2. Educación Sexual Integral
(ESI)
Ley Nº 26.150
Art. 1: derechos de todos los educandos a recibir ESI en todos
los aspectos que esta abarca.
Entre ellos estan:
- Derecho a recibir información adecuada de como saber cuidarse
y cuidar a los demás.
- -Contar con adultos de confianza.
- -Respeto a la mujeres y varones por igual.
- Derecho a vivir su orientación sexual, sin ningún tipo de
discriminación.
- -Derechos a estar asesorados y acompañados ante abusos,
malos tratos.
La Ley implica: Continuidad sistemática de acciones educativas
durante el ciclo Lectivo.
No debe haber obstáculo o impedimento institucional ni sociocultural
3. 1- Realizar una reflexión sobre nosotros mismos.
2- Un espacio sistemático para el aprendizaje de saberes y
habilidades, adecuados a la edad para la toma de decisiones
consientes y criticas sobre:
El cuidado de propio cuerpo. Las relaciones de genero
equitativas e igualitarias. La valoración de emociones y
sentimientos. El ejercicio de los derechos sexuales y
reproductivos. La valoración de la diversidad y la no
discriminación.
3- Atender a las situaciones cotidianas de la escuela y su
organización.
4- Trabajo articulado con las familias, centros de salud y
organizaciones de la comunidad
Las ESI implica:
5. Ejes de las ESI
Cuidado del cuerpo y la salud.
Respetar la diversidad.
Valorar la afectividad.
Reconocer perspectiva de género.
Ejercer nuestros derechos
.
6. Cuidar el cuerpo y la salud
El enfoque que proponemos pretende tomar en consideración
las distintas vivencias y representaciones de “el cuerpo y la salud”,
incorporando diferentes dimensiones, como por ejemplo, la historia
personal, los discursos científicos, los derechos humanos, las
ofertas de la sociedad de consumo, sobre todo a partir de los
medios masivos de comunicación, la re-presentación de los
cuerpos a través de las distintas manifestaciones artísticas.
Desde la ESI, este eje busca el reconocimiento del cuerpo sexuado y
sus distintos cambios como parte fundante de la identidad de las
personas. En este sentido, adquiere particular relevancia la
promoción de hábitos y comportamientos de cuidado de uno/a
mismo/a y de los/as demás. Así como el fortalecimiento de la
autoestima y la autonomía, con la finalidad de adoptar decisiones
sobre la salud en general, y la salud sexual y reproductiva en
particular, que permitan vivir una sexualidad sin ningún tipo
de coacción, violencia, discriminación, enfermedad o dolencia.
También propicia la reflexión crítica sobre los modelos y los
mensajes de belleza que circulan en nuestra sociedad y que
pueden influir negativamente en uno/a mismo/a y en los vínculos
interpersonales.
7. Respetar la diversidad
La concepción con la que se trabaja en este eje asume que
las personas somos todas distintas y esa particularidad
se expresa también en el modo en que cada ser humano
piensa, siente, cree, actúa y vive su sexualidad,
convirtiéndolo en un ser único. Ello también enriquece la
experiencia social en la medida que nos pone en contacto con la
diferencia, con experiencias y trayectos personales distintos a los
propios.
El abordaje de este eje implica reconocer y valorar
positivamente las múltiples diferencias que tenemos los
seres humanos, por ejemplo: origen étnico, nacionalidad,
creencias religiosas, políticas, edad, condición social,
orientación sexual e identidad de género, entre otras.
Y para trabajarlo adecuadamente es preciso identificar
prejuicios, estereotipos y prácticas que muchas veces
obstaculizan el reconocimiento de las múltiples maneras de
vivir en sociedad
8. Valorar la afectividad
Vinculado con la especificidad humana, no podemos dejar
fuera los aspectos relacionados con los sentimientos, los
valores y las emociones en el marco de los vínculos y las
relaciones sociales.
Incorporar la dimensión afectiva implica tener una visión
integral de los seres Humanos y nos aleja de perspectivas
reduccionistas donde las personas se definen por un único y
exclusivo rasgo. También significa valorar el lugar que
ocupan las emociones y sentimientos en el aprendizaje y
contribuir al desarrollo de capacidades afectivas como la
empatía, la solidaridad, el respeto.
En el contexto de la ESI, se busca sacar de la invisibilidad la
dimensión afectiva y desarrollar proyectos que generen el
deseo de acercarse a los/las otros/as desde un lugar no
agresivo, intentando comprenderlos. Se trata de ver en las
demás personas las mismas complejidades, necesidades y
deseos que cada ser humano puede tener. También desde
esta perspectiva se busca reflexionar sobre las maneras que
tenemos de manifestar el afecto, haciendo especial hincapié
9. Reconocer perspectiva de género
Parte de considerar que “género” es un concepto relacional y por lo tanto
involucra a mujeres, a varones y a las formas en que se relacionan. Desde
esta concepción, se busca pensar sobre los modos de ser, de pensar y de
actuar, lo que cada sociedad define como “masculino” y “femenino” a partir de
las diferencias biológicas existentes entre unos y otras.
Esta idea asume una particular importancia para comenzar a entender y
modificar aquellas situaciones donde las diferencias se han transformado
en desigualdades, tal como se puede apreciar en distintos hechos a lo
largo de la historia. Aún en nuestros días, algunas vulneraciones de derechos
se intentan justificar apelando a concepciones erradas sobre los géneros.
El trabajo desde el enfoque de la ESI busca:
• Promover el ejercicio de desnaturalizar las prácticas sociales que promueven
las desigualdades.
• Abordar las concepciones rígidas sobre lo considerado exclusivamente
masculino o exclusivamente femenino identificando prejuicios y estereotipos en
relación al género y las consecuencias negativas que provocan a mujeres y
varones.
Reflexionar sobre las condiciones necesarias para superar las desigualdades
de género como paso importante para hacer realidad la igualdad de todas las
personas independientemente de su género.
10. Ejercer nuestros derechos
Este eje evidencia que los niños, las niñas y los las
adolescentes son sujetos de derecho así como los/as
adultos/as, con plena capacidad para participar, ser
escuchados/as y no discriminados/as por ningún motivo. Reconoce
las necesidades y derechos de niños, niñas y adolescentes y ubica
a los/as adultos/as y al Estado como garante de sus derechos.
Se procura propiciar el enfoque de los derechos humanos
como orientación para la convivencia social. Puntualmente desde
la ESI se pone el acento en:
• Aquellos derechos que se vinculan al respeto por las otras y
los otros en las relaciones interpersonales.
• El acceso a conocimientos sobre el cuerpo y la expresión
de
Sentimientos y necesidades vinculadas a la sexualidad.
• La promoción de aprendizajes de prácticas de defensa de
derechos.