La historia de la devoción del Inmaculado Corazón se inicia en el siglo XVII , como consecuencia del movimiento espiritual que procedía de San Juan Eudes . “ El Corazón de María es la fuente y el principio de todas las grandezas, excelencias y prerrogativas que la adornan. Hija primogénita del Padre, madre del Hijo, esposa del Espíritu Santo y templo de la santísima Trinidad... Este santísimo Corazón es la fuente de todas las gracias que acompañan a estas cualidades... y además que es la fuente de todas las virtudes que practicó ”.
La espiritualidad de San Luis María se basa en dos fundamentos: 1- Reproducir la imagen de Cristo Crucificado en nosotros. 2- Hacerlo a través y por medio de nuestra consagración a María como esclavo de amor. En otras palabras: vivir la Cruz Redentora a través de María. San Luis Mª Grignion de Monfort (1673 – 1716) -Tratado de la verdadera devoción -El secreto de María -El secreto admirable del santísimo rosario -El amor de la sabiduría eterna -La compañía de María -Métodos para rezar el rosario
1917: la misma María nos lo pide en Fátima En su segunda aparición en Fátima, Nuestra Señora nos revela: “ Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón; a quien la abrace le prometo la salvación y serán amadas de Dios estas almas, como flores puestas por Mí para adornar su trono ” (13 de junio de 1917). En la tercera aparición de Fátima, Nuestra Madre le dijo a Lucía: " Nuestro Señor quiere que se establezca en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado . Si se hace lo que te digo se salvarán muchas almas y habrá paz; terminará la guerra.... Quiero que se consagre el mundo a mi Corazón Inmaculado y que en reparación se comulgue el primer sábado de cada mes.... Si se cumplen mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz.... Al final triunfará mi Corazón Inmaculado y la humanidad disfrutará de una era de paz ."
En un diálogo entre Lucía y Jacinta, ella, de diez años, dijo a Lucía: " A mí me queda poco tiempo para ir al Cielo, pero tú te vas a quedar aquí abajo para dar a conocer al mundo que nuestro Señor desea que se establezca en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María ". " Diles a todos que pidan esta gracia por medio de ella y que el Corazón de Jesús desea ser venerado juntamente con el Corazón de su Madre . Insísteles en que pidan la paz por medio del Inmaculado Corazón de María, pues el Señor ha puesto en sus manos la paz del mundo ."
El Papa Pío XII, el 31 de Octubre de 1942, al clausurarse la solemne celebración en honor de las Apariciones de Fátima, conforme al mensaje de éstas, consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María. Asimismo, el 4 de mayo de 1944 el Santo Padre instituyó la fiesta del Inmaculado Corazón de María , que comenzó a celebrarse el 22 de Agosto. Ahora tiene lugar el Sábado siguiente al Segundo Domingo de Pentecostés.
El Papa Juan Pablo II hizo la consagración pedida por la Virgen en Fátima en comunión con todos los obispos del mundo el 25 de marzo de 1984 en la Plaza de San Pedro. ¡Oh Corazón Inmaculado! ¡Ayúdanos a vencer la amenaza del mal, que tan fácilmente se arraiga en el corazón de los hombres de hoy y que en sus efectos inconmensurables ya grava sobre la vida presente y parece cerrar los caminos hacia el futuro!.
También, en uno de sus mensajes en Medjugorje, la Virgen nos dijo: “ ¡Queridos hijos! También hoy os exhorto a consagraros a mi Corazón y al Corazón de mi Hijo Jesús. Solamente así seréis cada día más míos y os incitaréis los unos a los otros cada vez más a la santidad. Así el gozo reinará en vuestros corazones, y seréis portadores de paz y de amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada! ” (25 de mayo de 2004).
El corazón expresa y es símbolo de la intimidad de la persona . La primera vez que se menciona en el Evangelio el Corazón de María es para expresar toda la riqueza de esa vida interior de la Virgen: “ María conservaba estas cosas en su corazón ”
El Inmaculado Corazón se representa ardiendo de amor divino, rodeado de rosas blancas, símbolo de su pureza total, y atravesado por una espada, invitándonos a vivir el sendero de la alegría en el dolor.
En María todo nos dirige a su Hijo. Los Corazones de Jesús y María están maravillosamente unidos en el tiempo y la eternidad. Venerar el Inmaculado Corazón significa no sólo reverenciar el corazón físico de María, sino también su persona como fuente y fundamento de todas sus virtudes, y honrar el Corazón de Jesús a través del de María .
"...Nunca pensáis en María, sin que Ella en vuestro lugar, piense en Dios. Nunca alabáis ni honráis, sin que Ella con vosotros alabe y honre a Dios. María está en total conexión con Dios, y con toda propiedad yo la llamaría: la relación de Dios, que sólo existe en referencia a Dios, el eco de Dios, que sólo habla y repite a Dios. Santa Isabel alabó a María y la llamó Bienaventurada porque Ella creyó, y María, el eco fidelísimo de Dios entonó: «Magnificat anima mea Domino», -Mi alma glorifica al Señor- (Lc I, 46). Lo que obró María en esa ocasión, lo repite todos los días: cuando la alabamos, honramos, amamos, o le ofrecemos algo, Dios es alabado, honrado, amado y ese agasajo lo recibe por María y en María..." A Jesús por María...
La devoción al Corazón de María no es una devoción más. Nos lleva a conocer a nuestra Madre y a aprender a tratarla como tal. Cuando le dejamos de verdad ser nuestra Madre, María es libre para cumplir la misión que Jesús le dejó: formar en nosotros su Corazón. Además, cuando un alma tiene con ella a María, el demonio huye.
¡Qué bueno y qué grande es Dios, que nos ofrece el corazón de María como si fuese el suyo! ¡Qué bien conoce nuestra miserias que nos pone ese puente... que es María! Con Jesús y María a mi lado lo puedo todo. ¡Sería todo tan fácil si acudiéramos a la Señora! Te aseguro que si acudiéramos siempre a María sería otra cosa de nosotros. A mí siempre me ha servido de mucho; casi todo se lo debo a Ella, hasta mi vocación.
La consagración no consiste sólo en ponerse bajo la protección de María, sino en entregarle lo que somos y tenemos, incluso el valor de las buenas obras, para que Ella pueda disponer según su gusto para mayor gloria de Dios. “ La consagración a la Santísima Virgen es también llamada esclavitud de amor a Jesús por María . Esta espiritualidad consiste en una total consagración a la Virgen, con la entrega de todo lo que somos y tenemos para que a través de Ella podamos pertenecer más perfectamente a Dios, con la finalidad de unirnos a Jesucristo y crecer en su gracia. Nos entregamos a María para que Ella nos enseñe a cumplir en nuestras vidas la voluntad de Dios. Al igual que María dio forma en su seno a Jesús, así nosotros queremos dejarnos moldear en el Corazón de Ella para ser imágenes de Cristo”.
¿Qué ocurre cuando nos consagramos a María? “ Confirmamos la soberanía de Dios y de la Santísima Virgen en nuestras vidas, entregando todo lo que somos y tenemos a Jesús por manos de María. Nuestro cuerpo con sus sentidos, nuestros bienes materiales, nuestros pensamientos, deseos y voluntades, los méritos de nuestras oraciones, sacrificios y buenas obras, todo pasa a pertenecer a María para que Ella pueda usarlos como guste. Por la esclavitud de amor pasamos a no poseer nada más; todo pasa a ser de María, para que de este modo todo pueda ser de Dios”. En resumen: Todo, absolutamente todo en nuestra vida pasa a estar en manos de María; ponte en sus manos y confía . ¡María, quiero que seas mi Madre!
Ama mucho a la Virgen, y esto te ayudará para amar a Dios. ¡Qué suave y dulce es consagrarse a María! A mí no me negó nada desde el primer día de mi vida religiosa. Sólo puedo decirte que con la ayuda de María lo que podemos hacer es esperar . ¡Qué dulce es esperar para el que espera! ¡Qué dulce es esperar con los ojos cerrados y el corazón abierto! ¡Qué dulce es esperar pensando en Dios y debajo del manto de María! Sí, querido hermano, "en sólo Dios tengo puesta mi esperanza", y esa esperanza es María". De nuevo el hno. Rafael...
¿Para quién es esta consagración? Para todo el que quiera ser santo. Para todo el que quiera de verdad tomarse en serio las promesas de su bautismo y vivir en plenitud la fe . ("A quien Dios quiere hacer muy santo, lo hace muy devoto de la Virgen María ") “ Totus tuus ego sum et omnia mea Tua sunt. Accipio Te in mea omnia. Praebe mihi cor Tuum, Maria”. Contra más débil y pequeño es uno, cuando se ve más falto de amor y de virtudes, es cuando más necesita de su madre, como un niño pequeño. La Virgen mira con especial cariño a sus hijos más pequeños (Fátima, Lourdes, Guadalupe), porque María es madre. Ella es un arma poderosísima que el Señor nos ha regalado para recorrer nuestro camino de santidad. Pero también...
Todos, todos llevamos dentro algo que, después de Dios, sólo María puede comprender y puede consolar: ese algo es criatura , ese algo es necesidad humana , es cariño, a veces dolor, ese algo que Dios puso en nuestras almas, y que las criaturas no pueden llenar, para que así busquemos a María; a María, que fue Esposa, que fue Madre, que fue mujer. ¿ Quién mejor que Ella para comprender, para ayudar, para consolar, para fortalecer ? Cuando tenga tentaciones, seré más fuerte en el camino, porque detrás de mí está Nuestra Señora.
¿Qué tenemos que hacer para vivir la consagración? -Tratar a la Virgen verdaderamente como nuestra madre. Ser con Ella niños pequeños. -Dejar que sea Ella quien supla lo que nosotros no podemos. -Considerar que todo lo nuestro ya no es nuestro sino de Ella. -Vivir confiados en María. -Guardar y reparar su Corazón Inmaculado
No hay palabras para describir la grandeza de la Virgen María, es mi madre, es la mujer más bella, es mi morenita, mi madrecita, mi mamita , mi todo, mi guía, mi madre...