Este documento describe las principales características del lenguaje humano. Explica que la posesión del lenguaje es lo que nos hace humanos y permite capacidades como la coordinación y transmisión de experiencias. Desde el Homo erectus hasta el Homo sapiens, la evolución incluyó la capacidad de crear herramientas complejas, la comunicación gestual y finalmente el lenguaje simbólico. El documento también enumera las 13 propiedades definitorias del lenguaje humano según Hockett, incluyendo su naturaleza vocal-audit
2. 1. Homo loquens
La etiqueta que mejor nos define frente a otras
especies es la de “Homo loquens”
(“que habla”), e indica que la posesión del lenguaje es la
capacidad que nos hace humanos.
La posesión del lenguaje constituye un requisito
previo para muchas de las demás capacidades, al
menos en el grado de desarrollo en que se presentan en
la especie humana moderna.
3. Desde el Homo erectus al Homo
sapiens,….
El Homo erectus fue el primero capaz de desarrollar
herramientas complejas.
El Homo erectus desarrolló una nueva capacidad
cognitiva: la mimesis.
Así, aunque no poseía el lenguaje, esta forma de
comunicación gestual hizo posible la coordinación de
las actividades cotidianas, la transmisión de la
experiencia, etc.
Por último, la aparición del lenguaje y la utilización
de símbolos supuso el paso decisivo hacia el Homo
sapiens, la especie a la que pertenecemos.
4. El signo
Entidad perceptible que permite la comunicación.
Todo signo está formado por dos componentes,
indisociablemente unidos, que son:
Significante: Es necesariamente una entidad
perceptible a través de los sentidos.
Significado: Es el contenido asociado al significante.
En el signo lingüístico, que es la unidad de expresión
de la lengua, estas dos partes corresponden a la imagen
acústica y al concepto con ella asociado.
5. Propiedades de los signos
lingüísticos
Según Ferdinand de Saussure (fundador de la Lingüística
moderna), las principales son cuatro:
1. Arbitrariedad. La relación entre el significante y el significado
es convencional, ya que el mismo concepto se puede asociar
con imágenes acústicas diferentes en diferentes idiomas.
2. Linealidad del significante. Al ser de naturaleza auditiva, el
significante se despliega en el tiempo. Por ello, los significantes
deben aparecer necesariamente uno tras otro, en secuencia
lineal, formando una cadena.
3. Inmutabilidad. La conexión entre significante y significado
está establecida por cada comunidad lingüística, de modo que
ningún usuario puede, a título individual, modificar
caprichosamente esa conexión.
4. Mutabilidad. Los signos lingüísticos pueden verse afectados
por el paso del tiempo.
6. 2. Propiedades del lenguaje
humano
La lista original de las propiedades del lenguaje
humano se debe al lingüista estadounidense Charles F.
Hockett, y se pueden agrupar de la siguiente forma:
7. 1. Canal vocal-auditivo
La modalidad básica del lenguaje humano se fundamenta en la
emisión y recepción de sonidos articulados.
El carácter vocal-auditivo se incluye como una de las propiedades
definitorias de las lenguas humanas para subrayar que es la
lengua hablada, y no la escrita, la modalidad natural del
lenguaje.
La escritura tiene una gran relevancia cultural, pero ello no debe
ocultar que el medio primario del lenguaje es de naturaleza
vocal-auditiva.
Esta característica tiene una única excepción: las lenguas de
signos que utilizan las comunidades sordas.
Estas comunidades emplean la modalidad gestual-visual en lugar
de la vocal-auditiva.
Por lo demás, comparten los rasgos propios de las lenguas
naturales.
8. 2. Transmisión irradiada y
recepción direccional.
Las señales lingüísticas se transmiten por el medio
aéreo en todas direcciones.
El receptor, por su parte, percibe la señal asociada a un
punto determinado, proveniente de una determinada
dirección.
La localización del punto exacto es posible gracias a
nuestra audición biaural, que compara las señales
recibidas por cada uno de los oídos para determinar la
procedencia del sonido.
9. 3. Evanescencia (o transitoriedad).
Las señales vocales se desvanecen con rapidez y no
perduran en el espacio o en el tiempo.
10. 4. Carácter discreto.
Los hablantes del español distinguen entre los sonidos
[p] y [b], no hay ninguna posibilidad intermedia entre
ambos, cualquier oyente entenderá uno u otro, pero no
indistintamente ambos o un sonido intermedio.
11. 5. Semanticidad.
El sistema transmite significados por medio de una
asociación fija y sistemática entre la forma de las
señales y el contenido que transmiten.
12. 6. Arbitrariedad (o carácter
convencional).
En el caso del lenguaje humano, la semanticidad está
basada en un vínculo convencional, arbitrario y no
motivado entre las propiedades físicas de los signos
empleados y los significados que a ellos se asocian.
No hay nada en los objetos que determine cómo han
de denominarse.
Las señales empleadas por las lenguas humanas
pertenecen, así, a la categoría de los símbolos.
13. 7. Dualidad de estructuración (o
doble articulación).
Cada lengua se sirve de un inventario limitado de
sonidos distintos.
Cada uno de ellos carece de significado aisladamente
(fonemas), pero juntos son las piezas básicas a partir
de las que se construyen unidades dotadas de
significado (palabras y morfemas).
Las señales más complejas (frases y oraciones) pueden
analizarse en unidades con significado simples (los
morfemas y las palabras), y estas unidades con
significado simples pueden analizarse, a su vez, en
unidades mínimas sin significado (los fonemas).
14. 8. Productividad.
El lenguaje permite producir e interpretar mensajes de
una manera ilimitada.
La posibilidad de acuñar nuevas expresiones no se
limita a la producción de enunciados oracionales; está
presente también en nuestra capacidad de derivar y
construir nuevas palabras
15. 9. Especialización.
Las actividades físicas encaminadas a la producción
del lenguaje no desempeñan ninguna otra función
biológica más que la de servir como señales, y las
ondas sonoras producidas como señales lingüísticas
tampoco tienen otra función que la de transmitir los
contenidos a ellas asociados.
16. 10. Desplazamiento.
El lenguaje nos permite hacer referencia a entidades y
acontecimientos distantes en el espacio y en el tiempo.
Podemos hablar del pasado y del futuro, de cosas y
sucesos lejanos, etc.
17. 11. Intercambiabilidad de roles.
Cualquier usuario de una lengua puede participar
como emisor y como receptor, y estos papeles son
reversibles: el hablante se convierte en oyente, y
viceversa.
18. 12. Retroalimentación total.
No sólo las funciones de emisor y receptor son
intercambiables, sino que cada emisor es, además,
receptor de su propia emisión, por lo que puede vigilar
y controlar su producción a medida que la emite, e
incluso corregir sus posibles errores.
19. 13. Transmisión cultural.
A pesar de tener las capacidades físicas necesarias para
adquirir y utilizar una lengua, el lenguaje no se
desarrolla si el individuo no está expuesto desde su
infancia al uso de la lengua de su comunidad.
Esta es una consecuencia del carácter simbólico del
lenguaje: al no existir una conexión natural entre las
señales y lo que éstas significan, ésta debe aprenderse.
20. La especificidad del lenguaje
humano animales presentan semejanzas con
Algunas especies
el lenguaje humano.
Así, las abejas, como los humanos, (similitudes):
utilizan un conjunto de signos especializados a los que
asocian significados concretos, y
un cierto grado de desplazamiento.
• Las diferencias son más numerosas:
el canal utilizado por las abejas es fundamentalmente visual y
olfativo, no auditivo,
no hay elementos discretos (sino graduables),
los signos son básicamente icónicos y
no hay intercambiabilidad de roles (ya que sólo las abejas
exploradoras realizan la danza.
21. Propiedades Privativas del LH
Si se consideran las propiedades del lenguaje humano
que no están presentes en ninguno de los otros
sistemas, se llega a la conclusión de que los rasgos
exclusivos de las lenguas humanas son:
la dualidad de estructuración,
la productividad y
el desplazamiento.
22. Dualidad de estructuración y
Productividad
En el lenguaje humano, a partir de un inventario muy
limitado de unidades mínimas (entre dos y tres
docenas de fonemas diferentes), las lenguas
constituyen primero piezas simples con significado,
que luego combinan para formar expresiones
complejas.
Por el contrario, los sistemas de comunicación animal
están constituidos por un inventario más o menos
amplio de signos, pero siempre limitado y cerrado.
Se trata, por tanto, de un código simple que no puede
expandirse, ya que no incluye pautas regulares de
combinación.
23. El lenguaje humano posee, además, un conjunto de
principios y reglas que determinan cómo se combinan
esos signos para expresar significados más complejos.
Por tanto, cada lengua posee un léxico y una
gramática.
24. La productividad
Está basada en otras dos características más abstractas,
como son
la jerarquía y
la recursividad.
Las expresiones complejas (las oraciones) no son
simplemente un encadenamiento lineal de palabras,
sino que las palabras se organizan en constituyentes de
rango intermedio.
La recursividad es la propiedad por la que una misma
pauta gramatical puede aplicarse repetidas veces.
25. Desplazamiento
El tercero de los rasgos exclusivos de las lenguas
humanas, permite hacer referencia a entidades o
acontecimientos no directamente observables o
inexistentes.
Como consecuencia, la actividad lingüística no está
necesariamente ligada al presente, ni está
desencadenada de manera inevitable por condiciones
específicas del entorno inmediato.
26. 5.ElConocimiento y conocimiento operativo y
conocimiento lingüístico es un
uso
tácito.
Es operativo porque los hablantes saben utilizarlo en la práctica,
aunque no sepan explicar sus mecanismos de funcionamiento,
y es tácito porque representa una clase de conocimiento del que no
somos conscientes y que, sin embargo, tiene que estar
necesariamente en la base de nuestras capacidades lingüísticas.
El conocimiento lingüístico es una propiedad de la mente de
cada individuo.
Cada uno de nosotros hemos adquirido nuestro propio sistema
combinatorio, que nos capacita para producir y comprender
nuestra lengua.
Se denomina competencia gramatical al conocimiento práctico e
interiorizado de las reglas de la gramática que cada individuo ha ido
construyendo de manera no consciente como resultado de su
crecimiento como miembro de una comunidad.
27. Hablar una lengua, sin embargo, no se reduce a
dominar las reglas gramaticales.
Competencia Comunicativa
Es preciso dominar también las condiciones que
determinan lo que es social o conversacionalmente
adecuado.
Por ejemplo, el sistema lingüístico del español
peninsular proporciona dos formas diferentes de
dirigirnos al interlocutor: tú y usted.
Las condiciones en que resulta adecuado utilizar una
forma u otra no dependen del conocimiento de la
gramática, sino de las prácticas que cada comunidad
haya hecho habituales.
28. 6. Comunicación y lenguaje
La relación entre lenguaje y comunicación es muy
importante, pero se trata de realidades diferentes:
ni la comunicación exige siempre el uso del lenguaje,
ni todo uso del lenguaje es comunicativo.
Por ejemplo, comunicar supone interactuar con otros, pero
esta interacción no requiere necesariamente el uso del
lenguaje.
El gesto, la expresión facial, la mirada, etc., son instrumentos
de interacción con los demás, pero no son manifestaciones
lingüísticas.
Por otro lado, la reflexión, el pensamiento abstracto, la
planificación, etc., son actividades que no pueden
considerarse comunicativas y que, sin embargo, no es
posible concebir en ausencia de lenguaje.