Luisa de Marillac y cuidado de las personas ancianas
3 sagrado corazón de jesús 2.014
1. Lucía misma nos invita a
tener un corazón misionero,
haciendo de la “visita”, “un hábito
en nuestra vida”...
-Parafraseando sus convicciones,
que con amor algunas de las
APSM han recogido, pidamos al
Corazón de Jesús sentimientos y
actitudes como las suyas...
“Danos tu mismo corazón”
~ Para que como María, nos
llenemos de Dios para visitar a
nuestros hermanos…
~ Para que llevemos tu perfume en
cada visita…
~ Para que vayamos a visitar a los
hermanos con una actitud de
compasión...
~ Para que en las visitas te veamos
Crucificado...
~ Para que visitemos a los enfermos
y afligidos llevándoles a Dios con
afección y consolación…
~ Para que con nuestra presencia
santifiquemos y hagamos felices
a cada hogar…
~ Para que visitemos a los pobres
con la misma actitud con que
hacemos las visitas al Santísimo
Sacramento…
• Con gran confianza recemos
Padrenuestro…
Cantemos:
Zambita para Lucía
1-Por inclinada al silencio
Dios te miró y te amó,
y Él mismo con mucho esmero
modeló tu corazón,
tomó tu vida en sus manos
y cambió tu inclinación.
2-Apasionada por Cristo
Vos te dejaste llevar
y en búsqueda de su Reino,
tras su eterna Voluntad,
plasmaste nuestra Familia
con entrañas de Auxiliar.
Con esta zamba, Lucía,
hoy nos queremos confiar;
¡ayúdanos a ser fieles, como vos,
corazón sacerdotal!
3-Tu maternal alegría
fue sello firme y señal
de un Dios que es todo Ternura,
Misericordia y Bondad,
regalando a los más pobres
cariño preferencial.
4-Con gran confianza en María,
Madre de toda auxiliar
viviste el Evangelio
de una manera ejemplar
ofreciendo hasta el extremo
amor incondicional.
En este tercer envío, se nos suma una muy buena compañera en el
camino, una mujer buscadora incansable de los Planes de Dios, de su
Proyecto...
De ella nos dice el Padre Carboni: “fue la piedra fundamental de la
Congregación de Hnas. Auxiliares Parroquiales de Santa María; fue su
alma”.
Ella fue Lucía Gil Elizalde, la primera Hermana Auxiliar
Parroquial de Santa María, la que interpretó y plasmó el Carisma
Sacerdotal y Mariano intuido por el Padre Rodolfo Carboni.
Con Corazón
Sacerdotal
Lucía nos acompaña
en este caminar...
Oremos: “Oh Corazón amoroso de Jesús,
pongo toda mi confianza en Vos, pues aunque
lo temo todo de mi flaqueza, sin embargo, todo
lo espero de tu Misericordia. Por tu bondad,
te ruego, escribas mi nombre en tu Sagrado
Corazón. Amén.
2. ♥ Lucía Gil
Elizalde nació
en Arrecifes,
pcia. De
Buenos Aires,
República Argentina, el 5 de
febrero de 1.899.
♥ Sabemos que pertenecía a una
familia tradicional, de posición
económica holgada. Tuvo
posibilidades de estudiar y se
recibió de Licenciada en Filosofía
y Letras.
♥ Tenía dos hermanas que eran monjas benedictinas.
♥ En su juventud, su impulso de servir y entregarse al Señor se fue
convirtiendo en un deseo de consagración, que deseaba vivir en
una congregación contemplativa, como sus hermanas. Pero no
fue admitida por su poca salud.
♥ Hacia el año 1.931, el Padre Manuel (benedictino), su director
espiritual, conociendo las inquietudes de la joven Lucía, le
aconsejó: “Vaya con el Padre Carboni, se van a entender”.
♥ Es así como Lucía comenzó a frecuentar la Parroquia
“San Lorenzo”, a conversar con el Padre Carboni y presentarle su
búsqueda vocacional.
♥ Rodolfo Carboni le propuso ingresar en el grupo religioso que él estaba
formando, cuya vida de consagración se expresaría en el ofrecimiento
por los sacerdotes y, apostólicamente la vida parroquial.
Le entusiasmó la propuesta, contraria a sus gustos. Sin embargo, vio en
ello la voluntad de Dios.
♥ El 13 de octubre de 1.933 se trasladó definitivamente a la casa de
Avelino Díaz 539. Su familia se opuso a su decisión, acostumbrada a
ver congregaciones ya aceptadas por la Iglesia. Nada la detuvo a Lucía.
♥ Al poco tiempo, las pocas mujeres que estaban en ese incipiente grupo,
se retiraron y Lucía quedó sola. El Padre Carboni le preguntó: “Lucía,
¿está animada a seguir?”. A lo que ella respondió: “Me quedo y no
importa que esté sola, ya vendrán otras”. Y así ocurrió.
♥ Pasaron ocho años, y el 23 de junio de 1.941 Lucía fue llamada por el
Señor a compartir eternamente su Morada…
¿Qué te parece el valor y la confianza en Dios
que tuvo Lucía?
¿Qué es lo que más te llama la atención
al conocer un poquito de su vida?
En este camino que vamos haciendo en el Mes del Sagrado Corazón de
Jesús, fuimos profundizando en la actitud de la ALEGRÍA y en el valor
de la JUSTICIA,
Hoy, desde nuestro corazón sacerdotal queremos profundizar en la
actitud MISIONERA. Y vamos a contemplarla también en el
CORAZÓN de Jesús, ayudados por su PALABRA DE VIDA...
“Como el Padre me envió, Yo los envío a ustedes” (Juan 20, 21b)
“Yo los elegí a ustedes y los destiné para que vayan y den fruto, y
ese fruto sea duradero” (Juan 15, 16b)
“Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos” (Mateo
28, 19a)
• Nos quedamos meditando un ratito estos textos para descubrir el ardor
misionero que anida en el Corazón sacerdotal de Jesús…
“De los jóvenes espero lío. Quiero lío en las
diócesis, quiero que se salga afuera… Quiero que
la Iglesia salga a la calle, quiero que nos
defendamos de todo lo que sea mundanidad, de
lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea
clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos.
Las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir; si no salen
se convierten en una ONG, y la Iglesia no puede ser una ONG”...
3. ...“Miren, yo pienso que, en este momento, esta civilización mundial se
pasó de rosca, porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero, que
estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos
polos de la vida que son las promesas de los pueblos”...
“Los jóvenes: tienen que salir, tienen que hacerse valer; los jóvenes
tienen que salir a luchar por los valores, y los ancianos, abran la
boca y enséñennos; transmítannos la sabiduría de los pueblos”...
...”¡Gracias por lo que puedan hacer!”
(Palabras en el encuentro con jóvenes argentinos en la JMJ 2.014)
Lucía, “hizo lío”, porque le gustaba visitar a la gente, descubrir
rostros. Elegía siempre un trato lleno de dulzura, porque detrás de
cada apariencia existen historias, heridas, logros, fracasos. Le
importaba dar tiempo, ser paciente, buscar la palabra adecuada, lo
cual consideraba una ciencia, la ciencia del amor. De un amor simple,
que lleva a vivir con una bondad universal, sin retaceos ni diferencias…