2. Estimados vecinos: Como ustedes saben, en marzo de 2007 nuestro Barrio fue declarado Monumento Nacional bajo la categoría de Zona Típica, lo cual constituye no solo un orgullo sino también una oportunidad y un desafío.
3. Un orgullo, porque esta población es obra de un gran arquitecto chileno que brilló, entre otras cosas, por su gran genio y creatividad
4. Un orgullo, porque estas edificaciones sostienen parte de nuestra memoria nacional, principalmente relacionada con el accidente de Alpatacal y otros hechos memorables.
5. Un orgullo, porque a pesar de su antigüedad estas construcciones siguen sólidamente de pie (¡Qué duda cabe luego del 27 de febrero!), resguardando nuestras vidas y anidando cotidianamente una auténtica vida de barrio, de esas que son cada vez más escasas.
6. Una oportunidad, porque al haber sido reconocido como Monumento Nacional nuestro Barrio irá adquiriendo cada vez mayor singularidad y valor en una época en que las ciudades se construyen sólo bajo criterios comerciales y donde las necesidades de sus habitantes suelen no ser tomadas en cuenta.
7. De alguna forma, estas construcciones, 113 viviendas sociales en su época, diseñadas verdaderamente a escala humana y todas diferentes unas de otras, son un valioso botón de muestra de que otro concepto de ciudad y otro tipo de mundo también es posible.
8. Todas estas características permiten que nuestra primera Zona Típica de Ñuñoa pueda ir aumentando su valor en la medida que así nos lo propongamos, dando pie a un gran desafío: Cuidar, conservar y poner en valor este patrimonio.
9. Si alteramos nuestras propiedades (principalmente sus fachadas) apartándonos del primer diseño, éstas disminuirán su riqueza arquitectónica y comercial. En cambio, en la medida que cada una de estas viviendas más se asemejen a su apariencia original mayor será su valor y, por ende, mayor será el valor de la Población en su conjunto.
10. Esperamos que el documento que hoy entregamos oficialmente, “Instructivo de intervención de la Población de suboficiales de caballería de la Escuela de Aplicación”, financiado por los Fondos de Cultura (FONDART), sea un valioso aporte para asumir este desafío.
11. Club Social y Cultural “ Población de Suboficiales de Caballería” Otoño de 2010