El documento describe los siete sacramentos de la iglesia católica: el Bautismo purifica del pecado original; la Confirmación integra a los bautizados como miembros de la iglesia; la Eucaristía es la fuente y cumbre de la vida cristiana; la Penitencia ofrece reconciliación con Dios y la iglesia; la Unción de los Enfermos ofrece consuelo espiritual; el Orden Sacerdotal consagra al servicio de la iglesia; y el Matrimonio crea un vínculo conyugal
2. El Bautismo Por bautismo se hace referencia a un rito de iniciación o purificación, que es común en varias y diferentes religiones, así como en varias comuniones y denominaciones cristianas. El bautismo cristiano consiste en una determinada aplicación del agua sobre una persona, invocando a la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (o a Jesús solo, en algunas versiones del cristianismo), con el fin de hacer participar a quien lo recibe en la muerte y la resurrección de Jesucristo, constituyéndole: profeta, sacerdote y rey junto con Cristo, hijo(a) de Dios y heredero(a) de su Reino, e integrándole a la comunidad de la Iglesia, como miembro vivo del Cuerpo Místico de Cristo. La Iglesia Católica define el sacramento del bautismo como: «Un signo sensible instituido por nuestro Señor Jesucristo para perdonar el pecado original y cualquiera otro que hubiese en el que se bautiza.»
3. La Confirmación La confirmación es uno de los siete sacramentos que administra la Iglesia Católica (también celebrado en otras denominaciones cristianas). Está considerado entre los sacramentos de iniciación cristiana siendo recibido en segundo lugar (tras el bautismo) o en cuarto (tras la Penitencia y la Eucaristía) en la Iglesia cristiana, sacramento por el que las personas bautizadas se integran de forma plena como miembros de la comunidad. En la Iglesia antigua, el rito se administraba de forma inmediata después del bautismo y ésta sigue siendo la costumbre en las iglesias ortodoxas y africanas. En la Iglesia católica apostólica romana a partir de 1600 hasta el siglo XX, la confirmación se aplazó entre los dos y los siete años tras el bautizo del niño. A partir del Concilio Vaticano II se delega más allá, hasta la primera adolescencia. La Iglesia anglicana no tiene señalada una edad específica, pero el rito es administrado de un modo general entre los 14 y los 16 años; en la Iglesia luterana el sacramento se administra sobre esa misma edad; en la Iglesia católica de un modo general se realiza dos años después de la primera comunión, hecho que ocurre normalmente alrededor de los 11 años.
4. La Eucaristía La Eucaristía (del griego: Εuχαριστία eucharistia, "acción de gracias") es uno de los principales ritoscristianos, llamado también en comunión, "Cena del Señor"[1] o "Santa Cena". Según la tradición del catolicismo, es "el sacramento del sacrificio del Cuerpo y de la Sangre de Jesucristo, instituido por él mismo para perpetuar en los tiempos venideros, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz". Quien realiza este acto es únicamente el sacerdote y los materiales son el pan de trigo y el vino de vid. En la Iglesia Católica Apostólica Romana y la Iglesia Católica Ortodoxa, la Eucaristía es la fuente y culmen de toda vida cristiana. Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da prenda de la vida eterna (Cfr. Compendio del Catecismo de Doctrina Católica n. 271). Además del nombre de Eucaristía suele denominársele Santa Misa, Cena del Señor, Fracción del Pan, Celebración Eucarística, Memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, santo Sacrificio, Santa y Divina Liturgia, Santos Misterios, Santísimo Sacramento del Altar y Sagrada Comunión.
5. La Penitencia Se denomina sacramento de la Penitencia porque consagra un proceso personal y eclesial de conversión, de arrepentimiento y de reparación por parte del cristiano pecador. También se le llama sacramento de reconciliación porque otorga al pecador el amor de Dios que reconcilia: "Dejaos reconciliar con Dios" (2 Co 5,20). El que vive del amor misericordioso de Dios está pronto a responder a la llamada del Señor: "Ve primero a reconciliarte con tu hermano" (Mt 5,24). La conversión a Cristo, el nuevo nacimiento por el Bautismo, el don del Espíritu Santo, el Cuerpo y la Sangre de Cristo recibidos como alimento nos han hecho "santos e inmaculados ante él" (Ef 1,4), como la Iglesia misma, esposa de Cristo, es "santa e inmaculada ante él" (Ef 5,27). Sin embargo, la vida nueva recibida en la iniciación cristiana no suprimió la fragilidad y la debilidad de la naturaleza humana, ni la inclinación al pecado que la tradición llama concupiscencia, y que permanece en los bautizados a fin de que sirva de prueba en ellos en el combate de la vida cristiana ayudados por la gracia de Dios (cf DS 1515). Esta lucha es la de la conversión con miras a la santidad y la vida eterna a la que el Señor no cesa de llamarnos (cf DS 1545; LG 40).
6. La Unción de los Enfermos Se llama unción (del latínungere, ‘untar’) al proceso de embadurnar con aceite perfumado, grasa animal o mantequilla derretida, presente en los rituales de muchas religiones y razas. Las personas y cosas se ungen para simbolizar la introducción de una influencia sacramental o divina, una emanación, espíritu o poder sagrados. Puede verse como una forma espiritual de librar a personas y cosas de influencias y enfermedades peligrosas, especialmente de los demonios que se cree son o causan dichos males. Dios Padre nos ama tanto que ha querido dejarnos un sacramento especial para cuando nos acercamos a ese momento difícil para cualquier hombre: la muerte. Este Sacramento puede ser el último y gran regalo que Dios te da en la vida. ¿CUÁNDO EMPEZÓ LAUNCIÓN DE LOS ENFERMOS?- Cristo durante su vida siempre mostró un gran amor por aquellos que padecían algún mal, que tenían alguna enfermedad o dolor.Recuerda que el Evangelio nos cuenta cómo Jesús curó a paralíticos, ciegos y otros enfermos.
7. Orden Sacerdotal El orden sagrado es uno de los sacramentos de la Iglesia católica. Consiste en la consagración de un varón al ministerio del servicio a la Iglesia, lo que le exige dedicación plena y libre disposición: toda persona consagrada, adquiera o no la plenitud de orden, lleva una vida sacerdotal. La doctrina Católica indica que este sacramento se confiere a aquellos que, habiendo recibido un particular llamado de Dios y luego de haber discernido su vocación a la vida sacerdotal, son considerados idóneos para el ministerio pastoral correspondiente.
8. Matrimonio El matrimonio es una institución social que crea un vínculo conyugal entre sus miembros. Este lazo es reconocido socialmente, ya sea por medio de disposiciones jurídicas o por la vía de los usos y costumbres. El matrimonio establece entre los cónyuges —y en muchos casos también entre las familias de origen de éstos— una serie de obligaciones y derechos que también son fijados por el derecho, que varían, dependiendo de cada sociedad. De igual manera, la unión matrimonial permite legitimar la filiación de los hijos procreados o adoptados de sus miembros, según las reglas del sistema de parentesco vigente. Por ser una institución sumamente extendida en el mundo —aunque no de modo universal— la definición del matrimonio es materia de diversas disciplinas. Desde el punto de vista del derecho occidental, el matrimonio constituye una unión de dos personas que tiene por finalidad constituir una familia.