No basta con mirar, leer o escuchar, para ser de ésta generación tienes que crear, producir y participar, ayudado por las inmensas posibilidades que hoy brindan las nuevas tecnologías.
La generación C plantea nuevos retos a las compañías de medios, pero también proporciona nuevas oportunidades. Las herramientas del periodismo cambian, y a medida que estas se generalizan y difunden, los ciudadanos, que antes eran sólo usuarios, juegan un papel cada vez más importante en la recogida de información. La audiencia ahora tiene mucho más poder.
Hablar de la generación C es hacerlo de fenómenos como el moblog, emparentado con el de los weblog, y que se refiere a los sitios en los que usuarios equipados con teléfonos o dispositivos móviles crean bitácoras digitales. Utilizando las capacidades de Internet móvil, las imágenes digitales pueden ser publicadas y compartidas instantáneamente por otros usuarios. Y el tipo de noticias que se comparten cubren ya todo el espectro posible.
El movimiento moblog se considera como un paso natural en la evolución de los proveedores de servicios de comunicaciones, ya que los operadores de servicios inalámbricos han gastado un montón de dinero para conseguir la infraestructura necesaria, y necesitan proporcionar una razón para utilizarla.
Fe nómenos como el de los moblogs afectarán a la recogida y distribución de información en la era digital, y tendrán un gran impacto desde el punto de vista periodístico, con ciudadanos normales tomando imágenes y enviándolas a su periódico local o a una estación de televisión... O publicándolas en su sitio personal.
Las cámaras y los teléfonos móviles suponen una herramienta extraordinaria en la tarea de capturar hechos con una inmediatez que las organizaciones periodísticas tradicionales no se pueden permitir.
Las nuevas tecnologías, con internet móvil a la cabeza, facilitan a los usuarios la posibilidad de descubrir a una mayor velocidad lo nuevo, las noticias. La audiencia se ha acostumbrado ya -gracias a la televisión y a las cadenas de noticias de 24 horas, o a las actualizaciones de los medios en Internet- a disponer con gran rapidez de lo último que ocurre.