2. Comúnmente se piensa que la resistencia indígena al español se limitó al
proceso de conquista que culminó en la segunda mitad del siglo XVI.
Inolvidables son las descripciones de cronistas e historiadores que narran
episodios tan memorables como la caída de la ciudad de Tenochtitlán -
capital del imperio azteca- o el desbande de Cajamarca, donde Francisco
Pizarro logró apresar al Sapa Inca Atahualpa.
3. rebelión de Manco Inca en 1536, continuada por
Sairi Túpac, Titu Cusi Yupanqui y Túpac Amaru
hasta 1572
movimiento milenarista del Taqui Ongo en la
década de 1560
guerras calchaquíes en el noroeste argentino
desde 1562 y rebelión calchaquí en 1659
acaudillada por el español Pedro Bohórquez
insurrección de los indios quimbayas en 1577 en el
valle del río Cauca
alzamientos de los taironas entre 1571 y 1575
guerras protagonizadas por los chimilas, tupés y
guajiros en la Audiencia de Bogotá
rebelión de corte milenarista de tribus guaraníes,
encabezada por Oberá alrededor de 1579 y guerras
guaraníticas entre 1754 y 1756
levantamientos generales mapuches encabezados
por Lautaro y Pelantaru en 1553 y 1598
respectivamente y rebeliones mapuches de 1655-
1656, 1723 y 1766
guerras contra los chiriguanos en la
4. La estructura socio-cultural de estos pueblos, basada en múltiples jefaturas
locales, imposibilitaba al invasor concertar acuerdos de paz duraderos, pues
cualquier cacique podía transgredirlos. No sólo los españoles experimentaron
este problema, sino también lo vivieron los aztecas e incas en sus respectivas
guerras expansivas.
Por otra parte, la apropiación y asimilación de elementos materiales
desconocidos para los indígenas, les permitió enfrentar con mayor eficacia al
invasor. Uno de los ejemplos más ilustrativos fue el uso que los nativos dieron
al caballo, que les otorgó una mayor movilidad, rapidez y sorpresa en la guerra
y también fue incorporado al mundo ritual y a su dieta alimenticia.
5. Las tácticas militares empleadas por los naturales se fueron modificando,
adaptándose a una guerra de emboscadas o "guerrillas", que evitaba la batalla
a campo abierto contra las huestes hispanas.
Estas características sin duda nos ayudan a entender mejor la larga duración
de la resistencia que opusieron mapuches, chichimecas, chiriguanos,
guaraníes, mayas, apaches y navajos, entre muchos otros.
6. También hubo convulsiones producto de la ubicación del nativo en
la pirámide social. La sociedad estamental colonial relegaba al
aborigen a uno de los estamentos más bajos, existiendo escasas
posibilidades de integración en la sociedad liderada por el estrato
hispanocriollo. Los motines urbanos, con participación de mestizos
y castas, estallaban precisamente por estas desigualdades.