Juana de Arco nació en 1412 en Francia y escuchó voces que le indicaron liderar el ejército francés para expulsar a los ingleses. Dirigió victoriosas campañas que permitieron la coronación de Carlos VII en 1429. Fue capturada por los borgoñones en 1430 y juzgada por brujería, condenada a morir en la hoguera en 1431.