Al convertirse en un
seguidor de Jesucristo,
cada creyente podrá
experimentar la
importancia de abrir su
casa para que en ella se
comparta el mensaje de
Cristo y de esta manera el
evangelio se extienda entre
sus familiares, parientes y
vecinos cercanos.
Dios ha dado una visión en
la que se destaca el trabajo
en los hogares, como
estrategia básica para
alcanzar nuestras ciudades
para Cristo. Esta, forma
parte de la unción de
multiplicación otorgada a la
iglesia hoy, y tiene un claro
fundamento bíblico.
Hechos capítulo 10 nos
habla acerca del
nacimiento de la iglesia
primitiva relatando
acontecimientos que
tuvieron lugar en casa de
Cornelio, un hombre gentil,
quien reunió a todos sus
familiares, amigos y
conocidos para escuchar
el evangelio a través de
Pedro.
Desde ese instante, las
casas se convirtieron en
lugares propicios para la
difusión del mensaje de
Cristo y aún para la
realización de milagros en
el nombre de Jesús,
fortaleciendo al cuerpo de
Cristo que se ha extendido
por todo el mundo.
La visión celular permite
que comprendamos la
importancia de abrir casas
para compartir el
evangelio, y lo pongamos
en práctica.
También produce una gran
multiplicación numérica
además del crecimiento
espiritual de la iglesia en
nuestros días.
1. ¿QUE SON
LAS CELULAS?
Son: “Grupos pequeños integrados por personas que
se reúnen una vez por semana, con el ánimo de
desarrollar su crecimiento integral basado en la
Palabra de Dios, en un marco de compañerismo que
facilita el pastoreo personalizado”.
En estos grupos intervienen:
Anfitrión (quien facilita el lugar)
Líder (la persona capacitada para dirigir la
célula)
Participantes (todos los miembros activos
y personas invitadas a la reunión)
Las células constituyen
pequeños centros de enseñanza
de las Escrituras de una manera
sencilla y práctica, donde los
asistentes son edificados
incluyendo a los que, semana
tras semana, son ganados para
Cristo. Este principio se conserva
desde los tiempos de la iglesia
primitiva cuando el crecimiento
de las congregaciones se
generó a partir de células.
“Y crecía la palabra del Señor, y el
número de los discípulos se
multiplicaba grandemente en
Jerusalén”
Hechos 6: 7
“…y cómo nada que fuese útil he
rehuido de anunciaros y enseñaros,
públicamente y por las casas,
testificando a judíos y a gentiles acerca
del arrepentimiento para con Dios, y de
la fe en nuestro Señor Jesucristo”
Hechos 20: 20,21
2. ANTECEDENTES
BÍBLICOS DE LAS
CÉLULAS
La estrategia de la visión celular aparece
registrada, especialmente, en el Nuevo
Testamento asociada al ministerio de Jesús
y el de los apóstoles.
a. Jesús ministró
continuamente en las
casas
Jesús obtuvo el mayor número
de seguidores ministrando en las
casas. Publicanos, ladrones,
prostitutas y mucha gente que
había recibido el menosprecio
de la sociedad judía, recibió la
bendición en sus hogares.
“Y aconteció que estando él
sentado a la mesa en la casa, he
aquí que muchos publicanos y
pecadores, que habían venido, se
sentaron juntamente a la mesa con
Jesús y sus discípulos”
Mateo 9: 10
b. Jesús operó sanidades
en las casas
Milagros y sanidades fueron
operadas por Jesús a lo largo de su
ministerio y las casas se convirtieron
en lugares a los que la gente acudía
para ser restaurados físicamente.
“Al entrar Jesús en la
casa del principal, viendo
a los que tocaban flautas,
y la gente que hacía
alboroto, les dijo:
Apartaos, porque la niña
no está muerta, sino
duerme…”
Mateo 9: 23,24
c. Jesús usó las casas
para formar a sus doce
discípulos.
El Señor Jesucristo, tan pronto
seleccionó a sus doce, se dedicó
a formarlos y a transmitir su
carácter en ellos, y con este fin,
aprovechó todo instante en que
compartían, incluso en las casas.
“Y llegó a Capernaúm; y cuando estuvo en
casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre
vosotros en el camino?. Mas ellos callaron;
porque en el camino habían disputado
entre sí, quién había de ser el mayor.
Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les
dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el
postrero de todos, y el servidor de todos”
Marcos 9:33-35
d. La Santa Cena se
compartió por primera
vez en una casa.
La Santa Cena fue una de las
ordenanzas que Jesús les dejó a
sus discípulos y, por lo tanto,
constituye uno de los principales
actos conmemorativos de la
iglesia.
“El primer día de la fiesta de los panes sin
levadura, vinieron los discípulos a Jesús,
diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos
para que comas la pascua?. Y él dijo: Id a la
ciudad a cierto hombre, y decidle: El
Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu
casa celebraré la pascua con mis
discípulos”
Mateo 26: 17,18
e. El Espíritu Santo fue
derramado por primera
vez en una casa.
El día de Pentecostés, orando
en un lugar llamado Aposento
Alto (en una casa), un grupo
de hombres comunes fueron
sorprendidos por la presencia
del Espíritu Santo,
cumpliéndose de esta manera
la promesa de Jesús.
“Y de repente vino del cielo un estruendo
como de un viento recio que soplaba, el
cual llenó toda la casa donde estaban
sentados; y se les aparecieron lenguas
repartidas como de fuego, asentándose
sobre cada uno de ellos. Y fueron todos
llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a
hablar en otras lenguas, según el Espíritu
les daba que hablasen”
Hechos 2: 2-4
f. La iglesia se fundó en
las casas
Fueron las casas el lugar
seleccionado por los primeros
cristianos para compartir las
enseñanzas y perseverar en la
doctrina.
“Y todos los días, en el templo y por las
casas, no cesaban de enseñar y predicar a
Jesucristo”
Hechos 2:42
g. El apóstol Pablo
desarrolló su ministerio
en Roma en una casa.
Pablo, quien pasó de ser un
perseguidor de la iglesia a
convertirse en un firme
seguidor de Jesucristo y
predicador del evangelio,
cuando estuvo en Roma, hizo
su trabajo ministerial en una
casa.
“Y Pablo permaneció dos años y medio en
una casa alquilada, y recibía a todos los
que a él venían”
(Hechos 28:30)
3. IMPORTANCIA DE LA
VISIÓN CELULAR
Abrir la puerta de una casa para que funcione
una célula, equivale a llevar el arca de Dios a
ella, para desde allí irradiar con la luz del
evangelio a todo un vecindario. Al ser fieles en
lo poco (una célula), el Señor se irá
encargando de colocarnos en lo mucho.
a. El éxito de la iglesia está en las
células
En la medida en que la iglesia se apropie de la visión
celular y se esfuerce en desarrollarla, el éxito se irá
presentando al interior de la congregación, y se verá
reflejado en crecimiento espiritual y numérico. La visión
celular facilita la formación y capacitación de discípulos
que se encargarán de difundir el mensaje de Cristo en
todo el mundo.
b. Las células permiten el pastoreo persona
a persona.
Jesús siempre se preocupó por llegar a la necesidad de cada
persona, y desarrolló su ministerio a través del contacto con
la gente, sin la limitación de un recinto (Marcos 6:34).
Las células nos permiten actuar de la misma manera que lo
hizo Jesús, aún el creyente más sencillo puede reunir a su
familia y amigos y el líder de célula puede ejercer un
pastoreo directo con cada persona.
La labor pastoral se hace más
fácil cuando todo el trabajo no
recae sobre una sola persona.
Cuando un pastor logra
involucrar a la iglesia en el
trabajo celular, los resultados
son más efectivos y cada
miembro de la congregación se
sentirá siempre cuidado.
c. Las células son pequeños
grupos que fortalecen la iglesia
Al interior de una célula se cumple con una labor
evangelístico ya que personas nuevas son invitadas cada
semana, quienes pueden ser ganadas para Cristo.
También se edifica al nuevo creyente a través de la
enseñanza de la Palabra para que lleguen a ser
instrumentos útiles, cuando la célula se multiplique.
(1ª Pedro 5: 10)
d. Son una forma de suplir
la necesidad de cada
persona
Los miembros de cada
congregación no sólo tienen
necesidades de carácter
espiritual, emocional, sino
también material. Las reuniones
de hogar contribuyen a la
satisfacción de sus necesidades
tal como ocurría en la iglesia
primitiva. (Hechos 2: 44-47)
e. Las células constituyen una
fuente de formación de un
equipo de liderazgo.
La estrategia de multiplicación que se trabaja
paralelamente a las células, está constituida por la
formación de nuevos líderes, y está fundamentada en el
modelo de Jesús quien escogió a doce discípulos
formando un equipo de líderes que sirvieran en el Reino
de Dios para desarrollar su ministerio.
Las células son una eficaz fuente
de formación y selección de
nuestros equipos de liderazgo, es
decir, de personas que se reúnen
semanalmente en una casa, en
una oficina, colegio u otro lugar,
Dios nos mostrará a las personas
idóneas para conformar el equipo
básico de líderes que nos habrán
de apoyar ministerialmente.
(Lucas 6: 12-17)
4. PROPÓSITOS DE LAS
CÉLULAS
• Abrir las puertas para que nuestros familiares sean
salvos (Hechos 10)
• Permitir que cada persona se relacione con el
liderazgo (Mateo 9:10)
• Brindar la oportunidad de recibir el toque de Dios
(Lucas 5: 19-20)
En conclusión, las células constituyen una
estrategia de Dios para la extensión del Reino de
Dios en nuestro tiempo, aunque tiene sus
antecedentes en la iglesia primitiva.
Las células son pequeños grupos que se reúnen
semanalmente para compartir la Palabra de Dios
y adorarle a Él mientras cada quien es
pastoreado de manera directa siendo satisfechas
sus necesidades.
Si no lo has hecho, procura
abrir tu casa para que en
ella funcione una célula,
teniendo en cuenta que
esto equivale a llevar la
presencia de Dios hasta tu
hogar.
Involúcrate en tu célula
invitando semanalmente a
familiares, amigos y vecinos
a participar de la reunión