Este documento enfatiza la importancia de la fidelidad en el ministerio. Indica que Dios llama a todos pero solo separa y capacita para el ministerio a aquellos que son fieles. La fidelidad, no los talentos o habilidades, es la base. Los fieles aman a su maestro y ministerio más que sus propios planes. El documento usa a Moisés y David como ejemplos de fidelidad y cómo Dios los preparó y usó para cumplir su llamado.