Similaire à Dos ideas para la atención de los factores de riesgos asociados a la situación del retiro militar, partiendo desde la situacion de actividad
Similaire à Dos ideas para la atención de los factores de riesgos asociados a la situación del retiro militar, partiendo desde la situacion de actividad (18)
Dos ideas para la atención de los factores de riesgos asociados a la situación del retiro militar, partiendo desde la situacion de actividad
1. DOS IDEAS PARA LA ATENCIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGOS ASOCIADOS
A LA SITUACIÓN DEL RETIRO MILITAR, PARTIENDO DESDE LA SITUACION DE
ACTIVIDAD
Generalidades
La carrera militar más que un oficio para labrarse un futuro, sigue y seguirá
siendo un verdadero apostolado para el servicio a la nación y por ende a la sociedad
venezolana, hoy día con el proceso socio-político que gozamos, resalta aún más la
caracterización vocacional de dicha actividad social, es tan axiomático este postulado
que el mismo humanizo la expresión “militar”, que hasta a finales de la década de los
noventa, su significado apuntaba exclusivamente a la “guerra”, término que debe ser
muy respetado a oídas de las sociedades verdaderamente democráticas, por las
consecuencias que ella origina, es por eso que con la entrada en vigencia de la
Constitución Bolivariana le agrega la particularidad de participar activamente en el
desarrollo nacional, me refiero a la Fuerza Armada Bolivariana, circunstancia esta que
hace imperativa la relación, mejor dicho la integración PUEBLO- FANB, que a la postre
son uno mismo.
Sin lugar a dudas, se sigue requiriendo de militares con vocación, de manera
que continúen transmitiendo y participando conjuntamente con todos y todas las
venezolanas, en generar la máxima sensación de seguridad nacional. La ausencia de
esta disposición en algún oficio e incluso en cualquier actividad que se desee
emprender, corre el riesgo de anular cualquier garantía de concretar el propósito de la
empresa. Hagamos una reflexión a simple inspección en otros de los oficios sociales
de gran arraigo, por lo menos hasta el siglo antepasado, como es la iglesia católica, la
cual se ha visto envuelta (me refiero a un número importante de sus servidores
públicos) en cualquier cantidad de abusos lascivos de sus asistidos, en condiciones de
desventajas de estos últimos por ser menores y otras personas con dificultad para
manifestar su voluntad. Indiscutiblemente la aptitud de estos individuos -por lo menos
los que se hicieron públicos- se presenta como consecuencia de la ausencia total de
gusto por la actividad que emprende, sin obviar cualquier otra cantidad de elementos
propios de conducta criminal; esto como muestra extrema, pero en realidad resulta
que otros servidores pudieran manifestar en esa y otras actividades u oficios,
conductas, que sin llegar a ser delictivas, están apartadas en mucho de sus
lineamientos morales y éticos y con ello desdicen de su vocación.
El apostolado que debe ser referencia en todo tiempo del militar, lo lleva hoy
día a una consagración del mismo a la Nación, por ende al Estado a la sociedad, en
otras palabras al pueblo, como lo recoge la Constitución de la Republica Bolivariana
de Venezuela en su artículo 328: “…En el cumplimiento de sus funciones, está al
servicio exclusivo de la Nación…”
Breve Identificación de la situación
No pretendo hacer juicio de valor sobre el “retiro militar”, por el contrario,
partiendo de las circunstancias fácticas que rodean el entorno del individuo en dicha
situación militar, observadas desde una institución como el IPSFA durante mi estadía
en ella y hoy día, desde esa situación militar, pretendo empíricamente identificar
algunas de las variables que influyen su día a día.
El escenario del militar, expuesto en las generalidades del presente escrito, no
niega el reconocimiento del individuo como sujeto de un sustento material en concreto,
más allá de lo básico o elemental, no tengo duda al señalar que dicho sustento
2. DOS IDEAS PARA LA ATENCIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGOS ASOCIADOS
A LA SITUACIÓN DEL RETIRO MILITAR, PARTIENDO DESDE LA SITUACION DE
ACTIVIDAD
material debe ser en todo caso de mediano hacia arriba. Pareciera un juicio
contradictorio al discurso que he venido desarrollando, no es así, el hombre/mujer de
uniforme para lograr adecuarse al perfil de la carrera lo lleva a olvidarse de sí mismo,
concretando esta distracción en ir postergando el desarrollo de su estabilidad, por la
atención al servicio, esto se agrava por la peculiaridad que representa que la vida
activa del militar está limitada legalmente a una cantidad determinada de años de
servicio, a diferencia de las demás profesiones y oficios, el militar se retira en plenas
condiciones y con la mayor experiencia, las demás áreas no tienen límite de tiempo en
el ejercicio de su práctica. Agrego, al final de su carrera, es decir al pasar a la situación
de retiro, le cambia la vida diametralmente, empieza por abandonar su compañero de
muchos años, “el uniforme”, elemental símbolo que cohesiona la institución, siendo el
mensaje transmitido que a partir de ese momento ya no es militar, a pesar que la
intrínseca militar diga lo contrario, lo cierto es que se siente fuera de su institución.
Otro de los aspectos en el que se ve afectado por su nueva situación
administrativa militar, viene a ser una ficción de la ley que se pudiera confundir con la
ciudadanía, -vuelve a ser civil -, puesto que nunca lo dejo de ser, es decir ciudadano,
sí tenía en servicio activo algunas limitaciones de carácter legal, moral y ético de sus
derechos. En todo caso, resulta ser una experiencia un tanto olvidada y como tal
requiere reeducarse con la finalidad de ajustarse a su nueva situación administrativa
militar. Aquí influye negativamente el hecho de tener una vasta experiencia en el
ejercicio, no solo lo relativo a la naturaleza de su carrera, sino en cualquier otra de las
áreas en las que recibió capacitación y de hecho ejerció tareas, y ahora en su nueva
situación se le dificulta ponerlo en práctica. Si bien no son todos, sobrepasan en
mucho el 50% de los militares en situación de retiro, que sufren esta circunstancia, sin
contar aquellos y aquellas que se separan del servicio voluntaria o involuntariamente
antes de cumplir los años máximos de servicio o de los años mínimos para acreditarse
el derecho a la pensión de retiro.
Ya en retiro, la situación es otra, esta fase en la vida del militar, es una etapa
que en la mayoría de los casos, puede traer consigo un conjunto de factores de riesgo,
a saber, entre otros: marginación laboral, social y familiar, sentimiento de minusvalía y
rechazo, nivel de vida precario, inseguridad socioeconómica, disminución del potencial
de sustento familiar.
Precisamente la primera y más oportuna previsión a tomarse sería propiciar las
condiciones socio-económicas iniciales del recién retirado, expuesto anteriormente,
partiendo de esta condición inicial propuesta, la atención es otra, puesto que tenemos
a una persona en plenas condiciones de capacidad y experiencia que
consecuencialmente queda desocupado y lo que es peor le cuesta acceder al mercado
laboral y con ello se materializa el riesgo señalado: “marginación laboral”, en otras
palabra el militar pierde su vigencia. Sin lugar a dudas, está marginación tiene un
afección importante en la personalidad y en general en la salud, de tal manera que en
muchos de los casos se presentan cuadros depresivos del militar en retiro.
Independientemente del riesgo de marginación laboral y sus consecuencias expuesta,
por mejores que sean las condiciones materiales, el ser humano requiere la atención
de necesidades secundarias (Abraham Maslow), como la de autorrealización
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(necesidades del “yo”): lograr los ideales o metas propuestas (incluyendo el sentirse
útil) para conseguir la satisfacción personal. Esta situación se agrava en el perfil del
afectado, ya que el mismo, en tiempo de actividad en el servicio, cumplía un horario de
trabajo de tiempo completo incluyendo en bastantes ocasiones los fines de semana;
además de ello en el transcurso de su formación y capacitación, fue recibiendo una
serie de herramientas administrativas que le permitieron asumir sus responsabilidades
científicamente a través de métodos y procedimientos.
La propuesta de las ideas
La atención a este empírico diagnostico debe ser asumido estructuralmente por
el Estado, incluyendo por supuesto por sus mismos afectados, los que al finalizar sus
años de servicios de actividad y los que eventualmente también pasen a integrar las
largas listas de los que padecen esta afectación. En tal sentido me atrevo a proponer
dos estrategias, la primera de ellas está dirigida a la atención financiera y económica
del militar en actividad, de manera que le facilite su consagración a su misión con el
menor número de distracciones materiales.
El Estado y particularmente la Fuerza Armada Bolivariana cuenta hoy día con
instituciones financieras, como las Cajas de ahorro, SISA, que permitirían
efectivamente la atención efectiva económica financiera del militar en actividad. El
paso que a mi entender deben asumir estas instituciones es comportarse como una
plataforma financiera más allá del rol importantísimo de ahorro que han venido
llevando, es decir creo que sería interesante que los mismos liderizarán en forma
proactiva y response las actividades financieras y económicas del militar en todo el
territorio nacional, a través de una tutela personalizada de los ahorros, con la finalidad
de dirigirle inversiones sin riesgo, además de facilitarle la adquisición de bienes y
servicios, como la compra de vivienda y en general la atención a su núcleo familiar.
Nuevamente pareciera un doble discurso contrastado con los valores que se
promulgan en la institución, por lo que reitero que no lo considero de esa forma,
puesto que cualquier individuo independientemente de su actividad, abriga la
esperanza del desarrollo personal conjuntamente con su desarrollo económico, para lo
cual participa directa y personalmente en concretar dicha expectación, para ello cuenta
con las condiciones personales y tiempo disponible; el militar por el contrario, dispone
precariamente de su tiempo puesto su condición de servicio exclusivo a la Nación, así
como las condiciones también pudiéramos considerar que son limitadas, sobre todo
las que apuntan a los principios y valores de la carrera.
No propongo la “millonarización” del militar, apunto exclusivamente a unas
condiciones materiales dignas que le transmitan la sensación de seguridad, sin sobre
saltos, de manera que el uniformado y uniformada puedan consagrarse a su misión
como es el deseo del Estado venezolano, además si está actividad la ejecutamos
como se visualiza, se generalizará las mejoras de las condiciones socio-económicas
del militar al inicio de su situación de retiro.
La segunda propuesta está relacionada con la atención de la aflicción del
militar en retiro, para lo cual la institución también cuenta con una entidad, que si bien
en los actuales momentos no es tan efectiva como las señaladas para el asunto
económico financiero, sí cuenta con estructura organizativa, logística e incluso con una
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normativa legal, el IORFAN (LEY DEL INSTITUTO DE OFICIALES DE LAS FUERZAS
ARMADAS NACIONALES EN SITUACION DE RETIRO GACETA OFICIAL DE LA
REPUBLICA DE VENEZUELA) vigente desde viernes 10 de agosto de 1990 GO
34.528, en dicha ley se establece en su artículo primero el objeto del instituto de la
siguiente forma:
“El Instituto de Oficiales de las Fuerzas Armadas en
situación de Retiro, es un organismo de carácter público,
con personalidad jurídica y patrimonio propio,
independiente del Fisco Nacional, creado con el objeto de
agrupar a todos los Oficiales que se encuentren o pasen a
dicha situación, estimular su mutuo acercamiento y
fortalecer los vínculos de fraternidad que deben existir
entre los miembros de la Institución Armada y, a través de
los organismos correspondientes procurarles medios de
bienestar económico, social y cultural”
La ley en forma errada, de acuerdo a mi criterio, confunde el mandato de
atención del retirado o retirada, toda vez que entiende como objeto del instituto como:
“…estimular su mutuo acercamiento y fortalecer los vínculos de fraternidad que
deben existir entre los miembros de la Institución Armada…”, a través de la
procuración de medios de bienestar económicos y otros, lo que lamentablemente llevó
a esta organización y otras de naturaleza civil, a través del tiempo a conceptualizar en
forma negativa al militar en retiro, al identificarnos exclusivamente como personas de
edad no productiva, proclive a las enfermedades y en el mejor de los casos sujetos de
la tercera edad, y en esa línea desarrollaron su actividad, sus metas y productos,
siendo el caso, que sin negar las circunstancias de hecho, ya contamos con una
institución como el INSTITUTO DE PREVISIÓN SOCIAL DE LA FUERZA
ARMADA NACIONAL (IPSFA) que asume legalmente ese compromiso y ha
cumplido en toda su historia una magnífica labor en este sentido. Además de ello,
sus Juntas Directiva no han identificado la raíz del trauma del militar una vez
pasado a retiro, mediante un diagnostico efectivo, por lo menos no lo han hecho
público.
Estas instituciones, particularmente el IORFAN como pública, hoy día debe
asumir un rol que verdaderamente dinamice a sus afiliados y afiliadas, y que mejor
manera de tomar conciencia de su rol, que concebir al sujeto como una persona
con atributos importantes, por encima de su condición de edad, con capacidad y
experiencia suficiente para seguir asumiendo satisfactoriamente un una actividad
laboral y en tal sentido desarrollar su gestión como institución de asistencia al
militar en retiro, no necesariamente pensionado. Siendo esta la visión que se tenga
del profesional, la institución será clave para lograr la ocupación de la mayor
cantidad de militares en retiro que así lo deseen.
El IORFAN tiene las condiciones para comportarse como una institución de
enlace con la administración pública y privada, como generadoras empleo en el
país, de manera que les permita conocer, por un lado las necesidades en las
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diferentes áreas de trabajo del país y por otro lado, estará en capacidad de ofrecer
a estas propuestas del recurso humano calificado de acuerdo a sus necesidades.
Para el logro de esta empresa, la institución deberá emprender coordinaciones de
primer orden, además de desarrollar creatividad.
Paralelo a esta actividad, el IORFAN o la institución que eventualmente la
sustituiría, también pudiera asumir actividades de educación para quienes estén en
la postrimería de la actividad del militar, con el propósito de crear las mejores
condiciones que permitan la preparación para el retiro a la vida sin uniforme, en la
cual se le pudiera suministrar en forma científica, como asumir y minimizar los
riesgos que pudieran presentarse en la situación de retiro; además, durante el
transcurso de la carrera del militar, pudiera mantener con el personal militar en
actividad, una comunicación permanente con la finalidad de proporcionarle
sistemáticamente información que le permita a él o a ella, prever oportunamente los
riesgos asociados a la situación de retiro de manera que aspiren un desenvolvimiento
en un entorno favorable. Esa educación se complementaría con un plan agresivo de
capacitación del militar en retiro, mediante talleres, seminarios y demás técnicas,
herramientas y tecnologías del momento, aportadas precisamente por quienes
requieren el recurso humano, además por esta vida también se le pudiera suministrar
periódicamente la información que lo mantenga enterado sobre el desarrollo de la
Fuerza Armada Bolivariana.
Antes de cerrar las ideas propuestas, quiero hacer mención a un punto de
importancia tal, que debo aprovechar esta oportunidad para plantearlos públicamente,
independientemente que a las primeras de cambio pareciera que no se ajusta al
ordenamiento jurídico existente en la materia, siento que debe ser atendido, en todo
caso ser ampliada su justificación, me refiero a la indigencia eventual en la que
pudiera desmoronarse cualquier militar particularmente en situación de retiro, que por
alguna desventura, como divorcios traumáticos, embargos, enfermedades, etc., los
lleve a tal adversidad, circunstancia esta que se repite con cierta frecuencia por
constancia personal de hecho, específicamente en aquellos militares que voluntaria o
involuntariamente se han separado del servicio activo sin derecho a pensión de retiro.
En algún momento tuve la oportunidad de hacer este planteamiento, solicité la
inclusión de una norma en la ley de seguridad, en la cual el IPSFA se obligue, una vez
que se tenga la certeza de tal situación, a la atención material “temporal” de la
adversidad, así como al mismo tiempo, en coordinación con el nuevo IORFAN
participen activamente en la reactivación laboral del afectado, el apoyo material sin
duda sería hasta que se concrete la desaparición de las consecuencias de la
desdicha.
Conclusión
Partiendo de la premisa cierta que el militar nunca deja de serlo, por lo cual el
último grado militar ostentado lo acompaña el resto de su vida, el Estado no debe
agotar las iniciativas que le permita amalgamar el recurso humano de la institución
militar, con más razón hoy día cuando por mandato constitucional la seguridad de la
nación es responsabilidad de toda la sociedad.
6. DOS IDEAS PARA LA ATENCIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGOS ASOCIADOS
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Al concretarse el principio de la conservación del grado militar al pase de retiro, como
ha sido la praxis en la institución castrense, se infiere que él o ella no dejan de ser
militares, siendo así, obviamente la atención del militar retirado no debe estar
supeditada al derecho de pensión. De lo contrario no se cumpliría con el principio
histórico del mantenimiento del grado militar en la situación militar.
Se requiere aprovechar los recursos existentes relacionados con las dos ideas
para la atención de los factores de riesgos asociados a la situación de retiro del militar,
en tal sentido en la primera de ella, la relacionada con la plataforma de atención
financiera del militar activo, sería necesario diseñar, planificar y ejecutar toda una serie
de operaciones de esa índole de acuerdo a lo aquí planteado.
En cuanto al segundo de los pensamientos, sería necesaria la reorientación legislativa
de la “Ley del instituto de oficiales de las Fuerzas Armadas”, en este sentido, ella debe
apuntar a crear una institución dinámica, cuya visión general sea la de estimular la
vigencia y actualización del militar en retiro, dejándole la atención socio económica
exclusivamente al IPSFA.
Los factores de riesgos que se han materializado en el devenir del militar en
retiro tienen sus antecedentes cuando este se encontraba en la situación de actividad.
No es congruente la condición de servicio exclusivo del militar a la nación y sus
efectos, con su mediana actitud de prever los riesgos que deberá asumir al pasar a
retiro, por lo cual es necesario su asistencia y representación en esta tarea, de manera
que logre alguna sensación de seguridad que le permita asumir su apostolado como
se planteo.
Con estas propuestas, no pretendo negar el derecho que tenemos los
venezolanos y venezolanas de agruparnos con propósitos lícitos, como se puede
inferir del escrito lo que aspiro es coadyuvar con estas ideas en identificar nuevos
objetivos a las instituciones aquí mencionadas.
Para finalizar, deseo señalar que las ideas que explano en este breve escrito,
son producto de mi pasantía profesional por el IPSFA, donde tuve la oportunidad de
elaborar un diagnostico empírico de la situación por mi cuenta, su origen y alguna
forma de atención de las inquietudes del militar en retiro. Espero que este atrevimiento
motive futuras ideas y ejecutorias para la atención de tal circunstancia.
Rafael María Contreras Acevedo
Coronel
CI 4208526
ramaconta@gmail.com