El documento define la tipografía como la notación y organización mecánica del lenguaje a través de un sistema de símbolos convencionales como el alfabeto latino. Explica que la tipografía permite fijar los mensajes de forma duradera en un soporte, superando las limitaciones de la memoria y la transmisión oral del lenguaje. También señala que la tipografía es fundamental para el aprendizaje y la elaboración del pensamiento.