El documento describe los diferentes tipos de receptores sensoriales y sus funciones. Los receptores sensoriales captan estímulos del exterior o interior y los transmiten al sistema nervioso. Se clasifican en exteroceptores, interoceptores y propioceptores/visceroceptores. Luego describe los diferentes tipos de receptores según la naturaleza del estímulo: mecanorreceptores, quimiorreceptores, termorreceptores y fotorreceptores.
10. Retina . Es la capa más interna. Está formada por neuronas, ya que se trata de tejido nervioso. Se relaciona con el cerebro a través del nervio óptico, que sale de la parte posterior del globo ocular. Las células especializadas en captar las imágenes (estímulos luminosos) y transformarlas en impulsos nerviosos son los fotorreceptores. Existen dos tipos. • Conos : distinguen los colores de la luz, pero requieren una cierta intensidad de iluminación para funcionar. Existen tres tipos, y cada uno de ellos percibe uno de los tres colores primarios: azul, verde y rojo. • Bastones : son los más abundantes y los responsables de percibir las distintas intensidades de luz (distinguen entre luces y sombras). Funcionan incluso en bajas condiciones de iluminación, pero no distinguen los colores. Los conos y los bastones se relacionan con las células nerviosas, cuyos axones forman el nervio óptico. En la retina existen dos zonas singulares: • El punto ciego es el lugar donde los axones forman el nervio óptico. Esa región carece de fotorreceptores, por lo que no puede ser estimulada. • La fóvea o mancha amarilla es una pequeña depresión en la que la visibilidad es máxima. Está formada únicamente por conos..
11. El interior del globo ocular no está vacío ni lleno de aire. Se halla dividido en dos compartimentos por el cristalino y las fibras musculares que lo rodean: la cámara anterior y la cámara posterior. • El cristalino funciona como una verdadera lente capaz de deformarse para enfocar las imágenes, es decir, para que veamos los objetos con nitidez. Son las fibras musculares las que lo deforman al contraerse o relajarse. • La cámara anterior, situada entre la córnea y el cristalino, contiene una sustancia líquida llamada humor acuoso . • La cámara posterior, detrás del cristalino, está ocupada por otro líquido, el humor vítreo . Ambos líquidos contribuyen a mantener la forma del globo ocular .
14. Receptores y efectores La estereoscópica también llamada visión en tres dimensiones, o visión en relieve, resulta de la capacidad del sistema visual de dar aspecto tridimensional a los objetos a partir de las imágenes en dos dimensiones obtenidas en cada una de las retinas de los ojos. Estas imágenes son procesadas y comparadas por el cerebro, el cual acaba creando una sensación espacial.
22. Receptores y efectores 1908. Su descubridor fue el investigador japonés Kikunae Ikeda, quien, atraído por el sabor único de las algas marinas, comprobó que era el aminoácido conocido como glutamato monosódico el que generaba esta sensación, y aisló su molécula. Para nosotros, el umami resulta difícil de describir y de distinguir, porque está asociado, principalmente, a elementos típicos de la dieta japonesa (algas marinas, soja, etc.), que no estamos acostumbrados a degustar a diario. Sin embargo, el quinto sabor lo podemos encontrar en conocidos alimentos ricos en proteínas, entre ellos: brócoli, espárragos, tomate, champiñones, algas marinas, pescados, carnes y quesos. Así es que, empieza a fijarte cuando comas. UMAMI ¿Un nuevo sabor?
24. El órgano del oído interviene en dos procesos: la audición y el mantenimiento del equilibrio . Se puede considerar dividido en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno. Los dos últimos se alojan en el interior del hueso temporal del cráneo. Oído externo está formado por: — El pabellón auditivo, que llamamos oreja , está dotado de un tejido cartilaginoso, que le da la forma extendida para recoger las ondas sonoras. Su parte inferior, el lóbulo, carece de cartílago. — El conducto auditivo externo. Mide unos 2,5 cm de largo y conduce las ondas sonoras al tímpano. En su interior posee pelos y glándulas productoras de cera, que protegen el resto del oído de la entrada de partículas extrañas, microorganismos o pequeños animales. Oído
25. Oído medio , en él se halla: — El tímpano es una membrana de forma parabólica que vibra al recibir las ondas sonoras. — La cadena de huesecillos la constituyen tres pequeños huesos, llamados martillo, yunque y estribo, que transmiten la vibración del tímpano hacia el oído interno. — La ventana oval es una pequeña membrana unida al estribo que comunica con el oído interno. Del oído medio se abre un conducto, llamado trompa de Eustaquio , que termina en la faringe. Esto permite igualar la presión a uno y otro lados del tímpano, y evita que éste se pueda romper cuando se produce un ruido muy intenso.
26. El vestíbulo se halla a continuación del caracol. Está formado por dos cavidades en forma de saco, el utrículo y el sáculo. Ambos informan de la posición de la cabeza en relación con el suelo. Sobre los cilios de sus células sensoriales se hallan unos pequeños cristales de carbonato cálcico, llamados otolitos. Cuando movemos la cabeza, éstos se desplazan debido a la gravedad, de modo que las células generan impulsos nerviosos que, en este caso, llegan al cerebelo, lo que nos permite mantener el equilibrio a pesar de que realicemos desplazamientos, giros o aceleraciones. — Los canales semicirculares son tres tubos curvados, dispuestos en las tres direcciones del espacio, que se hallan en la parte final del oído interno, y cuyo interior está ocupado por un líquido. En uno de sus extremos, cada uno contiene las células ciliadas. Si la cabeza hace algún movimiento de rotación, el líquido se desplaza dentro de estos canales y mueve los cilios. Esto provoca la generación de impulsos nerviosos, que son enviados al cerebelo, el órgano encargado de proporcionar una sensación de movimiento en tres dimensiones.
27. Oído interno . Se le llama también laberinto por su gran complejidad. En él se identifican tres estructuras: el caracol, el vestíbulo y los canales semicirculares. Todos ellos contienen células sensoriales responsables de las distintas funciones del oído. Se trata de células ciliadas que están en contacto con neuronas. — El caracol o cóclea es un tubo enrollado en espiral como la concha de un caracol. Su interior está dividido a lo largo en tres cámaras llenas de un líquido que conduce el sonido. En la cámara intermedia se halla el órgano de Corti, una estructura que contiene las células ciliadas sensibles a las ondas sonoras. Las ondas mueven los cilios, y esto genera impulsos nerviosos que llegan al nervio auditivo. Éste los envía al área auditiva del cerebro, situada en su zona temporal.
34. A la dermis llegan vasos sanguíneos encargados de nutrir la piel. En ella se hallan los receptores del tacto. En la piel también están situadas las glándulas sudoríparas. El órgano asociado al sentido del tacto es la piel. No está localizado en un lugar concreto, sino distribuido por toda su superficie, incluidos los labios y la cavidad bucal. En la piel existen estructuras receptoras, que permiten percibir distintas sensaciones: contacto, presión, dolor, frío y calor.
35. Receptores y efectores Poco numerosos, alargados y más profundos que los de Krause, sensibles al calor Corpúsculos de Ruffini Presentes en la superficie de la dermis y sensibles al frío , se ubican en especial en la lengua y los órganos sexuales. Son dendritas ramificadas y encapsuladas. Corpúsculos de Krause Se encuentran en las papilas dérmicas, abundantes en el extremo de los dedos, los labios, la lengua, etc. Se ubican en la zona superficial de la piel. Están especializadas en el tacto fino . Corpúsculos de Meissner Sensibles al contacto , como pueden ser los bigotes de un gato (en realidad sucede con la mayoría de los pelos) Terminaciones nerviosas de los pelos Están en casi todo el cuerpo, sólo son dendritas que se ramifican entre las células epiteliales. Se especializan en percibir dolor Terminaciones nerviosas libres Están ubicados en la zona profunda de la piel, sobre todo en los dedos de las manos y de los pies, pero son poco abundantes Se tratan de dendritas encapsuladas en clavas (células de la neuroglia) rodeada de tejido conectivo fibroso. Detecta presiones y deformaciones de la piel, y sus estímulos duran poco Corpúsculos de Pacini
36. HUESOS Formados por tejido óseo, cuyas células, llamadas osteocitos , se rodean de sales minerales. Pueden ser: Largos Cortos Planos
37. Huesos Las partes del esqueleto El esqueleto humano consta de dos partes: el esqueleto axial y el apendicular. • Esqueleto axial. Forma el eje central del cuerpo. Lo constituyen los huesos de la cabeza y los del tronco. — Huesos de la cabeza: son los que forman el cráneo (nueve huesos) y la cara (catorce huesos). — Huesos del tronco: formado por la columna vertebral (24 vértebras, el sacro y el coxis) y la caja torácica. Ésta última la forman las costillas (doce pares) y el esternón. — Esqueleto apendicular. Está formado por las extremidades superiores e inferiores, que siguen un mismo esquema, aunque presentan alguna diferencia, y los huesos que las unen al tronco, las cuales constituyen las cinturas. Tejido óseo esponjoso Tejido óseo compacto
44. Articulaciones Las articulaciones son las zonas donde se unen unos huesos con otros. Existen tres tipos: móviles, semimóviles y fijas . • Móviles: permiten amplios movimientos entre los huesos que las forman. Son, por ejemplo, las de la rodilla, la muñeca, la cadera y el hombro. • Semimóviles: permiten movimientos muy limitados, como las que presentan las vértebras entre sí. • Fijas: no permiten movimiento alguno entre los huesos, como ocurre con los que forman el cráneo. En las articulaciones móviles y semimóviles existen los ligamentos , unas fibras de tejido conjuntivo no elástico que mantienen unidos los huesos y evitan que se salgan de su sitio en la articulación.
52. Lesiones del aparato locomotor Las lesiones del aparato locomotor se producen generalmente a causa de algún golpe violento o de un sobreesfuerzo. Tan comentadas son las lesiones de los deportistas que parece que sólo ellos las padezcan, pero en realidad cualquier persona puede sufrir alguna a lo largo de su vida. Todas ellas resultan muy dolorosas. Las más habituales son: los esguinces, las luxaciones, las fracturas y los desgarros musculares.
53. Lesiones del aparato locomotor ¿Podemos prevenir estas lesiones? A menudo, las lesiones se producen de forma accidental, por lo que no podemos prevenirlas. Pero en la práctica deportiva sí es posible con un buen calentamiento antes de comenzar la actividad. En deportes como las artes marciales, el principiante debe saber que determinados ejercicios requieren un aprendizaje previo. Cuando esto no es tenido en cuenta, las lesiones son habituales. También es fundamental mantener unos hábitos saludables, como por ejemplo: — Evitar el sobrepeso y seguir una dieta equilibrada, que incluya la cantidad necesaria de calcio (entre 800 y 1 500 mg, según la edad) y de vitamina D. — Adoptar posturas que no sobrecarguen la columna vertebral o las extremidades. — Hacer ejercicio físico moderado para estimular el proceso de construcción del hueso y fortalecer los músculos al mismo tiempo. — No consumir alcohol, tabaco ni ningún otro tipo de drogas.