Cuando no hay liderazgo en una organización el efecto nocivo se siente a lo largo y ancho de la misma, y trasciende a todos sus ámbitos de influencia. Sea en el sector público o en el privado, la falta de liderazgo genera que los empleados se nieguen a hacer el esfuerzo para alguien que no está en condiciones de administrar proyectos o Liderar personas. En consecuencia, se genera una baja productividad, se atiende mal al cliente, se descuidan los compromisos y obligaciones con los integrantes de cada grupo de interés y cada empleado ve la mejor forma de custodiar sus intereses personales, antes que velar por los intereses de la organización.
Segmentación de mercado y su función como pilar de la estrategia
Los selfies ministeriales y el liderazgo en las organizaciones.
1. Los “selfies” ministeriales y el liderazgo en las organizaciones.
No cabe duda de que los “selfies” ministeriales del 28 de julio han suscitado una serie de comentarios y reflexiones de
diverso calibre y profundidad en la ciudadanía, sin embargo una de las interpretaciones que mejor grafica las causas
de este desatinado comportamiento, es la efectuada por el periodista Pedro Canelo en el primer párrafo del artículo
titulado "El Ministerio del 'selfie'", el mismo que transcribo literalmente: “Los selfies de los ministros del gobierno de
Ollanta Humala han superado su simple condición de ingredientes para el anecdotario, porque son gestos que definen
un trágico momento político para el país. Un sistema gubernamental sin mensaje definido, sin mapa de acción, sin
liderazgo. El Perú está así de desorientado porque hasta el mismo Gabinete, con un celular en la mano, ha dejado a
nuestro presidente en un poco elegante segundo plano”.
Criticar solamente la actitud de los irreverentes ministros es hacer un análisis parcial de los hechos, por tanto toca
también analizar qué fuerzas son las que actuaron en ellos para generar ese comportamiento. La idea es lograr una
visión integral sin que con ello se pretenda eximir a los desenfadados ministros de su falta de respeto. Otro punto que
hay que tener en cuenta es el entorno en que se da esta conducta, toda vez que ese “abre puertas” a palacio de
gobierno fue un acto de inspiración fuera de todo protocolo, con lo cual el equipo ministerial se sintió libre de actuar
como mejor le pareciera a cada uno; es decir de la manera más natural y desinhibida. Finalmente para nadie es un
secreto que tenemos ministros que no manejan su sector y que se limitan a recibir directivas de Ollanta o de Nadine,
con lo cual tenemos a unas marionetas ocupando esas carteras. Todos estos elementos muestran claramente una
falta de liderazgo de nuestro presidente y de buena parte de sus ministros.
Lo cierto es que cuando no hay liderazgo en una organización, el efecto nocivo se siente a lo largo y ancho de la misma,
y trasciende a todos sus ámbitos de influencia. Sea en el sector público o en el privado, la falta de liderazgo genera
que los empleados se nieguen a hacer el esfuerzo para alguien que no está en condiciones de administrar proyectos o
Liderar personas. En consecuencia, se genera una baja productividad, se atiende mal al cliente, se descuidan los
compromisos y obligaciones con los integrantes de cada grupo de interés y cada empleado ve la mejor forma de
custodiar sus intereses personales, antes que velar por los intereses de la organización.
Los malos Directivos se justifican y reaccionan negativamente, en lugar de planificar para logara metas aunque el
entorno se presente complicado o desfavorable. Ellos no tienen una visión e incluso cuando la tienen, no son capaces
de comunicarla a su equipo. Los malos Líderes son desorganizados y fallan al ejecutar los planes que les llevarán a
realizar su visión, llegando en ocasiones a victimizarse y a culpabilizar a otros por su falta de resultados. El déficit de
Liderazgo está relacionado con la baja energía, la indecisión y la falta de rendición de cuentas. La mala gestión
disminuye la moral de los empleados. La moral es la base de la motivación y esa motivación es un componente clave
para la productividad y la mejora continua. La mala gestión de los Líderes es la raíz de casi todos los fracasos
empresariales por ello es más rentable deponer a un mal Líder que mantenerlo en la nómina, tal cual lo hemos visto
hacer en empresas de gran renombre en el mercado.
2. Finalmente, una de las características de un buen liderazgo es el autoconocimiento, que se traduce en la capacidad de
entender las propias fortalezas, debilidades, valores y puntos de vista sobre el mundo. Para lograr este nivel es
fundamental desarrollar el hábito diario de la reflexión y la autocrítica, de manera que podamos ver en nosotros
mismos nuestras propias oportunidades de mejora, con la misma velocidad y nitidez con la que solemos identificarlas
en los demás. Al conocerse uno mismo, se está en condiciones de tomar las medidas adecuadas para el crecimiento
personal y alcanzar un liderazgo superior. Si queremos crecer como líderes veamos en el selfie ministerial del 28 de
julio, una oportunidad para desarrollar el autoconocimiento.
Si desea más información sobre liderazgo, escríbanos a este correo: servicioalcliente@goldenage.pe, o visite la página
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Sandro Barreto Reyes