2. Una de las costumbres más arraigadas en México es el Día de Muertos, que tiene una significación
que rebasa el mero festejo a nuestros difuntos. El más allá en un diálogo con la otra vida. El Día de
Muertos es una tradición prehispánica que nos permite hablar con los que se fueron, con los que se
adelantaron. Es un acto de comunicación trascendental (lo trascendental es parte de lo mágico
sagrado). Es, al fin y al cabo, una comunicación donde los muertos son nuestra raíz, nuestra savia,
nuestro equilibrio aquí en la tierra y en el cosmos. La relación con ellos es un acto de memoria. Por
eso no hay que dejar morir a nuestros muertos. Quien los deja morir no tiene memoria de origen; se le
diluye poco a poco. El Día de Muertos es el acto de rememorar las viejas huellas, rememorar es un
combate contra el olvido. El Día de Muertos es parte de nuestra identidad, es una fiesta, es una
representación colectiva donde todos somos actores: vivos y muertos.
OFRENDAR es pues, en el Día de Muertos, compartir con los difuntos el pan, la sal, las frutas, los
manjares culinarios, el agua y, si son adultos, el vino.
LA OFRENDA es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria.
3. Los Preparativos y montajes…
San Pedro Museo de Arte, 1 de
noviembre de 2010, 6:00 am
17. Ofrendas de Santa Inés
Ahuatempan, Pue.
La palma, el
luto, la creación
del mundo…
18. …La fiesta, la costumbre, la
reconciliación, la memoria, los
muertos y…
¡¡¡Nosotros los vivos!!!… esto es
nuestra celebración del “Día de
Muertos en Puebla”