1. LA COTAMINACIÓN SÓNICA
Casos en nuestro país
Ing. Cruz Turipe
Diplomado docente interactivo a Distancia
SAIA - UFT
La Contaminación sónica es uno de los tipos de contaminación menos
publicitados, sin embargo, es uno de los que menos estamos alejados, pues la
vivimos a diario en nuestro entorno, en nuestro hogar, en la calle, en la fábrica,
etc. Lo que sucede en este caso es lo poco conocido que es este medio de
contaminación, he allí lo necesario de conocer y aclarar ciertos tópicos en este
sentido.
Nuestro oído está facultado para percibir sonidos en el orden de los 0 a 110
decibelios (dB), y los estudios médicos han demostrado que una exposición
moderada de unos 15 minutos de duración a ruidos sonoros por encima de los
85 dB, puede causar daños severos a la salud. Una exposición segura a los
sonidos depende de su intensidad o volumen, así como de su duración y
frecuencia, además la exposición a sonidos fuertes puede desembocar en una
pérdida de audición temporal o en acúfenos (sensación de zumbido en los
oídos), pero cuando se trata de sonidos muy fuertes, o cuando la exposición se
produce con regularidad o de forma prolongada, las células sensoriales pueden
verse dañadas permanentemente, lo que ocasiona una pérdida irreversible de
audición.
Según estudios de la OMS, casi el 50% de los jóvenes se encuentran expuestos
a niveles perjudiciales de ruido por el uso de apartados personales (Ipoo, MP4,
aparatos de sonido) y cerca del 40% debido a su presencia en centros de ocio
(Bares, discotecas, fiestas, etc)
Sonido seguro:
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera los 50 dB como el Nivel
límite superior deseable, porque, cuando esa sonoridad alcanza los 70 dB se
estima ya como un ruido contaminante. El detalle se nos presenta a nosotros
en la forma de cómo medir la intensidad de ruido a la que estamos sometido en
un momento dado, ya que no tenemos a mano un sonómetro (o un dosímetro)
para medirlo, pero existen algunas claves que son fáciles de aprender para
tener una referencia confiable en qué Nivel nos encontramos expuestos.
2. La imagen mostrada nos indica
sonidos típicos, perceptibles
por nuestros oídos, que nos
indica los Niveles de ruidos que
generan, indicando los
decibelios a los que estamos
expuestos en ese momento. La
Frontera o el Límite de los 80
dB la observamos con el ruido
de la calle y el límite de los 85,
con la pulidora doméstica.
http://cdn3.grupos.emagister.com/imagen/escala_comparativa_de_intensidades_sonoras_en_db_469827_t0.jpg
Así que si te sucede alguna de estas cosas:
Tienes que subir tu voz para ser escuchado.
No puedes escuchar a tu interlocutor a 60 cm de ti.
Estas sometido a un Nivel de Ruido por encima del cual no es saludable estar
por período de tiempo prolongado (más de 15 minutos)
Sonido y Ciudad
Prácticamente el ruido es concomitante a la ciudad, a la urbe; es donde
estamos más expuesto, debido al escape libre de los vehículos, la industria, los
comercios, etc., pero, ésta es una de las variables prioritarias que definen la
calidad de vida de una ciudad, la cual está garantizada por nuestra Carta
Magna, por la Ley Orgánica del ambiente y por Código Civil Venezolano. Por
ello es importante que exista la denuncia ante las autoridades públicas (la
policía comunal, por ejemplo) cualquier fuente injustificada de ruido, para que
pueda ser aplicado el correctivo.
Sonido y Derecho
Generar ruidos molestos es penado por la Legislación venezolana, siendo los
principales involucrados en su solución, Las Alcaldías, las que pueden apoyarse
en los siguientes instrumentos legales-
Normas sobre el control de contaminación generada por ruido (Decreto 2.217
del 23492).
O por la Ley Penal del Ambiente, que en su artículo 110, contempla el delito de
generación de ruidos, el cual señala que
“Los propietarios de fuentes fijas o establecimientos que generen ruidos que
por su intensidad, frecuencia o duración fuesen capaces de causar daños o
3. molestar a las personas, en contravención a las normas técnicas vigentes sobre
la materia, serán sancionados con arresto de tres a seis meses o multa de
trescientas unidades tributarias (300 U.T.) a seiscientas unidades tributarias
(600 U.T)”.
En este mismo sentido, el Código Penal indica, en el artículo 506, que:
… todo el que con gritos o vociferaciones, con abuso de campanas u otros
instrumentos, o valiéndose de ejercicios o medios ruidosos, haya perturbado las
reuniones públicas o las ocupaciones o reposo de los ciudadanos y ciudadanas
en su hogar, sitio de trabajo, vía pública, sitio de esparcimiento, recintos
públicos, privados, aeronaves o cualquier medio de transporte público, privado
o masivo, será penado con multas hasta de cien unidades tributarias (100
U.T.), aumentándose hasta doscientas unidades tributarias (200 U.T.) en el
caso de reincidencia.
Estos ejemplos destacan el interés del Estado venezolano de garantizar la
tranquilidad y la calidad de vida de las personas.
Existe ya jurisprudencia en nuestra república que versa sobre este derecho, y
no es raro ver en los diarios locales o regionales, referencias en este sentido.
La ciudad más ruidosa
México se encuentra entre las ciudades más ruidosas de América Latina, tanto
que su legislación ha establecido “85 decibelios en discotecas, restaurantes,
salones de fiestas y otros sitios, lo que no incluye las fuentes móviles de
sonido”; igualmente Buenos Aires supera los 80 decibelios y casi no hay
diferencia entre el día y la noche. En Santiago de Chile, donde vive el 40 por
ciento de los habitantes del país, muestran un aumento de la contaminación
acústica y que sólo un 16 por ciento de la población no corre riesgo de algún
grado de pérdida auditiva. Colombia tiene normas que limitan los decibelios en
algunas zonas y que establecen que quienes trabajen en lugares excesivamente
ruidosos deben usar protectores.
Claro está, nuestras ciudades no escapan a esta realidad. Por ejemplo
el 11 de abril de 2014, el Ministerio Público acusó a una mujer de 50 años por
haber cometido faltas contra el orden público: desobediencia a la autoridad y
perturbación a la tranquilidad pública y privada, ambas previstas y sancionadas
en el Código Penal.
Puedo referir igualmente que dentro de las Normas de convivencia redactadas
por nuestro Consejo Comunal (Catedral, Valencia) está prevista esta normativa
entre los vecinos que limita tanto el ruido como la duración de los eventos que
4. los ocasionan (fiestas, por ejemplo), siendo la Policía Comunal la encargada de
poner orden en este sentido.
Caracas tiene actualmente el título de “ciudad caótica y ruidosa” en donde en
cada esquina es posible sentir la feroz cacofonía de la ciudad: Un concierto de
bocinas de autobuses atronadoras, agentes de tráfico que soplan sus silbatos
tratando de poner orden y sirenas de ambulancias que tratan de abrirse camino
por calles congestionadas. Las potentes bocinas de aire que usan los autobuses
que sabresaltan a los peatones y pueden hacerles retumbar los oídos, los temas
de salsa que brotan de las ventanillas de autobuses y camionetas, los
estruendosos tubos de escape y “moto-taxis” que hacen sonar agudas bocinas,
todo lo cual expone a sus residentes a padecer enfermedades psicosomáticas
asociadas al ruido.
La procuradora general Luisa Ortega, en conferencia de prensa manifestaba
que las autoridades “están enfatizando la promoción de la coexistencia pacífica”
y castigando violaciones a las normas contra los ruidos excesivos y otras
infracciones menores, por lo que en los últimos años ha habido cientos de
episodios relacionados con el ruido; tenemos por ejemplo:
Dos jóvenes músicos que hacían demasiada bulla cerca de una estación
del metro fueron sentenciados a dar 120 horas de Servicio Comunitario,
o sea de clases de música en escuelas públicas.
Otros chicos, sorprendidos infraganti escuchando música estridente en la
calle, fueron acusados de alterar el orden tras recibirse quejas de los
vecinos, recibiendo multas por el orden de los 9.000 bolívares.
Victor Rastelli, profesor de ingeniería mecánica y experto en la contaminación
de sonidos de la Universidad Simón Bolívar (Caracas), dice que sospecha que
Caracas debe ser de las más ruidosas del mundo, junto con Sao Paulo, Ciudad
de México y Mumbai.
Mérida era la ciudad más ruidosa, contaminada y embotellada de toda
Venezuela, a decir de algunos de sus pobladores; el transporte de pasajeros era
infernal y los buhoneros habían tomado la ciudad y era imposible trasladarse
por sus aceras, pero gracias a Lester Rodríguez Daasco, alcalde de la ciudad
(2012) la ciudad ahora nada tiene que envidiarle al boulevar de Sabana Grande
en Caracas.
Entre las ciudades más ruidosas del país podemos citar a: Caracas, Maracay,
Valencia, Puerto Cabello, Maracaibo, Lagunillas, Cabimas, El Tablazo, Punta
Cardón, Barcelona, Puerto La Cruz, Guanta, Cumaná, Maturín, Mérida, San
Cristóbal, Caripito y Ciudad Guayana.
5. Por último vamos a comentar que la OMS ha declarado el día el 3 de marzo
como el Día Internacional de la Atención Otológica, y ha puesto en marcha la
iniciativa "Escuchar sin riesgos" para poner de relieve los peligros de la
exposición a niveles sonoros nocivos y para fomentar prácticas más seguras.
http://culturisima.com.ve/publi_ecolog14.htm
https://www.aporrea.org/regionales/a150854.html
http://www.cronica.com.mx/notas/2007/319009.html
http://dejaelruido.blogspot.com/p/el-ruido.html
http://www.elimpulso.com/noticias/nacionales/ap-caracas-ciudad-caotica-y-ruidosa-fotos
http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2015/ear-care/es/