Este documento narra la historia de un pueblo llamado Glacies que sufría hambrunas invernales. Los pobladores culpaban a los zorros del bosque por traer el invierno y robar sus animales. Una noche, el líder del pueblo ofrece a los niños como sacrificio a los supuestos "zorros del invierno" para aplacar su hambre. Kato, un niño, es asesinado por su propia madre en el ritual. Su alma se une a los zorros del bosque para vengarse del pue
Realitat o fake news? – Què causa el canvi climàtic? - La desertització
EL ZORRO INVERNAL.pdf
1. FACULTAD DE
ENFERMERIA DE
TAMPICO
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE TAMAULIPAS
MATERIA: Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable
NOMBRE DEL PROFESOR: Rosalba Padilla Gonzalez
NOMBRE DEL ALUMNO: Rivera Del Angel Paola Sofia
SEMESTRE: 1
GRUPO: A
2. Las tribus antiguas decían que en los pueblos de los blancos
había una criatura, una criatura que pasaba todo el año
escondida, esperando a que el invierno llegara, dentro de las
frías paredes de las cavernas, los humanos eran cobardes para
descubrir lo que habitaba entre los túneles de esas extrañas
estructuras. Era el invierno al que le temían, decir que el miedo
se iría era una suposición, no soportaban las pisadas suaves
sobre la nieve y esos rugidos al cazar las gallinas que con
esfuerzo criaban todo el año. El pueblo del que hablaremos, el
pueblo de Glacies, era conocido por la variedad de carnes
que manejaban, eran la razón de que los viajeros fueran a las
ferias en el verano, y la popularidad de las comunidades del
norte, era creciente gracias a ellos.
3. Pero en el invierno, estaban ellos, les decían el diablo entre la
nieve, sus ojos rojos atemorizaban a los niños, y alimentaban a las
leyendas que corrían por su pelaje invernal, le temían a la sombra
de una criatura que jamás habían visto e incluso pensaban que
ellos traían el invierno para poder comer sus animales y hacerlos
pasar hambre. Los Zorros del invierno, eran ellos, a ellos les temían,
ellos, los causantes de las muertes de los niños por hambre, ellos, los
que hacían que los hombres se volvieran violentas hacia sus
mujeres, y los que hacían que las mujeres golpearan a sus hijos,
eran esas criaturas las sacaban el lado deshumanizados de los
llamados, humanos.
4. -¿Por qué nosotros salimos y el resto del pueblo se queda adentro, madre?
Cuestionó el joven niño con los ojos vidriosos, el frio entraba a ellos haciendo que fuera casi imposible
ver entre la neblina de la noche y la oscuridad que abrazaba el bosque de Glacies.
-Necesito buscar un hongo, es especial, es para la sopa de esta noche, se dice, que el nos ayudara
con la hambruna- La madre lo observo de reojo, era el momento, la gente lo sabia, sabia que era la
única alternativa que tendrían, eran ellos, o el resto del pueblo.
-Y entonces, ¿Miriam volverá?
-Ella se ha ido, cariño, fue su elección, el hambre no tuvo nada que ver con su decisión, ella,
simplemente se fue- dijo sin ánimos de seguir respondiendo.
A lo lejos, el niño observo, las luces de varias lámparas, todas dirigiéndose a la misma dirección.
5. El joven agudizo su oído, estaba intentando ignorar por completo los pensamientos sobre su
hermana, a la cual había amado con todo su corazón y que había partido una noche sin dan
explicación, dentro de el, dentro del corazón de un niño de 10 años, aun creía que ella volvería,
y la encontraría en ese bosque.
-¿Padre?- escucho la voz de Lizzie, una niña de su pueblo, mas cerca de lo que esperaba,
¿acaso no estaban solos?
-Esa es Lizzie, ¿Mami, por que Liz esta aquí?
-Solo camina cariño.
-Pero, mami…
-No hables, Kato, o ellos te llevaran, los zorros del invierno, vendrán por ti y te comerán vivo, si no
quieres eso, será mejor que cierres la boca y sigas caminando.
6. Kato obedeció, siguió caminando por la nieve, intentaba no
caer pues sus piernas delgadas no podía con las subidas y
bajadas del desequilibrado bosque. Y justo en la cima de una
gran montaña de nieve, ahí estaba el, el líder del pueblo por
voto publico, decía palabras que el apenas entendía,
vociferaba en contra de las criaturas del boque y les ofrecía
la paz al mismo tiempo, a Kato le parecía una idea
terriblemente estúpida, el sabia que los perros no hablaban,
¿Por qué los Zorros del invierno lo harían?
-¡Escúchenos, ustedes criaturas del bosque! ¡Venimos con las
ofrendas! ¡Venimos en paz! ¡Ellos aliviaran su apetito!
7. Entonces lo sintió, sintió el frio del cuchillo cortar su
garganta, sentía como si se ahogara mientras que
se sostenía el cuello entre sus pequeñas manos, miro
al cielo buscando una explicación, miraba al cielo
buscando a su madre, o buscando a su hermana,
pero cuando cayo al suelo sin fuerzas para seguir, la
vio a lo ojos, su madre no era su madre, era un
monstruo que había acabado con toda la
esperanza que alguna vez albergó en el, ahora solo
veía la traición y por primera y única vez, sintió el
odio recorrer hasta la ultima fibra de su cuerpo.
8. La oscuridad lo abrazo, junto a las raíces de los arboles que crecían
después del frio invierno, no sabia que sucedía después, no sabia a
donde ir, no había una luz, no había un guía, no tenia a nadie en la
inmensa e infinita nada. Pero algo le ayudo a levantarse, eran pisadas,
las mismas que todos le advertían no seguir, pero eran tan fuertes, tan
agraciadas, tan elegantes, algo dentro de el lo obligo a levantarse, y
junto al ultimo paso que la criatura dio, el volvió a nacer.
La leyenda cuenta, que los niños de Glacies aun caminan entre los
bosques del pueblo, acechando a sus asesinos, comiendo sus
cosechas y trayendo el invierno para que ellos sufrieran lo que ellos, los
zorros del invierno, lo que ellos habían creado, lo que habían jurado
destruir, solo se hacia mas fuerte por cada invierno que un nuevo zorro
se unia y un niño perdía su nombre, a causa de la desesperación, entre
las fauces del bosque, el bosque de Glacies.