21. • “Permanecí por algunos instantes sin saber lo que me pasaba, i Dios solo sabe como me salvé.
Cuando saqué la cabeza fuera del agua, vi al Huáscar i una especie de nata formada por cincuenta
o sesenta cabezas junto con diferentes trozos de madera, restos del buque.
• Yo, que como usted no lo ignora, sé nadar, traté de irme a tierra, i junto con dos marineros
que sabía eran buenos nadadores, nos prometimos ayudarnos mutuamente.
• Yo veía cerca al Huáscar i veía también sus botes que trataban de salvar a los náufragos, más
no se qué instinto me obligaba a huir de ellos; pero el bote avanzaba con gran ligereza i pronto
sentí sobre mi cabeza la voz de un oficial que me decía subiera al bote. No teniendo otra cosa
que hacer, subí i allí encontré a varios compañeros que ya habían sido recogidos. Pregunté por
Riquelme, i tuve el gran sentimiento de saber que había perecido. Recogimos a varios otros, i
pronto llegamos a bordo, donde fuimos bien recibidos.
• Allí permanecimos cuatro horas, viniéndonos en seguida a tierra, donde permanecemos
como prisioneros de guerra. Nos tratan bien. Estamos alojados en el cuartel de bomberos.”
•
• Francisco Sánchez Alvadarejo Iquique 2 de junio
22. El capitán de
fragata
Arturo Prat
Monitor Huáscar
Al ancla, Pisagua, Junio 2 de 1879
Dignísima señora:
Un sagrado deber me autoriza a dirigirme a Ud. y siento profundamente que esta
carta, por las luchas que va a rememorar, contribuya a aumentar el dolor que hoy
justamente debe dominarla. En el combate naval del 21 próximo pasado que tuvo
lugar en las aguas de Iquique, entre las naves peruanas y chilenas, su digno y valeroso
esposo, el capitán de fragata don Arturo Prat, comandante de la “Esmeralda”, fue
como usted no lo ignorara ya, víctima de su temerario arrojo en defensa y gloria de la
bandera de su patria. Deplorando sinceramente tan infausto acontecimiento y
acompañándola en su duelo, cumplo con el penoso y triste deber de enviarle las para
usted inestimables prendas que se encontraron en su poder, y que son las que figuran
en la lista adjunta. Ellas le servirán indudablemente de algún consuelo en medio de su
desgracia y por eso me he anticipado a remitírselas.
Reiterándole mis sentimientos de condolencia, logro, señora, la oportunidad para
ofrecerle mis servicios, consideraciones y respetos con que me suscribo de usted,
señora, muy afectísimo seguro servidor.
Miguel Grau Seminario
Inventario de los objetos encontrados al capitán de fragata don Arturo Prat, comandante de la corbeta chilena “Esmeralda”, momentos después
de haber fallecido a bordo del monitor “Huáscar”
•Una espada sin vaina, pero con sus respectivos tiros.
•Un anillo de oro de matrimonio.
•Un par de gemelos y dos botones de pechera de camisa, todos de nácar.
•Tres copias fotográficas, una de su señora y las otras dos probablemente de sus niños.
•Una reliquia del Corazón de Jesús, escapulario de la Virgen del Carmen y medalla de la Purísima.
•Un par de guantes de preville., Un pañuelo de hilo blanco, sin marca.
•Un libro memorándum, una carta cerrada y con el siguiente sobre escrito: “Señor Lassero. Gobernación Marítima de Valparaíso. Para entregar a
don Lorenzo Paredes”. http://www.youtube.com/watch?v=LBnjai1zIqQ
23. Carmela Carvajal de Prat
Señor don Miguel Grau
Distinguido señor:
Recibí su fina y estimada carta fechada a bordo del “Huáscar” en 2 de junio del corriente año. En
ella, con la hidalguía del caballero antiguo, se digna usted acompañarme en mi dolor, deplorando
sinceramente la muerte de mi esposo, y tiene la generosidad de enviarme las queridas prendas
que se encontraban sobre la persona de mi Arturo, prendas para mí de un valor inestimable por
ser, o consagradas por su afecto, como los retratos, o consagradas por su martirio como la espada
que lleva su adorado nombre.
Al proferir la palabra martirio no crea usted señor, que sea mi intento inculpar al jefe del “Huáscar”
la muerte de mi esposo. Por el contrario, tengo la conciencia de que el distinguido jefe que,
arrostrando el furor de innobles pasiones sobreexcitadas por la guerra, tiene hoy el valor, cuando
aún palpitan los recuerdos de Iquique, de asociarse a mi duelo y de poner muy alto el nombre y la
conducta de mi esposo en esa jornada, y que tiene aún el más raro valor de desprenderse de un
valioso trofeo poniendo en mis manos una espada que ha cobrado un precio extraordinario por el
hecho mismo de no haber sido jamás rendida; un jefe semejante, un corazón tan noble, se habría,
estoy cierta, interpuesto, de haberla podido, entre el matador y su víctima, y habría ahorrado un
sacrificio tan estéril para su patria como desastroso para mi corazón.
A este propósito, no puedo menos de expresar a usted que es altamente consolador, en medio de
las calamidades que origina la guerra, presenciar el grandioso despliegue de sentimientos
magnánimos y luchas inmortales que hacen revivir en esta América las escenas y los hombres de la
epopeya antigua.
Profundamente reconocida por la caballerosidad de su procedimiento hacia mi persona y por las
nobles palabras con que se digna honrar la memoria de mi esposo, me ofrezco muy
respetuosamente de usted atenta y afma. S.S.
Carmela Carvajal de Prat
http://www.youtube.com/watch?v=Ozn52ric3eo&feature=related
36. Chile puso las siguientes condiciones de paz:
1.- Cesión de la provincia peruana de Tarapacá con Iquique y la faja costera boliviana
con Antofagasta y Cobija.
2.- Pago de una compensación de guerra de 20 millones de pesos.
3.- Devolución de las propiedades confiscadas por Perú y Bolivia a ciudadanos chilenos.
4.- Devolución del barco de transporte chileno Rimac, capturado por un barco de
guerra peruano.
5.- Anulación del tratado secreto existente entre Perú y Bolivia y renuncia a la
formulación de una Confederación Perú-Boliviana.
6.- Derecho de ocupación del territorio peruano de Moquegua, Tacna y Arica hasta el
cumplimiento de las condiciones antedichas.
7.- Obligación del Perú de no transformar Arica en plaza fortificada
Informe del cónsul alemán H.A. Schlubach, Santiago, 15/11/1880
Maldonado Prieto, Carlos (Marzo de 2005). Chile versus Perú y Bolivia: Una Relación Vecinal Conflictiva.
Del 20 al 27 de octubre de 1880, se realizaron las conferencias a bordo de la corbeta
estadounidense Lackawanna, fondeada en el puerto de Arica, reuniéndose los
diplomáticos de Bolivia, Chile y Perú. En las conversaciones, no fueron aceptadas las
condiciones chilenas que indicaban sesión territorial
37. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Garcia_Calderon.jpg
La soberanía del Perú, origen de mi poder, no está sujeta a las autoridades de Chile, ni
desaparecerá aunque todo [el país] fuera ocupado.
Presidente del Perú durante un breve
periodo de marzo a noviembre de 1881.
Tras la ocupación chilena de Lima, una «Junta
de Notables» lo reconoció como Presidente
Provisorio del Perú, estableciendo la sede de
su gobierno en La Magdalena, en marzo de
1881. Desde allí inició gestiones de paz con
Chile, pero sin aceptar una desmembración
territorial, hecho que no fue del agrado de los
chilenos que lo apresaron y lo confinaron a
Chile donde fue víctima de maltratos y
vejaciones.
Firmado el Tratado de Ancón en 1883, se le
impidió regresar inmediatamente al Perú, por
lo que inició un periplo por Buenos Aires y
Europa. A su retorno, asumió el rectorado de
la Universidad de San Marcos (1886) y se
incorporó al Congreso, pues había sido elegido
en ausencia senador por Arequipa. Llegó a ser
presidente del Senado (1886-88). Fue
asimismo, el primer presidente de la Academia
Peruana de la Lengua (1887).
38. Después de la batalla de San Pablo, el coronel Miguel Iglesias emitió un manifiesto desde
la hacienda Montán el 31 de agosto de 1882, llamando a firmar la paz entre Chile y Perú
aceptando la cesión territorial como parte del acuerdo. Andrés Avelino Cáceres estaba en
contra de una paz de este tipo. Iglesias contaba con el apoyo de las provincias del norte
del Perú. En enero de 1883, Iglesias se autoproclamó "Presidente Regenerador de la
República". Los enviados de Iglesias a cargo de Juan de Lavalle iniciaron un proyecto de
paz con los negociadores chilenos a cargo de Jovino Novoa Vidal en Chorrillos.
El 9 de febrero de 1883, Patricio Lynch recibió la orden del presidente Domingo Santa
María para que reforzara el mando de Miguel Iglesias, en el norte convencido de que con
Iglesias podría firmar la paz según sus intereses, y que Lizardo Montero Flores y Francisco
García Calderón no aceptarían la cesión territorial. Cáceres envió a Isaac Recavarren a
Huaraz junto al batallón Pucará de 250 hombres para que organizase tropas y luego
marchara al norte a deponer el gobierno de Iglesias.
El 3 de mayo de 1883, las bases del Tratado de Ancón ya estaban acordadas entre Patricio
Lynch y Miguel Iglesias, quien firmó este convenio inicial desde Cajamarca. El 16 de mayo
de 1883, Cáceres decidió marchar hacia el norte para enfrentarse a Miguel Iglesias. Con
el fin de proteger a Miguel Iglesias, Patricio Lynch envió las fuerzas de Alejandro
Gorostiaga y Marco Aurelio Arriagada a buscarlo. Arriagada no logró su cometido y
retornó a Lima. Finalmente, Gorostiaga y Cáceres se encontraron el 10 de julio de 1883 en
Huamachuco, batalla que acabó con la derrota de Cáceres, quien regresó a Ayacucho a
organizar el Segundo Ejército de La Breña.
Larenas Quijada, Victor (1992). Patricio Lynch marino y gobernante
39. Tras la batalla de San Pablo, Lynch dispuso que el comandante Carvallo Orrego con 1.200
soldados bien equipados partiera en busca de Iglesias, ante ello las tropas peruanas se
retiraron a las gargantas de la cordillera, las represalias contra la población civil que había
apoyado al ejército peruano fueron tremendas, los pueblos de Chota, San Luis, San Pablo
y Cajamarca fueron incendiados y destruidos, a esta última ciudad se le impuso un cupo
de 50.000 soles y a la de Chiclayo 30.000, en San José fueron fusilados un grupo de
pescadores acusados de ser montoneros tras lo cual la población fue incendiada.
Ante estos hechos el coronel Iglesias dio lo que ha sido llamado "el grito de
Montán", en este manifiesto a la opinión pública daba la guerra por perdida y abogaba
por una paz incluso con cesión territorial lo que había sido rechazado por el gobierno
peruano desde el inicio de la guerra.
A pesar de que Lynch se mostraba desconfiado hacia el nuevo gobierno que se había
establecido en el norte del Perú recibió ordenes del presidente Santa María para
reconocer a Iglesias como presidente del Perú e iniciar con él conversaciones de
paz, deteniendo las hostilidades e incluso suministrando a sus tropas armas y municiones
para consolidar su gobierno, del mismo modo para obtener una paz de acuerdo a sus
intereses debía destruir la resistencia peruana comandada por el general Cáceres, quien
en esos momentos marchaba apresuradamente al norte con el fin de derrocar a Iglesias e
impedir que firmara un tratado que significara la mutilación del territorio peruano.
40. MANIFIESTO DE MONTÁN
31 DE AGOSTO DE 1883
MIGUEL IGLESIAS
A SUS CONCIUDADANOS
Nunca un funcionario público se ha visto colocado en situación tan amarga, difícil y decisiva, como la que arrostro en
estos instantes. Apenas bastan los alientos de mi patriotismo para mantenerme en ella. La mano inflexible de la
desventura, que durante tres años y medio ha venido pesando sobre el Perú, parece hoy únicamente suspendida
sobre mi corazón. Es preciso, pues, acudir a todas mis fuerzas en este trance supremo y con el auxilio de la
Providencia, que jamás abandona a los que le confían su buena causa, buscar, una vez por todas y por la senda más
recta, la inmediata solución del problema de vida o muerte para nuestra patria agonizante.
No me engaño, no puedo engañarme en cuanto a la bondad y oportuna práctica del paso que la necesidad me inspira.
Siempre he creído que no es el Perú la nación vencida, humillada, escarnecida y vejada por las huestes de Chile
insaciable. El Perú no ha combatido. La guerra, la debilidad y el vencimiento, han sido provocados por las pasiones, las
miserias y los crímenes de una parte, no más, de sus degenerados hijos. (…) Luché como soldado y mantuve el puesto
que se me confió en el campo de batalla, hasta donde fue posible mantenerlo. Testigos me son el cielo y la generación
que me escucha, de que no intenté en el augusto momento de la prueba, reservar una gota siquiera de esa sangre tan
sinceramente ofrecida, y si el sacrificio personal no me levantó a la altura de los héroes, nada me dice la conciencia
que hice por evitarlo.
Quiso la suerte que después de la batalla de Chorrillos y antes de la de Miraflores, prisionero del enemigo, se me
condujese por breves instantes al campo nuestro y ya allí, pronuncié por vez primera, franca y noblemente, ante el
Supremo Jefe del Estado, la palabra de paz, como único medio de conjurar los descalabros sin cuento a que una loca
obstinación iba a precipitarnos. (…) Después de Miraflores, sofocados los impulsos de un orgullo criminal, tendiendo
la vista por el inmenso territorio que habíamos perdido palmo a palmo al oír los desesperados lamentos de tantos
infelices, cuyas gargantas hollaba el pie del invasor, hasta en nuestra propia capital, ya no hemos debido, sin provocar
mayor expiación, pensar en otra cosa que en el ajuste de la paz, de la paz como necesidad presente y esperanza única
de futuro desagravio. La excepcional condición en que me encontré colocado, como consecuencia de mi actitud en el
fragor de la batalla, me trajo poco después, casi en la condición de un inválido, a mi hogar. Imposibilitado de servir a la
causa de la guerra; firmemente persuadido de que la guerra era imposible con buen éxito.
http://www.congreso.gob.pe/museo/mensajes/Mensaje-1883-2.pdf
41. TRATADO DE PAZ DE ANCON
(Lima, 20 de Octubre de 1883)
La República de Chile por una parte; y de la otra, la República del Perú, deseando
restablecer las relaciones de amistad entre ambos países, han determinado
celebrar un tratado de paz y amistad, y al efecto han nombrado y constituido por
sus plenipotenciarios a saber:
S.E. el Presidente de la República de Chile, a don Jovino Novoa; y S.E. el
Presidente de la República del Perú, a don José Antonio de Lavalle, Ministros de
Relaciones Exteriores, y don Mariano Castro Zaldívar; quienes, después de
haberse comunicado sus plenos poderes y de haberlos hallado en buena y debida
forma, han convenido en los artículos siguientes:
Artículo 1 . - Restablecense las relaciones de paz y amistad entre las Repúblicas
de Chile y el Perú.
Artículo 2 . - La República del Perú cede a la República de Chile, perpetua e
incondicionalmente, el territorio de la provincia litoral de Tarapacá, cuyos
límites son: por el norte, la quebrada y río Camarones; por el sur, la quebrada
y río del Loa; por el oriente, la República de Bolivia; y, por el poniente, el mar
Pacífico.
http://www.congreso.gob.pe/comisiones/1999/exteriores/chile/ANCON.htm
42. Artículo 3 . - El territorio de las provincias de Tacna y Arica que limita, por el
Norte, con el río Sama, desde su nacimiento en las cordilleras limítrofes con
Bolivia hasta su desembocadura en el mar, por el Sur, con la quebrada y el río
de Camarones, por el Oriente, con la República de Bolivia; y por el poniente con
el mar Pacífico, continuará poseído por Chile y sujeto a la legislación y
autoridades chilenas durante el término de diez años, contados desde que
se ratifique el presente tratado de paz. Expirado este plazo, un plebiscito
decidirá en votación popular, si el territorio de las provincias referidas
queda definitivamente el dominio y soberanía de Chile o si continúa siendo
parte del territorio peruano. Aquel de los países a cuyo favor queden
anexadas las provincias de Tacna y Arica, pagará otros diez millones de pesos,
moneda chilena de plata, o soles peruanos de igual ley y peso que aquella.
Un protocolo especial, se considerará como parte integrante del presente
tratado, establecerá la forma en que el plebiscito debe tener lugar, y los términos
y plazos en que haya de pagarse los diez millones por el país que quede dueño
de las provincias de Tacna y Arica.
43. TRATADO DE LIMA de 1929
Los Gobiernos de las Repúblicas del Perú y de Chile, deseosos de remover toda dificultad
entre ambos países y de asegurar así su amistad y buena inteligencia, han resuelto celebrar
un Tratado conforme a las bases que el Presidente de los Estados Unidos de América, en
ejercicio de buenos oficios solicitados por las Partes, y guiándose por los arreglos directos
concertados entre ellas, ha propuesto como bases finales para resolver el problema de
Tacna y Arica, y al efecto han nombrado Plenipotenciarios, a saber: Su Excelencia el
Presidente del Perú al Excelentísimo Señor Doctor don Pedro José Rada y Gamio, su
Ministro de Relaciones Exteriores, y Su Excelencia el Presidente de la República de Chile, al
Excelentísimo señor don Emiliano Figueroa Larraín, su Embajador Extraordinario y
Plenipotenciario en el Perú; quienes después de canjear sus Plenos Poderes y
encontrándolos en debida forma, han convenido los artículos siguientes:
Artículo Primero.- Queda definitivamente resuelta la controversia originada por el Artículo
Tercero del Tratado de Paz y Amistad del veinte de octubre de mil ochocientos ochenta y
tres, que era la única dificultad pendiente entre los Gobiernos signatarios.
Artículo Segundo.- El territorio de Tacna y Arica será dividido en dos partes. Tacna para el
Perú y Arica para Chile. La línea divisoria entre dichas partes y, en consecuencia, la frontera
entre los territorios del Perú y de Chile, partirá de un punto de la costa que se denominará
"Concordia", distante diez kilómetros al norte del puente del Río Lluta, para seguir hacia el
oriente paralela a la vía de la sección chilena del Ferrocarril de Arica a La Paz y distante diez
kilómetros de ella, con las inflexiones necesarias para utilizar, en la demarcación, los
45. La batalla de La Concepción símbolo del “heroísmo”
chileno
“En la capital de Chile y en uno de
sus principales paseos públicos
existe inmortalizada en bronce la
estatua del prócer de nuestra
independencia, el general José
Miguel Carrera, cuya misma sangre
corre por mis venas, por cuya razón
comprenderá usted que ni como
chileno ni como descendiente de
aquél deben intimidarme ni el
número de sus tropas ni las
amenazas de rigor. Dios guarde a
usted”
Ignacio Carrera Pinto (Comandante
de las fuerzas chilenas)
“Señor Jefe de las fuerzas chilenas
de ocupación: Considerando que
nuestras fuerzas que rodean
Concepción son numéricamente
superiores a las de su mando y
deseando evitar un
enfrentamiento imposible de
sostener por parte de ustedes, les
intimo a deponer las armas en
forma incondicional,
prometiéndole el respeto a la vida
de sus oficiales y soldados. En caso
de negativa de parte de ustedes,
las fuerzas bajo mi mando
procederán con la mayor energía a
cumplir con su deber. Dios guarde
a usted”
Coronel Juan Gastó (Jefe de las
fuerzas y montoneras peruanas)
55. La Guerra del Cenepa o Guerra de Tiwinza
Fue un conflicto bélico localizado dentro de la zona
en reclamación, que enfrentó a las fuerzas
armadas del Perú y Ecuador durante los meses de
enero y febrero de 1995; nunca hubo declaración
formal de guerra entre ambos países, ni llegó a
generalizarse por toda la frontera común. Las
operaciones militares se sucedieron en territorio
que hasta ese entonces se hallaba no delimitado,
correspondiente a la cuenca del Río Cenepa, que
es una zona de selva alta de complicado acceso,
donde los factores climáticos y logísticos
dificultaron los desplazamientos militares.
El conflicto se resolvió con el apoyo de Argentina,
Chile, Brasil y EE. UU. (países garantes del
Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de
Janeiro del 29 de enero de 1942), y bajo su tutela
se pudo terminar el proceso de demarcación.
Así, se estableció la frontera sobre las cumbres de
la Cordillera del Cóndor, otorgando a Perú la zona
en disputa (incluyendo Tiwinza), a la vez que Perú
cedía a Ecuador la propiedad, pero no la soberanía,
de un kilómetro cuadrado donde se encuentra
Tiwinza (donde están sepultados 14 soldados
ecuatorianos).[
http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Cenepa