1. República Bolivariana de Venezuela
Universidad Panamericana del Puerto
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Contaduría Pública
Catedra: Presupuesto I
ECONOMÍA NARANJA
Facilitador: Autora:
Luis Gómez Br. Valeria Lugo
C.I 29.872.991
2. Puerto Cabello, Febrero del 2.021
INTRODUCCIÓN
Para la mayoría de las personas, la relación entre las industrias creativas y culturales y
un banco de desarrollo no salta a la vista. Desde esa óptica, actividades como el cine o la
moda tienen poco o nada que ver con el mundo de la economía. Tal vez no saben que estas
industrias emplean a casi 29,5 millones de personas de personas en todo el mundo y generan
ingresos por más de 2,25 billones de dólares al año. Como se señala en La Economía Naranja:
una oportunidad infinita, si las industrias culturales y creativas fuesen un país, serían la cuarta
economía mundial. La Economía Naranja fue el primer libro publicado por el Banco
Interamericano de Desarrollo para analizar el impacto económico de estas industrias en
América Latina y el Caribe. Desde su lanzamiento en el 2013, ha sido una de las
publicaciones más descargadas en la historia del BID. La obra desencadenó una discusión
que no se ha agotado sobre cómo pueden nuestros países sacar mayor provecho de estas
industrias.
El campo del desarrollo económico se encuentra en un momento crucial. El potencial
transformador de la revolución digital aún está por cumplirse y las nuevas y disruptivas
tecnologías y modelos de negocio han comenzado transformar las economías y las sociedades
en los niveles más básicos: cómo funcionan y se organizan las empresas y cómo se diseñan
y se suministran los productos y servicios. En toda América Latina y el Caribe, las
organizaciones para el desarrollo y los gobiernos se esfuerzan para encontrar nuevas maneras
de promover el bienestar económico y social. En su intento por mejorar la capacidad de
promover la resiliencia a nivel individual y nacional, se enfrentan a sucesivos obstáculos.
3. LA ECONOMÍA NARANJA
La economía naranja es uno de los grandes beneficiarios que contribuye al desarrollo y
reconocimiento de nuevos talentos, habilidades, innovaciones, cambios tecnológicos,
abriendo grandes oportunidades de negocios. En el reconocimiento, por lo que es una
revolución de cambios tecnológicos e industriales.
Oportunidad Naranja, es uno de los frentes de trabajo para aprovechar la revolución
digital, enfrentando riesgos al mismo tiempo abriendo grandes oportunidades de
desarrollo socio-económico. La cadena de valor sectorial se crea cuando las empresas tienen
una visión compartida y metas comunes, cuando reúnen objetivos específicos de mercado
para satisfacer las necesidades de los clientes y/o usuarios. Los procesos de soporte y
complementarios de las industrias culturales (información, formación, regulación, archivo y
preservación del patrimonio) son los que aseguran el buen funcionamiento de la cadena de
valor, en virtud de unos insumos a nivel de conocimiento y normativa.
Cada subsector de la cadena de valor de la industria cultural tiene su propia cadena de
valor, de acuerdo con los procesos específicos desde la creación, hasta el consumidor
final.Las actividades de la economía creativa comparten un conjunto de propiedades que las
diferencian ampliamente de otras actividades económicas y que impiden que los mercados
generen resultados eficientes desde el punto de vista social y por lo tanto necesiten la
intervención pública para solucionar estos problemas. En primer lugar, la mayoría de los
bienes y servicios que resultan de estas actividades presentan un cierto grado de no rivalidad
y de no exclusión, características que definen a los bienes públicos. En segundo lugar, es
probable que las actividades creativas generen externalidades positivas de conocimiento,
producto y red. En tercer lugar, la estructura de costos de muchas actividades creativas puede
ser un obstáculo. En cuarto lugar, las actividades basadas en la creatividad humana son por
definición inciertas
4. CONCLUSIONES
La cadena de valor sectorial se crea cuando las empresas tienen una visión compartida y
metas comunes, cuando reúnen objetivos específicos de mercado para satisfacer las
necesidades de los clientes y/o usuarios. Los procesos de soporte y complementarios de las
industrias culturales (información, formación, regulación, archivo y preservación del
patrimonio) son los que aseguran el buen funcionamiento de la cadena de valor, en virtud de
unos insumos a nivel de conocimiento y normativa. Cada subsector de la cadena de valor de
la industria cultural tiene su propia cadena de valor, de acuerdo con los procesos específicos
desde la creación, hasta el consumidor final.