República Bolivariana de Venezuela
Ministerio Del Poder Popular para la educación
Universidad Fermín Toro
Barquisimeto Edo – Lara
Informe de la Unidad I, Unidad II y Unidad III
Yusmar Sequera
C.I. 14.482.781
Junio, 2015
Inteligencia Emocional
La inteligencia emocional es la capacidad para identificar, entender y
manejar las emociones correctamente de un modo que facilite las relaciones
con los demás, la consecución de metas y objetivos, el manejo del estrés o la
superación de obstáculos.
Ante cualquier acontecimiento que suceda en tu vida las emociones
tanto positivas como negativas van a estar ahí y pueden servirte de ayuda y
hacerte feliz o hundirte en el dolor más absoluto, según cómo sea tu capacidad
para manejarlas.
Las personas con una alta inteligencia emocional no necesariamente
tienen menos emociones negativas sino que cuando aparecen saben
manejarlas mejor. Tienen también una mayor capacidad para identificarlas y
saber qué es exactamente lo que están sintiendo y también una alta capacidad
para identificar qué sienten los demás. Al identificar y entender mejor las
emociones son capaces de utilizarlas para relacionarse mejor con los demás,
tener más éxito en su trabajo y llevar vidas más satisfactorias.
Características de las personas con una inteligencia emocional alta
Identificar las propias emociones: Son capaces de identificar sus
emociones y saber lo que están sintiendo en cada momento y porqué y
darse cuenta de cómo influyen en su comportamiento y en su
pensamiento.
Manejo de las emociones: Son capaces de controlar sus impulsos, no
se dejan llevar fácilmente por estallidos emocionales, saben calmarse a
sí mismos cuando sus emociones son especialmente negativas e
intensas y saben adaptarse a las circunstancias cambiantes.
Identificar las emociones de los demás: Tienen una alta capacidad
para entender las emociones, necesidades y preocupaciones de los
demás, saben ponerse en el lugar del otro y entender puntos de vista
diferentes a los propios. Tienen una alta capacidad para reconocer la
dinámica de un grupo, para relacionarse con los demás, pues saben
cómo se sienten y pueden actuar en base a ello del mejor modo posible.
Emociones
Una emoción es un proceso anímico más o menos transitorio pero
intenso provocado por una situación inesperada a la que responde el
organismo con un estado afectivo de agradabilidad o desagradabilidad.
También puede ser definido como todas aquellas sensaciones y sentimientos
que posee el ser humano al relacionarse con sus semejantes y con el medio en
general.
Son las diferentes sensaciones que podemos sentir en el transcurso del
día durante toda nuestra vida, son experimentadas de diferentes manera las
cuales debemos aprender a conocer para tomar conciencia y estar preparados
para poder sobrellevar alguna situación en nuestra vida y así tener una vida
placentera con los demás
Las emociones tienen una gran importancia y utilidad en nuestras vidas,
puesto que nos ayudan a responder a lo que nos sucede y a tomar decisiones,
mejoran el recuerdo de sucesos importantes y facilitan nuestras relaciones con
los demás. No obstante, también pueden hacernos daño cuando suceden en el
momento inapropiado o con la intensidad inapropiada, a continuación
detallaremos algunos tipos de emociones
Ira: Esta es la emoción por excelencia del “cabreo”, es aquella emoción
que nos vuelve violentos y activos. La ira le dice a nuestro organismo
que hay una amenaza, que algo nos hace frente y el organismo actúa
llevándonos a un estado físico alterado preparado para la inminente
violencia o agresión.
Tristeza: Es una de las emociones básicas (no natales) del ser humano,
junto con el miedo, la ira, el asco, la alegría y la sorpresa. Estado
afectivo provocado por un decaimiento de la moral. Es la expresión del
dolor afectivo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, etc.
A menudo nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven
cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que
alegres
Amor: El amor es un conjunto de sentimientos positivos que ligan una
persona a otra, o bien a las cosas, ideas, etc. Un sentimiento profundo e
inefable de preocupación cariñosa por otra persona, animal o cosa.
Incluso está limitada concepción del amor, no obstante, abarca una gran
cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de
intimidad del amor romántico hasta la proximidad emocional asexual del
amor familiar.
Sentimientos
Son estados anímicos y experiencias internas que afectan a las
personas ante un determinado suceso, ya sea actual o revivido por medio de
los recuerdos. Los sentimientos pueden también calificarse como reacciones
básicas que se tienen y que nos orientan instintivamente a un proceder o a
otro.
Los sentimientos están vinculados a la dinámica cerebral y determinan
cómo una persona reacciona ante distintos eventos. Se trata de impulsos de la
sensibilidad hacia aquello imaginado como positivo o negativo.
En otras palabras, los sentimientos son emociones conceptualizadas
que determinan el estado de ánimo. Cuando éstos son sanos, es posible
alcanzar la felicidad y conseguir que la dinámica cerebral fluya con normalidad,
en el caso contrario, se experimenta un desequilibrio emocional que puede
derivar en el surgimiento de trastornos tales como la depresión.
Autoconcepto
Podemos definir el autoconcepto como el conjunto de características
(físicas, intelectuales, afectivas, sociales, etc.) que conforman la imagen que un
sujeto tiene de sí mismo. Este concepto de sí mismo no permanece estático a
lo largo de la vida, sino que se va desarrollando y construyendo gracias a la
intervención de factores cognitivos y a la interacción social a lo largo del
desarrollo. Es necesario entender el progreso en el concepto del sí mismo
dentro del marco del progreso de las capacidades y habilidades para
relacionarse y reconocer a los otros. : pensar quienes somos, en nuestra
apariencia física, defectos y virtudes, imagen de cómo debería ser.
El autoconcepto tiene como a una de sus premisas la consciencia de
que uno mismo es un ser diferenciado de los otros y del entorno, es decir, la
autoconsciencia. Se destacan tres características esenciales del autoconcepto:
No es innato: el autoconcepto se va formando con la experiencia y la
imagen proyectada o percibida en los otros. Además depende del
lenguaje simbólico.
Es un todo organizado: el individuo tiende a ignorar las variables que
percibe de él mismo que no se ajustan al conjunto y tiene su propia
jerarquía de atributos a valorar.
Es dinámico: puede modificarse con nuevos datos, provenientes de una
reinterpretación de la propia personalidad o de juicios externos.
Autoimagen
Es aquella imagen que alguien dispone de sí mismo, o bien a la
representación que surge en la mente sobre uno. Tal autoimagen que cada
cual nos conformamos incluye no solamente el aspecto físico, o sea las
características exteriores, sino también todas aquellas cuestiones vinculadas a
nuestro interior: ideas, opiniones, sentimientos, entre otras cuestiones, que van
determinándose con el correr de las situaciones, elecciones y decisiones que
se toman o nos suceden en la vida.
La imagen de cada persona importa para como nos ven los demás pero
sin importar que tan bien nos vean todos es imprescindible como nos veamos
nosotros mismos para así sentirnos mejor, es importante estar de buen ánimo
así vernos bien porque cuando estamos sin ánimos nos sentimos y nos vemos
mal o por lo menos es la imagen que proyectamos.
La autoimagen se puede clasificar en tres tipos:
Autoimagen resultante de cómo el individuo se ve a sí mismo.
Autoimagen resultante de la forma en que otros ven a la persona.
Autoimagen resultante de la forma en que el individuo percibe lo que ven
los demás de sí mismo.
Pobre Autoimagen
Una pobre imagen de sí mismo puede ser el resultado perjudicial del
acumulo de críticas que una persona recoge desde niño. Los niños son
particularmente vulnerables a la aceptación de críticas y juicios negativos por
parte de figuras de autoridad, ya que todavía no tienen las competencias
necesarias para evaluar críticamente las mismas.
La mala autoimagen de sí mismo no siempre es causada por otras
personas. Una persona puede recibir halagos frecuentes sobre su aspecto o su
personalidad pero ser incapaz de aceptarlo por sí mismo. Los juicios negativos,
o la carencia de juicios fecundos sobre uno mismo, pueden ser desastrosos si
no se controlan adecuadamente.
Una autoimagen negativa puede surgir por una amplia variedad de
factores. Uno de los más importantes es el tipo de personalidad. Personas
perfeccionistas, grandes triunfadores, y aquellos con un tipo de personalidad
tipo A, parecen ser propensos a tener una pobre autoimagen. Esto se debe a
que estas personas constantemente se exigen metas muy por encima de un
nivel razonable o alcanzable.2 Por lo tanto, están constantemente
decepcionados y con una continua sensación de fracaso.
Autoestima
La autoestima es la valoración, generalmente positiva, de uno mismo.
Para la psicología, se trata de la opinión emocional que los individuos tienen de
sí mismos y que supera en sus causas la racionalización y la lógica.
En otras palabras, la autoestima es un sentimiento valorativo de nuestro
conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que forman la
personalidad. Dicho sentimiento puede cambiar con el tiempo: a partir de los
cinco o seis años de edad, un niño comienza a formar el concepto sobre cómo
es visto por el resto de la gente.
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Escalera de la autoestima
Auto reconocimiento: Es reconocerse a sí mismo, reconocer las
necesidades, habilidades, potencialidades y debilidades, cualidades
corporales o psicológicas, observar sus acciones, como actúa, por qué
actúa y qué siente.
Auto aceptación: Es la capacidad que tiene el ser humano de
aceptarse como realmente es, en lo físico, psicológico y social; aceptar
cómo es su conducta consigo mismo y con los otros. Es admitir y
reconocer todas las partes de sí mismo como un hecho, como forma de
ser y sentir. Por auto aceptación se entiende:
El reconocimiento responsable, ecuánime y sereno de aquellos
rasgos físicos y psíquicos que nos limitan y empobrecen, así como
de aquellas conductas inapropiadas y/o erróneas de las que somos
autores.
La consciencia de nuestra dignidad innata como personas que, por
muchos errores o maldades que perpetremos, nunca dejaremos de
ser nada más y nada menos que seres humanos falibles.
Auto valoración: Refleja la capacidad de evaluar y valorar las cosas
que son buenas de uno mismo, aquellas que le satisfacen y son
enriquecedoras, le hacen sentir bien, le permiten crecer y aprender. Es
buscar y valorar todo aquello que le haga sentirse orgulloso de sí mismo.
Auto respeto: Expresar y manejar en forma conveniente sentimientos y
emociones, sin hacerse daño ni culparse. El respeto por sí mismo es la
sensación de considerarse merecedor de la felicidad, es tratarse de la
mejor forma posible, no permitir que los demás lo traten mal; es el
convencimiento real de que los deseos y las necesidades de cada uno
son derechos naturales, lo que permitirá poder respetar a los otros con
sus propias individualidades.
Auto superación: Si la persona se conoce es consciente de sus
cambios, crea su propia escala de valores, desarrolla y fortalece sus
capacidades y potencialidades, se acepta y se respeta; está siempre en
constante superación, por lo tanto, tendrá un buen nivel de autoestima,
generando la capacidad para pensar y entender, para generar, elegir y
tomar decisiones y resolver asuntos de la vida cotidiana, escuela,
amigos, familia, etc. Es una suma de pequeños logros diarios.
Niveles de Autoestima
Los tres niveles de autoestima son:
Baja: Es cuando la persona no se siente bien consigo misma y piensa
que no sirve para nada.
Normal: Cuando nos sentimos igual que los demás y que no tenemos
diferencias.
Alta: Es cuando una persona se siente mejor que los demás y los quiere
pisotear. Las personas así son odiosas y egoístas.
Comunicación
Es un proceso, en el cual intervienen ciertos elementos, entre ellos el
emisor, el receptor (o destinatario), el mensaje, el canal, el ruido (cualquier
interferencia que dificulte la recepción del mensaje, como por ej.: los gritos de
los niños, en medio de la conversación de los adultos), y el código.
El emisor es quien envía el mensaje, de manera oral, escrita, o a través
de señas o gestos; y sin él sería imposible iniciar la comunicación. Luego el
mensaje, es decir, aquello que desea transmitir el emisor al receptor, se
traslada por medio de un canal, como por ejemplo el aire (si es una
comunicación oral), o una hoja de papel (si se comunican de manera escrita), y
llega al receptor, nombre designado para quien recibe o capta el mensaje.
Además, el mensaje posee un código (sistema particular de expresar el
mensaje, de acuerdo a las normas y signos del mismo), que debe ser conocido
tanto por el emisor como por el receptor; ejemplos de códigos son: el lenguaje
oral, y el lenguaje escrito, o más específicamente, la lengua francesa, la lengua
italiana, la lengua española, etc.
Aprender a Escuchar
El éxito de la comunicación se basa en la capacidad para escuchar con
atención y empatía a tu interlocutor. Esta habilidad es muy importante a la hora
de establecer dinámicas de grupo, para mejorar en el trabajo y, en general, ser
más efectivo en nuestro día a día. Así que es muy importante diferenciar entre
oír, lo que no podemos evitar, y escuchar, es decir, prestar atención sobre lo
que nos están contando.
Aprender a escuchar la comunicación es vital para el buen funcionamiento
de toda organización o grupo. Sin embargo, en las empresas a veces suelen
darse problemas en este sentido que acaban por afectar las relaciones entre
empleados, entre jefes y subordinados o entre clientes y empresa. Para que no
se den este tipo de problemas existen cinco formas básicas para practicar la
habilidad de escuchar de una manera eficiente.
Demuestra interés en los puntos de vista ajenos: Cada persona
puede tener una opinión diferente y lo ideal es escuchar a las personas
con la mente abierta. Dejar a un lado tus prejuicios y dirigir la atención al
interlocutor son dos buenas recomendaciones que te ayudarán. Mostrar
interés en lo que te explica la otra persona indicará que te importa y,
automáticamente, te convertirá en una persona con la que vale la pena
conversar.
Concéntrate: No divagues y presta atención a lo que te están contando.
Una buena manera de no distraerte es pensar que la persona con la que
estás hablando puede revelarte una información importante y no se te
debe pasar por alto.
No interrumpas innecesariamente: A poder ser, no interrumpas ya que
es muy desagradable y rompe el hilo de la conversación. Pero si te ves
obligado a hacerlo, espera a que la otra persona haya acabado de
exponer la idea que está compartiendo contigo.
Presta atención a tu lenguaje corporal: La comunicación no verbal
también es muy importante. Si te muestras interesado de manera verbal
pero tu mirada se desvía, pareces distraído o indicas con tu cuerpo que
tienes prisa o estás aburrido, no servirá de nada. Es importante
acompañar y reforzar la comunicación verbal con la no verbal.
Ármate de paciencia: A veces en la empresa hay personas que te
cuentan cosas que no te interesan. Si lo que te tiene que explicar tu
interlocutor se trata de algo que puede parecer una tontería o bien lo
diga para provocar, no te precipites y deja que termine su explicación. Si
su objetivo es desagradable, tendrás más armas con las que rebatirle y
si realmente pensamos que su idea no tiene sentido, no vale la pena
enfrascarse en discusiones que no llevan a ninguna parte.
La Programación Neurolingüística
La Programación Neurolingüística define la importancia que poseen los
sentidos en nuestras reacciones corporales y espirituales, y nos ayuda a utilizar
su capacidad para lograr traducir el mundo y adaptarnos a él.
La PNL es un estudio de excelencia humana, puesto que da la
oportunidad de crecer continuamente en los aspectos emocionales,
psicológicos, intelectuales, artísticos sociales y económicos y al mismo tiempo
contribuye en forma positiva con el progreso de los demás, también la PNL es
el arte y la ciencia de la excelencia personal en cualquier terreno. Es un Arte
Porque cada uno le puede dar su toque único y personal a lo que esté
haciendo es una Ciencia porque hay un método y un proceso para descubrir
los modelos empleados por individuos sobre salientes en un campo para
obtener resultados sobresalientes
La PNL penetra en muchas ramas del conocimiento, tales como:
Programación: Nos Programan desde la cuna. Es la forma de organizar
nuestras ideas y acciones para producir el resultado deseado. Muchos de
nosotros tenemos desde muy pequeño un programa para atarnos los zapatos,
lavarnos los dientes, manejar los cubiertos, conducir, etc.
Neuro: Todo Comportamiento es el resultado de procesos neurológicos de
nuestros sentidos por ejemplo lo que vemos, sentimos, tocamos, gustamos,
etc.
Lingüística: Los procesos neurológicos se expresan mediante un doble
Lenguaje Neurológico.
Verbal y Corporal: Se manifiesta a dos niveles consciente e inconsciente y
que sirve para comunicarnos con los demás.
La PNL no se plantea el porqué de lo que hacemos sino como lo
hacemos. La Programación Neurolingüística no es una teoría sino una práctica
de me modelos, habilidades y técnicas para pensar y actuar eficazmente.
Descubre lo que es útil y funciona haciendo la prueba, averigua donde no
funciona y lo cambia hasta que funcione con todo
Richard Bandler y John Grinder fueron los creadores de esta disciplina
que representa un modelo para la excelencia en la comunicación con el propio
ser y el universo que le circunda. Presentada como un Sistema de Técnicas
destinadas a analizar, codificar y modificar conductas y aprendizajes a través
del estudio del lenguaje verbal y corporal, logrando optimizar los procesos de
comunicación y aprendizaje de manera integral.
Trata sobre la comunicación interpersonal efectiva, la experiencia y la
búsqueda de la excelencia, saber cómo son las personas y lograr grandes
cambios en la conducta de éstas. Es una estructura con ciertas condiciones
científicas, como el basamento empírico y la aplicación del rigor científico
dentro de un campo de estudio subjetivo. Además, desarrolla principios,
modelos y un lenguaje propio. A mediados de la década de los 70, Richard
Bandler y Jhon Grinder realizaron su investigación, estudiando el perfil de
grandes maestros de todos los tiempos, organizaron las características
comunes de sus profesiones y desempeños y del porqué de su éxito. El estudio
reveló que todos tenían una naturaleza similar, aunque cada uno tuviese bien
marcado su propio estilo o personalidad.