Saregune en el libro de Cear "Otra (con)vivencia es posible" uno de los resultados del proyecto Eraina, su programa de investigación y acción sobre convivencia
1. Responsable de SAREGUNE. Iniciativa por un Uso Social y Comunitario de las Nuevas Tecnologías.
SAREGUNEko arduraduna. Teknologia berrien Erabilera Sozial eta Komunitarioaren aldeko ekimena.
La alfabetización digital es un ábaco en el que no se pueden contar las centenas sin haber contado primero las decenas; y no se pueden contar las decenas,
sin haber empezado por contar cada unidad. Todo es un proceso, un paso a paso. Es una cuenta hacia adelante en la que se aprende con Saregune que
lo importante no es el destino, sino el trayecto: un trayecto que no se camina en soledad sino en convivencia.
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2. En pleno Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz, y en contraste con la estética
medieval que se respira por todas sus calles, un escaparate acristalado
y, tras él, ordenadores de última generación, pantallas de plasma
y otras nuevas tecnologías, impactan a todo viandante que, por
primera vez, se topa con Saregune.
De hecho, la transparencia del cristal de fuera invita a la curiosidad.
Y entonces esa o ese viandante se acerca a mirar hacia dentro y descubre
un universo fascinante que, desde el principio, disloca cualquier idea
preconcebida que pudiese albergar sobre Saregune como
local–para–inmigrantes–abierto–en–casco–viejo–de–ciudad–por–ong
–solidaria.
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3. Porque Saregune no es un local para inmigrantes. Saregune es un
centro para vecinas y vecinos del barrio que, de alguna manera, han
sentido que se quedaban atrás en la carrera tecnológica de estos tiempos.
Más aún, han sentido que se quedaban atrás y han aceptado el reto de
aprender qué es el correo electrónico, para qué sirve un blog, cómo
pueden hacer una llamada al extranjero desde un ordenador o cómo
pueden hacer un pedido en el supermercado vía internet. Esto es
Saregune: un telecentro con aulas y ordenadores para formar a
quienes lo deseen en las denominadas TICS (tecnologías de la
información y la comunicación).
Sus personas usuarias son, algunas inmigrantes, y otras muchas
no. Algunas responden al perfil de mujer u hombre extranjero nacido
en otro país y llegado a Gasteiz en busca de una vida mejor. Otras
responden al perfil de mujer u hombre nacido en Vitoria, actualmente
jubilado y sin demasiadas ocupaciones para el día, que ve en Saregune
un espacio en el que seguir aprendiendo y pasar un buen rato en
compañía de gente maja del barrio.
Así, y a propósito de dichos resultados de participación tan plurales en
cuanto al perfil de personas usuarias, Patricia Saratxo, coordinadora del
centro, describe cómo Saregune ha buscado y busca promover la
convivencia de gentes de diferentes culturas en su local y, por
extensión, en todo el barrio.
1. Para Patricia, lo primordial, a la hora de crear espacios de
convivencia, es reunir a gente con cosas en común, más allá
de las cosas que les diferencian. Y es que a todas las personas
nos gusta ser únicas en nuestra identidad. Pero, en momentos
de debilidad emocional, lo que nos viene bien es encontrar
gente con las mismas preocupaciones, los mismos miedos,
los mismos intereses, las mismas circunstancias que compartir
y sobre las que hablar.
En el Casco Viejo de Gasteiz son varios los denominadores
comunes de muchas y muchos de sus vecinos. Entre ellos,
están sus dificultades sociales y económicas (nótese que en
el barrio viven el doble de personas receptoras de Renta Básica
que en el resto de la ciudad; y que los problemas de paro, de
vivienda… de sus residentes son más comunes que en otras
zonas).
Ello se debe a la archiconocida “pescadilla que se muerde la
cola”. Y es que, junto al “romanticismo” de vivir en un “barrio
medieval”, se encuentran los inconvenientes de vivir en casas
viejas sin calefacción, con baños comunitarios o tejados en
pésimo estado de conservación. Estas condiciones residenciales
han ido llevando al barrio a gente con pocos recursos económicos
sin capacidad para poder pagar alquileres más caros en zonas
más cuidadas. Y como el barrio ha sido destino de gente con
pocos recursos, la gente con más recursos ha optado por otros
barrios; y en otros barrios ha invertido sus recursos a la hora de
rehabilitar los inmuebles.
Las viviendas del Casco Viejo han seguido pues sin ser
rehabilitadas y, por tanto, han seguido siendo destino de gente
con recursos económicos sólo justos para pagar alquileres
baratos. Y la consecuencia de esta “famosa pescadilla” ha sido
y es que, según datos obtenidos del Anuario Estadístico 2008
del Ayuntamiento de Vitoria Gasteiz, el 17% de la población
censada en el barrio es inmigrante, y un porcentaje aún mayor
es usuaria de los servicios sociales municipales.
Sin embargo, ello no impide que el barrio sea asimismo uno
de los más amables de la ciudad y uno de los más
interesantes y ricos culturalmente. No impide que artistas de
todo el Estado español acudan al barrio para empaparse del
conocimiento que emana de dicha diversidad de gentes. No
impide que, quienes viven en el barrio, lo hagan con orgullo y
sientan rabia al ver que la imagen exportada del “Casco” es una
imagen distorsionada que lo describe como espacio de
delincuencia, de conflictos permanentes, de violencia, de droga
y de degradación humana y social.
Por ello Saregune, además de sus objetivos propios como
centro de capacitación en nuevas tecnologías de la información
y la comunicación, también busca “impactar al viandante” y
mostrarle una nueva imagen del barrio”. Busca mostrarle un
barrio integrado por ciudadanas y ciudadanos que,
independientemente de su situación económica particular,
son personas valientes, dinámicas, con inquietud por avanzar
y aprender, como lo demuestra cualquier fotografía panorámica
de Saregune, que podría ser sacada cualquier día de cualquier
semana. En esa fotografía se vería, hoy por ejemplo, a una
profesora con velo enseñando los entresijos del youtube a su
alumnado sentado en el aula: un jubilado, la chica rumana
dependienta de la tienda de al lado, tres menores magrebís,
una moza en el paro desde que cerrara su empresa y una señora
de Bernedo que, muerto su marido, decidió dejar el pueblo y
mudarse a la ciudad al barrio de su hija.
Los denominadores comunes de esas personas son, no su
nacionalidad, sino:
· su lugar de residencia: el Casco Viejo;
· su ignorancia digital (y, también, su tecnofobia)
· su deseo de alfabetizarse digitalmente (bien por
necesidad de encontrar un nuevo empleo, bien por
necesidad de seguir estimulando su capacidad intelectual
tras la jubilación);
· su necesidad de un lugar en el que estar (en vez de
vagar por la ciudad, o vegetar frente al televisor, o per-
manecer en el sofá alimentando la soledad con más
soledad).
Estos denominadores comunes les unen y les predisponen para
convivir, primero en el aula, y después fuera de ella.
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4. 2. Además, la propia dinámica organizativa de los cursos ya
es un test de convivencia in situ y sin necesidad de laboratorio
social. Saregune cada año selecciona a 20 personas del
barrio para formar parte de su Programa de Formación y
Empleo. En este Programa el alumnado recibe formación
teórica (500 horas en entornos multimedia y TICs), así como
un contrato de un año a media jornada para trabajar como
tutores de las personas usuarias que acudan al centro, así
como para diseñar páginas web a asociaciones del barrio que
lo necesiten.
Cada grupo de 20 personas intenta representar el arco
poblacional del barrio: idiomas, usos culturales, género, nivel
sociocultural-económico, nivel formativo… para ser un reflejo
real de la riqueza cultural y étnica del barrio.
Durante su periodo formativo teórico, se imparten también
materias relativas a valores y estrategias de convivencia pacífica
y plural de culturas heterogéneas.
Durante su periodo de contratación en el centro, y teniendo en
cuenta que ellas y ellos pasan a ser a su vez tutores de la
nueva gente usuaria de Saregune, se busca que hagan de
puentes con sus diferentes grupos de referencia para facilitar
la atracción hacia el centro y hacia las tecnologías al mayor
abanico de personas, respetando sus idiosincrasias y culturas,
dando ejemplo de respeto a la diversidad y acercamiento
intercultural.
Así se describe el funcionamiento y filosofía en el propio Manual
de SAREGUNE, publicado recientemente bajo el título “Saregune:
Iniciativa por un uso social y comunitario de las nuevas tecnologías.
La aventura de la sistematización en la Federación Sartu”.
3. Es interesante apuntar, por último, que no es casual el
hecho de que, dentro del aula, la alfabetización digital haya
sido elegida por Saregune como eje de la formación. El
analfabetismo tecnológico produce desigualdades y dificulta
el que las personas sin conocimientos ofimáticos básicos
sean competitivas a la hora de intentar acceder al mercado
de trabajo en igualdad de condiciones que otras personas
con esos conocimientos.
Y es que la convivencia ha de partir la igualdad entre quienes se
relacionan. Una relación entre desiguales nunca puede ser una
convivencia. Por ello, Saregune ha elegido la desigualdad digital
(también llamada “brecha digital”) como batalla particular en la
que luchar por destronar dichas desigualdades.
En resumen: el Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz es un barrio de estructura
y estética medieval en el que las calles empedradas, las casas, los
comercios, la muralla y los cantones desprenden un aroma añejo que
recuerda a aquel estilo de vida que, con toda probabilidad, antiguamente
regía la cotidianeidad de sus habitantes.
Los restos de aquel estilo de vida poseen un atractivo turístico entrañable
para turistas con cámara en mano; pero han convertido al Casco Viejo
en un barrio de “difícil habitabilidad”. De hecho, fachadas de madera en
mal estado de conservación, casas semiderruidas o locales abandonados
“okupados por jerinquillas” han estado a punto de convertir el barrio en
uno de los focos de mayor degradación urbana y social de la ciudad.
Afortunadamente, sus vecinas y vecinos han reaccionado a tiempo y,
a fecha de hoy, el Casco Viejo se encuentra en estado de recuperación
de la vitalidad y brío que tuvo en siglos anteriores. Más aún, esa
vitalidad y brío tienen hoy un color del que no podía presumir en
aquellos años. Es el color de la diversidad cultural que reside en
el barrio. Es un color al que, desde 2004, se le ha unido el verde de
un ratón de ordenador dibujado en la vidriera de SAREGUNE.
Alfabetatze digitala abako baten antzekoa da: hamarrekoak zenbatu
ezean, ezin dira ehunekoak zenbatu; eta unitateak zenbatu ezean, ezin
dira hamarrekoak zenbatu. Hori guztia prozesu bat da, urratsez urrats
egiten dena. Aurrera egiten duen zenbaketa da, eta Saregunerekin
batera ikasiko dute jomuga baino askoz garrantzi handiagoa duela
ibilbideak: bakarrik ez da egiten ibilbide hori, baizik eta elkarren
artean bizitzen jakinda.
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