la práctica.
(Villarroel, La pedagogía Socio Crítica como Fundamento Teórico de la
reforma Universitaria., 1997., págs. 23-24)
PEDAGOGÍA SOCIO-CRÍTICA
La educación debe ser una opción contestataria frente a las actuales estructuras
socioeconómicas que nos han llevado a la condición de países subdesarrollados.
Este modelo tiene como propósito formar entes críticos que develan las
estructuras de poder que dominan el planeta y nuestro país y que, sobre esta base,
se deciden a trabajar por un mundo diferente. Su interés ese esencialmente
emancipador.
El modelo está orientado a desarrollarla conciencia social de los jóvenes para
lograr su compromiso con las grandes tareas de la sociedad, de tal modo que se
constituyan en generadores del cambio social.
Para lograr que los jóvenes se conviertan en profesionales transformativos, la
educación crítica está más preocupada por el desarrollo de sus aptitudes
intelectuales superiores: comprensión, razonamiento, crítica y creatividad.
Asimismo, la adquisición de valores humanistas permitirá la responsabilidad
ética frente a su realidad.
La actitud crítica no solo estará referida a las estructuras socioeconómicas
dominantes sino también al conocimiento científico y técnico que sustenta esas
estructuras. Frente al “conocimiento oficial” es necesario oponer la investigación
científica y popular de la propia realidad que permita construir un saber para
comprender nuestros problemas y proponer formas alternativas de solución.
El modelo integra el paradigma del “pensamiento complejo” como una
alternativa para comprender de manera holística, sistémica y transdiciplinaria los
problemas y necesidades del medio socioeconómico. Este enfoque provoca
cambios sustanciales en la estructura académicas y en los diseños curriculares de
las carreras.
El modelo socio-crítico responde a una concepción teórica epistemológica
enmarcada en la línea del constructivismo social de Vigostky. El problema del
conocimiento con sus dos elementos esenciales Sujeto y Objeto se resuelve con la
relación dialéctica Sujeto Objeto, donde existe una interacción entre ambos, que
transforma el objeto (realidad) y el sujeto (hombre).
EL Aprendizaje basado en Problemas es el enfoque esencial de la capacitación de
los nuevos profesionales. Los temas de estudio de las carreras son los problemas
y proyectos del entorno enfrentados de manera inter y transdiciplinariamente.
El proceso educativo –planificación, ejecución y evaluación- es producto de una
relación democrática participativa de los actores pedagógicos, profesor-alumnos,
en la que se privilegia la intervención reflexiva y activa de los estudiantes.
7. La labor académica se fundamenta en la relación dialéctica acción-reflexión-
acción. Profesores y estudiantes diagnostican los problemas del entorno, teorizan
sobre esa realidad y regresan a ella para transformarla. Según esta concepción, la
investigación, los proyectos, el taller y el estudio de casos son las metodologías
esenciales del proceso enseñanza-aprendizaje.
El modelo crítico también está orientado a promover el trabajo académico
autónomo de los estudiantes a través de la adquisición de habilidades de
aprendizaje. Se busca que los jóvenes desarrollen competencias para aprender a
aprender que implica localizar, procesar, evaluar y utilizar la información
científica, tecnológica y cultural que existe profusamente en los diferentes medios
electrónicos y convencionales. (Universidad Técnica del Norte., 2002., págs. 17-
18)
8. Galarza, E. (Abril de 2007). Identidad Institucional. Recuperado el 28 de Septiembre de 2012,
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