2. Este principio seguirá siendo válido de por vida, pues la mejora
de nuestros productos y servicios no debe de parar. Se debe
mejorar tanto en la calidad de productos que ofrecemos como
en la prestación de servicios y atención al cliente.
Constancia en el propósito de
mejorar productos y servicios
3. Para lograr la constancia en el propósito de mejorar
continuamente, debe aceptarse como una filosofía propia y
adoptarla a todas las labores de nuestro negocio. La mejora
continua del desempeño global debería ser un objetivo
permanente. Debemos darnos cuenta que tenemos en
nuestro interior mucho que descubrir.
Adoptar la nueva filosofía
4. Además de la mejora continua de los productos deben
mejorarse los servicios, pues difícilmente alcanzaremos
nuevas metas con los mismos métodos. Nuestra pequeña
empresa debe mejorar continuamente la eficacia de la
atención al público mediante el buen desempeño de nuestro
personal.
Mejorar continuamente y por
siempre los sistemas de producción
y servicio
5. Se debe quitar el temor de que si la competencia es mejor
entonces no tendríamos clientela, al contrario aprender a ser
mejor cada día en los servicios que prestamos.
Instituir el liderazgo