La crisis actual es una crisis de la civilización capitalista que se manifiesta a través de varias dimensiones interrelacionadas como la crisis ecológica, la globalización y la homogeneización cultural. Los valores vigentes en nuestras sociedades han entrado en bancarrota. La crisis tiene su origen en las contradicciones del modo de producción capitalista y afecta a esferas como la política, la ideología y el paradigma dominante, reflejándose claramente en la crisis climática. Por ello, la perspectiva sistémica apunta a que
2. La noción de crisis de civilización se ha divulgado y
popularizado en los últimos tiempos sin que a
menudo se defina o explique. En la actualidad, es
preciso matizar que se trata de la crisis de la
civilización capitalista y que afecta al conjunto de
conocimientos y costumbres que constituye lo que
suele definirse como civilización. Los rasgos centrales
de esta son la crisis ecológica, el
hecho de que vivimos en un mundo globalizado y la
homogeneización cultural bajo la forma de
occidentalización del mundo. Nos encontramos ante
un
desastre ético por lo que los valores vigentes y
establecidos en nuestras sociedades, y no sólo
algunos bancos y empresas, han entrado en
bancarrota.
3.
4. Como en toda crisis sistémica en ella convergen las principales
contradicciones, siendo por ello multidimensional1. Arranca
desde el modo de producción: la crisis productiva que se
expresa a través de la crisis económico-financiera pero también
en la crisis energética; y la crisis de realización, representada en
la crisis de pobreza y desigualdad, en la concentración de
riqueza, en el consumismo, que son expresiones concretas de la
contradicción entre la socialización creciente de la producción y
la apropiación que continúa siendo privada. Pero va más
allá, hasta el conjunto de relaciones sociales bajo el influjo del
capital: desde la esfera política con la crisis de la hegemonía
global norteamericana o la crisis político-militar del imperio; la
crisis de las concepciones dominantes representada en la
quiebra de la ideología neoliberal y su matriz neoclásica; hasta
la crisis paradigmática que, atravesando todo lo anterior, se
sintetiza con mucha claridad en la crisis del cambio climático.
Por ello, desde la perspectiva del sistema internacional como
totalidad es evidente que todo apunta hacia la crisis de la
civilización.