1. Asertividad
“Cualquiera puede ponerse furioso…eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la
intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto y de la forma correcta…eso
no es fácil.”
Aristóteles, Ética a Nicómaco
Hay veces en las que luego de hablar con alguien pensamos que podríamos haberlo hecho de otra manera. Puede
ser que en general seas víctima de emociones negativas y quieras cambiar hacia una manera más estable de
responder.
Se conocen diferentes estilos de comunicación...El modo con el que solemos comunicarnos con las demás personas
puede ser:
INSEGURO: decimos lo que pensamos o queremos en voz baja, sin insistir o apenas lo insinuamos. Quien nos
escucha puede sentirse poco comprometido y responderá haciendo lo que él quiera.
AGRESIVO: decimos lo primero que se nos cruza en la cabeza, sin pensar bien las cosas, gritando y, muchas veces,
insultando también. Quien nos escucha se sentirá atacado y responderá defendiéndose y atacándonos.
ASERTIVO: decimos lo que queremos, logrando que nos escuchen y respeten. Sin dejar de respetar a los demás.
Definición de asertividad.
Se entiende por asertividad a la capacidad de un individuo para transmitir a otra persona sus posturas, opiniones,
creencias o sentimientos de manera eficaz y sin sentirse incómodo.
¿Cuándo se tiene una conducta asertiva?
Cuando se defienden los derechos propios, de modo que no queden violados los ajenos.
Cuando se puede expresar gustos e intereses de forma espontánea.
Cuando se puede hablar de uno mismo sin sentirse cohibido.
Cuando se pueden aceptar los cumplidos sin sentirse incomodo.
Cuando se puede discrepar con la gente abiertamente, se puede pedir aclaraciones de las cosas y se puede
decir “no”.
En definitiva, cuando se es una persona asertiva, se viven las relaciones interpersonales de manera mas
relajada.
Ser asertivo requiere de cierta práctica. Existen muchos trucos para lograrlo.
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2. Algunas claves para saber cuándo ser asertivo…
• ¿Te interesa mucho?
• ¿Es la persona adecuada para pedírselo?
• ¿Es el momento para hacerlo?
• ¿Es justo mi reclamo?
• ¿Mi emoción es la adecuada para intentarlo?
• ¿Estoy en condiciones de mantener lo que digo?
Una vez que nos realizamos estas preguntas podemos poner en práctica técnicas de comunicación positiva. El uso
de estas herramientas aumenta las probabilidades de mejorar nuestras relaciones.
A. Gestos como mirar a los ojos, sonreír y distenderse.
Cuando conversamos con alguien es muy importante:
• Lo que decimos,
• La forma en que lo decimos: los gestos, el tono de voz.
Debemos tener en cuenta que los GESTOS también transmiten mensajes, por ejemplo con la cara que ponemos, la
posición del cuerpo, hacia donde miramos, lo que hacemos con las manos, etc.
Entonces, algunos gestos positivos pueden ser: mirar a los ojos, sonreír distendidos, demostrar con el cuerpo que lo
escuchamos con atención.
B. Decir cosas positivas (no criticar o hacerlo en forma constructiva).
Cuando hablamos de crítica constructiva nos referimos a:
• Hacerlo después de haber destacado algún aspecto positivo;
• En forma constructiva, es decir, a la manera de cosas que se pueden mejorar. Si la crítica no da lugar a
modificación no es constructivo sino una crítica de valor, un reproche.
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3. C. Escucha activa y reflectiva.
Escuchar no es lo mismo que oír. Podemos oír la música, pero no escucharla, sentirla, podemos oír las palabras
pero no entenderlas e interiorizarlas.
La “Escucha Reflectiva”, aquella basada en la empatía (capacidad de ponerse en la piel del otro) y el respeto,
demostrándole al otro nuestro interés por lo que nos dice. Para lograrlo es importante:
• Contestar solo cuando el otro hace una pausa.
• Reflejar lo que creemos que el otro siente: “eso te debe haber enojado mucho”, “que alegría”, “te debes
haber sentido como un trapo”.
Atendiendo a tus emociones y a las de los demás, la escucha se convertirá en comunicación asertiva y ésta a su vez
en un bienestar para ambos.
D. Hacer preguntas, interesarse por el otro.
Las mejores conversaciones son aquella en las cuales el tiempo que hablan las personas se reparte parejo. Por lo
que, además de escuchar atentamente y reflejar el sentimiento que el otro nos transmite mediante nuestras
palabras, es importante hacer preguntas yendo de las más generales a otras más especificas que se desprendan de
las mismas.
Pero ¿Qué pasa cuando hay un desacuerdo o riña con otra persona? ¿Se puede ser asertivo? ¿Cómo sería asertivo
en esta situación?
Se puede ser asertivo aun en un contexto de desacuerdo. El tipo de respuesta que resulta apropiado en esta
situación se conoce como la oposición asertiva, porque nos oponemos a, o rechazamos, la conducta o comentario
del otro y tratamos de conseguir una conducta más aceptable para el futuro.
Ejemplo:
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4. Mujer: Julián te voy a pedir, ya que estoy lavando los platos, que me ayudes a secarlos.
Hombre: estoy mirando la tele.
Mujer: podrías ayudarme mientras miras la tele.
Hombre: es que vienen los penales. Terminan los penales y te ayudo.
Mujer: me parece bien.
La conducta asertiva no necesita insultar para solucionar un problema. La petición asertiva incluye un plan a seguir y la
posibilidad de negociar de mutuo acuerdo la mejor solución al problema. Es decir que , no se trata solo de expresar
nuestro desacuerdo “no estoy dispuesto a hacerlo”, “no voy a seguir ocupándome de las tareas que te
corresponden a ti”, “tienes que dejar de hacer eso”, sino que además se trata de producir un cambio en la
conducta del otro, proponiendo una alternativa aceptable para nosotros.
Para tener en cuenta a la hora de llevarlo a la práctica…
1)- Identificar que estilos de conducta interpersonal utilizo y quiero cambiar: Agresivo, pasivo, asertivo.
2) Identificar en que situaciones deseo incrementar la asertividad.
3) Descripción detallada y por escrito de la escena (Quien, cuando, que, como, a que le teme, como lo afronta,
objetivo)
4) Escribir un guión para conseguir el cambio de conducta: Expresar deseos, necesidades y sentimientos, señalar el
momento para discutir el problema, caracterizar la situación, adaptar la definición de sentimientos a primera
persona, limitar cual es el objetivo concreto y firme, acentuar la posibilidad de obtener lo que se desea.
5) Practicar el desarrollo del lenguaje corporal (contacto ocular, postura, tono de voz, utilización de gestos)
6) Es importante además, aprender a evitar la manipulación. Algunas técnicas asertivas recomendadas son:
• Aplazamiento asertivo…prefiero reservarme mi opinión al respecto...no quiero hablar de eso ahora.
• Disco roto…si, pero…Si, lo sé, pero mi punto de vista es…
• Pregunta asertiva…entiendo que no te guste el modo que actué la otra noche en la reunión, ¿que fue lo que
te molesto de el? ¿Qué hay en mi forma de hablar que te desagrada?
• Acuerdo asertivo…sí, me olvidé de la cita que teníamos. Por lo general suelo ser más responsable.
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5. Si todos aprendiésemos a decir las cosas en un tono cordial, respetando nuestras emociones sin incurrir en
reproches y ofensas con nuestro interlocutor, el bienestar emocional sería alcanzado por ambas partes.
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6. Si todos aprendiésemos a decir las cosas en un tono cordial, respetando nuestras emociones sin incurrir en
reproches y ofensas con nuestro interlocutor, el bienestar emocional sería alcanzado por ambas partes.
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