Un pollito con hambre - wilson rojas sifuentes - 110810 p
1. Un pollito con mucha hambre
Escrito por
Wilson Rojas
Ilustraciones de
Begoña Dosal
2.
3. Un pollito con
mucha hambre
A mis hijos: Bubuchaz y Dodo, y a mi Taty.
A los niños de los hogares de las Hermanas Misioneras de la
Caridad.
Un pollito con mucha hambre
Copyright 2010, Wilson Rojas Sifuentes
Se prohíbe la reproducción total o parcial
sin consentimiento del autor.
4. Había una vez un pollito
pequeño llamado Kuqui. Tenía
mucha hambre y miraba al
cielo diciendo: “oh, ¿dónde
habrá algo que comer?”.
De pronto observó en la rama
de un árbol un pedazo de pan,
olía delicioso. Luego pensó que
había sido abandonado por un
ave que ya estaba llena de
tanto comer.
5. Kuqui intentó saltar y volar para coger
el pedazo de pan pero no pudo
lograrlo, el árbol era muy alto .
En medio de su desesperación se le
ocurrió una idea: “gritaré muy fuerte
para llamar a algún amiguito que sea
más grande que yo y que pueda
alcanzar el pan” y así lo hizo.
6. A los pocos minutos, apareció Pupo. Era un perrito juguetón ,
siempre estaba dispuesto a ayudar a sus amigos o a quien se lo
pidiera, tenía un gran corazón.
Pupo, luego de escuchar los lamentos y súplicas de Kuqui y
notar su desesperación por el hambre que tenía, decidió ayudar
a su pequeño amigo.
7. Primero vino corriendo y dio
un salto con mucho impulso y
luego otro y otro, pero su hocico
nunca llegó a estar cerca del
pedazo de pan.
Luego Pupo intentó trepar el
árbol, se abrazó a éste e hizo
muchos esfuerzos para llegar a
la rama donde estaba el pan,
pero no pudo alcanzarla.
8. Viéndose ambos
agotados y
desesperados por el
esfuerzo, se les
ocurrió una idea.
“Gritaremos juntos muy
fuerte para llamar a algún
amiguito que sea más grande
que nosotros y que pueda
ayudarnos a alcanzar el pan”.
Y así lo hicieron.
A los pocos minutos
apareció el caballito Tato.
9. Tato era un caballito inteligente,
siempre tenía la boca llena de pasto
que recogía con sus dientes en los
bosques por donde paseaba.
Al observar el motivo de la
desesperación de sus amiguitos, se dio
cuenta de lo que tenía que hacer.
10. Tato, al igual que Pupo, decidió
alcanzar el pedazo de pan.
Se apoyó en sus dos patas
traseras e intentó varias veces
tumbar el pan con sus patas
delanteras, pero tampoco
pudo lograrlo.
11. A pesar del cansancio y la
desesperación, Tato no se dio
por vencido…..
…… y animó a Kuqui y
a Pupo a buscar
juntos a otro amiguito
que sea más grande
que ellos.
12. Así llegó la jirafa Yija, tenía la
cabeza muy lejos de sus hombros y
caminaba siempre como si
estuviera bailando lentamente.
Casi nunca se
juntaba con
animales pequeños.
Pero esta vez, al
escuchar los
repetidos llamados
de otros
animalitos, decidió
ir en su ayuda.
13. Yija, ya junto a sus amigos, se acercó al
árbol, sacó su enorme lengua de 50
centímetros y tomó el pan.
“Umm qué rico huele y qué suave está”-
les dijo saboreándose-, parecía que se lo
iba a comer.
Todos le gritaron: “no te
lo comas, Kuqui se
morirá de hambre”.
Yija volvió a saborear el
pan y luego observó lo
triste que estaba el
pollito.
14. Entonces, Yija decidió arrojar el
pan cerca de las patitas del pollito.
Kuqui, agradecido, partió el pan en
cuatro partes iguales e invitó a
comer a sus amigos Pupo, Tato y
Yija.
Y así, todos quedaron contentos
saboreando la parte que les tocó.
20. Un pollito que tenía mucha
hambre, observa un pedazo de
pan en la rama de un árbol, pide
ayuda de varios amigos pero no
pueden alcanzarlo, hasta que
llega Yija…
Con un mensaje para aprender a compartir… y
también podrán colorear.