4. Para evitar esto, el hombre poderoso trajo perros que las vigilaban noche y día. A pesar de todo, algunas podían huir y otras eran muertas por los cuidadores que arruinaban su carne y su piel con feroces dentelladas. Entusiasmados con esto, penetraban al redil continuando la matanza.
5. Vio el hombre poderoso que el cerco era frágil para contenerlas y los cuidadores peligrosos. Mandó entonces en busca de un mago.
6. Este durmió a todas las ovejas y les hizo soñar que eran libres. Al despertar, siguieron creyendo que obraban voluntariamente y ya no abandonaron a su amo. De este modo, el hombre poderoso retiró el cerco y los cuida-dores, bastando tomar de las ovejas a su gusto cuando necesitaba de carne y de piel.
7. La oveja es el espíritu del ser humano. El hombre poderoso, aquél que quiere utilizarlo. El cerco, los perros y el mago, son los ayudantes del opresor.
8. Cercar el espíritu es separarlo del mundo por la ignorancia. Rodearlo con cuidadores, es mantenerlo en la docilidad por la violencia y la fuerza, infundiéndole el temor. Finalmente, adormecerlo es degradar el espíritu con persuasión y con bellas falsedades. A través del tiempo se han usado esas tres formas de asesinato del espíritu.
9. La ignorancia y el temor no han sido suficientemente poderosos como para contener los impulsos de libertad. Por otra parte, un hombre ignorante y temeroso no es tan útil al opresor como aquel que ha sido instruido y no es necesario ejercer ya violencia en él porque está de acuerdo con la infamia.
10. Cuando un hombre no necesita de cercos ni de cuidadores y está conforme con la falsedad de su vida es porque su espíritu ha muerto.
11. Hay quienes venden su libertad interior con tal de lograr seguridad o bienestar material. Estos son los que se dicen libres porque no desean otra vida y les resulta injurioso quien habla de la necesidad del despertar.
12. Cuando los hombres duermen de ese modo, colaboran con la opresión y producen en bien del opresor. A ellos se les considera «útiles» a las causas del Estado que a la vez sirve dócilmente a un imperio.
13. Un hombre que se ha degradado a tal punto es un triunfador y se lo pone como ejemplo de trabajo y como ejemplo de superación. Ese recibe su paga a costa del sufrimiento de otros a quienes considera incapaces. El triunfador puede llegar llegar a serlo únicamente colaborando con los mandatos del amo se llame Estado, Moral o Religión.
14. El falso triunfador duerme, pero a menudo sus sueños están llenos de sobresalto porque tarde o temprano algunas ovejas despiertan y comienzan a despertar a las demás... Poco a poco en el redil se advierte que ya no se cree en la falsa libertad.
15. Este relato ha sido escrito por Silo 22 enero 1969 Envíaselo a tus amigos www.silo.net