La Eucaristía es el sacramento más importante en el que Jesucristo se hace real y verdaderamente presente bajo las especies de pan y vino. A través de los evangelios, especialmente el capítulo 6 de Juan, Jesús demuestra que puede hacer lo que quiera con el pan y su cuerpo, estableciendo la Eucaristía. Al recibirla, los católicos experimentan varios frutos como unión con Cristo, perdón de pecados y fortalecimiento de la fe y la caridad.